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DICKIE MOORE

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Dickie Moore contaba apenas dos años de edad cuando, acompañando a su madre, pisaba por vez primera los estudios cinematográficos. Allí, la secretaria de Joseph Selznick le encontraba un tremendo parecido con John Barrymore…


Y así debutabas, Dickie, en el cine y en 1927, como el pequeño François, personaje que interpretaba John Barrymore de adulto en "El vagabundo poeta".

Como John Richard Moore Jr. nacías el 12 de septiembre de 1925 en Los Ángeles, California. Y tras tu temprana presentación en la gran pantalla, aparecías en otros títulos como “Blue Skies”, “La mujer X” o, ya en 1930, “The three sisters” y “Seamos alegres”.



También en 1930 trabajabas junto a James Gleason en “The matrimonial bed” y junto a Kay Johnson y Kay Francis en “Flor de pasión”.


En 1931 fuiste Junior Bradford en “Aloha”, Johnny Carter de niño en “Semilla”, Sonny Hanson en “Three who loved”…



… Ned Leeds en “El testigo”, junto a Walter Huston. Y el pequeño Hal en “El prófugo”.


En 1932 aparecías en “The expert”, junto a Charles “Chic” Sale…


… en “Conducta desordenada”, junto a Spencer Tracy…


… en “So big!”, junto a Barbara Stanwyck…


… y en “O todo o nada”, junto a James Cagney y Marian Nixon.

Ese año también intervenías en dos cortometrajes: “The Hollywood handicap”, donde compartías cartel con Anita Stewart y el mismísimo John Wayne…



… y “Hook and ladder”, tu primera incursión en la serie “Our gang” de Hal Roach (“La pandilla” para nosotros), donde compartías protagonismo con “Spanky” McFarland, “Stymie” Beard… y, sí, vuestro inseparable perro Pete.



Después llegaba tu Johnny Faraday de “La Venus rubia”, junto a Marlene Dietrich, Herbert Marshall y Cary Grant bajo la dirección de Josef Von Sternberg.


Y “Free wheeling”, un nuevo cortometraje de “La pandilla” en el que de nuevo compartías cartel con “Stymie” Beard y “Spanky” McFarland, entre otros muchos genios en miniatura.



Trabajabas después junto a Bette Davis en “Tres vidas de mujer” y junto a Leo Carrillo en “Deception”…


… y de nuevo volvías a ser Dickie en un nuevo cortometraje de “Our gang” titulado “Birthday Blues”, una vez más junto a “Stymie” Beard, “Spanky” McFarland y el resto de vuestra pandilla. 

Otros dos largometrajes, “The devil is driving” y “The racing strain”…



… y cerrabas 1932 con “A lad an’ a lamp”, un nuevo cortometraje de “La pandilla”…


... iniciando 1933 con “Fish hooky”, otro episodio más. 



Este mismo año dabas vida al inmortal Oliver Twist de Charles Dickens en “El hijo de la parroquia”…


… y te reunías después una vez más con tu pandilla en “Forgotten babies”.


Junto a Walter Huston rodabas este mismo año de 1933 “El despertar de una nación”…



… y después “The Kid from Borneo” y “Mush and milk”, tus dos últimas colaboraciones en “Our gang”.

Finalizabas 1933 con largometrajes como “El rayo del terror”, “Fueros humanos”, “Canción de cuna”…


… y “Toda una mujer”, junto a Anne Harding y bajo la dirección de Gregory La Cava. 


Ya en 1934, trabajabas junto a Lionel Barrymore y Fay Bainter en “En la pendiente”, junto a Mary Astor y Ginger Rogers en “Gente de arriba”, junto a Adolphe Menjou en “The human side”…


… y después fuiste Demi en “Little men”, película basada en la novela de Louisa May Alcott.

1935 te traía títulos cinematográficos como “Without children”, “Swellhead”, “Cenizas de la guerra”…


… y “Sueño de amor eterno”, hoy todo un clásico del cine dirigido por Henry Hathaway en el que dabas magistralmente vida a Gogo



… junto a una también extraordinaria Virginia Weidler como Mimsey. Inolvidable vuestra mágica interpretación en esta historia. 


En 1936 coincidías de nuevo con Virginia Weidler en “Timothy Quest”. Y después llegaba tu participación en “La tragedia de Louis Pasteur”, “The little red schoolhouse” o “Sublime engaño”.

Un año después eras dirigido por William Dieterle en “La vida de Emile Zola”, por Sam Wood en “Madame X”…


… y compartías cartel con Joan Crawford y Franchot Tone en “The bride wore red”.

1938 te traía títulos como “My bill”, “The gladiator”… E iniciabas 1939 con el cortometraje “Lincoln in the White House”, donde interpretabas a Tad Lincoln. Y después llegaban otros títulos como “Niña revoltosa” (donde coincidías, una vez más, con Virginia Weidler) o “Hidden power”.


En 1940 compartías cartel con Shirley Temple en “El pájaro azul” y con Edward G. Robinson en “A dispatch from Reuter’s”…



… y ya en 1941 interpretabas a George, el hermano pequeño de Alvin York, al que daba vida Gary Cooper en “El sargento York”, bajo la dirección de Howard Hawks.

1942 te traía “El barco de la muerte”, junto a Glenn Ford y Claire Trevor…



… y “Miss Annie Rooney”, donde te reencontrabas con Shirley Temple en el reparto.

Y en 1943, dirigido por Ernst Lubitsch, compartías cartel con Gene Tierney y Don Ameche en “El diablo dijo no”; y bajo la dirección de Henry King con Jennifer Jones y Charles Bickford en “La canción de Bernadette.


Juventud salvaje” te unía en el reparto a Bonita Granville, Jean Brooks, Vanessa Brown, Kent Smith y Glen Vernon…


… y, ya en 1947, interpretabas a The Kid en “Retorno al pasado”, bajo la dirección de Jacques Tourneur y compartiendo cartel con Robert Mitchum, Kirk Douglas y Jane Greer. 


Llegaba después “Dangerous years”, película dirigida por Arthur Pierson donde coincidías con una joven Marilyn Monroe. Y con Scotty Beckett, otro pequeño actor de “La pandilla” con el que no coincidiste en esta serie pero sí en “Toda una mujer” y “El pájaro azul”.


En 1948 rodabas “16 fathoms deep”, junto a Lon Chaney, Jr. y Lloyd Bridges; y en 1949 “Tunna Clipper”, junto a Roddy McDowall. Mismo año en el que intervenías en la serie televisiva “El capitán Vídeo y los guardianes del universo”, en antena hasta 1955. 

De 1950 a 1954 apareciste en otras series y programas de la pequeña pantalla como “Sure as fate”, “Starlight Theatre”, “Lux Video Theatre”, “The man behind the badge” o “The Web”. Y en películas como “Killer shark”, de nuevo junto a Roddy McDowall; “Cody of the Pony Express”, en el papel de Bill Cody


… “Ocho hombres de acero”, junto a Lee Marvin y Richard Kiley y bajo la dirección de Edward Dmytryk…


… y “Frankie y la boda”, tu último título para la gran pantalla, bajo la dirección de Fred Zinnemann y con Julie Harris, Brandon De Wilde y Ethel Waters como compañeros de reparto. 

En 1957 te retirabas de la actuación con tu personaje del Teniente General J.E.B. Stuart en la serie televisiva “Omnibus”, aceptando ese mismo año el puesto de director de relaciones públicas de la asociación Actors Equity, puesto que dejabas en 1964 para formar tu propia empresa de relaciones públicas, Dick Moore Associates. Y después te dedicabas a la producción de espectáculos industriales. 

¿Y qué más podemos contar sobre ti, Dickie?

Pues que mantuviste muy buena relación con Matthew “Stymie” Beard, uno de los pequeños actores de “La pandilla”…


“Me gustaba mucho, él y su familia. Su madre nos hacía helados en el patio trasero y cocinaba la cena para nosotros. Nunca supe de los otros socialmente, no estuve en sus casas ni ellos en la mía. No pasaba nada malo, sencillamente no había comunicación”

O que en el ejército, durante la Segunda Guerra Mundial, escribías para el diario “Stars and Stripes” desde el Pacific Theater y, tras la guerra, estudiaste Periodismo en Los Angeles City College

“Yo había aprendido a hacer algo. Podía editar una revista, trabajar en un periódico. Las estrellas infantiles que tuvieron tiempos particularmente difíciles al ajustarse a su edad adulta, nunca fueron alentados a hacer otra cosa”

O que en 1949 coprodujiste y codirigiste junto a William Lasky un cortometraje de 18 minutos de duración llamado “Boy and the eagle”, obteniendo con él una nominación en los Premios Oscar.


O que no conociste a Jane Powell, tu tercera mujer, hasta 1981, cuando te documentabas para tu libro “Twinkle, Twinkle Little Star”…


… libro sobre el estrellato infantil que incluía entrevistas a 31 actores infantiles entre los que se encontraban Natalie Wood, Shirley Temple, Donald O’Connor, Mickey Rooney, Jackie Coogan… y Jane Powell.


Muy tristemente te nos ibas, Dickie, el pasado 7 de septiembre a los 89 años de edad. Pero nos dejas aquí un buen número de maravillosos personajes cinematográficos.


Y siempre, siempre te recordaremos como uno de los más entrañables chiquillos de “La pandilla”. Junto al genial Spanky y tu querido Stymie.

“Hubo un tiempo en que me molestaba cuando un fan se me acercaba para que le firmara un autógrafo o cuando alguien bromeaba sobre mis hoyuelos, pero ahora estoy bastante satisfecho de que se me recuerde”
(DICKIE MOORE)

El secreto de las películas

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"El secreto de las películas es que son una ilusión."
(George Lucas)

MAUREEN O'HARA

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Maureen era nuestra adorada madre, abuela y bisabuela. Falleció en paz rodeada por su querida familia, que celebraba la vida que ella había tenido escuchando la banda sonora de su película favorita,
‘El hombre tranquilo’.
(Comunicado enviado por la familia de Maureen O’Hara
a los medios de comunicación estadounidenses)


El pasado 24 de octubre el séptimo arte se entristecía de nuevo. Maureen O’Hara, uno de sus más extraordinarios personajes femeninos, se nos trasladaba, a sus 95 años de edad, a su propia estrella, muchos dicen que en la mismísima Innisfree. 

Como Maureen FitzSimons venías al mundo el 17 de agosto de 1920 en Ranelagh, un suburbio de Dublín, Irlanda. Eras la segunda de los seis hijos de Marguerita Lilburn FitzSimons, consumada contralto, y Charles FitzSimons, propietario de un negocio en Dublín.


Desde bien temprano demostraste buenas aptitudes para el deporte y para la actuación. A los 14 años eras aceptada en el prestigioso Abbey Theater, y comenzabas ya a perseguir tu sueño del teatro clásico y el canto operístico. 

Tu primera prueba de cámara para Hollywood no resultó demasiado bien…

“¡Me parecía a Mata Hari!”


Prueba que te llevó, sin embargo, a tu debut a toda pantalla, en 1938 y a las órdenes de Walter Forde, en “Kicking the moon around”, un musical británico también conocido como “Millionaire Merry-Go-Round” en el que interpretabas, aún como Maureen FitzSimons, el papel de secretaria. 


Ese mismo año rodabas “My irish Molly”, película en la que aún figurabas como Maureen FitzSimons y en la que compartías cartel con Tom Burke y con la actriz infantil Binkie Stuart.

El actor Charles Laughton y el productor Eric Pommer supieron ver tu talento, firmándote un contrato con su productora Mayflower Pictures. Eso sí, tu apellido fue cambiado por el que todos conocemos: O’Hara.



Y junto a Charles Laughton en el reparto, y bajo la dirección de Alfred Hitchcock, protagonizabas en 1939 “Posada Jamaica”, hoy clásico del cine en el que tú interpretabas a la guapísima Mary de una historia que estaba basada en la novela homónima de Daphne Du Maurier. 



Ese mismo año dabas vida a la protagonista de otra novela clásica: “Nuestra Señora de París” de Victor Hugo. En “Esmeralda, la zíngara” compartías de nuevo cartel con Charles Laughton, aquí en el papel de Quasimodo. El éxito de esta película llevó a su productora, la RKO, a comprarle tu contrato a la Mayflower Pictures

Llegaban después para ti otros títulos cinematográficos como “Nota de divorcio”, “Dance, girl, dance” o “They met in Argentina”…




… y en 1941 eras dirigida por vez primera por John Ford en “¡Qué verde era mi valle!”, historia basada en la novela homónima de Richard Llewelyn, que protagonizabas junto a Walter Pidgeon, Anna Lee, Sara Allgood, Barry Fitzgerald y unos maravillosos Donald Crisp y Roddy McDowall. 

En 1942 eras Mary Carter en “Rumbo a las playas de Tripoli”, Carolyn Bainbridge en “Diez héroes de West Point”…



… y Lady Margaret Denby en “El cisne negro”, junto a Tyrone Power y dirigidos por Henry King en una historia cinematográfica basada en la novela homónima de Rafael Sabatini. 


Un año después compartías protagonismo con Henry Fonda en “El sargento inmortal”…


… con Charles Laughton, de nuevo, en la preciosa “Esta tierra es mía”…


… en 1944 dabas vida a la mujer de William F. Cody (Joel McCrea) en “Las aventuras de Buffalo Bill”…


… y en 1945 eras la Condesa Francesca en “Los piratas del mar Caribe”, junto a Paul Henreid.


Ya en 1947 interpretabas a Shireen en “Simbad, el marino”, compartiendo cartel con Douglas Fairbanks, Jr. y Anthony Quinn. 



Este mismo año dabas vida a Doris Walker en “De ilusión también se vive”, una de las historias navideñas más entrañables y clásicas de la gran pantalla, donde aparecías junto a John Payne, un maravilloso Edmund Gwenn y una mágica Natalie Wood. 


Y en 1948 eras Tacey King en “Niñera moderna”, historia que protagonizabas junto a Clifton Webb y Robert Young. 


Iniciabas 1949 con “Un secreto de mujer”, bajo la dirección de Nicholas Ray y junto a Melvyn Douglas y Gloria Grahame…


… después eras Elizabeth Cooper en “Papa fue un defensa”, junto a Fred McMurray y, de nuevo, Natalie Wood…



… y cerrabas 1949 con “Bagdad”, dando vida a la Princesa Marjan y compartiendo cartel con Vincent Price. 

Comenzabas la década de los años 50 como Katie Howard en “Orgullo de comanche”, como la Condesa D’Arneau en “Trípoli”…



… y como Mrs. Kathleen Yorke en “Río Grande”, primera de tus películas protagonizadas junto a John Wayne en la que, además, erais dirigidos por vez primera por John Ford, aunque los dos habíais ya trabajado por separado bajo su dirección.

Eras después la Princesa Tanya en “Los hermanos Barbarroja”; Claire, la hija de Athos, en “Los hijos de los mosqueteros”; y Dell McGuire en “La ley del látigo”…

Y en 1952 llegaba el papel por el que eres más recordada, un personaje que supiste hacer tuyo y que permanecerá por siempre jamás en la historia del cine…




Estamos hablando, claro está, de tu extraordinaria Mary Kate Danaher de “El hombre tranquilo”. 


Y de Sean Thornton, Michaleen Oge Flynn y Will Danaher… O lo que es lo mismo, John Wayne, Barry Fitzgerald y Victor McLaglen. Y de la viuda Tillane (Mildred Natwick), del Padre Peter (Ward Bond), del Reverendo Cyrill (Arthur Shields), de Dan Tobin (Francis Ford)… Sensacional reparto bajo la maestra dirección de John Ford en una película que es, por derecho propio, todo un clásico de la gran pantalla. 

Después venían otras películas como “La isla de los corsarios”, “La pelirroja de Wyoming”, “Asalto al fuerte Clark”, “Fuego sobre África”…


… y en 1955 eras dirigida una vez más por John Ford en “Cuna de héroes”, compartiendo esta vez protagonismo con Tyrone Power…



… también en este año interpretabas a Karen Harrison en “Santos, el magnífico” y a Lady Godiva en “Lady Godiva”…


Y ya en 1957 te reunías de nuevo con John Wayne, y de nuevo dirigidos por John Ford, en “Escrito bajo el sol”.

Después compartías cartel cinematográfico con Alec Guinness y Burl Ives en “Nuestro hombre en La Habana”. Y en la pequeña pantalla dabas vida a Mrs. Miniver en el telefilme “Mrs. Miniver” y a Lady Marguerite en la serie “The DuPont Show of the Month”. 



En 1961 protagonizabas junto a Brian Keith “Compañeros mortales” y “Tú a Boston y yo a California”, en esta última junto a Hayley Mills. 



Y luego “Un optimista de vacaciones” junto a James Stewart y “Fiebre en la sangre” junto a Henry Fonda.

En 1963 volvías a coincidir con John Wayne…


… en “El gran MacLintock”, esta vez dirigidos por Andrew V. McLaglen. 


Y en 1966 con James Stewart y Brian Keith en “Una dama entre vaqueros”, también bajo la dirección de McLaglen. 

Aparecías después en series televisivas como “The Garry Moore Show” o “Off to see the Wizard”…


… y una vez más compartías cartel en 1971 con John Wayne en “El gran Jack”, bajo la dirección en esta ocasión de George Sherman y el propio Wayne.


Dos años después trabajabas de nuevo junto a Henry Fonda, pero esta vez en una película para la televisión, “El pony rojo”, basada en la novela homónima de John Steinbeck. Y en este mismo 1973 te retirabas de la interpretación…



…si bien reaparecías en el cine en 1991 como Rose Muldoon en “Yo, tú y mamá”, junto a John Candy y Anthony Quinn… 


… y en la pequeña pantalla en los telefilmes “The Christmas box”, “Un viaje al corazón”…


… y “El último baile”, también la última actuación de tu carrera. 

“Me siento muy afortunada, realmente he hecho algunas películas maravillosas”

Recibiste en 1991 un Golden Boot Award y otro premio del British Film Institute en 1993. También fuiste galardonada por toda tu carrera por Seattle Film Critics en 2002 y por Irish Film and Television en 2004. 


Y en este 2015 que ahora se nos termina, te fue entregado un merecidísimo Oscar Honorífico de manos de Clint Eastwood y Liam Neeson.

¿Y qué más podemos contar sobre ti, Maureen? Pues que fuiste originalmente considerada como protagonista de “El filo de la navaja”. Finalmente se lo dieron a Gene Tierney, pero el productor Darryl F. Zanuck te dio al siguiente año el papel protagonista de “De ilusión también se vive”. O que fuiste la primera opción para “El rey y yo” pero el compositor Richard Rodgers no quiso que desempeñara el papel principal una “reina pirata”.

Y podemos contar que no sólo cantabas en “El hombre tranquilo”, sino también en “They met in Argentina”, “Do you love me”, “Un secreto de mujer”, “Bagdad”, “Compañeros mortales”, “Tú a Boston y yo a California” y “Fiebre en la sangre”.


O que en 1946 te convertías en ciudadana estadounidense aunque conservando la ciudadanía irlandesa. Era la primera vez que Estados Unidos reconocía a un ciudadano irlandés como irlandés, lo que llevó a un cambio en el proceso para todos los inmigrantes irlandeses. 

En 1968 contraías matrimonio con el aviador Charles Blair. Tras retirarte del cine en 1973, llevaste con él Antilles Airboats, una pequeña línea aérea. Pero Blair fallecía en 1978 en un accidente de aviación y tú te convertías en la primera mujer presidenta y consejera de una compañía aérea. También fuiste editora de una revista, escribiendo una columna mensual llamada “Maureen O’Hara says”. 

Y en 2004 aparecías en la tienda de Macy’s del 34th Street de Nueva York para promocionar tu libro “Tis herself”. Macy's fue escenario de una de tus películas más entrañables, “De ilusión también se vive” (Miracle on 34th Street).


Había mucho más que una extraordinaria belleza en ti. No sólo tenías una maravillosa voz de soprano, sino que tu habilidad atlética te permitió hacer cosas que no podían hacer la mayoría de las actrices de la época, desde la esgrima a dar puñetazos. De hecho, realizaste tú misma varias de las escenas de riesgo de tus películas. 

Fuiste buena amiga de Ginger Rogers, Anne Baxter, Lucille Ball, Lauren Bacall, Robert Mitchum, Anthony Quinn…

He tenido muchos amigos y prefiero la compañía masculina, excepto con Maureen. Ella es un gran tipo
(John Wayne)

Y de John Wayne. En tu casa en St. Croix tenías un ala a la que llamabas el Ala de John Wayne porque allí se quedaba él cuando iba a haceros una visita. 


“Hablando como actriz, me hubiera gustado que todos los actores hubieran sido como Duke, y hablando como persona, sería bueno que todas las personas hubieran sido tan honestas y genuinas como era él.
Era un hombre de verdad” 

Gracias, Maureen. Por tu profesionalidad, tu buen hacer, tu simpatía, tu vis cómica y tu extraordinaria belleza. Gracias por tu maravillosa galería de personajes...


Y mil gracias por ser Maureen O’Hara

En cuanto a mí, siempre he creído que mi cualidad más atractiva es mi fuerza interior, algo que fácilmente puedo compartir con el público. Estoy muy cómoda en mi propia piel. Nunca pensé que mis miradas me podrían convertir en una estrella. Pero así ha sido.
(Maureen O’Hara)

Gracias y hasta siempre

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A los 84 años de edad se nos iba Rod Taylor, un entrañable actor de los de toda la vida que nos deja en el cine títulos cinematográficos como “El árbol de la vida”, “Mesas separadas”, “Nido de águilas”, “Intriga en el gran hotel”, “Chuka” o “Marbella, un golpe de cinco estrellas”; y personajes como Mike Mitchell en “Un domingo en Nueva York”, Mitch Brenner en “Los pájaros” y, por supuesto, su H. G. Wells de “El tiempo en sus manos”. También nos queda su intervención en series televisivas como “Mascarada”, “Falcon Crest”, “Se ha escrito un crimen” o “Walker, Texas Ranger”. Y su voz como Pongo en “101 dálmatas”. Gracias por tu grata compañía, Rod. 


El cineasta italiano Francesco Rosi nos dejaba a sus 92 años, legándonos como director títulos como “Kean”, “Salvatore Giuliano”, “Las manos sobre la ciudad”, “El caso Mattei”, “Lucky Luciano”, “Cristo se paró en Éboli”, “Crónica de una muerte anunciada” o “La tregua”; y como guionista “París, siempre París”, “Bellísima” o “Cuentos de Roma”. 


Anita Ekberg se nos trasladaba a sus 83 años a su firmamento de estrellas, sí, claro, con Fellini y, por supuesto, su Marcello. Además de “La dolce vita”, nos deja también otros títulos cinematográficos como “Artistas y modelos”, “Guerra y paz”, “Loco por Anita”, “Cuatro tíos de Texas”, “Siete veces mujer” o “Bámbola”. Hasta siempre, maravillosa Anita.


A sus 92 años de edad nos decía adiós Lizabeth Scott, recordada actriz del cine negro y de títulos clásicos como “El extraño amor de Martha Ivers”, “Callejón sin salida”, “Ciudad en sombras”, “El soborno”, “Una herencia de miedo” o “Filón de plata”.


Leonard Nimoy nos dejaba a los 83 años de edad. Con nosotros queda su intervención en películas como “La humanidad en peligro”, “Los devoradores de cerebros”, “El balcón”, “El oro de nadie” o “La invasión de los ultracuerpos”. Y su participación en multitud de series televisivas, entre otras, “Submarino”, “Colt 45”, “Bonanza”, “Dimensión desconocida”, “Los intocables”, “Caravana”, “Rumbo a lo desconocido”, “El virginiano”, “La ley del revólver”, “Misión imposible”, “Marco Polo”, “Fringe”… Nos queda también su voz en los títulos animados “The Transformers: The Movie”, “El árbol de Halloween”, “El guardián de las palabras”, “Rashi”, “Simbad”, “Atlantis” o “Zambezia”. Y, por supuesto, su personaje de Mr. Spock en las películas de “Star Trek” y en la serie “La conquista del espacio”. Siempre le recordaremos, Mr. Nimoy.


A sus 93 años se nos iba Gene Saks, actor conocido por series televisivas como “Mike Hammer”, “Papa soltero” o “Ley y orden” y películas como “El prisionero de la Segunda Avenida”, “Ni un pelo de tonto”, “El genio del amor” o “Desmontando a Harry”. Y, sobre todo, como director de maravillas cinematográficas como “Descalzos por el parque” y “La extraña pareja” y otros títulos como “Flor de cactus” o “Ante todo, mujer”. Mil gracias por tu sonrisa, Gene. 


Matilde Conesa nos dejaba a los 86 años. Pero no su voz, su maravillosa voz nos acompañará siempre. Matilde fue para nosotros, entre otras muchas voces, la de Katia Durán (encarnada por la actriz suiza Katia Loritz, que también se nos iba este año) en “Atraco a las tres”, la señora Bridges en “Arriba y abajo”, Angela Channing en “Falcon Crest”, Úrsula en “La sirenita” de Disney, la tía Juana de “Ruy, el pequeño Cid”, la madre de D’Artacan en “D’Artacan y los tres mosqueperros”, la Bruja Avería de “Los electroduendes” y “La bola de cristal”, Lisa en “David, el gnomo”… Y también les prestó su voz a Bette Davis, Lauren Bacall, Jane Darwell, Vanessa Redgrave, Maggie Smith, Ingrid Bergman, Mary Astor, Jean Arthur, Thelma Ritter, Anne Bancroft, Olivia de Havilland, Gloria Grahame, Myrna Loy, Ethel Barrymore, Jessica Tandy… Gracias de corazón, Matilde. 


El camarógrafo checo Miroslav Ondrícek nos decía adiós a sus 80 años de edad. Miroslav dejó alrededor de 40 títulos cinematográficos como director de fotografía. Trabajó junto a Lindsay Anderson en “If…” y “Un hombre de suerte”, junto a George Roy Hill en “El mundo según Garp”, junto a Mike Nichols en “Silkwood”, y junto a Penny Marshall en “Despertares”, “Ellas dan el golpe” y “La mujer del predicador”. Pero le recordaremos principalmente por su extraordinario trabajo junto a Milos Forman en “Hair”, “Ragtime”, “Amadeus” y “Valmont”. Grande Ondríceck, muy grande. 


A sus 106 años se nos iba el director portugués Manoel de Oliveira. En 1928 debutaba como extra en “Fátima milagrosa”, llegando a hacer otros diez trabajos más como actor. Tras las cámaras se estrenaba en 1931 con el documental “Douro Faina Fluvial”, al que seguirían otros como “Estatuas de Lisboa”o “Miramar, praia das rosas”. Entre la extensa lista de largometrajes que nos deja se encuentra “Aniki-Bóbó”, “Acto de Primavera”, “O passado e o presente”, “Benilde ou a Virgem Mae”, “Amor de perdición”, “Francisca”, “Le soulier de satin”, “Los caníbales”, “La divina comedia”, “El valle de Abraham”, “La caja”, “Viaje al principio del mundo”, “Inquietud”, “El principio de la incertidumbre”, “Una película hablada”, “El extraño caso de Angélica” o “Gebo et l’ombre”.


Geoffrey Lewis se nos iba a sus 79 años de edad. Maravilloso actor nacido en New Jersey al que siempre recordaremos por títulos cinematográficos como “Infierno de cobardes”, “Dillinger”, “Mi nombre es Ninguno”, “Un botín de 500.000 dólares”, “El carnaval de las águilas”, “El viento y el león”, “Duro de pelar”, “Tom Horn”, “Bronco Billy”, “La puerta del cielo”, “La gran pelea”, “El cadillac rosa”, “Tango y Cash”, “Maverick”, “Medianoche en el jardín del bien y del mal” o “The butcher”, entre otros muchos, aunque también se hizo rostro popular de la pequeña pantalla a través de infinidad de series televisivas. “Para siempre seré la hija de mi padre y él nunca se irá”, nos decía su hija a través de su Instagram. Por supuesto, Juliette, tu padre para nosotros es ya inmortal. 


El británico Nigel Terry nos dejaba a los 69 años. Actor teatral al que vimos también en series de televisión. Y a toda pantalla como John en “El león en invierno”, Caravaggio en “Caravaggio”, Mortimer en “Eduardo II”, Roldán en “Cristóbal Colón: el descubrimiento”, Mulwick en “Gengis Khan”, Archeptolemus en “Troya”… y, por supuesto, como un maravilloso Rey Arturo en “Excalibur”. Gracias, Nigel. 


A los 88 años nos decía adiós Vicente Aranda, director, entre otros títulos, de “Brillante porvenir, “Fata/Morgana”, “La novia ensangrentada”, “Cambio de sexo”, “La muchacha de las bragas de oro”, “Fanny Pelopaja”… Y “Tiempo de silencio”, “El Lute”, “Si te dicen que caí”, “Amantes”, “La pasión turca”, “Libertarias”, “Juana la Loca”, “Carmen”, “Tirante el Blanco”, “Luna caliente”, su último largometraje, y la serie televisiva “Los jinetes del alba”.


La actriz Betsy Palmer nos dejaba a sus 88 años. Tras ella, títulos cinematográficos como “La abeja reina” o “La indómita y el millonario”. Y su Kitty Carter de “Cuna de héroes”, su teniente Ann Girard de “Escala en Hawai”, su Nona Mayfield de “Cazador de forajidos”, su Mrs. Voorhees de “Viernes 13”… Y sus múltiples intervenciones en series y programas de la pequeña pantalla.


Jean Gruault, legendario guionista de la Nouvelle Vague, nos dejaba a los 90 años de edad. Entre sus joyas cinematográficas, títulos como “Jules and Jim”, “Los carabineros”, “El pequeño salvaje”, “Las dos inglesas y el amor”, “Diario íntimo de Adela H.”, “La habitación verde”, “Las hermanas Brontë”, “Mi tío de América”… Historia del cine.


A sus 93 años se nos iba Christopher Lee. Aquí nos deja su extraordinario legado cinematográfico a través de títulos como “El hidalgo de los mares”, “El temible burlón”, “Moulin Rouge”, “La princesa de Éboli”, “La batalla del Río de la Plata”, “La maldición de Frankenstein” (donde daba vida a la Criatura), “La momia”, “Agárrame ese vampiro”, “Las manos de Orlac”, “Rasputín”, “La vida privada de Sherlock Holmes”, “Aeropuerto 77”, “1941”, “La salamandra roja”, “La brújula dorada”… Y a través de personajes como Marquis St. Evremonde en “Historia de dos ciudades”, Sir Henry en “El perro de Baskerville”, Rochefort en “Los tres mosqueteros”, Sir Richard Turkel en “La sombra del faraón”, Burgomaestre en “Sleepy Hollow”, Conde Dooku en “Star Wars” (Episodios II y III), Dr. Wonka en “Charlie y la fábrica de chocolate”, Monsieur Labisse en “La invención de Hugo” … y, por supuesto, Conde Drácula, Fu-Manchú y Saruman en “El Señor de los Anillos” y “El Hobbit”. Gracias, Sir Christopher… ¿o debería decir Conde?


El británico Ron Moody se nos iba a sus 91 años de edad. Actor, compositor, cantante, escritor… A toda pantalla desde 1958, el bueno de Ron ya había aparecido en títulos como “Cinco horas doradas”, “Vacaciones de verano”, “Un ratón en la luna”, “Las extrañas mujeres de Pitt Street”, “La señora McGinty ha muerto”, “Every day’s a holiday” o “The sandwich man” y en diversas series y programas de televisión, antes de obtener una tremenda y merecidísima popularidad en 1968 a través de su extraordinario Fagin en la película musical “Oliver”. Tras este título llegaron otros como “El misterio de las doce sillas”, “La leyenda de la bestia”, “Dominique”… y fue Merlin en “Un astronauta en la corte del rey Arturo” y “Aventuras en la corte del rey Arturo”, el Rey Herodes en “The 3 Kings”, Isaac Newton en “Revelation”… además de prestarle su voz a Prolix en las películas animadas de “Astérix”. “Trajo alegría a su familia y a los corazones de muchos y vamos a extrañarlo. Estuvo cantando hasta el final”, nos decía Teresa Blackbourne, su mujer. Y seguro que fue así. 


You’ve got to pick a pocket or two… Mil gracias, maravilloso Ron.


Laura Antonelli nos decía adiós a sus 73 años. Con nosotros deja títulos cinematográficos como “El gran amante”, “El placer de Venus”, “Gradiva”, “Sin móvil aparente”, “Doctor Casanova”, “Malicia”, “Yo soy la pasión”, “Divina criatura”, “El inocente”, “Esposa amante”, “Casta y pura”, “La jaula”, “La veneciana”, “Rimini Rimini”, “El avaro”… y su espectacular belleza. 


A los 89 años de edad nos dejaba Jose Sazatornil, sin duda una de las grandes figuras de nuestro cine. Entre su extensa filmografía títulos como “El difunto es un vivo“, El verdugo”, “La ciudad no es para mí”, “Un millón a la basura”, “Las leandras”, “El astronauta”, “Venta por pisos”, “Cinco tenedores” o “Don Juan, mi querido fantasma”. Y personajes como Peter Puig en “Las que tienen que servir”, Don Tadeo Ramírez en “Los que tocan el piano”, Anakuri Matuti en “Una vez al año ser hippy no hace daño”, Don Gregorio en “Juicio de faldas”, Jaume Canivell en “La escopeta nacional”, Tesifonte Ovejero en “La colmena”, Don Teódulo en “El año de las luces”, Alberto Sinsoles en “Espérame en el cielo”, Cabo Gutiérrez en “Amanece, que no es poco”, Artemio en “Todos a la cárcel” o General Huete en “Historias de la puta mili”. Hasta siempre, “Saza”.


El director norteamericano Wes Craven nos decía adiós a los 76 años de edad. Debutó tras las cámaras en 1972 con “La última casa a la izquierda”. Después llegarían “Las colinas tienen ojos”, “Bendición mortal”, “La cosa del pantano”, “Pesadilla en Elm Street”, “Amiga mortal”, “La serpiente y el arco iris”, “El sótano del miedo”, “La nueva pesadilla de Wes Craven”, “Música del corazón”, “Scream”, “Vuelo nocturno” o “Almas condenadas”.


A sus 89 años nos dejaba John Guillermin, director británico que se estrenaba como tal en 1949 con “High Jinks in society” y, tras alguna que otra incursión en la pequeña pantalla, dirigía otros títulos cinematográficos como “La gran aventura de Tarzán”, “El robo al banco de Inglaterra”, “Cañones en Batasi”, “Las águilas azules”, “El puente de Remagen”, “El coloso en llamas”, “King Kong”, “Muerte en el Nilo” o “Sheena, reina de la selva”.


Ana Diosdado, dramaturga, guionista, escritora, actriz… nos dejaba a sus 77 años de edad. En su faceta de actriz fue Catalina en “El libro de las aguas”, bajo las órdenes de Antonio Giménez Rico; y en la pequeña pantalla, Manuela en “Juan y Manuela”, Lola en “Anillos de oro” y Pilar Beltrán en “Segunda enseñanza”, siendo ella misma la autora de sus correspondientes guiones. Ana nos dejó también su firma como guionista en películas como “Olvida los tambores”, “Los ochenta son nuestros” o “Las llaves de la independencia” (basadas las dos pimeras en sus obras de teatro y la tercera en su novela). En cuanto al teatro, su vida estuvo siempre vinculada a los escenarios, estrenando con el tiempo tanto obras propias como adaptaciones. Gracias por todo ello, Ana.


La guionista estadounidense Melissa Mathison se nos iba a los 65 años de edad. Su nombre quedará por siempre unido al corazón de E.T., pero firmó también los guiones de otros títulos cinematográficos como “El corcel negro”, “La llave mágica” o “Kundun”. Melissa acompañaba a su entonces marido Harrison Ford en el rodaje de “En busca del arca perdida” y Spielberg comenzó a dictarle el argumento de "E.T., el extraterrestre"…. El resto es ya historia del cine.


La actriz navarra María del Puy nos dejaba a sus 74 años. Dedicada principalmente al teatro, María nos dejó también su buen hacer en la pequeña pantalla a través de series como “Curro Jiménez”, “A Electra le sienta bien el luto”, “Ana y los 7” o “El comisario” y en el cine a través de títulos como “Navidades en junio”, “Abuelo made in Spain”, “Yo la vi primero”, “El juego del diablo”, “Batida de raposas”, “Pecado mortal” o “El gran Serafín”. 


Robert Loggia se nos iba a los 85 años de edad. Robert debutaba en el cine en 1956 con “Marcado por el odio”, título al que siguieron otros como “Pistolas en la frontera”, “La historia más grande jamás contada”, “Che!”, “Dos misioneros”, “Primer amor”, “La venganza de la pantera rosa”, “Zapatones”, “S.O.B.”, “Oficial y caballero”, “El precio del poder”, “El honor de los Prizzi”, “Al filo de la sospecha”, “¡Así es la vida!”, “Yo, el halcón”, “Los creyentes”, “Big”, “Gladiator”, “Cuatro mujeres y un destino”, “Independence Day”, “Los locos de Hollywood” o “Real Gangsters”. También intervino en multitud de series de la pequeña pantalla. 


Mil gracias por tu magia, Robert.


El director Jaime Camino nos dejaba a sus 79 años. Aquí nos quedan títulos suyos como “Los felices sesenta”, “Mañana será otro día”, “España otra vez”, “Las largas vacaciones del 36”, “La campanada”, “El balcón abierto”, “Dragon Rapide”, “Luces y sombras” o “El largo invierno”.

También nos decían adiós en este año que ahora se nos termina otros nombres de la cinematografía mundial como Florentino Soria (guionista y actor del cine de Berlanga), Jack Rollins (productor habitual del cine de Woody Allen), la actriz Magali Noël (la inolvidable Gradisca de “Amarcord”), Marujita Díaz, Dick Van Patten (el entrañable padre de la serie “Con ocho basta”), Patrick Mcnee, Alex Rocco, Lina Morgan, Dean Jones, Catherine Houlson (la “mujer del leño” de la serie “Twin Peaks”) y el actor japonés Setsuko Hara. 

Y otras inolvidables figuras cinematográficas que ya recordamos en esta gran pantalla…


Una pequeña gran actriz, Amparo Baró


Un elegantísimo galán, Louis Jourdan


La música del corazón, James Horner… 


Una maravillosa mirada cinematográfica, Omar Sharif


Un pequeño gran actor, Dickie Moore


Y una mujer extraordinaria, Maureen O’Hara.

Gracias a todos, de todo corazón… Y hasta siempre.

La mujer del obispo

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La mujer del obispo” basaba su historia en la novela homónima del novelista y poeta estadounidense Robert Nathan. Anteriormente habían sido adaptadas al cine otras novelas suyas como “One more spring” (Otra primavera) o “The enchanted voyage” (Wake up and dream) y un año después de “La mujer del obispo”, era adaptada a la pantalla otra: “Portrait of Jennie”, que se convirtió en un clásico del cine protagonizado por Jennifer Jones y Joseph Cotten. 


El guión de “La mujer del obispo” venía firmado por el dramaturgo estadounidense Robert E. Sherwood. Autor de las obras en las que se basaron “El puente de Waterloo” y “El bosque petrificado” y autor de la historia original de “Escándalos romanos”, Sherwood había también intervenido en los guiones de “Rasputín y la zarina”, “La pimpinela escarlata”, “El fantasma va al Oeste”, “Las aventuras de Marco Polo”, “María Antonieta”, “Lincoln en Illinois”, “Paso al Noroeste”, “Rebeca” o “Los mejores años de nuestra vida”. Qué maravilla.

En el guión de “La mujer del obispo” también colaboró Leonardo Bercovici. Y una pareja de lujo, Billy Wilder y Charles Brackett, que fueron llamados para reescribir un par de escenas. 


La mujer del obispo” era dirigida por Henry Koster, director alemán que llevaba tras las cámaras desde 1932 y tras de sí títulos como “Peter”, “La madrecita” o “La sensación de París”. También había dirigido ya “Al compás del corazón”, “La danza inconclusa”, ambas con Margaret O’Brien, y otros seis títulos con Deanna Durbin. Tras “La mujer del obispo”, Koster nos regalaba otros clásicos como “El inspector general”, “El invisible Harvey”, “La túnica sagrada” o “Desirée”.

“Todos venimos de nuestro propio planeta. Por eso somos todos diferentes. Y eso es lo que hace la vida interesante”


Cary Grant daba vida a Dudley, el ángel. Cary llevaba a toda pantalla desde 1932 y tras de sí un buen número de títulos cinematográficos, entre los que se encontraban “La Venus rubia”, “No soy ningún ángel”, “La gran aventura de Sylvia”, “Una pareja invisible”, “La pícara puritana”, “La fiera de mi niña”, “Vivir para gozar”…


… y otros clásicos (madre mía, qué guapo) como “Sólo los ángeles tienen alas”, “Luna nueva”, “Mi mujer favorita”, “Historias de Filadelfia”, “Sospecha”, “Arsénico por compasión”, “Un corazón en peligro”, “Noche y día” o “Encadenados”. Cary tenía ya un perfecto dominio de la comedia. Su interpretación en “La mujer del obispo” resulta, sencillamente, perfecta.

“¿Seguro que es usted un ángel?”


A través de David Niven conocíamos a Henry Brougham, el obispo. También desde 1932 en el cine, el espectador le había visto ya en títulos como “Ciudad sin ley”, “La tragedia de la Bounty”, “Esplendor”, ”La carga de la Brigada Ligera”, “El prisionero de Zenda”, “La octava mujer de Barba Azul”, “The Dawn Patrol”…


… y en otros clásicos como “Cumbres Borrascosas”, “Mamá a la fuerza”, “La jungla en armas” o “Caballero y ladrón”. David no se quedaba atrás en el arte de la comedia. Su actuación en esta película es, simplemente, magistral. 


Henry, Dudley y…

“Hay pocas personas que saben crear un cielo en la Tierra, y usted es una de esas personas”


Julia Brougham nos era presentada por Loretta Young. Loretta llevaba en la gran pantalla algo más, desde el aún silente 1917, y había aparecido ya en títulos como “El caíd”, “Sangre en las olas”, “Beau Ideal”, “La jaula de oro”, “Fueros humanos”, “La llamada de la selva”, “Las cruzadas”…


… y en otros clásicos como “Suez”, “Kentucky”, “El gran milagro”, “Eternamente tuya”, “El caballero del Oeste”, “El extraño”, “Un matrimonio perfecto” o “Un destino de mujer”. Loretta hacía también un correcto papel como la mujer del obispo Brougham. 


La maravillosa fotografía de “La mujer del obispo” era obra de un auténtico maestro en la materia. El norteamericano Gregg Toland llevaba deleitando con su trabajo al espectador cinematográfico desde 1926 en títulos como “Flor del desierto”, “La reina Kelly”, “Caballero y ladrón”, “Escándalos romanos”, “Noche nupcial”, “Esos tres”, “Rivales”, “Calle sin salida”, “Cumbres Borrascosas”, “Intermezzo”, “Las uvas de la ira”, “El forastero”, “Ciudadano Kane”, “La loba”, “Bola de fuego”, “Los mejores años de nuestra vida”… Qué grande Toland, qué grande. Inmenso. 

La buena factura de “La mujer del obispo” quedaba redondeada con el montaje de Monica Collingwood y la dirección artística firmada por Perry Ferguson y George Jenkins…


Y por la banda sonora a cargo del compositor californiano Hugo Friedhofer, en el cine desde 1929 y ya con trabajos a sus espaldas como “El conquistador”, “El carnet amarillo”, “La pequeña coronela”, “Sueño de amor eterno”, “El signo del Zorro”, “Naúfragos”, “La mujer del cuadro”, “Gilda” o “Los mejores años de nuestra vida”.


En el departamento musical de “La mujer del obispo”, además, se encontraba como arreglista Jerome Moross, futuro compositor de la banda sonora de “Horizontes de grandeza”.

“¡Así no se empieza!
Los cuentos empiezan ‘Érase una vez’…”


Karolyn Grimes era Debbie, la hija de Julia y Henry. Karolyn ya era rostro conocido de la pantalla por haber interpretado el año anterior en “¡Qué bello es vivir!” a Zuzu, una de las hijas de George Bailey...


…Sí, ésta era, que confiaba plenamente en que su padre le pegaría los pétalos rotos a su pequeña flor. Karolyn había debutado a toda pantalla en 1945 y en su filmografía se encontraban ya también otros títulos como “Aquella noche contigo”, “Amor sublime”, “Cielo azul”, “La vida privada de Bel Ami” o “Los inconquistables”. 

“Me compro un árbol de Navidad porque me recuerda a mi infancia. No sé por qué pero ésta es una buena época del año para mirar atrás…”


Monty Woolley era el entrañable Profesor Wutheridge. Monty había ya aparecido en el cine en títulos como “La reina de Nueva York”, “La vuelta de Arsenio Lupin”, “Tres camaradas”, “Cómicos en París”, “Zaza”…


… y en otros clásicos como “Medianoche”, “El hombre que vino a cenar”, “The pied piper”, “Desde que te fuiste” o “Noche y día”. Monty nos brindaba un impecable profesor en “La mujer del obispo”. 

“¿Ya no cree que eso pueda dar la idea de que toda la catedral es en honor de mi marido?”


La señora Hamilton era interpretada por Gladys Cooper, actriz teatral que se asomaba al cine en 1913 y había dejado ya su buen trabajo en las pantallas en películas como “Rebeca”, “Espejismo de amor”, “Lady Hamilton”, “El gato negro”…


… y otros clásicos como “La extraña pasajera”, “Mr. Lucky”, “La canción de Bernadette”, “Las rocas blancas de Dóver”, “El valle del destino” o “Cartas a mi amada”. Gladys nos regalaba en “La mujer del obispo” una exquisita composición de su personaje.

“Ni un centavo, señor, ni un centavo. Tengo los bolsillos repletos de satisfacción. ¿Quieren saber por qué? Porque usted y la señora me han devuelto la fe en la naturaleza humana, así de simple”


El bueno de Sylvester, el taxista, nos llegaba a través del maravilloso James Gleason, a toda pantalla desde 1922 y ya con títulos a sus espaldas como “La melodía de Broadway”, “La canción del Ritz”, “La flota suicida”, “Noche de fantasmas”…


… y otros clásicos como “Asesinato en el acuario”, “El primer amor”, “La mina fantástica”, “Nido de águilas”, “Juan Nadie”, “Chicos de Broadway”, “Mi chica favorita”, “Seis destinos”, “Dos en el cielo”, “Arsénico por compasión”, “Las llaves del reino”, “Lazos humanos” o “La diosa de la danza”. Su Sylvester de “La mujer del obispo” era casi tan entrañable como él. 

“Nadie pretende que sea normal, es un obispo”


Elsa Lanchester nos presentaba a Matilda, la criada. Elsa llevaba en el cine desde 1925 y ya era rostro conocido por títulos como “La vida privada de Enrique VIII”, “David Copperfield”, “El fantasma va al Oeste”, “Rembrandt”, “El hijo de la furia”, “Seis destinos”, La escalera de caracol”, “El filo de la navaja” y, por supuesto, “La novia de Frankenstein”. En "La mujer del obispo" Elsa nos ofrecía una memorable Matilda

“Ella y el obispo se han ido a hacer unas visitas,
la última a la señora Hamilton”


Sara Haden daba vida a Mildred Cassaway, la secretaria del obispo. Sara era ya conocida por el espectador desde 1934 a través de películas como “Mística y rebelde”, “La pasión de Vergie Winters”, “Música en el aire”, “Las manos de Orlac”, “A través de la tormenta”, “La pequeña vigía”, “Las vacaciones del juez Harvey”, “El bazar de las sorpresas”, “Barnacle Bill” o “La mujer del año”. Sara era en “La mujer del obispo” una secretaria de lo más eficaz. 

Completaban el sensacional reparto Dorothy Vaughan (Delia, la cocinera), Erville Anderson (Stevens), Tito Vuolo (Maggenti), Regis Toomey (Mr. Miller), Sarah Edwards (Mrs. Duffy), Eugene Borden (Michel)…


… el Mitchell Boys Choir, que nos deleitaban con “Noël (Montez à Dieu)” de Charles Gounod… 


… el perro Queenie, que se interpretaba a la perfección a sí mismo…


… y Bobbie Anderson, en un pequeño papel como compañero de juegos de Debbie. Bobbie había sido ya visto el año anterior como George Bailey de niño en “¡Qué bello es vivir!”.


Seguro que ahora queréis que os cuente más cosas sobre “La mujer del obispo”. Pues vamos allá...

En un principio, la película iba a ser dirigida por William A. Seiter. Se había elegido como protagonista a Teresa Wright y el nombre de Dana Andrews sonaba como candidato para uno de los otros dos papeles principales. Entonces Seiter fue despedido del proyecto por Goldwyn y se decidió no mantener tampoco a Teresa al conocerse que estaba embarazada.


Finalmente fue elegida Loretta Young. Y Cary Grant y David Niven, que harían, respectivamente, de obispo y de ángel. Pero el nuevo director del proyecto, Henry Koster, vio lo que se había rodado hasta entonces y se dio cuenta de que los dos actores debían cambiar sus personajes. También se dice que fue Grant quien sugirió esta idea. Sea como fuere, no pudo ser más acertada. 

Al demorarse la producción de la película por el cambio de director y guión, varios de los actores de reparto tuvieron que retirarse por tener compromisos previos. Entre ellos, Elsa Lanchester, que había sido elegida para interpretar a Matilda. Pero se retrasó tanto la producción que a Elsa le dio tiempo a completar su otro compromiso y unirse a este otro proyecto…


Y anda que estaba poco contenta Elsa, digo, Matilda… Pues normal. 



La interpretación de arpa que hacía Dudley para la señora Hamilton corrió a cargo del arpista norteamericano Gail Laughton. Las manos en primer plano que se ven en la pelicula eran de Laughton. 

Y en cuanto a The Mitchell Boys Choir (también conocido como The Robert Mitchell Boy Choir) debéis saber que aparecieron en otros veinte títulos cinematográficos entre 1938 y 1958, así como en tres diferentes programas de televisión entre 1958 y 1969. 


Producción de Samuel Goldwyn Company, “La mujer del obispo” (The bishop's wife) fue estrenada el 9 de diciembre de 1947 en Nueva York.




Obtuvo el Oscar al mejor sonido siendo también nominada a mejor película, director, montaje y banda sonora. 


¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

¡¡¡ FELIZ 2016 !!!

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Que la fuerza os acompañe.
Y la suerte, y la salud, y la paz, y la alegría.
¡Feliz 2016!

Grandes clásicos del cine

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Gregg Toland se iniciaba como director de fotografía allá por 1926 con “El murciélago”. Ese mismo año trabajaba a las órdenes de Henry King en “Flor del desierto” y, ya en la época sonora, bajo la batuta de Erich von Stroheim en “La reina Kelly”; de King Vidor en “La calle”; de Howard Hawks en “El camino de la gloria”, “Bola de fuego” y “Nace una canción”; de Gregory Ratoff en “Intermezzo”; de John Ford en “Las uvas de la ira” y “Hombres intrépidos”; de Orson Welles en “Ciudadano Kane”; de Henry Koster en “La mujer del obispo”… Incluso dejó su sello en las imágenes no animadas de “Canción del Sur”, de la factoría Disney. Y con el director William Wyler formó Toland un maravilloso tándem que nos regaló auténticas maravillas cinematográficas como “Esos tres”, “Rivales”, “Calle sin salida”, “Cumbres Borrascosas”, “El forastero”, “La loba” o “Los mejores años de nuestra vida”. Si tuviera nombre propio la perfección, se llamaría Gregg Toland.


John Carradine debutaba en el cine en 1930. A lo largo de su extensa carrera nos dejó títulos como “Tol’able David”, “El signo de la cruz”, “El hombre invisible”, “Satanás”, “Cleopatra”, “La novia de Frankenstein”, “María Estuardo”, “El jardín de Alá”, “Huracán sobre la isla”, “Corazones indomables”, “Aguas pantanosas”, “El capitán King”, “La mansión de Drácula”, “Johnny Guitar”, “Sinuhé, el egipcio”, “La vuelta al mundo en ochenta días”, “La historia de la humanidad”, “El gran combate”, “El último pistolero”, “Peggy Sue se casó”… Y también fue para nosotros Long Jack en “Capitanes intrépidos”, Bob Ford en “Tierra de audaces” y “La venganza de Frank James”, Hatfield en “La diligencia”, Casy en “Las uvas de la ira” o Aaron en “Los diez mandamientos”. Inolvidable, Mr. Carradine.


Las melodías de Irving Berlin sonaron en títulos cinematográficos como “El cantor de Jazz”, “Espejismos”, “Los cuatro cocos”, “El gran Ziegfeld”, “Laurel y Hardy en el Oeste”, “El orgullo de los yanquis”, “Holiday Inn”, “Un espíritu burlón”, “Cielo azul”, “¡Qué bello es vivir!”, “Desfile de Pascua”, “La novia era él”, “Navidades Blancas”, “Luces de candilejas”… Y a su ritmo bailaron Fred Astaire y Ginger Rogers en “Sombrero de copa”, “Sigamos la flota”, “Amanda” o “La historia de Irene Castle”. Maravilloso Irving Berlin, maravilloso, maravilloso, maravilloso…


En su filmografía como director, David Wark Griffith atesora un sinfín de cortometrajes. Y peliculas como “Judith de Betulia”, “La conciencia vengadora”, “El nacimiento de una nación”, “Intolerancia”, “La culpa ajena”, “Las dos tormentas”, “Las dos huérfanas”, “Sally, la hija del circo”, “Crimen y castigo”, “Las tristezas de Satán” o “La melodía del amor”. Aunque no haría falta decir nada más que... Griffith. Historia del cine.


Shelley Winters nos ha maravillado siempre como actriz en títulos como “Doble vida”, “Una vida marcada”, “El gran Gatsby”, “La torre de los ambiciosos”, “Soy una cámara”, “El diario de Ana Frank”, “Harper, investigador privado”, “Confidencias de mujer”, “La aventura del Poseidón”, “El quimérico inquilino”… O a través de su Lola Manners en “Winchester 73”, su Alice Tripp en “Un lugar en el sol”, su Willa Harper en “La noche del cazador”, su Charlotte Haze en “Lolita”, su Ruby en “Alfie, su ‘Ma’ Kate Baker en “Mamá sangrienta”… Extraordinaria Shelley Winters.


Max Von Sydow nos lleva deleitando con su interpretación desde 1949. En su filmografía, películas con la impecable firma de Ingmar Bergman: “El séptimo sello”, “Fresas salvajes”, “En el umbral de la vida”, “El rostro”, “El manantial de la doncella”, “Como en un espejo”, “Los comulgantes”, “La hora del lobo”… Pero Max también nos ha dejado un excepcional trabajo en otros títulos como “La historia más grande jamás contada”, “Los emigrantes”, “El exorcista”, “El lobo estepario”, “Los tres días del cóndor”, “Hannah y sus hermanas”, “Pelle, el conquistador”, “Las mejores intenciones” o, incluso, “La tienda” (de Stephen King). A mí Max Von Sydow directamente me hipnotiza. Y punto.


En 1951 iniciaba su andadura como compositor cinematográfico Elmer Bernstein. La película fue “El ídolo”, a la que siguieron después otras muchas: “El hombre del brazo de oro”, “Los diez mandamientos”, “La colina de los diablos del acero”, “Chantaje en Broadway”, “Cazador de forajidos”, “Los bucaneros”, “Como un torrente”… Y “Los siete magníficos”, “Los comancheros”, “La gata negra”, “El hombre de Alcatraz”, “Matar a un ruiseñor” (mi debilidad musical tuya, Elmer, lo sabes), “La gran evasión”, “La batalla de las colinas del whisky”, “Los cuatro hijos de Katie Elder”, “Millie, una chica moderna”, “Valor de ley”, “Amanecer Zulú”, “El don del coraje”, “¡Aterriza como puedas!”, “Elegidos para la gloria”, “Los cazafantasmas”, “Mi pie izquierdo”, “La edad de la inocencia”… Transmitiendo energía y sensibilidad a partes iguales. Un genio musical Elmer Bernstein. Y la mar de simpático.


Irving Thalberg debutaba en lo suyo, la producción cinematográfica, allá por 1921. En su filmografía, grandes títulos mudos como “El jorobado de Notre Dame”, “Avaricia”, “La viuda alegre”, “El gran desfile”, “Ben Hur”, “El demonio y la carne”, “Y el mundo marcha”… Ya en el sonoro, otros tantos como “La melodía de Broadway”, “Anna Christie”, “El campeón”, “Mata Hari”, “La parada de los monstruos”, “Tarzán de los monos”, “Gran hotel”, “Rasputin y la zarina”, “Una noche en la ópera”, “La tragedia de la Bounty”, “Romeo y Julieta”, “Margarita Gautier”, “Un día en las carreras” o “María Antonieta”. Imprescindible Irving Thalberg en la historia del cine.


Perteneciente a una de las más grandes familias de los escenarios teatrales, Ethel Barrymore iniciaba en 1914 su carrera cinematográfica con “The nightingale”, título al que siguieron otros como “The white raven”, “Rasputin y la zarina” (donde compartía cartel con Lionel y John, sus dos hermanos), “Un corazón en peligro” (preciosísima historia y maravillosa su interpretación), “La escalera de caracol”, “Un destino de mujer”, “El proceso Paradine”, “Jennie”, “Pinky”... Una auténtica dama del teatro y del cine que a mí siempre me ha fascinado.


Ingmar Bergman nos regaló como director títulos como “Tres mujeres”, “Sonrisas de una noche de verano”, “El séptimo sello”, “Fresas salvajes”, “El rostro”, “Como en un espejo”, “Persona”, “La hora del lobo”, “Pasión”, “Gritos y susurros”, “Cara a cara al desnudo”, “El huevo de la serpiente”, “Sonata de otoño” o “Fanny y Alexander”. Sin duda, uno de los más grandes narradores cinematográficos de la historia.


A toda pantalla desde 1916, Max Steiner nos dejaba su maravillosa música en títulos cinematográficos como “La melodía de la vida”, “Ave del paraíso”, “Doble sacrificio”, “King Kong”, “Gloria de un día”, “Las cuatro hermanitas”, “La patrulla perdida”, “El delator”, “El pequeño Lord”, “La carga de la Brigada Ligera”, “Ha nacido una estrella”… Y “Las aventuras de Tom Sawyer”, “Jezabel”, “Ángeles con caras sucias”, “La solterona”, “El sargento York”, “Murieron con las botas puestas”, “Casablanca”, “Arsénico por compasión”, “El sueño eterno”, “Belinda”, “El manantial”, “El halcón y la flecha”, “El motín del Caine”, “Centauros del desierto”, “El árbol del ahorcado”… Qué maravilla, Max.


Thomas Mitchell iniciaba su carrera como actor cinematográfico allá por 1923. Pronto fue rostro conocido de la gran pantalla a través de titulos como “Horizontes perdidos”, “Huracán sobre la isla”, “La diligencia” (extraordinario su Doc Boone), “Sólo los ángeles tienen alas”, “Caballero sin espada”, “Lo que el viento se llevó” (espléndido como el padre de Scarlett O’Hara), “Esmeralda, la zíngara”… Y “Seis destinos”, “El forajido”, “Las llaves del reino”, “¡Qué bello es vivir!” (maravilloso su Tío Billy), “Solo ante el peligro” o “Un gángster para un milagro”. Un grandísimo profesional Thomas Mitchell y tan entrañable como su Tío Billy.


Thelma Ritter debutó en el cine en 1947, en un pequeño papel y compartiendo cartel con Maureen O’Hara, Edmund Gwenn y Natalie Wood en “De ilusión también se vive”. Después aparecía junto a Kirk Douglas en “Carta a tres esposas”, con Bette Davis en “Eva al desnudo”, con James Stewart y Grace Kelly en “La ventana indiscreta” (inolvidable su Stella), con Fred Astaire en “Papá, piernas largas”, con Rock Hudson y Doris Day en “Confidencias a medianoche”... Y junto a Marilyn Monroe, Montgomery Clift y Clark Gable en “Vidas rebeldes”, con Burt Lancaster en “El hombre de Alcatraz”, con Gregory Peck en “La conquista del Oeste”, con Paul Newman y Joanne Woodward en “Samantha” o con Tony Curtis y Jerry Lewis en “Boeing Boeing”. Y siempre que aparecía en escena, no podías dejar de mirarla… Magistral Thelma Ritter.


Dejando a un lado sus sobradas aptitudes como actor (lo sé, Vittorio, te debo una entrada), Vittorio De Sica nos ha regalado un buen número de extraordinarias historias como director. Tras las cámaras desde 1940, llevan su firma títulos cinematográficos tan maravillosos como “El limpiabotas”, “Ladrón de bicicletas”, “Milagro en Milán” (mi debilidad, bien lo sabes, Vittorio), “Estación Termini”, “Dos mujeres”, “El juicio universal”, “Matrimonio a la italiana”, “Los girasoles”… Un cineasta en letras mayúsculas de la mejor época del cine italiano. Grazie mille, Vittorio.


Y cerramos este recorrido de grandes clásicos del cine con otro tipo de magia, el de las palabras. Y de la mano de Robert Riskin, uno de los mejores guionistas de la edad dorada de Hollywood. A toda pantalla desde 1931, Riskin nos dejó su huella escrita en títulos como “La jaula de oro”, “El carnaval de la vida”, “Pasaporte a la fama”, “El hombre delgado vuelve a casa”, “Ciudad mágica”… Y formó equipo de lujo con el director Frank Capra en “La locura del dólar”, “Dama por un día”, “Sucedió una noche”, “Estrictamente confidencial”, “El secreto de vivir”, “Horizontes perdidos”, “Vive como quieras” (maravilloso, maravilloso, maravilloso) o “Juan Nadie”. Mil gracias, Robert.

Personajes del cómic a toda pantalla

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Christian Bale daba vida a Batman (Bruce Wayne) en la trilogía que, dirigida por Christopher Nolan, incluía “Batman Begins” (2005), “El Caballero Oscuro” (2008) y “El Caballero Oscuro: La leyenda renace” (2012). Me gusta mucho a mí este Batman de Bale,
el Batman profundo, como lo denomina mi sobrina Elsa. 

Batman ya aparecía en la televisión en dos seriales de los años 40 y en la mítica serie de los 60. Después veíamos a toda pantalla el Batman dirigido por Tim Burton (con Michael Keaton de protagonista) o los interpretados por Val Kilmer y George Clooney, en ambos casos dirigidos por Joel Schumacher. 

El personaje de Batman nacía en marzo de 1939 en el número 27 de "Detective Comics" de la mano de Bill Finger como guionista
y Bob Kane como dibujante.


Christopher Reeve interpretaba a Superman (Clark Kent) en cuatro entregas, la primera de ellas en 1978 y la última en 1987. 

Superman fue interpretado en televisión por Kirk Alyn en dos seriales de 1948 y 1950 y por George Reeves en otra serie de 1958. Tras Christopher Reeve, el personaje de Superman volvía a aparecer en otras dos series televisivas protagonizadas por Dean Cain y Tom Welling. Después, este super-héroe se asomaba a la gran pantalla en 2006 y en 2013 con los físicos de Brandon Routh y Henry Cavill, respectivamente.

El personaje de Superman nacía en junio de 1938 en el primer número de "Action Comics" de la mano de Jerry Siegel como guionista
y Joel Shuster como dibujante. 


Tobey Maguire encarnaba a Spider-Man (Peter Parker)
en tres entregas dirigidas por Sam Raimi entre 2002 y 2007. 

Nicholas Hammond interpretó en televisión a Spider-Man en 1977. Tras Tobey Maguire, el super-héroe fue encarnado en la gran pantalla por Andrew Garfield en dos títulos dirigidos por Mark Webb en 2012 y 2014. 

El personaje de Spider-Man nacía en junio de 1962 en el número 15 de "Amazing Fantasy" de la mano de Stan Lee como guionista y Steve Ditko como dibujante. 


Chris Evans daba vida al Capitán América (Steve Rogers) en la trilogía cinematográfica realizada sobre este super-héroe entre 2011 y el 2016 en el que estamos. 

En la pequeña pantalla, Dick Purcell interpretó al Capitán América en una serie de 15 episodios. Antes que Chris Evans, Reb Brown encarnaba en 1979 a este personaje en dos películas para la televisión y Matt Sallinger en 1990 y a toda pantalla. 

El personaje del Capitán América nacía en marzo de 1941 en "Captain America Comics" de la mano de Joe Simon como guionista
y Jack Kirby como dibujante. 


Chris Hemsworth ha protagonizado como Thor dos títulos cinematográficos al que se unirá más adelante el que completará su trilogía como el Dios del Trueno.

El personaje de Thor nacía en agosto de 1962 en el número 83 de "Journey into Mistery" de la mano de Stan Lee como guionista y Jack Kirby como dibujante. 


Jennifer Garner era Elektra en “Elektra” (2005), bajo la batuta de Rob Bowman y, dos años atrás, en “Daredevil”, junto a Ben Affleck.

El personaje de Elektra nacía en enero de 1981 en el número 168 de "Daredevil" de la mano de Frank Miller. 


Warren Beatty interpretaba en 1990 a Dick Tracy bajo su propia dirección en “Dick Tracy”.

Dick Tracy se asomaba ya en 1937 a la gran pantalla con el físico del actor norteamericano Ralph Byrd y con tal éxito que repetiría en otras cuatro entregas cinematográficas y una posterior serie de televisión. 

El personaje de Dick Tracy nacía en 1931 en el "Chicago Tribune-New York News Syndicate" de la mano de Chester Gould. 


Edward Norton daba vida a Hulk (Bruce Banner) en “El increíble Hulk”,
dirigido en 2008 por Louis Leterrier. 

Hulk era cinco años atrás interpretado por Eric Bana en “Hulk”, bajo la dirección de Ang Lee. Y mucho antes, en 1978, Bill Bixby daba vida a David Banner y Lou Ferrigno a Hulk en la ya mítica serie televisiva. 

El personaje de Hulk nacía en mayo de 1962 en el número 1 de “The incredible Hulk” de la mano de Stan Lee como guionista y Jack Kirby como dibujante. 


Sam J. Jones interpretaba a Flash Gordon, bajo la dirección de Mike Hodges, en “Flash Gordon” (1980). 

Flash Gordon se asomaba ya a toda pantalla en 1936 bajo el aspecto del actor californiano Buster Crabbe, quien también lo interpretó en otros dos títulos cinematográficos de 1938 y 1940. Steve Holland dio vida a este personaje en una serie televisiva en 1954 y Eric Johnson en la más reciente de 2007.

El personaje de Flash Gordon nacía en 1934 en el "King Features Syndicate" de la mano de Alex Raymond como guionista (según argumento de Philip Wylie y Edwin Balmer) y como dibujante.


Vincent Cassel era Mike Blueberry, dirigido en 2004 por Jan Kounen,
en “Blueberry, la experiencia secreta”. 

El personaje de Blueberry nacía en 1963 en la revista "Pilote" de la mano de  Jean-Michel Charlier como guionista y Jean Giraud como dibujante.


Paul Rudd era Ant-Man (Scott Lang) en “Ant-Man” (2015),
bajo la dirección de Peyton Reed.

El personaje de Ant-Man nacía en septiembre de 1961 en el número 27 del cómic “Tales to Astonish”. Creado por Stan Lee (inspirándose en “El increíble hombre menguante” de Jack Arnold), con guión de Larry Lieber e ilustraciones de Jack Kirby. 


Brandon Lee interpretaba a Eric Draven, dirigido en 1994 por Alex Proyas, en “El Cuervo”.

Eric Draven era también interpretado en 1998 por Mark Dacascos en la serie televisiva “El Cuervo”. Vincent Perez protagonizaba en 1996 “El Cuervo: Ciudad de ángeles”, otra versión cinematográfica basada en este personaje, aunque llamándose aquí Ashe Corven.

El personaje de Eric Draven nacía en 1989 en el número 1 de "Caliber Presents", de la mano de James O’Barr. 


Robert Downey, Jr. daba vida a Iron Man (Tony Stark), dirigido por Jon Favreau, en las tres entregas “Iron Man” realizadas entre 2008 y 2013. También aparecía interpretando a este personaje en “Marvel Los Vengadores”, “Vengadores: La era de Ultrón”
y en “El increíble Hulk”.

El personaje de Iron Man nacía en marzo de 1963 en el número 39 de "Tales of suspense". Creado por Stan Lee, desarrollado en su guión por Larry Lieber y en sus dibujos por Don Heck y Jack Kirby.


Bill Campbell era Cliff Secord en “Rocketeer” (1991) bajo la dirección de Joe Johnston.

El personaje de Rocketeer nació en abril de 1982 en el número 2 del cómic "Starslayer" de la mano de Dave Stevens. 


Hugh Jackman daba vida a Lobezno (James Howlett) en “Lobezno inmortal” (2013). También interpretó a este mismo personaje en seis entregas de “X-Men” realizadas entre el año 2000 y el 2014.

El personaje de Lobezno nacía en octubre de 1974 en el número 180 de “The incredible Hulk” de la mano de Len Wein como guionista, y John Romita Sr. y Herb Trimpe como creadores de su dibujo.


. Diccionario del Cómic. Patrick Gaumer y Claude Moliterni
Larousse Planeta S.A. (1996)
. Diccionario de los Cómics. La Edad de Oro. Javier Coma
Plaza & Janes Editores (1991)


A mis personajes favoritos del cómic: natsnoC, SuperJLin,
Pepe Cahiers, El Tirador Solitario, Miquel Zueras…
mi querido Dr Pepper…
y JuanBatman, mi más paciente Maestro Jedi.

HARPER LEE

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Gracias, Mary. Gracias, Gregory.
Y mil gracias, Harper Lee.

Directores en primera persona

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Si la realización de una película no es una experiencia personal para ti cómo podrá serlo para el público
(Robert Mulligan)


Una vez me preguntaron: ‘¿Es importante que un director sepa escribir?’, y yo respondí: ‘No, pero sí es útil que sepa leer’”
(Billy Wilder)


Mi método para encontrar el argumento de una película es sencillo.
Consiste en meter a la gente en apuros y hacerla salir de ellos
(Charles Chaplin)


Un Berlanga no se aburre nunca. Le basta con su cabeza
(Luis García Berlanga)


Todo lo que se necesita para dirigir es alguien que te dé el trabajo.
Así que me dije: ‘Chico, el trabajo es tuyo’”
(Clint Eastwood)


Un film es una cosa viva. No soy de los directores que se atienen a lo que hay escrito. Mis películas cambian enormemente
durante el rodaje
(François Truffaut)


El director no puede limitarse a hacer que la gente diga lo que le toca y se vuelva a sentar. Tiene que haber algo de acción, cosillas que animen… Nunca pensé en lo que hacía en términos de arte, o ‘esto es grande’ o ‘estremecedor’, o cosas por el estilo. Para mí siempre fue un trabajo, que yo disfruté enormemente, y eso es todo
(John Ford)


En el cine, incluso la naturalidad es algo que se fabrica
(Manuel Gutiérrez Aragón)


Todas mis películas son acerca de mundos extraños, mundos a los que nunca podrías ir a menos que los construyas y los reproduzcas en una película. Eso es lo que de verdad me importa de las películas a mí: ir a mundos cada vez más extraños
(David Lynch)


El secreto de las películas es que son una ilusión
(George Lucas)


Para mí, la realización cinematográfica combina de todo. Ésa fue la razón por la que escogí esta industria para dedicarle mi vida. En las películas, el teatro, la literatura, la pintura y la música van unidas, pero al final una película sigue siendo una película
(Akira Kurosawa)


Mis películas no son de respuestas sino de preguntas
(Alejandro Amenábar)


Creí que un drama es cuando llora el actor, pero la verdad es que lo es cuando llora el público
(Frank Capra)


Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense
(Alfred Hitchcock)


Estar tras una cámara teniendo delante de mí a unos seres humanos a los que vas modelando, consiguiendo que sean como tú quieres que sean, que digan las palabras que tú quieres contar taladrando con sus ojos el aire, conseguir eso, es totalmente placentero. En esos instantes eres como un pequeño dios en plena creación y eres absolutamente feliz
(Antonio Mercero)


Todo lo que hago es contar una historia. No la analizo ni pienso demasiado en ella. Trabajo sobre la base de que, si a mí me gustan unas personas y me parecen atractivas, puedo hacerlas atractivas. Si creo que una cosa es divertida, entonces la gente se ríe con ella. Si creo que una cosa es dramática, el público también lo cree. No me paro a analizarlo. Sólo hacíamos las escenas que eran divertidas de hacer. Creo que nuestro trabajo es entretener
(Howard Hawks)


Todo arte es autobiográfico
(Federico Fellini)


El cine nunca es arte. Es un trabajo de artesanía, de primer orden a veces, de segundo o tercero lo más
(Luchino Visconti)


Quien diga que las películas no surgen de la colaboración es idiota. Es una cuestión de cuánto y con quién colaboras” 
(Stanley Donen)


Me gusta que las películas tengan un principio, un medio y un final.
Pero no necesariamente en ese orden
(Jean-Luc Godard)


Un director debe tener un poco de todo: un poco de escritor, un poco de actor, un poco de editor, un poco de diseñador de vestuario… Un buen director es aquél que escoge para sus proyectos gente que son mejores que él en sus posiciones… Es una profesión extraña, porque al final visualmente la película es tu visión
(Milos Forman)


Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta
(Orson Welles)


Apuesto por los sentimientos. El público está harto de tanto sexo sin sentido y de tanta violencia gratuita… Quiero un cine que genere debate, antagonismo, ira, o lo que sea, pero siempre relacionado con la decencia y las historias humanas
(Richard Attenborough)


Si tuviera actores más caros, si emplease más medios técnicos, si tuviese un equipo más pesado, mis filmes serían peores
(Eric Rohmer)


Seis, ocho millones de espectadores. Son cifras con las que nunca pudo soñar ningún director teatral o novelista,
y menos aún Esquilo, Sófocles o Eurípides
(Fernando Fernán-Gómez)


El humor es la forma más penetrante de mirar. Un bisturí que va al fondo de las cosas. La comedia a la italiana surgió al contar argumentos muy dramáticos con humor
(Mario Monicelli)


Mientras que el objetivo de todas las películas es el entretenimiento, el tipo de films en los que yo creo van un paso más allá, obligan al espectador a examinar una faceta y otra de su propia conciencia. Esto estimula el pensamiento y permite que los juicios mentales florezcan
(Sidney Lumet)


La diferencia entre la vida real y las películas es que un guión tiene que tener sentido. La vida, no
(Joseph Leo Mankiewicz)


El cine es un espejo pintado
(Ettore Scola)

ETTORE SCOLA

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Se va un pedazo del gran cine italiano. Scola criticaba la sociedad, estaba enamorado de sus antihéroes, pero siempre con una sonrisa
(Giles Jacob, ex presidente del Festival de Cannes)


El pasado 19 de enero, el mundo del cine volvía a mostrarnos su cara más triste. Ettore Scola, uno de los más extraordinarios cineastas de la historia del séptimo arte, nos decía hasta siempre a sus 84 años de edad. 

Nacías, Ettore, el 10 de mayo de 1931 en Trevico, Campania (Italia). Hijo de médico, estudiaste Medicina y después Derecho pero, según contabas tú mismo, ya entonces trabajabas en el cine… 

“Y finalmente ganó el pulso esa pasión”

Qué sabia es la vida.

A temprana edad colaborabas en la publicación satírica “Marc’Aurelio”…


… donde coincidiste con otro grande, Federico Fellini, y con otras figuras destacadas de la gran pantalla italiana como el guionista Furio Scarpelli y el director Steno.

En los primeros años 50 te iniciabas en el cine escribiendo comedias, a menudo conjuntamente con el guionista Ruggero Maccari, quien se iba a convertir en una de las constantes de tu filmografía como director. 


Debutabas tras las cámaras en 1964 con “Se permettete parliamo di donne”, título basado en un guión que firmabas junto a Ruggero Maccari, título en el que dirigías a Vittorio Gassman, Sylva Koscina, Walter Chiari, Umberto D’orsi y Antonella Lualdi. Y ya firmando la banda sonora, el compositor Armando Trovajoli, otra constante en tu carrera cinematográfica. 

“El cine es un arte de equipo”

Y tanto que sí, Ettore.


En ese mismo año de 1964 rodabas “El millón de dólares”, de nuevo junto a Maccari en el guión y de nuevo con Vittorio Gassman como protagonista, acompañado esta vez por Joan Collins, Jacques Bergerac y Pippo Starnazza. La música la firmaba en esta ocasión Luis Bacalov.


En 1965 llegaba para ti “Thrilling”, una producción de Dino de Laurentiis que estaba dividida en tres episodios, dirigiendo tú el primero de ellos, “El victimista”, una historia protagonizada por Nino Manfredi, Luigi Battaglia y Magda Konopka con un guión escrito por ti y por Ruggero Maccari. Y con música de Ennio Morricone.


Un año después repetías de nuevo en el guión con Ruggero Maccari (adaptando la novela de Niccolò Machiavelli), en la banda sonora con Armando Trovajoli y con Vittorio Gassman como protagonista en “El diablo enamorado”… sí, junto a Mickey Rooney.


Ya en 1968, de nuevo con música de fondo firmada por Armando Trovajoli, dirigías a Alberto Sordi y Nino Manfredi, bien acompañados por Alfredo Marchetti, Franca Bettoia y Manuel Zarzo, en “Riusciranno i nostri eroi a ritrovare l’amico misteriosamente scomparso in Africa?”, comedia de aventuras y algo de fantasía cuyo guión escribías en colaboración con Agenore Incrocci y Furio Scarpelli. 


En “El comisario y la dolce vita” (1969), una vez más colaborando en el guión con Ruggero Maccari (esta vez sobre una novela de Ugo Facco de Lagarda) y una vez más con Armando Trovajoli en la banda sonora, tu protagonista era otro grande del cine italiano, Ugo Tognazzi en el papel del Comisario Pepe

Iniciabas la siguiente década dirigiendo en 1970, de nuevo reunido en el guión con Agerone Incrocci y Furio Scarpelli y una vez más con Armando Trovajoli como compositor musical…


… “El demonio de los celos”, con Marcello Mastroianni, Monica Vitti y Giancarlo Giannini bien acompañados en el reparto por Manuel Zarzo, Marisa Merlini y Fernando Sánchez Polack.


En 1971 dirigías a Marcello Mastroianni y a Lauren Hutton, de nuevo con banda sonora de Armando Trovajoli y de nuevo trabajando en el guión junto a Ruggero Maccari, en “Un italiano en Chicago”…


… en 1972, escribías junto a Sergio Amidei el guión de “La più bella serata della mia vita”, adaptación cinematográfica de la obra “La Panne” del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt, en la que dirigías a Alberto Sordi, Michel Simon, Claude Dauphin y Janet Agren. Y, sí, de nuevo con la música de fondo de Armando Trovajoli.


Y dos años después llegaba uno de los títulos más reconocidos de tu carrera, “Nos habíamos amado tanto”, de nuevo en el guión junto a Agenore Incrocci y Furio Scarpelli, de nuevo con banda sonora de Armando Trovajoli…




… y dirigiendo a un reparto de lujo encabezado por Stefania Sandrelli, Nino Manfredi y Vittorio Gassman, a quienes acompañaba Aldo Fabrizi e, interpretándose a sí mismos, Federico Fellini y Marcello Mastroianni. Total nada. 



1976 te traía la dirección de “Brutos, feos y malos”, de nuevo en el guión junto a Ruggero Maccari, de nuevo con banda sonora de Armando Trovajoli y de nuevo encabezando el reparto Nino Manfredi. También te ponías tras las cámaras ese mismo año en uno de los episodios de “Buenas noches, señoras y señores”, comedia en la que compartías dirección con Luigi Comencini, Nanni Loy, Luigi Magni y Mario Monicelli, y en la que aparecían actores de la talla de Vittorio Gassman, Nino Manfredi, Marcello Mastroianni, Ugo Tognazzi… 

En 1977 rodabas otro título emblemático en tu filmografía como director: “Una jornada particular”, de nuevo con Ruggero Maccari en el guión, con Armando Trovajoli en la música…


… y con una extraordinaria pareja protagonista: Sofía Loren y Marcello Mastroianni, ambos sensacionales como Antonietta y Gabriele.

“En el cine hay que sacar algo nuevo de cada persona, como en ‘Una jornada particular’, donde Sofía Loren encarnaba a una mujer malcasada y aburrida y Marcello Mastroianni a un periodista homosexual”


Ese mismo año te reunías de nuevo con Mario Monicelli y Dino Risi para dirigir entre los tres “¡Que viva Italia!”, una nueva visión de “Il mostri” (título firmado en 1964 por el propio Dino Risi), que contaba en el reparto, entre otros muchos, con Vittorio Gassman, Alberto Sordi, Ornella Muti y Ugo Tognazzi, firmando la banda sonora Armando Trovajoli. 

Iniciabas la siguiente década en el mismo 1980 con otro título mítico de tu filmografía como director: “La terraza”, de nuevo con Agenore Incrocci y Furio Scarpelli escribiendo contigo el guión, con Armando Trovajoli en la banda sonora…


… y un reparto, de nuevo, de lujo. Vittorio Gassman, Ugo Tognazzi, Jean-Louis Tringtinant, Marcello Mastroianni, Stefania Sandrelli, Carla Gravina… Qué maravilla, Ettore, qué maravilla.

“Las películas pueden hacer pensar y soñar y contribuir a hacer mejor la vida, pero no la cambian”

O a lo mejor sí.


En 1981 rodabas “Entre el amor y la muerte”, con guión tuyo y de Ruggero Maccari, según la novela “Fosca” del escritor italiano Iginio Ugo Tarchetti, y con música de Armando Trovajoli. Y dirigiendo, entre otros, a Bernard Giraudeau, Valeria D’Obici, Laura Antonelli, Jean-Louis Trintignant y Massimo Girotti. 


1982 te reunía de nuevo con Marcello Mastroianni, al que dirigías, junto a Hanna Schygulla y Harvey Keitel, entre otros, en “La noche de Varennes”, historia con un guión tuyo y de Sergio Amidei basado en la novela “La nuit de Varennes” de la escritora francesa Catherine Rihoit, que llevaba banda sonora de Armando Trovajoli.


Y en 1983 te ponías tras las cámaras de “La sala de baile” (Le bal), una auténtica delicia de película, un extraordinario recorrido por la historia a través del baile…

“El cine es un espejo pintado”

Muy cierto. Basada en la idea de Jean-Claude Penchenat y con un guión escrito por él mismo, por ti, por Ruggero Maccari y por Furio Scarpelli, “La sala de baile” contaba con una banda sonora firmada por Vladimir Cosma. 


En 1985 elegías a dos grandes de la pantalla, Marcello Mastroianni y Jack Lemmon, como los protagonistas de tu “Macarroni”, historia sobre un guión tuyo y de Ruggero Maccari y Furio Scarpelli, con música de Armando Trovajoli.


Y en 1987 dirigías esa exquisitez cinematográfica llamada “La familia”, sin duda mi favorita de tu filmografía, con un extraordinario guión firmado por ti, Ruggero Maccari, Furio Scarpelli y, en sus diálogos, Graziano Diana…



… y con un sublime Vittorio Gassman encabezando el reparto, muy bien secundado por Stefania Sandrelli, Fanny Ardant, Andrea Occhipinti, Carlo Dapporto, Ricky Tognazzi, Philippe Noiret… Una auténtica delicia con una preciosa banda sonora de Armando Trovajoli. 

Participé en el film ‘La familia’ y fue una gran experiencia profesional y vital estar al lado de un hombre de grandísima inteligencia e ironía. Con él, perdemos un gran hombre, un hombre curioso de todo lo que sucedía, nunca hipócrita y siempre con una mente abierta
(Andrea Occhipinti, quien interpretaba de joven a Carlo,
el personaje de Vittorio Gassman)


Dos años después nos regalabas otra mágica película: “Splendor”, una preciosa historia escrita y dirigida por ti, con música de Armando Trovajoli…


… que contaba como protagonistas con dos monstruos de la pantalla cinematográfica: Marcello Mastroianni y Massimo Troisi. Y qué lujo de personajes. 

“Rodar en un espacio cerrado me permite pisarle siempre los talones a mis personajes y a lo que piensan”


En tu siguiente película, “¿Qué hora es?”, en ese mismo 1989, dirigías también a Marcello y a Massimo, aquí como padre e hijo, respectivamente, y volvías a contar en la banda sonora con Armando Trovajoli. Esta vez el guión lo firmaban contigo Beatrice Ravaglioli y Silvia Scola, tu hija. 


En 1990 dirigías de nuevo a Massimo Troisi, acompañado esta vez por Ornella Mutti, Emanuelle Béart y Vincent Perez en “El viaje del capitán Fracassa”, película basada en la novela “Le Capitaine Fracasse” del escritor francés Théophile Gautier. Y de nuevo firmaba Armando Trovajoli la banda sonora. 


Y en 1993 rodabas “Mario, María y Mario”, película con una historia y guión escritos por ti y, con música de fondo de Trovajoli, dirigiendo a Giulio Scarpati, Valéria Cavalli y Enrico Lo Verso en los papeles que daban título al film. 


En 1995 Rolando Ravello, Alberto Sordi e Isabella Ferrari se ponían bajo tu dirección en “Historia de un pobre hombre”, también con música de Armando Trovajoli…


… y en 1998 te ponías tras las cámaras de “La cena”, una historia tuya, con guión firmado por ti y por Furio y Giacomo Scarpelli y Silvia Scola, en la que contabas de nuevo con grandes nombres de la pantalla como Fanny Ardant, Vittorio Gassman, Giancarlo Giannini, Stefania Sandrelli… Y una vez más con Armando Trovajoli de música de fondo. 


Ya en 2001, de nuevo mano a mano en el guión con Furio y Giacomo Scarpelli y Silvia Scola, dirigías en “Competencia desleal” a Diego Abatantuono, Sergio Castellitto, Gérard Depardieu y Antonella Attili… entre las notas musicales de Trovajoli. 


Y en 2003 rodabas el último largometraje de tu carrera cinematográfica, una comedia llamada “Gente de Roma”, basada en una historia tuya con guión también tuyo y de Paola y Silvia Scola (tus dos hijas), con música de Armando Trovajoli y, en el reparto, con Giorgio Colangeli, Antonello Fassari, Fabio Ferrari, Fiorenzo Fiorentini y, entre otros muchos más, Stefania Sandrelli y el director Nanni Moretti interpretándose a ellos mismos.

Aunque no sería éste tu último trabajo como director ya que diez años más tarde, en 2013, y como si de una propina al estilo Marcha Radetzky se tratase, te despedías del mundo cinematográfico…


… dirigiendo un documental llamado “Qué extraño llamarse Federico” en el que, con un guión escrito junto a tus dos hijas y con actores interpretando a Federico Fellini, a Marcello Mastroianni, al director Steno, al guionista Ruggero Maccari, a ti mismo, y a otros tantos personajes…


… le hacías un retrato a Federico Fellini, basándote en tus recuerdos y sentimientos como gran amigo de él que fuiste.

“Con Fellini no podías insistir. Aun así le convencí para que hiciera de sí mismo en ‘Nos habíamos amado tanto’, pero me puso una condición: Nunca me filmes desde atrás. Se me ve la calva’.”

Dirigiste también, Ettore, otros documentales como “Festival Unità”, “Vorrei che volo”, “L’addio a Enrico Berlinguer”, “Imago urbis”, “Un altro mondo è possibile” y “Lettere dalla Palestina” y cortos documentales como “”Festival dell’Unità 1972”, “Carosello per la campagna referendaria sul divorzio” o “Roma dodici Novembre 1994”.

“En el trabajo que hago se transmiten mis ideas; si no,
no sería una obra de autor”

Y también participaste en guiones de otros títulos que no dirigiste, como “Las noches de Cleopatra”, “Un americano en Roma”, “La cárcel de los líos”, “El soltero”, “Guardias de Roma”, “El conde Max”, “El estafador”, “Fantasmas de Roma”, “La escapada”, “Monstruos de hoy”, “La marcha sobre Roma” o “El profeta”.

Además de un amigo era un gran director, de un cine que representaba la realidad con la tragedia
(Paolo Taviani. director de cine)


Entre los numeros premios y nominaciones que recibiste a lo largo de tu carrera, obtuviste tres Premios César (a mejor director por “La sala de baile” y mejor película extranjera por “Una jornada particular” y “Nos habíamos amado tanto”). En los David di Donatello fuiste galardonado como director por “Una jornada particular”, “La sala de baile” y “La familia”; y como guionista por “La noche de Varennes” y “La familia”. Y en 2011 te fue entregado un David di Donatello por toda tu carrera.

¿Y qué más podemos decir sobre ti, Ettore Scola?

“Me interesan más los diferentes que los iguales. Yo nunca trabajé una vez con un actor, sino que repetía mucho...


Porque cuanto más les conoces, más les sacas.
Gassman era el más inteligente”

Vittorio Gassman… Maravilloso.


Y algo similar te ocurría con Armando Trovajoli, ¿verdad?

A toda pantalla desde 1952, Armando compuso también la banda sonora de otros títulos como “Juzgado a la italiana”, “Las noches de Cleopatra”, “Agárrame ese vampiro”, “Dos mujeres”, “La esclava de Roma”, “La conquista de la Atlántida”, “Maciste el invencible”, “Bocaccio ’70 (segmento ‘La riffa’), “Monstruos de hoy”, “Ayer, hoy y mañana”, “Matrimonio a la italiana”, “Casanova 70’), “El profeta”, “La mujer del cura”, “Los secretos de la Cosa Nostra”, “Tosca”, “Perfume de mujer”… Y la maravillosa banda sonora de “El diluvio que viene”. 


Gracias, Ettore. Por tu sabiduría cinematográfica, por tu estilo, tu magia, tu mensaje, tu sensibilidad… Gracias por saber rodearte de los mejores profesionales… Y, sobre todo, gracias por ser tú. 

El cine es un trabajo duro pero, riendo y bromeando, se puede enviar algún mensajito, alguna postal con las observaciones sobre el mundo de uno. El cine es como un foco que ilumina las cosas de la vida
(ETTORE SCOLA)

La estrella de Jerry

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Hoy celebramos el séptimo aniversario de La Gran Pantalla


¡Hola, Jerry!


“La casa de la abuela…

- Abuela, ¿estás orgullosa de mí?

- Estoy orgullosa hasta del aire que respiras.


- Abuela, iré a Hollywood para ser una gran estrella de la pantalla, ¿sabes?

- Que tengas buen viaje.

Abuela. Medía un metro cincuenta y cinco, era rellenita, tenía un lunar precioso en la mejilla, llevaba calzado ortopédico y nunca entraba en la cocina sin antes ponerse el delantal. Una personalidad fuerte cubierta de vestidos floreados. Dios sabe que confié en ella plenamente y en cualquier circunstancia. Y a pesar del tiempo transcurrido, que todo lo borra, persiste en mi memoria infantil el sonido de sus palabras, como si aún estuviera oyéndolas…

- No cambies nunca. 




“Tenía dieciséis años y ganaba 150 dólares semanales actuando en la cadena Loew’s en ciudades como Baltimore, Filadelfia y Boston; viajaba con Irving Kaye, mi representante en las giras y mi amigo de confianza.

- Jerry, ¿sabes cuánta gente estará haciendo ese numerito de cantar con sonido pregrabado?

- Algún día llegaré a la cumbre y ganaré muchísimo dinero, como Berle, como Chaplin… No aspiro a menos.

- Jerry, si quieres triunfar en el mundo del espectáculo, déjate de imitaciones. Deja de actuar con sonido pregrabado y cambia tu número… Encuéntrate a ti mismo cuanto antes.”



“Un día, al principio de mi carrera, estaba de compras en Beverly Boulevard cuando de improviso Clark Gable salió de un restaurante. Como era de esperar, todos los presentes se quedaron mirándole. Nadie se movió hasta que Gable entró en una limusina negra para ser llevado a otro sitio.


Una manzana más adelante yo seguía haciendo mis compras y mirando escaparates cuando oí unas voces excitadas y vi al mismo público de antes riéndose y señalándome: ‘¡Hey, Jerry! ¡Haz alguna mueca divertida! ¡Qué tío tan estupendo!’

Al parecer Gable les inspiraba una especie de respeto. En su presencia se daban codazos y susurraban, mientras que en mí reconocían a uno que les hacía reír y que los hacía felices.

Fue entonces cuando supe que era una estrella.”




Alquilé una máquina de escribir y me puse a trabajar para dar forma al número. Tras escribir el título, que era “Sexo y comedia”, mecanografié laboriosamente estas palabras: Desde tiempos inmemoriales, cuando dos individuos actúan en un escenario, son dos lecheros, o dos cocineros, o dos electricistas, o dos fontaneros; ahora, por primera vez, tenemos a un hombre apuesto y a un mono…

Ése era el plan.



“- Judy Garland está enferma y Sid Luft quiere que la sustituya…

- ¡Hazlo! – me dijo Patti –. Te vendrá muy bien. 

(…)

En la sala, llena a rebosar, sonaron los acordes de ‘Over the rainbow’. A continuación se encendieron los focos y el coro de la orquesta anunció cantando: ‘Miss Judy Garland’.

Salí al escenario. Se oyeron exclamaciones de sorpresa que fueron creciendo hasta dar pie a un aplauso cerrado. Vi a Patti en su mesa, con las manos unidas como si estuviera rezando. Los aplausos eran cada vez más fuertes… cálidos, densos, emocionantes. Era casi imposible pensar…

Cogí el micrófono y dije lo primero que se me ocurrió:

- No me parezco mucho a Judy, ¿verdad? – sonaron las primeras risas. 

La noticia de mi ruptura con Dean todavía estaba fresca, y el público me transmitió la sensación de que todos eran partícipes de mi preocupación. Caminé hacia las bambalinas y saqué a Judy. Parecía que el edificio se venía abajo cuando nos abrazamos. A continuación la senté a un lado del escenario y empecé el espectáculo. La adrenalina no dejó de subirme durante los cincuenta y cinco minutos en que estuve haciendo el payaso sin parar. No podía creer lo que estaba sucediendo: ¡estaba haciendo todo eso a solas, sin Dean!

No sé cómo acabó aquello. El público no quería dejarme marchar. De modo que me volví a Judy:

- ¿Qué pieza cantas al final?

- ‘Rockabye your baby’ – me dijo. 


Y la canté, cayendo de rodillas como solía hacerlo mi padre… ¡Nunca en mi vida había estado tan a mis anchas en un escenario!

Cuando volví al camerino dejé tras de mí a una multitud gritando.

Tres días más tarde estoy en un estudio de grabación de Hollywood. Buddy Bregman, el arreglista, ocupa el lugar del director ante dieciocho músicos que están pendientes de él. De repente sale una voz de la sala de control: ‘De acuerdo, vamos allá… “Rockabye your baby with a Dixie Melody”…'

La Decca sacó el disco en noviembre. Y, créase o no, ¡antes de acabar el año se habían vendido un millón de ejemplares!”



“1957 fue mi año. Tenía treinta y uno y una productora cinematográfica con un suntuoso despacho en la Paramount; además, todo lo que tocaba se convertía en oro. Rodé la película ‘The delicate delinquent’ (Delicado delincuente) con algo menos de quinientos mil dólares y me produjo seis millones.


En 1957 produje también ‘Rock-a-bye Baby’ (Yo soy el padre y la madre), que igualmente me reportó ganancias notables. Y además de todo lo anterior, el ‘Jery Lewis Show’, mi primera actuación importante en televisión como solista. Hice otros trabajos televisivos, giras promocionales de las películas, actuaciones sueltas, etc. Me lancé a la vida como Jesse Owens. Con Dean o sin Dean, yo necesitaba vivir así. Me hubiera gustado que cada día tuviera treinta y dos horas. Yo estaba al timón, siempre en busca de la perfección y sin perder un minuto, porque temía que el mundo se parase si yo dejaba de correr.




The nutty professor’ (El profesor chiflado) fue para mí el punto de partida en todos los departamentos: guión, dirección y actuación. Una película de Jerry Lewis sin el personaje familiar. Esto planteó serios problemas en los despachos de dirección. No podía responder a las exigencias de los tipos que habían financiado la película, y toda la responsabilidad de la elaboración de la misma quedó en mis manos. Estaban preocupados. Pensaban que gran parte del público (esto es, los niños) no la entenderían.

- Les puede meter el miedo en el cuerpo – me dijo un ejecutivo de los estudios mientras nos dirigíamos a la sala de proyecciones.

- ¿Ha oído usted hablar de Blancanieves? – le pregunté –. ¿Recuerda la persecución por el bosque después de que el leñador le salva la vida? Bien, pues a Walt Disney no le planteó ningún problema.

En verano de 1963 organicé una gira para promocionar la película, de modo que en cuarenta días actuaría en treinta y cinco ciudades. A pesar de las críticas poco entusiastas, en todas partes rompimos los récords de taquilla”



“Estaba yo en una suite del Hotel Sahara – que se llamaba la Congo Room – ensayando unas piezas al estilo de Jolson cuando recibí una llamada telefónica de un periodista de la Associated Press. Necesitaba mi opinión sobre no sé qué. Le dije a Joey Stabile que bajaba a hablar con el tipo y que luego volvería a mis ensayos.

Al día siguiente figuraba lo siguiente en los periódicos:


“Jerry Lewis es propuesto para el Premio Nobel de la Paz. 

‘Sólo el hecho de encontrarme en semejante compañía es magnífico’, dijo Jerry Lewis al enterarse de que el republicano Les Aspin, diputado por Wisconsin, le había propuesto para el Premio Nobel de la Paz como reconocimiento de su labor en pro de la Asociación contra la Distrofia Muscular. A lo largo de once años, declaró el señor Aspin, los maratones televisivos del señor Lewis han recogido más de 95 millones de dólares para las organizaciones contra la distrofia muscular. La propuesta ha sido aceptada por el Comité del Premio Nobel del Parlamento noruego para la concesión de 1978. Esta propuesta reconoce la sensibilidad y la dedicación que han permitido a millones de personas ‘expresar su profundo deseo de ayudar a los demás’.”



“No me arrepiento de nada. No cambiaría ni un minuto de mi vida. Tengo la impresión de haber hecho más cosas que la mayoría de los hombres tienen oportunidad de hacer. Me siento muy afortunado y profundamente agradecido por no haber acabado llevando uno de los tambores del desfile. Yo había sido escogido para llevar el bastón de mando… y eso hace que me sienta muy especial”


Eres muy especial, Jerry. Y realmente único. Mil gracias por acudir a nuestra cita un año más.


Jerry Lewis por Jerry Lewis. Memorias. Parsifal Ediciones. 1991

El cuento del libro de historia

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MAESTRO: - La historia de Dinamarca empleada para atar la cuerda de una cometa...

HANS: - A la historia de cualquier país no le viene mal un poco de aire fresco, maestro. ¿No ha oído usted el cuento de aquel libro de historia que se tomó unas vacaciones y volvió con una historia mucho mejor?

(El fabuloso Andersen. Charles Vidor. 1952)

Personajes de novela

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Jackie Cooper eraJim Hawkinsy Wallace Beery era Long John Silver en “La isla del tesoro” (Treasure island), adaptación clásica de 1934, dirigida por Victor Fleming, de la novela homónima que el escritor escocés Robert Louis Stevenson publicaba en 1883.


Jean Seberg, David Niven y Deborah Kerr, dirigidos por Otto Preminger, daban vida en 1958 a Cécile, Raymond y Anne, respectivamente, en “Buenos días, tristeza” (Bonjour, tristesse), adaptación cinematográfica de la novela homónima publicada en 1954 por la escritora francesa Françoise Sagan.


Lisa Berndle era Joan Fontaine y Stefan Brand, Louis Jourdan en “Carta de una desconocida” (Letter from an unknown woman), título dirigido en 1948 por Max Ophüls que basaba su historia en la preciosa novela de mismo nombre que el escritor austríaco Stefan Zweig publicaba en 1922.


Sully Sullivan… o un encantador Paul Newman en “Ni un pelo de tonto” (Nobody’s fool), título dirigido en 1994 por Robert Benton que adaptaba a la pantalla la novela homónima del escritor estadounidense Richard Russo, publicada en 1993.


Andrew Knott, Heydon Prowse y Kate Maberly daban vida, respectivamente, a Dickon, Colin y Mary en “El jardín secreto” (The secret garden), adaptación cinematográfica, dirigida en 1993 por Agnieszka Holland, que basaba su historia en la novela homónima que la escritora británica Frances Hodgson Burnett publicaba en 1911.


Laurence Olivier y Merle Oberon inmortalizaban en la gran pantalla a Heathcliff y Cathy, bajo la magistral dirección de William Wyler, en “Cumbres Borrascosas” (Wuthering Heights, 1939), exquisito clásico del cine basado en el clásico literario de mismo nombre publicado en 1847 por la escritora inglesa Emily Brontë.


Holly Golightly… o una encantadora Audrey Hepburn en “Desayuno con diamantes” (Breakfast at Tiffany’s), mítico título de la gran pantalla, estrenado en 1961 bajo la dirección de Blake Edwards, que tenía como base literaria la novela “Desayuno en Tiffany’s” publicada en 1958 por el escritor estadounidense Truman Capote.


Tomando como base la novela “El padre de Frankenstein” publicada en 1995 por el escritor neoyorkino Christopher Bram, Bill Condon dirigía tres años después “Dioses y monstruos” con un magistral Ian McKellen en el papel del director cinematográfico James Whale.


En “La heredera” (The heiress), dirigida en 1949 por William Wyler, Olivia de Havilland hacía una espléndida composición de su personaje, Catherine Sloper, protagonista de esta adaptación cinematográfica de la novela “Washington Square”, publicada en 1881 por el escritor estadounidense Henry James.


Omar Sharif era en 1965 el maravilloso Yuri en “Doctor Zhivago”, extraordinaria adaptación, dirigida por David Lean para la gran pantalla, de la novela homónima escrita en 1957 por el escritor ruso Boris Pasternak


Quasimodo era interpretado en 1939 por Charles Laughton en “Esmeralda, la zíngara” (The Hunchback of Notre Dame), adaptación para la gran pantalla, dirigida por William Dieterle, de la novela “Nuestra Señora de París”, escrita por el autor francés Victor Hugo y publicada en 1831.


Spencer Tracy daba vida al protagonista de “El viejo y el mar” (The old man and the sea), adaptación cinematográfica dirigida en 1958 por John Sturges que basaba su historia en la novela homónima que el escritor americano Ernest Hemingway publicaba en 1952.


José Luis Cuerda dirigía en 1987 a un genial Alfredo Landa como Malvís/Bandido Fendetestas en “El bosque animado”, título destacado de nuestro cine que basaba su historia en la novela homónima que el escritor español Wenceslao Fernández Flórez publicaba en 1943.


Peggy Ann Garner nos regalaba una maravillosa interpretación de Jane Eyrede niña en “Alma rebelde” (Jane Eyre), preciosa adaptación a toda pantalla dirigida por Robert Stevenson basada en “Jane Eyre”, la inmortal novela que la escritora inglesa Charlotte Brontë publicaba en 1847.


Paco Rabal nos maravillaba en 1984 con su magistral composición de Azarías en “Los santos inocentes”, uno de los mejores títulos de nuestra filmografía que estaba dirigido por Mario Camus y basaba su historia en la novela homónima de nuestro querido Miguel Delibes, publicada en 1981.


Clint Eastwood era Robert Kincaid en “Los puentes de Madison” (The bridges of Madison County), un precioso título dirigido en 1995 por el propio Eastwood que tomaba como base para su historia la novela homónima que el escritor americano Robert James Waller publicaba en 1992.


En 1962 Sue Lyon daba vida a Lolita en “Lolita” (1962), dirigida por Stanley Kubrick en una historia basada en la novela homónima del escritor ruso Vladimir Nabokov, publicada en 1955.


Artful Dodger, Fagin y Oliver… o tres magníficos Jack Wild, Ron Moody y Mark Lester en “Oliver!”, maravilloso musical cinematográfico dirigido en 1968 por Carol Reed que adaptaba "Oliver Twist", la inmortal novela que el escritor inglés Charles Dickens publicaba en 1839.


Laurence Olivier era un elegantísimo Maxim de Winter en “Rebeca” (Rebecca), adaptación para la gran pantalla, dirigida en 1940 por Alfred Hitchcock, de la novela homónima escrita por la autora británica Daphne du Maurier en 1938.


Robert Redford daba vida a un impecable Jay Gatsby en “El gran Gatsby”, adaptación cinematográfica, dirigida en 1974 por Jack Clayton, de la novela homónima del escritor americano Francis Scott Fitzgerald, publicada en 1925.


Michael Caine y Sean Connery eran, respectivamente, Peachy Carmichael y Daniel Dravot en “El hombre que pudo reinar” (The man who would be king), adaptación a toda pantalla, dirigida en 1975 por John Huston, de la novela homónima escrita por el autor británico Rudyard Kipling en 1890.


En 1936, un magistral C. Aubrey Smith nos regalaba su particular Conde de Dorincourt en “El pequeño Lord” (Little Lord Fauntleroy), maravillosa adaptación para la gran pantalla, dirigida por John Cromwell, de la novela homónima de Frances Hodgson Burnett, publicada en 1885.


Phileas Fogg era encarnado en la pantalla por David Niven, nadie mejor que él, en “La vuelta al mundo en ochenta días” (Around the world in eighty days), adaptación cinematográfica de 1956 dirigida por Michael Anderson sobre la novela homónima que el escritor francés Julio Verne publicaba en 1873.


Louis Jourdan era Rodolphe Boulanger y Jennifer Jones, Emma Bovary en “Madame Bovary”, clásico dirigido en 1949 por Vincente Minnelli que adaptaba a la pantalla la novela homónima del escritor francés Gustave Flaubert, publicada en 1857.


Vivien Leigh era una perfecta Scarlet O’Hara en “Lo que el viento se llevó” (Gone with the wind), adaptación a la gran pantalla, dirigida en 1939 por Victor Fleming, de la novela homónima de la escritora estadounidense Margaret Mitchell, publicada en 1936.


Margaret O’Brien, Janet Leigh, June Allyson y Elizabeth Taylor eran, respectivamente, Beth, Meg, Jo y Amy March, las cuatro hermanas de “Mujercitas” (Little women), clásica adaptación cinematográfica, dirigida en 1949 por Mervyn LeRoy, de la inmortal novela homónima que la escritora estadounidense Louisa May Alcott publicaba en 1868.


José Sacristán nos regalaba un maravilloso y entrañable Martín Marco en “La colmena”, adaptación cinematográfica, dirigida en 1982 por Mario Camus, de la novela homónima de Camilo José Cela publicada en 1951.


El director Ladislao Vadja nos presentaba en 1955 a un maravilloso Marcelino interpretado por Pablito Calvo en “Marcelino pan y vino”, adaptación de la preciosa novelita que el escritor madrileño José María Sánchez Silva publicaba en 1953.


Ian McKellen nos regalaba al mágico Gandalf en la trilogía de “El Señor de los Anillos” (2001-2003), dirigida para la gran pantalla por Peter Jackson, que basaba su historia en los tres volúmenes de “El Señor de los Anillos” escritos por el autor inglés J. R. R. Tolkien y publicados entre 1954 y 1955.


Henry Fonda era un extraordinario Tom Joad en “Las uvas de la ira” (The grapes of wrath), adaptación de 1940, dirigida por John Ford, de la novela homónima del escritor norteamericano John Steinbeck, publicada en 1939.


Anthony Hopkins era para nosotros un impecable Sr. Stevens en “Lo que queda del día” (The remains of the day), exquisito título cinematográfico, dirigido en 1993 por James Ivory, que adaptaba la novela homónima que el escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro publicaba en 1989.


Huw, el pequeño de la familia Morgan, nos venía presentado en “¡Qué verde era mi valle!” (How green was my valley) por un maravilloso Roddy McDowall, dirigido en 1941 por John Ford en esta preciosa adaptación para la gran pantalla de la novela homónima del escritor británico Richard Llewellyn, publicada en 1939.


Meryl Streep era una perfecta Karen Blixen en “Memorias de África” (Out of Africa), maravillosa adaptación cinematográfica, dirigida en 1985 por Sydney Pollack, de la novela homónima que la escritora Isak Dinesen, pseudónimo de Karen Blixen, publicaba en 1937.


Atticus Finch… Gregory Peck nos regalaba una extraordinaria interpretación de este maravilloso personaje de “Matar a un ruiseñor” (To kill a mockingbird), dirigido en 1962 por Robert Mulligan en esta adaptación de la magistral novela homónima que la escritora estadounidense Harper Lee publicaba en 1960.


Ruth, Idgie, Ninny y Evelyn… O Mary-Louise Parker, Mary Stuart Masterson, Jessica Tandy y Kathy Bates, tan maravillosas como sus cuatro personajes en “Tomates verdes fritos” (Fried green tomatoes), extraordinaria adaptación cinematográfica dirigida en 1991 por Jon Avnet, de “Tomates verdes fritos en el café de Whistle Stop”, novela de la escritora norteamericana Fannie Flagg, publicada en 1991. ¿El secreto de la vida? El secreto está en la salsa. 

Roald Dahl a toda pantalla

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En 1956, Jacques Rivette dirigía “Le coup du berger”, un cortometraje de apenas media hora de duración que nos contaba una historia que ya había sido anteriormente mostrada, con sus variantes, en el cine y en la literatura. 

“Los adultos son criaturas llenas de caprichos y secretos”


Roald Dahl escribía en 1959 “La señora Bixby y el abrigo del coronel” (Mrs. Bixby and the colonel’s coat), su propio relato, con sus variantes, sobre esa misma historia.


ROALD DAHL
PRESENTS


Rod Taylor, James Garner y Eva Marie Saint protagonizaban en 1964 “36 horas” (36 hours), un thriller que basaba su guión en el relato de Roald Dahl “Cuidado con el perro” (Beware of the dog).


Dahl, Roald Dahl escribía en 1967 el guión de “Sólo se vive dos veces” (You only live twice), quinta de las películas de Sean Connery en el papel de Bond, James Bond. 


Junto a Ken Hughes y Richard Maibaum, Roald firmaba en 1968 el guión de “Chitty Chitty Bang Bang”, guión basado en el homónimo libro infantil escrito en 1964 por Ian Fleming. 


En 1971, tomando como base “Nest in the fallen tree”, primera novela de la escritora neozelandesa Joy Cowley, Roald escribía el guión de “El enterrador nocturno” (The night digger), thriller protagonizado por Patricia Neal, entonces ya esposa de Dahl. 

“Los secretos más grandes se ocultan siempre
en los lugares más inverosímiles”


Gene Wilder protagonizaba en ese mismo año de 1971 “Willy Wonka y la fábrica de chocolate” (Willy Wonka & the Chocolate Factory), producción con guión firmado por Roald Dahl a partir del libro “Charlie y la Fábrica de Chocolate” (Charlie and the Chocolate Factory), que él mismo escribía en 1964.


Jeremy Irons, Samuel Irons y Cyril Cusack protagonizaban en 1989 “Danny, campeón del mundo” (Roald Dahl’s Danny the champion of the world), película para la televisión con guión de John Goldsmith que se basaba en “Danny, el campeón del mundo” (Danny, the champion of the world), libro escrito por Dahl en 1975.


Brian Cosgrove dirigía en 1989 “B.A.G. El buen amigo gigante” (The BFG), adaptación animada, firmada por John Hambley, del libro “El gran gigante bonachón” (The BFG) escrito por Roald Dahl en 1982.


Jo Pullen dirigía en 1990 “Dirty beasts”, película inglesa de animación hecha para la pequeña pantalla que adaptaba, a través de las ilustraciones de Quentin Blake, el libro de poemas “¡Qué asco de bichos!” (Dirty beasts), escrito por Dahl en 1984.


Anjelica Huston, Mai Zetterling y Jasen Fisher protagonizaban en 1990 “La maldición de las brujas” (The witches), una producción de Jim Henson con un guión de Allan Scott basado en el libro “Las brujas” (The witches), escrito por Roald Dahl en 1983.


Idealnaya para”, película rusa de 1992 dirigida por Aleksandr Polynnikov, adaptaba “El gran cambiazo” (The great switcheroo), el tercero de los cuatro relatos recogidos en el libro “El gran cambiazo” (Switch bitch) escrito por Roald Dahl en 1974.


Walt Disney Pictures nos presentaba en 1996 “James y el melocotón gigante” (James and the giant peach), una producción animada de Tim Burton y Denise Di Novi dirigida por Henry Selick que basaba su historia en el libro “James y el melocotón gigante” (James and the giant peach), escrito por Roald Dahl en 1961.

“Si piensas llegar a alguna parte en la vida,
tienes que leer muchos libros”


Ese mismo año de 1996 conocíamos, a través de Mara Wilson, “Matilda”, película dirigida por Danny DeVito y basada en el libro homónimo escrito por Roald Dahl en 1988.


Tim Burton dirigía en 2005 una nueva versión de “Charlie y la Fábrica de Chocolate” (Charlie and the Chocolate Factory), esta vez a través de un guión escrito por John August que adaptaba el libro homónimo de Roald Dahl, y esta vez con Johnny Depp en el papel de Willy Wonka.


Wes Anderson dirigía en 2009 “Fantástico Sr. Fox” (Fantastic Mr. Fox), largometraje de animación que contaba para sus personajes con las voces de George Clooney, Meryl Streep, Owen Wilson, Willem Dafoe y Bill Murray, entre otros muchos. El guión de esta historia, escrito por Noah Baumbach y el propio Wes Anderson, se basaba en “El Superzorro” (Fantastic Mr. Fox), libro escrito por Dahl en 1970.

En 1990, Kiumars Poohahmad dirigía “Shekare khamoosh”, un largometraje iraní que adaptaba el relato de Roald Dahl “Cordero asado” (Lamb to the slaughter). En 2002, la directora y productora Nicole Barnette dirigía “Lamb to the slaughter”, otro largometraje, en esta ocasión británico, que adaptaba a la gran pantalla este mismo relato, que fue también la base del guión de los cortometrajes “Baa Baa Black Sheep” y “Lamb to the slaughter”, dirigidos en 2013 y 2016 por Shoshana Rae Stark y Simon Throssell, respectivamente 


Y es que el mundo del cortometraje cuenta también con diversos guiones basados en tus relatos, ¿verdad, Roald?

En 1995, el director neerlandés Marc van Uchelen dirigía y escribía el guión del cortometraje “Pisvingers!”, cuya historia se basaba en tu relato “El cisne” (The swan). Cuatro años más tarde, el director mexicano Agustín Calderón dirigía y coescribía junto a Paola Jauffred el guión del cortometraje “Inaudito”, basado en tu relato “La máquina de sonido” (The sound machine).

En 2000, el director de nacionalidad sudafricana Jonathan Liebesman dirigía y coescribía con Jamie Ruddy el guión del cortometraje “Génesis y catástrofe” (Genesis and catastrophe), una historia basada en tu inquietante cuento corto “Génesis y catástrofe. Una historia real” (Genesis and catastrophe. A true story). Cinco años más tarde, el director y guionista Eric Swan dirigía y escribía el guión del cortometraje “The bet”, adaptación de tu relato “Hombre del sur” (Man from the South), relato éste que era adaptado de nuevo en 2012, bajo la dirección de Abhishek Iyengar, en el cortometraje “Bang-lure”.

Y en 2008, Enrique Vargas Celis dirigía “Three little pigs”, adaptación mexicana en forma de cortometraje animado de “Los tres cerditos“ (The three little pigs)…


… cuento perteneciente a tu libro de poemas “Cuentos en verso para niños perversos” (Revolving Rhymes) publicado en 1982. 


En la pequeña pantalla también se adaptaron tus historias escritas, Roald… 

Tu relato “Veneno” (Poison) fue adaptado a la pequeña pantalla en 1950 en un episodio de “Suspense”. En 1952, “La máquina de sonido” (The sound machine) era también adaptado en un episodio de “CBS Television Workshop”.

Tu relato “Gastrónomos” (Taste) aparecía en ese mismo 1952 como base argumental de un episodio de “Lux Video Theatre”, en 1954 en un episodio de “The Philip Morris Playhouse” y en 1955 en otro de “Star Tonigh”. Y tu relato “Apuestas” (Dip in the pool) era adaptado en 1954 para un episodio de la serie televisiva “Danger”.

Hombre del sur” (The man from the South) fue adaptado en 1955 en un episodio de “Cameo Theatre”, “La subida al cielo” (The way up to heaven) en 1958 en un episodio de “Suspenso”, y “Cuidado con el perro”(Beware of the dog) en 1959 en un episodio de “Rendezvous”.

Entre 1958 y 1961 eran adaptados seis de tus relatos en la popular serie “Alfred Hitchcock presenta”: “La patrona” (The landlady), “La señora Bixby y el abrigo de visón”…


… “Hombre del Sur” (con Steve McQueen, su entonces esposa Neile Adams y Peter Lorre), “Veneno”, “Apuestas”…


… y “Cordero asado” (con Barbara Bel Geddes como protagonista).

En 1961 colaborabas en el guión de la serie de sketches satíricos “That was the week that was”. Este mismo año adaptaste tu relato “William y Mary” (William and Mary) para un episodio del espacio televisivo “Way out”, relato que sería de nuevo adaptado siete años más tarde para un episodio de “Late Night Horror”.

Entre 1965 y 1967, el espacio televisivo “Thirty-Minute Theatre” adaptó tus relatos “Gastrónomos”, “La señora Bixby y el abrigo del coronel” y “Placer de clérigo” (Parson’s pleasure). “Gastrónomos” sería también adaptado en 1967 en un episodio de la serie finlandesa “Teatterituokio”. Y “Placer de clérigo” en 1966 para la película televisiva “Des pfarrers freude” y en 1975 para la serie alemana “Hundert Mark”.

La serie televisiva alemana de 1975 “Uit de wereld van Roald Dahl” se componía de cinco episodios basados en tus relatos. Y la miniserie sueca “Kalle och chokladfabriken” adaptaba en 1983 tu “Charlie y la Fábrica de Chocolate”.

 
Entre 1979 y 1981 hacías las veces de presentador en la serie televisiva “Tales of the unexpected” (Relatos de lo inesperado). En ella escribiste el guión de quince de sus episodios y otros once se basaban en tus propios relatos.

Punto de ruptura”, película hecha en 1989 para la televisión, adaptaba tu relato “Cuidado con el perro”; la serie inglesa “Jackanory” recogía entre 1968 y 1995 16 episodios basados en libros tuyos: “Los cretinos”, “James y el melocotón gigante”, “La maravillosa medicina de Jorge” y “Charlie y la Fábrica de Chocolate”.


En 2015, Dustin Hofman y Judi Dench protagonizaban “Agu Trot de Roald Dahl” (Roald Dahl’s Esio Trot), película hecha para la televisión que estaba basada en tu libro “Agu Trot” (Esio Trot), escrito en 1990.


Y en este mismo 2016 nos llega “Mi amigo el gigante” (The BFG), adaptación dirigida por Steven Spielberg, con guión de Melissa Mathison (la maravillosa guionista de “E.T”) y banda sonora de John Williams, de tu libro “El gran gigante bonachón” (The BFG) escrito en 1982. 

“El que no cree en la magia nunca la encontrará”


Gracias por ser tú, mi querido Roald Dahl. Un millón de gracias. 

¿Qué tendrá Harrison Ford?

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Vi por primera vez a Harrison Ford a mi tierna edad de 13 años. Fue en “La guerra de las galaxias” y fue, además, en una sala de cine.


Sí, a toda pantalla.

Recuerdo este primer visionado cinematográfico de la primera entrega de Star Warscon muchísimo cariño. Y como una de las mejores experiencias de mi vida. Recuerdo la impactante voz de Darth Vader (mil gracias, Constantino Romero) y el continuo interés con el que seguí, de principio a fin, el relato de aquella historia. Recuerdo la maravillosa sensación que tuve de formar parte también yo de aquella galaxia tan lejana…




Y recuerdo quedar totalmente maravillada con el personaje de Han Solo. Ese genuino personaje que nos era presentado por un guapísimo Harrison Ford

Con el tiempo, Harrison continuó maravillándome a través de nuevos personajes en otras películas…


Indiana Jones, que se convirtió en mi héroe cinematográfico favorito...


... su inolvidable Rick Deckard de “Blade Runner”…


… su encantador John Book de “Único testigo”…


… su Henry Turner de “A propósito de Henry”, en una historia que parecía escrita por Frank Capra…


… o su galante Dutch de “Caprichos del destino”. 

Ahora, si me asomo a los inicios de la carrera cinematográfica de Harrison Ford, veo claramente su físico prometedor en “American Graffiti”, su sentido del humor en “El rabino y el pistolero”, su magnética presencia en “Fuerza 10 Navarone”…




No sé qué tiene Harrison Ford. Pero sea lo que sea, lo tendrá siempre. 

Porque en el firmamento del cine hay estrellas que nunca dejarán de brillar.

DOUGLAS SLOCOMBE

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El pasado 22 de febrero, a los 103 años de edad, se nos iba Douglas Slocombe, uno de los grandes directores de fotografía de la historia del cine.

Nacido en Londres el 10 de febrero de 1913, Slocombe comenzó su carrera como reportero gráfico para las revistas Life y Paris-Match. Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en cámara de noticiarios y, al final de la guerra, comenzó su carrera en el cine como operador de cámara en los británicos Ealing Studios, caracterizándose pronto Slocombe por la apariencia única de sus imágenes y su toque realista. Más adelante, buscando su independencia, dejaría los Ealing Studios y dividiría su oficio entre Inglaterra y Estados Unidos. 

Su primer trabajo para la gran pantalla fue en 1940 como ayudante de fotografía de Alexander Hammid en el documental “Lights out in Europe”, bajo la dirección de Herbert Kline, con un guión del escritor británico James Hilton y con el actor Fredric March como narrador. 

Llegó después su participación en títulos cinematográficos como “Gesta de héroes”, “Al morir la noche”, “Corazón cautivo” o “Matrimonio de estado”…


… y en 1949 nos maravillaba a través de las imágenes de “Ocho sentencias de muerte”, una delicia cinematográfica dirigida por Robert Hamer en la que un extraordinario Alec Guinness daba vida a un total de ocho personajes. 

Slocombe firmaba después la fotografía de otros tres títulos cinematográficos…



… y en 1951 volvía a regalarnos las imágenes en blanco y negro de otras dos películas protagonizadas por Alec Guinness: “Oro en barras” y “El hombre vestido de blanco”.


En 1952 llegaba para Douglas Slocombe “Mandy”, una producción británica dirigida por Alexander Mackendrick que nos contaba la historia de una niña sordomuda interpretada por la pequeña Mandy Miller, quien había aparecido ya en un pequeño papel en “El hombre vestido de blanco”.


Después, títulos como “Los apuros de un pequeño tren”, “La lotería del amor” o “Lease of life”…


… y en 1955, “El rey loco”, producción alemana dirigida por Helmut Käutner e interpretada por O.W. Fischer, Marianne Koch y Paul Bildt.

Películas como “Sailor beware”, “The man in the sky” o “Barnacle Bill” cerraban su década de los cincuenta. 



Los años sesenta comenzaban para Douglas Slocombe con “The boy who stole a million”, título al que seguían “El sabor del miedo”…


… y “Los años jóvenes”, con Cliff Richard y sus inseparables Shadows.


Slocombe fue también el artífice de las imágenes de “Freud, pasión secreta”, dirigida en 1962 por John Huston…


… y, un año más tarde, de las de esa maravilla a toda pantalla llamada “El sirviente”, con un sensacional Dirk Bogarde. 




Slocombe firmaba también la fotografía de clásicos como “Viento en las velas”, “Las águilas azules” o “El baile de los vampiros”…




… así como la de otros títulos no menos clásicos como “La mujer maldita”, “El león en invierno” o “Un trabajo en Italia”.


1970 le traía a Slocombe “La pasión de vivir”, una producción británico-francesa dirigida por Ken Russell e interpretada en sus principales papeles por Richard Chamberlain (en el papel de Tchaikovsky) y Glenda Jackson.


Después llegaban otros títulos tan reconocidos hoy como “Viajes con mi tía”, bajo la dirección de George Cukor y con una sensacional Maggie Smith…


… “Jesucristo Superstar”, maravilloso musical cinematográfico dirigido por Norman Jewison…


… “El gran Gatsby”, adaptación cinematográfica de la novela homónima de F. Scott Fitzgerald, dirigida con buena mano por Jack Clayton e interpretada en sus principales papeles por Robert Redford, Mia Farrow y Sam Waterston…


… o “Contrato en Marsella”, dirigida por Robert Parrish y con Michael Caine, James Mason y Anthony Quinn en sus principales papeles. 


En 1975, Slocombe nos regalaba las imágenes, esta vez para la pequeña pantalla, de “Amor entre las ruinas”, una preciosidad de historia protagonizada por dos maravillosos Katharine Hepburn y Laurence Olivier, dirigidos por George Cukor, quien nos demostraba una vez más el por qué de su grandeza. La banda sonora venía firmada por John Barry… ¿Se puede pedir algo más?


Después llegaban para Douglas Slocombe otros títulos como “Rollerball”, “Un toque de suerte”, “Hedda”, “Malas costumbres”…


… y, ya en 1977, “Julia”, penúltimo título como director de Fred Zinnemann, basado en una historia de Lillian Hellman y con dos sensacionales Vanessa Redgrave y Jane Fonda.


Caravanas”, “La dama del expreso”, “Un toque con más clase”…


… y ya en 1980, “Nijinsky”, bajo la dirección de Herbert Ross y con Alan Bates, George De La Pena, Ronald Pickup y Jeremy Irons en su reparto. 




En 1981, con “En busca del arca perdida”, se iniciaba la colaboración de Douglas Slocombe con Steven Spielberg en las películas de Indiana Jones

“Fue mi héroe en aquel rodaje”


Lo sé, Steven. Y es que siempre te sorprendió que Slocombe, durante el rodaje, no utilizara el fotómetro para medir la luz. 



The pirates of Penzance”, “Nunca digas nunca jamás”…


… y en 1984, de nuevo bajo las órdenes de Spielberg, “Indiana Jones y el templo maldito”.



Loca juerga tropical” y “Lady Jane” cerraban la filmografía de Slocombe…


… junto a “Indiana Jones y la última cruzada”, tercera entrega de Indiana Jones, que ponía el broche de oro a su más que brillante carrera cinematográfica como director de fotografía. 

Entre otros premios y nominaciones, Douglas Slocombe fue candidato a los Premios Oscar por “Viajes con mi tía”, “Julia” y “En busca del arca perdida”; y consiguió tres británicos Premios Bafta por “El sirviente”, “El gran Gatsby” y “Julia”. 


Mil gracias, Douglas. Por tu profesionalidad, por tu buen hacer, tu elegancia, tu buen gusto... Y, sobre todo, por la singular belleza de tus imágenes. 

¿Por qué me gusta (más) el cine clásico?

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Por la magia de Vittorio De Sica…

… por Bette Davis…

… Claudia Cardinale…

… Azcona y Berlanga…

… Marcello y Sofía.

Por el saber volar de Fred Astaire…

… por Skippy…

… Humphrey Bogart y Lauren Bacall…

… Atticus Finch…

… Virginia Weidler…

… y Walter Brennan. 

Por la poesía de Charlot…

… la eterna sonrisa de Cary Grant…

… por Federico Fellini…

… Manolo Morán…

… y Manolo Gómez Bur.

Por la mirada, la sonrisa y la elegancia de Henry Fonda...

… los diálogos de Billy Wilder…

… por Cole Porter, George Gershwin, Irving Berlin…

… por Monsieur Hulot…

… y los grandes relatos de David Lean.

Por unos dibujos que me maravillaban
y me siguen maravillando…

… por la maestría fotográfica de Gregg Toland…

… por Vivien Leigh y Laurence Olivier… 

… y la buena química de Tony Leblanc y Pepe Isbert. 

Por el saber contar de William Wyler…

... y el saber decir de Vittorio Gassman.

Por el… todo de Katharine Hepburn...

… y los breves y maravillosos encuentros.



Los 80 de Robert Redford

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Tal día como hoy de 1936 venía al mundo Charles Robert Redford


… quien, tras unos cuantos episodios televisivos…


… debutaba en el cine como Loomis en “War hunt”…




… para después ser Wade Lewis en “La rebelde”, Bubber Reeves en “La jauría humana” y Owen Legate en “Propiedad condenada”.


“Cuando yo era joven soñaba con ser pintor, no actor. Por eso, cada vez que dirijo una película, la parte estética es muy importante para mí”


En 1981 le fue otorgado el Oscar al mejordirector por “Gente corriente”, su primera película tras las cámaras. 


“Llamé a Tim, que era como su padre, a quien yo había conocido, desgarbado, sensible y curioso
ante el comportamiento humano”




“Dirigir mis propias películas me ha hecho más tolerante y paciente. Como actor siempre fui muy impaciente, había demasiadas tomas y no quería gastar demasiado de mi tiempo en el set de rodaje. Esperar a que comenzásemos me volvía loco. Pero ahora he aprendido y siento mucha más simpatía por el esfuerzo de los directores”




Paul Bratter en “Descalzos por el parque”, Dortmunder en “Un diamante al rojo vivo”, Roy Hobbs en “El mejor”…


“A mí siempre me gustó Gatsby por su tremenda vehemencia, porque, dentro de su gran valor,
había una increíble tensión”




Bob Woodward en “Todos los hombres del Presidente”, Hubbell en “Tal como éramos”, Waldo Pepper en “El carnaval de las águilas”…








Cuando están juntos en pantalla, hay mucho más que química. Cuando están juntos, siempre sucede algo excitante, aunque ni siquiera estén actuando o hablando
(George Roy Hill)



“Paul y yo hemos recorrido un largo camino juntos. Hemos saltado por precipicios, hemos robado trenes en marcha, hemos dado uno o dos golpes…”



“En la década de los 70 trabajé muchísimo en el cine. Dado que llevaba trabajando muy intensamente, quería empezar a devolverle al cine algo de lo que me había dado…


De ahí nació la idea del Sundance Institute”


“Todo comenzó con un presupuesto muy reducido y con la idea de brindar a los nuevos artistas la ocasión de venir a un lugar donde desarrollar su trabajo, algo que, previamente, no existía. No sólo se trataba de dar una oportunidad al artista, sino también al público porque no se puede abandonar al espectador”


“Estoy muy orgulloso con lo que ha ocurrido porque he visto realizada mi meta. Para mí es mucho más importante TENER UN SUEÑO, una visión de lo que se quiere en la vida, que hacer montañas de dinero”


“La naturaleza es mi religión, cualquiera que fuera la fuerza que la diseñó me hace sentir que es Dios, por eso creo firmemente que debemos respetarla y cuidarla”


“Desde un punto de vista personal, quería transmitir ese sentimiento que yo tenía cuando me iba solo a las montañas. Trasladar al espectador los sentimientos de un hombre de las montañas de ese tiempo. En ocasiones, cuando estábamos rodando, no sabía dónde acababa mi personaje y empezaba yo mismo. Me sentí una parte de Jeremiah”


Sonny Steele en “El jinete eléctrico”…


“Cuidar al caballo me mantenía en forma. A veces me comunico mejor con los caballos que con las personas”


“Me gustó que Brubaker fuese un personaje gris. Siempre me gustó esa zona oscura para proyectar heroicidad; y había una especie de verdad personal que parecía que se había trabajado mucho”


Dennys Finch Hatton en “Memorias de África”…




“Sentía un afecto por Sydney que nunca desapareció...


También admiraba su creatividad y apreciaba lo que me había dado durante esos veinte años de buena colaboración”


Jack Weil en “Habana”…


Además de dirigirla, Robert Redford fue también el narrador de “El río de la vida”, preciosa película basada en la novela homónima del autor americano Norman Maclean…

“Porque me sentía cómodo. Sabía cómo sonaba Norman, cómo era él. Me convertí en Norman. Presenté la historia y llené los vacíos, manteniendo un tono reflexivo”


Tom Booker en “El hombre que susurraba a los caballos”…

“Ningún papel es estrictamente autobiográfico, tú les trasladas tu ética y tu experiencia”


Einar Gilkyson en “Una vida por delante”…


... la voz del caballo Ike en “La telaraña de Carlota”…


… y el protagonista de “Cuando todo está perdido”.

“Tenemos dos elecciones. O dejamos que nuestros miedos dirijan nuestra vida o los superamos”


En 2015, Robert daba “Un paseo por el bosque” junto a Nick Nolte…


… y este año es Meacham en “Peter y el dragón”.


“Me gusta sentarme a ver el atardecer hasta que el sol desaparece y luego quedarme contemplando el horizonte preguntándome por la maravillosa experiencia que acabo de tener”

A nosotros nos gustas tú.

¡Muy felices 80, Robert Redford! 


Ay.

Cuentos a toda pantalla

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Érase una vez...

Blancanieves y los siete enanitos
(Snow White and the seven dwarfs)
1937. 
David Hand

El Ceniciento
(Cinderfella)
1960. 
Frank Tashlin

Luces de la ciudad
(City lights)
1931. 
Charles Chaplin

El hombre que pudo reinar
(The man who would be king)
1975. 
John Huston

La diligencia
(Stagecoach)
1939. 
John Ford

La leyenda del pianista en el océano
(La leggenda del pianista sull’oceano)
1998. 
Giuseppe Tornatore

Vacaciones en Roma
(Roman holiday)
1953. 
William Wyler

Manolo, guardia urbano
1956. 
Rafael J. Salvia

Willow
(Willow)
1998. 
Ron Howard

Los lirios del valle
(Lilies of the field)
1963. 
Ralph Nelson

Un gángster para un milagro 
(Pocketful of miracles)
1961. 
Frank Capra

Los mundos de Coraline
(Coraline)
2009. 
Henry Selick

Chocolat
(Chocolat)
2000. 
Lasse Hallström

El jardín secreto
(The secret garden)
1993. 
Agnieszka Holland

¡Qué bello es vivir!
(It’s a wonderful life)
1946. 
Frank Capra

La vida de Pi
(Life of Pi)
2012. 
Ang Lee

Los Teleñecos en Cuento de Navidad
(The Muppet Christmas Carol)
1992. 
Brian Henson

Marcelino pan y vino
1955. 
Ladislao Vajda

La bella y la bestia
(Beauty and the Beast)
1991. 
Gary Trousdale y Kirk Wise

El ilusionista
(The illusionist)
2006. 
Neil Burger

Cristal oscuro
(The Dark Crystal)
1982. 
Jim Henson y Frank Oz

Milagro en Milán
(Miracolo a Milano)
1951. 
Vittorio De Sica

Benny & Joon
(Benny & Joon)
1993. 
Jeremiah S. Chechik

Amelie
(Le fabuleux destin d’Amélie Poulain)
2001. 
Jean-Pierre Jeunet

Enredados
(Tangled)
2010. 
Nathan Greno y Byron Howard

El libro de la selva
(Jungle Book)
1942. 
Zoltan Korda

La invención de Hugo
(Hugo)
2011. 
Martin Scorsese

Bagdad Cafe
(Out of Rosenheim)
1987. 
Percy Adlon

Babe, el cerdito valiente
(Babe)
1995. 
Chris Noonan

El fabuloso Andersen
(Hans Christian Andersen)
1952. 
Charles Vidor

Fin
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