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La mágica mujer que daba de comer a las palomas

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Érase una vez una maravillosa actriz llamada Jane Darwell que interpretaba en “Mary Poppins” su último papel para el cine…



Era tan, tan maravillosa esta actriz, y tan mágica, que su personaje ni siquiera tenía nombre. ¿Y es que acaso lo necesitaba?


En Los Ángeles, California, se estrenaba el 27 de agosto de 1964 una de las más mágicas películas de la gran pantalla.


El no menos mágico personaje de Mary Poppins era muy correctamente interpretado por Julie Andrews quien, a lo largo de la película, además, nos regalaba a través de su magistral voz canciones tan extraordinarias como Supercalifragilisticexpialidocious”, “Stay awake”, A spoonful of sugar”, “Jolly Holiday… 


… y “Feed the birds”, precioso tema musical que acompañaba a una de las más emotivas escenas del film.

Escrita por los también mágicos Robert y Richard Sherman, “Feed the birds (Tuppence a bag)” nos llegaba directamente al alma, y al corazón, no sólo por la exquisita voz de Julie Andrews, sino también por lo que nos transmitían su música y su letra.


Ésta era la canción favorita de Walt Disney del amplio repertorio de los hermanos Sherman. De hecho, cada vez que los visitaba, tan sólo tenía que decirles: “Play it” para que ellos supieran con certeza el tema que quería escuchar.



Nacida como Patti Mary Woodward en Palmyra (Missouri) el 15 de octubre de 1879, Jane Darwell hacía su debut como actriz teatral a los 33 años de edad, contando ya casi 40 en su primera aparición a toda pantalla en el aún silente 1913.


Jane pasaba sin ningún problema al cine sonoro, especializándose en personajes de madres o abuelas. Su interpretación más popular, por extraordinaria, fue la que nos regaló en “Las uvas de la ira” a través de su inolvidable Ma Joad, personaje que le valió un merecidísimo Oscar a la mejor actriz secundaria. También destacó en otros clásicos cinematográficos como “Las aventuras de Tom Sawyer”, “La pequeña vigía”, “Tierra de audaces”, “Lo que el viento se llevó”, “Incidente en Ox-Bow”, “Pasión de los fuertes” o “El último hurra”.

Cuando, en 1964, Jane recibía de la Walt Disney Productions la oferta de intervenir en “Mary Poppins”, llevaba ya cinco años retirada del mundo de la actuación y viviendo en Woodland Hills, California, en el Motion Picture Country Home. En un principio dijo que no…


… pero Disney la quería en su película, ¿verdad Walt?, y fue personalmente a visitarla… Y la convenció. La actriz, además, viajó al estudio de rodaje en una limusina que, al finalizar su escena, la llevó de vuelta a su hogar. Tras su preciosa intervención en “Mary Poppins”, Jane Darwell volvía a su retiro hasta el 13 de agosto de 1967, día en el que, muy tristemente, dejaba de latir su corazón.


... Ese mismo corazón que nos llegaba a emocionar en aquella maravillosa escena de “Mary Poppins”.

Conspiración de silencio

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El cineasta norteamericano Richard Brooks se presentaba como firme candidato a dirigir “Conspiración de silencio”, la que iba a convertirse en la siguiente película de la Metro Goldwyn-Mayer. De hecho, Brooks se encontraba ya trabajando con Millard Kaufman en el guión de este nuevo proyecto pero posteriores desavenencias le retiraban del mismo. Don Siegel, por su parte, consideraba este guión el mejor que había leído hasta la fecha e intentaba, sin éxito, ser elegido para dirigirlo. La MGM se lo ofrecía después a Richard Fleischer, pero éste se hallaba ocupado en esos momentos en la postproducción de “20.000 leguas de viaje submarino”. 


Y así llegaba “Conspiración de silencio” a manos de John Sturges… muy, muy afortunadamente. Tras las cámaras desde 1946, Sturges llevaba ya tras de sí títulos como “El signo de Aries”, “Mares de arena”, “El caso O’Hara” o “Fort Bravo”. Tras “Conspiración de silencio”, John nos regalaría su maestra dirección en otros clásicos como “Duelo de titanes”, “El viejo y el mar”, “El último tren de Gun Hill”, “Los siete magníficos”, “La gran evasión”, “La batalla de las colinas del whisky”, “La hora de las pistolas”, “Joe Kidd” o “Ha llegado el águila”. Grande, grande John Sturges.

El guión de “Conspiración de silencio” venía firmado por Millard Kaufman, Don MacGuire y Howard Breslin a partir de “Bad day at Hondo”, un relato corto escrito por el propio Breslin.


Spencer Tracy era el actor elegido para dar vida a John J. Mcreedy, el personaje principal de esta historia. Pero Tracy no estaba muy convencido de aceptar dicho papel. Sin embargo, la productora no quería que lo interpretara otro actor así que fue añadida al guión una característica muy especial del personaje, que en el relato original no era manco, pensando que un actor del calibre de Tracy no rechazaría un personaje con esa minusvalía… Y acertaron. 


La primera aparición de Spencer Tracy en un largometraje fue en 1930, dirigido por John Ford y compartiendo cartel con Humphrey Bogart, quien también aparecía por vez primera en un largometraje. Se llamó “Río arriba”, y a este título siguieron otros en la carrera de Tracy como “Veinte mil años en Sing Sing”, “La voz que acusa”, “Furia”, “San Francisco”, “Capitanes intrepidos” (maravilloso su Manuel), “Forja de hombres” (inolvidable su Padre Flanagan), “Edison, el hombre”, “La ciudad de los muchachos”…


Spencer había sido también ya visto en la gran pantalla con su media naranja, Katharine Hepburn, en “La mujer del año”, “La llama sagrada”, “Sin amor”, “Mar de hierba”, “El estado de la Unión”, “La costilla de Adán” o “La impetuosa”…


… y había aparecido además en otros títulos como “El padre de la novia”, “El padre es abuelo”, “La actriz” o “Lanza rota”.


Así que verle en “Conspiración de silencio” a través de una actuación tan… perfecta, no le podía ya chocar a nadie. Y es que Tracy nos regalaba una composición absolutamente extraordinaria de su personaje en esta película. Gracias, Spencer. 


William C. Mellor firmaba la fotografía que nos ambientaba en el pueblo de Black Rock. A toda pantalla desde 1934, William ya nos había mostrado su profesionalidad en títulos como “Hotel Imperial”, “El gran McGinty”, “Amor en conserva”, “Un lugar en el sol”, “Caravana de mujeres”, “Colorado Jim” o “Tres chicas con suerte”. Tras “Conspiración de silencio”, nos dejaría también su trabajo en “Gigante”, “Ariane”, “Vidas borrascosas”, “El diario de Ana Frank”, “Impulso criminal” o “La historia más grande jamás contada”. Palabras mayores William C. Mellor.

Al correcto montaje de Newell P. Kimlin y la dirección artística de Malcolm Brown y Cedric Gibbons


… se unía la muy apropiada banda sonora creada para esta película por el excelente compositor estadounidense André Previn, en el cine desde 1948, que había ya compuesto las bandas sonoras de “Kim de la India”, “Una chica de pueblo” (Small town girl) o “Tres chicas con suerte”. Tras “Conspiración de silencio”, Previn nos brindaba otras joyas musicales en títulos como “Siempre hace buen tiempo”, “Mi desconfiada esposa”, “Gigi”, “El fuego y la palabra”, “Uno, dos, tres”, “Los cuatro jinetes del apocalipsis”, “Irma, la dulce”, “Bésame, tonto” o “Rollerball”. 


Robert Ryan daba impecablemente vida en “Conspiración de silencio” a Reno Smith. Ryan debutaba a toda pantalla en 1940 y ya había sido visto por el público americano en títulos como “Policía Montada del Canadá”, “El límite es el cielo”, “Compañero de mi vida”, “Encrucijada de odios”, “El mejor de los malvados”, “Infierno en las nubes”, “La casa en la sombra” o “Colorado Jim”.


Ernest Borgnine llevaba a toda pantalla desde 1951 y tras de sí títulos hoy tan clásicos como “De aquí a la eternidad” (impresionante su “Fatso”), “Johnny Guitar”, “Demetrius y los gladiadores” o “Veracruz”. 


Borgnine, como cabía esperar en él, nos presentaba en “Conspiración de silencio” otro más de sus excepcionales personajes cinematográficos a través de su Coley Trimble. Muy grande, Borgnine. Inmenso. 


Lee Marvin debutaba en el cine en 1951 y ya había demostrado sus buenas dotes actorales en clásicos como “Los sobornados”, “Fiebre de venganza”, “Salvaje” o “El motín del Caine”.


En “Conspiración de silencio”, Lee daba vida a Hector David dejándonos una tremenda interpretación para la historia del cine. Grandísimo también Lee Marvin. 


Cuando apareció en “Conspiración de silencio”, Walter Brennan era ya todo un veterano de la gran pantalla, donde se inició en el aún silente 1925. Poco a poco se fue haciendo un rostro más que familiar para el espectador americano al intervenir en multitud de títulos cinematográficos entre los que se podrían destacar “El rey del jazz”, “El ciclón tejano”, “El hombre invisible”, “Noche nupcial”, “La novia de Frankenstein”, “Ciudad sin ley”, “Esos tres”, “Furia” (donde coincidía con Spencer Tracy), “Rivales”, “Las aventuras de Tom Sawyer” (maravilloso su Muff Potter), “El vaquero y la dama”, “Kentucky”, “La historia de Irene Castle” y otros dos títulos en los que también compartía cartel con Spencer: “El explorador perdido” y “Paso al Noroeste”.


Walter ya nos había dejado también grandísimas interpretaciones en otros títulos como “El forastero” (inolvidable su Roy Bean), “Juan Nadie”, “El sargento York” o “El orgullo de los Yankees” (en todas ellas junto a su buen amigo Gary Cooper). Y también habían brillado ya sus interpretaciones en “Aguas pantanosas” (como un extraordinario Tom Keefer), “Los verdugos también mueren”, “Tener y no tener” (ay, ese Eddie), “Pasión de los fuertes” (grandísimo como Pa Clanton), “Río Rojo” (fabuloso como Nadine Groot), “El mejor de los malvados” (donde coincidía con Robert Ryan), “Tierras lejanas” (como el entrañable Ben Tatum)…


… En fin. Que a nadie le extrañó el que Walter diera vida en “Conspiración de silencio” a Doc Velie, su personaje, de esa manera tan natural, tan auténtica, tan profesional… tan Brennan. 


Dean Jagger interpretaba el papel de Tim Horn, el sheriff de Black Rock. En el cine desde 1929, Dean había sido ya visto por el público americano en un buen número de títulos cinematográficos, algunos de ellos tan clásicos como “Sublime engaño”, “Espíritu de conquista”, “La estrella del norte”, “Driftwood”, “Almas en la hoguera”, “La túnica sagrada”, “La torre de los ambiciosos” o la entonces muy reciente “Navidades Blancas”. 


Russell Collins era, en “Conspiración de silencio”, el señor Hastings, el telegrafista. En el cine desde 1935, y alternándolo con la pequeña pantalla, llevaba ya tras de sí títulos cinematográficos como “Mares de arena”, “Niágara” o “La bella del Pacífico”. 


Anne Francis daba vida a Liz Wirth. Anne había debutado como actriz en la gran pantalla en 1947 y, tras aparecer en “Summer holiday” y “Jennie”, se fue haciendo también rostro conocido a través de series de la pequeña pantalla que alternaba con otros títulos cinematográficos como “Revuelta en Haití” o “Un león en las calles”.


John Erickson interpretaba a Pete, el hermano de Liz. John se inició como actor en la pequeña pantalla en 1950 y tan sólo llevaba cuatro títulos cinematográficos cuando fue elegido para “Conspiración de silencio”. Tras este título fue visto principalmente en series de la pequeña pantalla, con alguna esporádica incursión en el cine en películas como “Duelo de reyes” o ”La bruja novata”.


Y Walter Sande era Sam, el dueño del bar de Black Rock. Sande llevaba a toda pantalla desde 1938 y ya había sido visto por el público americano en títulos como “Ocho mujeres y un crimen”, “El gran vals”, “Caballero sin espada”, “Espejismo de amor”, “Ciudadano Kane”, “El sargento York”, “Tener y no tener”, “El caballero del Oeste”, “Un lugar en el sol” o “Apache”. 

Completaban el magnífico reparto otros nombres como Walter Beaver, Billy Dix, Mickey Little, K.L. Smith, Robert Griffin, Harry Harvey, Bobby Johnson o Francis McDonald. 


Producción de Dore Schary para Metro-Goldwyn-Mayer, “Conspiración de silencio” (Bad day at Black Rock) era estrenada el 7 de enero de 1955

La película recibió diversos premios y nominaciones. Sin embargo, los Oscar tan sólo la distinguieron con tres candidaturas: mejor director, mejor actor (Spencer Tracy) y mejor guión.


Eso sí, Spencer Tracy se llevó el premio al mejor actor en el Festival de Cannes por su extraordinaria interpretación. 




Y cerramos este recorrido con algunas curiosidades de “Conspiración de silencio”. Como el que la película se fuera a llamar, en un principio, “Bad day at Hondo”, como el relato original, pero luego se resolviera cambiar el nombre del pueblo por estar demasiado reciente el estreno de “Hondo” (1953), protagonizada por John Wayne. 

O que, en el original, Mcreedy (el personaje de Tracy) demostrara su habilidad con una pistola Beretta y en la película se cambiara esto por su maestría en el judo. O que, durante el rodaje, Spencer tuviera dificultad para encender una cerilla con una sola mano y le pidiera a Sturges, el director, permiso para utilizar para ello un encendedor Zippo


O como el que la escena de apertura del film, rodada desde un helicóptero, fuera añadida con posterioridad al visionado de la película por el primer público. 

Imposible mejor principio para ese final, o viceversa, en esta, sin duda, pequeña gran joya de la historia del cine. 


Amigos en la gran pantalla

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Sam y Frodo.
Y Aragorn, Gandalf, Legolas, Boromir, Gimli, Pippin y Merry
Trilogía “El Señor de los Anillos
(The Lord of the Rings Trilogy. 2001, 2002 y 2003. Peter Jackson)

Ed y Bela
(Ed Wood. 1994. Tim Burton)

Tank, Frank, Hawk y Jerry
(Space cowboys. 2000. Clint Eastwood)

Louise y Thelma
Thelma y Louise
(Thelma & Louise. 1991. Ridley Scott)

Howdy y Ben
Los desbravadores
(The rounders. 1965. Burt Kennedy)

Sarah, Roger, Andrew, Mary, Maggie y Carol,
los amigos de Peter Morton
Los amigos de Peter
(Peter’s friends. 1992. Kenneth Branagh)

Peachy y Daniel
El hombre que pudo reinar
(The man who would be king. 1975. John Huston)

Jasmin y Brenda
Bagdad Café
(Bagdad Cafe. 1987. Percy Adlon)

Samantha, Teeny, Chrissy y Roberta
Amigas para siempre
(Now and then. 1995. Lesli Linka Glatter)

El Coronel y Juan Nadie
Juan Nadie
(Meet John Doe. 1941. Frank Capra)

Ouiser, Clairee, M’Lynn, Shelby, Annelle y Truvy
Magnolias de acero
(Steel magnolias. 1989. Herbert Ross)

Socio y Ben
La leyenda de la ciudad sin nombre
(Paint your wagon. 1969. Joshua Logan)

Gordie, Chris, Teddy y Vern
Cuenta conmigo
(Stand by me. 1986. Rob Reiner)

Dodger y Oliver
Oliver
(Oliver! 1968. Carol Reed)

Boss y Charley
(Open Range. 2003. Kevin Costner)

Stan, Axel, Michael, Steven, Nick y John
El cazador
(The deer hunter. 1978. Michael Cimino)

Willie y Marty.
Y Darian, Gina, Tommy, Paul, Andera y Sharon
(Beautiful girls. 1996. Ted Demme)

Chunk, Stef, Andy, Brand, Data, Mouth y Mikey
Los Goonies
(The Goonies. 1985. Richard Donner)

Sundance y Butch
Dos hombres y un destino
(Butch Cassidy and the Sundance Kid. 1969. George Roy Hill)

Merry y Liz
Ricas y famosas
(Rich and famous. 1981. George Cukor)

Elliott y E. T. Y Gertie
E.T., el extraterrestre
(E. T. the Extra-Terrestrial. 1982. Steven Spielberg)

Birdy y Al
(Birdy. 1984. Alan Parker) 

Einar y Mitch
Una vida por delante
(An unfinished life. 2005. Lasse Hallström)

Totoro y Mei. Y Satsuki. Y el Gatobús
Mi vecino Totoro
(Tonari no Totoro. 1988. Hayao Miyazaki)

Sarah, Harold, Chloe, Nick, Sam,
Meg, Michael y Karen
Reencuentro
(The big chill. 1983. Lawrence Kasdan)

Mario (y Pablo Neruda)
El cartero (y Pablo Neruda)
(Il postino. 1994. Michael Radford)

Han y Chewbacca
Trilogía “Star Wars
(Star Wars Trilogy. 1977, 1980 y 1983)

Idgie y Ruth…

… Evelyn y Ninny
Tomates verdes fritos
(Fried green tomatoes. 1991. Jon Avnet)

Alfredo y Totò
Cinema Paradiso
(Nuovo Cinema Paradiso. 1988. Giuseppe Tornatore)

Marcelino y… Dios
(Marcelino Pan y Vino. 1955. Ladislao Vadja)


La amistad es un alma que habita en dos cuerpos;
un corazón que habita en dos almas
(Aristóteles)

Harold y Maude

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“Yo no he vivido. He muerto varias veces”


El genuino Harold Chasen nos era presentado en esta historia a través del neoyorkino Bud Cort, quien había debutado en 1967 como actor a toda pantalla en “Contra corriente”, apareciendo después en diversas series de televisión y en otros títulos cinematográficos como “Noches en la ciudad”, “M.A.S.H.” o “El volar es para los pájaros”.




Bud nos ofrecía una extraordinaria creación de su peculiar personaje en “Harold y Maude”. Tras esta más que notable interpretación continuó apareciendo en la gran pantalla en otros títulos como “Los amantes de María”, “Heat”, “Dogma”, “El bar Coyote”, “Pollock”… y en un buen número de series televisivas.

“A mí me gustaría convertirme en un girasol, son tan altos y tan sencillos… ¿A ti qué flor te gustaría ser?”

Ruth Gordon nos regalaba una maravillosa composición de Maude, su mágico personaje en esta historia. 


Ruth aparecía ya en películas mudas de 1915 como “Madame Butterfly” o “Camille”, haciendo su debut en Broadway con la obra “Peter Pan” y pasando en los escenarios los siguientes veinte años de su carrera como actriz.


Volvía después a la pantalla en títulos como “Lincoln en Illinois” o “La mujer de las dos caras”. Y con su marido Garson Kanin comenzaba a escribir obras de teatro, colaborando los dos, más adelante, en algunos guiones de películas de Katharine Hepburn y Spencer Tracy como “La costilla de Adán” o “La impetuosa”. Hacia mediados de los años 60, Ruth volvía a la actuación cinematográfica en títulos como “La rebelde”, “La semilla del diablo”, “¿Qué fue de tía Alice?” o “¿Dónde está papá?”. 




Tras su soberbia interpretación en “Harold y Maude”, Ruth apareció en diversas series de televisión y en otros títulos cinematográficos como “Duro de pelar”, “La gran pelea” o “Maxie”.


Harold y Maude” suponía el segundo título tras las cámaras en la carrera del norteamericano Hal Ashby. Tras “Harold y Maude” llegarían a su filmografía como director otros títulos como “El último deber”, “Shampoo”, “Esta tierra es mi tierra”, “El regreso”, “Bienvenido, Mr. Chance” y “Ocho millones de maneras de morir”. 


Harold y Maude” suponía también el primer guión cinematográfico en la carrera de Colin Higgins, guión que se basaba en lo que fue en su día su tesis de la universidad. Después llegarían para Colin otros trabajos como guionista en títulos como “El expreso de Chicago”, “Juego peligroso”, “Cómo eliminar a su jefe” o “La casa más divertida de Texas”.


La británica Vivian Pickles daba sensacionalmente vida en “Harold y Maude” a Mrs. Chasen, la superficial madre de Harold. Rostro más conocido por la pequeña pantalla gracias a un buen número de series y telefilmes, Vivian ya había sido también vista en el cine en títulos como “Domingo, maldito domingo” o “Nicolás y Alejandra”.


Cyril Cusack interpretaba a Glaucus, artista y amigo de Maude. Cyril llevaba en el cine desde mediados de los años 30, si bien había aparecido ya en la gran pantalla con tan sólo 8 años en la aún silente “Knockagow” de 1918. Antes de “Harold y Maude”, Cyril había participado también en clásicos como “Larga es la noche”, “La isla perdida”, “El libertador”, “El jardinero español”, “El espía que surgió del frío”, “Retorno al pasado”, “La mujer indomable” o “Sacco y Vanzetti”. 


Charles Tyner era el tío Victor. A toda pantalla desde 1959, Tyner había aparecido ya en varias series televisivas y diversos títulos cinematográficos como “Punto límite”, “Lilith”, “La leyenda del indomable”, “La noche de los gigantes”, “Los rateros”, “El club social de Cheyenne” o “Casta invencible”.


Y Tom Skerritt nos regalaba una curiosa intervención como policía motorizado. Tom hacía su debut cinematográfico en 1962 compartiendo cartel con Robert Redford y Sydney Pollack en “War hunt”, para combinar después una gran cantidad de apariciones en series televisivas con otros títulos cinematográficos como “Those Calloways”, “M.A.S.H.” o “Dos hombres contra el Oeste”.


La fotografía de “Harold y Maude” corría a cargo de John A. Alonzo, norteamericano procedente del mundo del documental que ya se había asomado como actor en algunas series televisivas. Antes de “Harold y Maude”, John firmó la fotografía de “Mamá sangrienta” y “Punto límite: cero”, después firmaría la de “Chinatown”, “Dos pillos y una herencia”, “Adiós, muñeca”, “Los picarones”, “Norma Rae”, “Tom Horn”, “El trueno azul”, “El precio del poder”, “Magnolias de acero”, “Asuntos sucios” o “El arpa de hierba”.


La banda sonora de “Harold y Maude” incluía una serie de temas de Cat Stevens como “Where do the children play?”, “On the road to find out”, “Don’t be shy”, “Tea for the tillerman”, “Miles from Nowhere”… Y, por supuesto, “If you want to sing out, sing out”.

Completaban el sensacional reparto de esta película Eric Christmas (como el sacerdote), G. Wood (como el psiquiatra de Harold), Ellen Geer (Sunshine Doré), Judy Engles (Candy), Shari Summers (Edith)…


… el propio Hal Ashby en una pequeña aparición en la escena del parque de atracciones…


… o el mismísimo Cat Stevens en una también breve intervención en uno de los entierros a los que asisten Harold y Maude.


Producida por Colin Higgins para la Paramount Pictures, “Harold y Maude” (Harold and Maude) era estrenada en Estados Unidos el 20 de diciembre de 1971.

Tan sólo obtuvo dos nominaciones a los Globos de Oro: a mejor actriz (Ruth Gordon) y a mejor actor (Bud Cort), siendo Bud también nominado en los Premios Bafta al mejor actor promesa. Más adelante, en 1974, la película fue galardonada con la Espiga de Oro en la Seminci (Semana Internacional de Cine de Valladolid).

Y no, no nos vamos sin apuntar algunas curiosidades. Sí, a mí también me gustan. Como el que Henry Dieckoff, que interpreta en esta historia al mayordomo de la señora Chasen, fuera el mayordomo real de Rose Court Mansion (Hillsborough, California), lugar que sirvió como escenario de la mansión Chasen que aparece en esta película. 


O que Harold y su psiquiatra fueran a juego en la ropa, incluso en la corbata. O que en la escena en la que Harold y Maude se suben en la moto del policía, Bud se golpeara accidentalmente en la cabeza con una pala siguiendo adelante como si nada para no tener que cortar el rodaje.


O que Bud improvisara más de una reacción de su personaje, como en la escena en la que, junto a su madre, mira a cámara. O que en todas y cada una de las escenas en las que Maude conduce un coche, éste fuera en realidad remolcado porque Ruth no sabía conducir.




Y ya no os cuento más. Porque “Harold y Maude” es de esas películas que no se deben contar… porque se deben ver. 

Tiende los brazos, corre el riesgo. Aunque sufras, pero… vive lo más que puedas. Adelante, siempre. Dame una ‘v’, dame una ‘i’, dame una ‘v’, dame una ‘e’… vive… ¡vive! Si no, no tendrás de qué hablar con los amigos…
(Maude en “Harold y Maude”)


A deWitt.
If you want to sing out, sing out…

Vidas cruzadas

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En 1993, el escritor estadounidense Raymond Carver publicaba “Short Cuts: Selected stories”…


… una interesante antología de relatos que impulsó a Robert Altman a su adaptación al cine a partir de un guión escrito por Frank Barhydt y el propio Altman. 


El director norteamericano Robert Altman se inició tras las cámaras en 1951 en el mundo del documental, en 1952 en el del cortometraje cinematográfico y en 1953 en el de las series televisivas, alternando los tres géneros hasta su debut en la dirección de largometrajes, en 1957 y con “The delinquents”, continuando después en el medio televisivo hasta 1967, año en el que dirigió el largometraje de ciencia ficción “Cuenta atrás” protagonizado por James Caan y Robert Duvall. 


Llegarían ya después otros títulos como “M.A.SH.”, “El volar es para los pájaros”, “Los vividores”, “Un largo adiós”, “California Split”, “Nashville”, “Buffalo Bill y los indios”, “Tres mujeres”, “Quintet”, “Popeye”, “Locos de amor” o “El juego de Hollywood” antes de “Vidas cruzadas”. Más que curiosa la filmografía como director de Robert Altman, que completaría luego con otras películas como “Pret-a-porter”, “Kansas City”, “Conflicto de intereses”, “Cookie’s fortune”, “El Dr. T y las mujeres”, “Gosford Park”, “The Company”… Y “El último show”, su último título como director, y de nuevo con un buen reparto coral. 

Ann Finnigan


Andie MacDowell nos presentaba en “Vidas cruzadas” a su encantadora Ann Finnigan.


Andie iniciaba su carrera en el cine en 1984 en “Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos”, y el público americano ya la había visto en otros títulos cinematográficos como “St. Elmo, punto de encuentro”, “Sexo, mentiras y cintas de video”, “Matrimonio de conveniencia”, “Objeto de seducción”…


… “El gran halcón”, “El juego de Hollywood”, “Ruby Cairo” y “Atrapado en el tiempo”.

Howard Finnigan


Bruce Davison daba vida a Howard Finnigan. Bruce llevaba en el cine desde 1969 y había aparecido ya en títulos como “Jerusalén”, “La venganza de Ulzana”, “Objetivo: Patton”, “Alto riesgo”…


… “La pasión de China Blue”, “Lies”, “Espías como nosotros” o “Compañeros inseparables”. También era ya rostro conocido por la serie televisiva “Harry y los Henderson”.

Paul Finnigan


Jack Lemmon nos regalaba a su extraordinario Paul Finnigan.


Para entonces ya toda una leyenda de la gran pantalla, Jack había comenzado en 1949 su carrera como actor en series televisivas, debutando en el cine en 1954, a las órdenes de George Cukor y junto a Judy Holliday, en “Una rubia fenómeno”. Llegarían luego otros tantos clásicos como “Escala en Hawaii”, “Con faldas y a lo loco”, “El apartamento”, “Días de vino y rosas”, “Irma, la dulce”, “La carrera del siglo”, “En bandeja de plata”, “La extraña pareja”, “Primera plana”… Qué lujo, Jack.


Y, después, “El síndrome de China”, “Desaparecido”, “Mi padre”, “JFK (Caso abierto)” o “Éxito a cualquier precio (Glengarry Glen Ross)” antes de su inolvidable intervención en “Vidas cruzadas”.

Casey Finnigan


Zane Cassidy era Casey Finnigan, su primera experiencia como actor con tan sólo 9 años de edad. Tras “Vidas cruzadas”, Zane aparecería tan sólo en algún episodio de serie televisiva, convirtiéndose después en especialista de acción cinematográfica. 

Marian Wyman


Julianne Moore interpretaba a Marian Wyman. Tras aparecer en alguna serie televisiva, Julianne debutaba en el cine en 1990 en “El gato infernal”…


… y había sido vista ya por el público americano en otros títulos cinematográficos como “La mano que mece la cuna”, “El cuerpo del delito”, “Benny & Joon” o “El fugitivo”.

Ralph Wyman


Matthew Modine nos ofrecía en “Vidas cruzadas” a su correcto Ralph Wyman. Matthew había debutado a toda pantalla en 1983, bajo la dirección de John Sayles y con “Baby it’s you”, y había aparecido ya en películas como “Escuela privada… para chicas”, “Desechos”, “El hotel New Hampshire”…


… la maravillosa “Birdy”, “Mrs. Soffel”, “Loco por ti”, “La chaqueta metálica”, “Un ángel caído”, “Juegos prohibidos de una dama”, “Casada con todos“, “Pobre o por vocación”, “Memphis Belle”, “De repente, un extraño”, “La fuerza del viento” y “Equinox”.

Claire Kane


Anne Archer era Claire Kane. Tras asomarse a diversos episodios de series de la pequeña pantalla, Anne debutaba en el cine en 1972 con “Los centauros”…


… título tras el cual continuó moviéndose principalmente en el mundo televisivo con alguna que otra incursión cinematográfica como “La oculta mano del crimen”, “La cocina del infierno”, “Rescaten el Titánic” o “A cara descubierta”. Después llegarían para ella “Atracción fatal”, “Testigo accidental”, “Juego de patriotas” o “El cuerpo del delito”.

Stuart Kane


Fred Ward daba vida a Stuart Kane. En el cine desde 1974, Fred ya había aparecido en títulos como “Fuga de Alcatraz”, “Elegidos para la gloria”, “Silkwood”, “Más allá del valor”, “Remo, desarmado y peligroso”…


… “Temblores”, “Camino de retorno”, “Henry & June”, “El juego de Hollywood”, “Ciudadano Bob Roberts” y “Equinox”.

Sherri Shepard


Madeleine Stowe nos presentaba a Sherri Shepard. Tras aparecer en diversos episodios de series televisivas, Madeleine debutaba en el cine en 1981 en “Guerra de gángsters” y ya había sido vista también en títulos como “Procedimiento ilegal”…


… “Tres camas para un soltero”, “Revenge”, “Los dos Jakes” o “El último mohicano”.

Gene Shepard


Tim Robbins nos regalaba a su impecable Gene Shepard. Tim iniciaba en 1982 su carrera como actor en la pequeña pantalla en distintos episodios de series televisivas. Y en 1984 debutaba en el cine en “Jóvenes comandos”…


… título al que siguieron otros como “Juegos de amor en la universidad”, ”Top Gun”, “Cinco esquinas”, “Los búfalos de Durham”, “Erik el vikingo”, “La escalera de Jacob”, “El juego de Hollywood” o “Cuidadano Bob Roberts” antes de su excelente interpretación en “Vidas cruzadas”.


Walt Lloyd se hacía cargo de la fotografía de “Vidas cruzadas”. Debutó a toda pantalla en 1986 con “Los centinelas”, y ya nos había brindado las imágenes de otros títulos cinematográficos como “Sexo, mentiras y cintas de vídeo”, “Rebelión en las ondas”, “Zandalee” o “Kafka, la verdad oculta”.

Lois Kaiser


Jennifer Jason Leigh nos regalaba su composición de Lois Kaiser. Jennifer había debutado como actriz en 1976 y ya era rostro conocido por diversas series televisivas y por títulos cinematográficos como “Objetivo mortal”, “Los señores del acero”, “Carretera al infierno”…


… “Corazón de medianoche”, “Última salida Brooklyn”, “Llamaradas” o “Mujer blanca soltera busca…”.

Jerry Kaiser 


Chris Penn interpretaba a Jerry Kaiser. Tras debutar en la gran pantalla en 1979, Chris había ya aparecido en títulos cinematográficos como “La ley de la calle”, “Footloose”, “El jinete pálido”, “Hombres frente a frente”…


… “Chicos Made in USA”, “El imperio del mal”, “Reservoir Dogs” o “La música del azar”.

Bill Bush


Robert Downey, Jr. era para nosotros Bill Bush. Robert había debutado a toda pantalla en 1970 en “Pound” y ya había sido visto por el público americano en títulos como “Un extraño en casa”, “La mujer explosiva”, “Golpe al sueño americano”, “Johnny Superstar”, “El cielo se equivocó”…


… “Air America”, “Escándalo en el plató”, su maravilloso “Chaplin” o “Corazones y almas”.

Honey Bush


Lili Taylor daba vida a Honey Bush. Lili inició su carrera en el cine en 1988 con “La loca aventura del matrimonio” y ya había aparecido en otros títulos como “Mystic Pizza”…


… “Nacido el cuatro de julio“, “El despertar de un ángel” o “El sueño de Arizona.

Earl Piggot


Tom Waits era Earl Piggot. Músico y cantante, Tom había debutado como actor en 1978 con “La cocina del infierno” y ya había sido también visto en otros títulos como “Lobos humanos”, “Corazonada”, “Rebeldes”…


…“La ley de la calle”, “Cotton Club”, “Tallo de hierro”, “Los dos Jakes”, “El rey pescador” o “Drácula de Bram Stoker”. 

Doreen Piggot


Lily Tomlin interpretaba a Doreen Piggot. Lily debutaba a toda pantalla, dirigida por el propio Robert Altman en 1975, en “Nashville”, si bien ya era rostro conocido por la pequeña pantalla gracias a diversos programas de corte cómico de televisión.


Y por otros títulos cinematográficos como “El gato conoce al asesino”, “Cómo eliminar a su jefe”, “Dos veces yo”, “Ensalada de gemelas”, “Sombras y niebla” o “El juego de Hollywood”.

Betty Weathers


Frances McDormand nos presentaba a Betty Weathers. Frances había debutado en el cine en 1984 con “Sangre fácil”, título al que habían seguido otros como “Arizona Baby”…


… “Arde Mississippi”, “Muerte entre las flores”, “Darkman”, “Barton Fink” o “Una bruja en Nueva York”.

Stormy Weathers


Peter Gallagher interpretaba a Stormy Weathers. En el cine desde 1980, Peter había sido ya visto en diversas series de televisión y en títulos cinematográficos como “Un amor de verano”, “El hotel de los fantasmas”…


… “Sexo, mentiras y cintas de video”, “El juego de Hollywood” o “Ciudadano Bob Roberts”. 

Tess Trainer


Annie Ross era para nosotros Tess Trainer. Cantante de jazz que había debutado en el cine en 1943 en “Presenting Lili Mars”, interpretando a la hermana del personaje de Judy Garland…


… Tess apareció más adelante en diversas series televisivas y otros títulos cinematográficos como “Salon Kitty”, “Yanquis”, “Superman III”, “Tira a mamá del tren” o “Rebelión en las ondas” antes de su más que correcta intervención en “Vidas cruzadas”.

Zoe Trainer


Lori Singer daba vida a Zoe Trainer. Tras hacerse un rostro muy popular en 1982 gracias a su violoncelista Julie Miller de la serie televisiva “Fama”, Lori debutaba en el cine en 1984 en “Footloose”…


… y ya había sido vista también en otros títulos cinematográficos como “El juego del halcón”, “El hombre con un zapato rojo”, “Inquietudes”, “Warlock, el brujo” o “Equinox”.


Mark Isham firmaba la banda sonora de “Vidas cruzadas”. Desde que iniciara su carrera a toda pantalla en 1983 con “Los lobos no lloran”, Mark nos había demostrado ya su gran maestría musical en otros títulos cinematográficos como “Mrs. Soffel”, “Inquietudes”, “Carretera al infierno”, “Hecho en el cielo”, “Los modernos”, “El misterio Von Bulow”, “El pequeño Tate” o “El río de la vida”.

Andy Bitkower


Lyle Lovett daba vida a Andy Bitkower. Cantante y compositor nacido en Texas que ya había sido dirigido por Robert Altman el año anterior en “El juego de Hollywood” y un año después de “Vidas cruzadas” en “Pret-a-porter” y “Cookie’s fortune”…


…Lyle también tuvo a bien cantarnos, en 1995 y junto a Randy Newman, el pegadizo “You’ve got a friend in me” de “Toy Story”.

Gordon Johnson


Buck Henry interpretaba en “Vidas cruzadas” a Gordon Johnson. También guionista de un buen número de episodios de series televisivas y de títulos cinematográficos como “El graduado“, “Trampa 22”, “¿Qué me pasa, doctor?” o “Todo por un sueño”, Buck debutaba como actor en la gran pantalla en 1964 en “The troublemaker”…


… apareciendo después en otros muchos títulos cinematográficos como “El graduado”, “Comando secreto”, “Trampa 22”, “El cielo puede esperar”. 

Vern Miller


Huey Lewis era Vern Miller. Músico y cantante que había ya aparecido en la gran pantalla en “Regreso al futuro”…


… Huey Lewis ha continuado asomándose a la gran y pequeña pantalla tras “Vidas cruzadas”. 

Completaba este sensacional reparto Joseph C. Hopkins y Josette Maccario como Joe y Josette Kaiser, Cassie Friel, Dustin Friel y Austin Friel como Sandy, Will y Austin Shepard, Jarrett Lennon como Chad Weathers… Y Danny Darst, Darnell Williams, Michael Beach, Andi Chapman, Deborah Falconer, Susie Cusack…


Producción de Cary Brokaw para Spelling Films International, “Vidas cruzadas” (Short cuts) fue estrenada el 5 de septiembre (qué buena fecha) de 1993 en el Festival de Cine de Venecia y ya más adelante, el 1 de octubre, en Italia. 

Entre muchos otros premios y nominaciones “Vidas cruzadas” obtuvo un Premio Especial en los Globos de Oro al mejor reparto coral, merecidísimo, sin duda, siendo también nominada en estos galardones a mejor guión. Los Premios Oscar tan sólo la nominaron en la categoría de mejor director. 

En el Festival de Venecia la película fue distinguida con el León de Oro (compartido con “Tres colores: Azul”), Robert Altman con el Pasinetti Award y el magnífico reparto con la Copa Volpi. Los Independent Spirit Awards la galardonaron como mejor película, director y guión, siendo también aquí nominada Julianne Moore como mejor actriz secundaria. El Instituto Sueco de Cine la premió como mejor película extranjera en sus Guldbagge Awards. Y fue nominada en esta misma categoría en los franceses Premios César

Y… lo sé, lo sé, no os es suficiente con el detallado análisis del reparto. Queréis, además, que os añada curiosidades de la película. Pues vamos allá…


Lori Singer y Annie Ross, como buenas artistas, interpretaron ellas mismas sus respectivos temas. Su historia no aparecía en los originales relatos de Raymond Carver sino que fue ideada por el propio Robert Altman. Y hubo una escena en concreto de la película, la de los amigos pescadores que incordian a la camarera del bar, que se tomó directamente de otra novela: “Open Season” de David Osborne. 

Las conversaciones telefónicas que sostenía en esta historia Jennifer Jason Leigh eran textualmente idénticas a las que ella escuchó cuando se preparaba para el papel. Por su parte, Madeleine Stowe rechazó el primer personaje que le ofrecieron de esta película: el que más adelante aceptaría Julianne Moore.






Vidas cruzadas” fue rodada en diez semanas, siendo cada historia filmada en divisiones semanales. 

Seis cinematográficas almas para un literario corazón

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Esta preciosa imagen de “Matar a un ruiseñor” me ha dado la idea de la entrada que os disponéis a leer ahora. Justo es, pues, que inicie con ella la misma que, todo hay que decirlo, estoy escribiendo de manera absolutamente improvisada. Sí, mis queridos espectadores, os encontráis ante una cien por cien espontánea entrada Clementine.

“Los ruiseñores no hacen otra cosa que música para nuestro disfrute. No se comen las cosechas, no anidan en nuestros graneros, no hacen otra cosa que cantar con el corazón para nosotros. Por eso es un pecado matar a un ruiseñor”


En 1960, la escritora estadounidense Harper Lee brindaba a la historia de la literatura la publicación de una maravillosa novela llamada “To kill a mockingbird” (Matar a un ruiseñor). Novela que, convertida rápidamente en best seller (vendió en su lanzamiento 30 millones de copias), otorgó al año siguiente a su autora el Premio Pulitzer


Dos años después, esta novela era adaptada al cine bajo la impecable dirección del también estadounidense Robert Mulligan, quien ya llevaba tras las cámaras desde 1957. Mulligan le imprimía a la película la misma sensiblidad que se desprendía de la novela. Fue nominado al Oscar por su trabajo.

Harper Lee accedía a llevar su novela a la gran pantalla pero no así a adaptar el guión cinematográfico…


… del que se hacía cargo el dramaturgo y guionista estadounidense Horton Foote, quien a punto estuvo de no aceptar por miedo a no hacerle justicia a la novela. Foote nos regalaba uno de los más mágicos guiones de cine y era premiado con un Oscar.

“No había nadie capaz de explicar las cosas con tanta claridad como Atticus. Y aunque esa cualidad suya no nos sirviera para despertar la admiración de nuestros amigos, Jem y yo teníamos que admitir que en eso era un maestro”

Harper ponía como condición principal para esta adaptación cinematográfica que fuera el actor Gregory Peck, y no otro, el que diera vida a Atticus Finch. Así que a él le fue enviado el guión…

“Sobre todo sentí que era un personaje con el que me podía identificar, que sería capaz de ponerme en su lugar y de andar con sus zapatos”


El personaje de Atticus estaba basado en el padre de Harper, un abogado de Monroeville (Alabama). Gregory fue muy merecidamente galardonado con un Oscar por su maravillosa interpretación.

“Atticus, Jem dice que algún día este reloj le pertenecerá… Y a mí, ¿qué me vas a dar?”

Hollywood buscaba a una niña sureña que pudiera dar vida a Jean Louis “Scout” Finch, la protagonista de “Matar a un ruiseñor”. Y en Birmingham, Alabama, encontraban a Mary Badham, una niña de diez años sin ninguna experiencia anterior como actriz.

“Yo debía hacer una película con un hombre llamado Gregory Peck,
que sería mi padre durante un tiempo”


Mary fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria y obtuvo el Golden Laurel a la mejor actriz en los Laurel Award por su extraordinaria composición de Scout.

Matar a un ruiseñor” significaba también el debut cinematográfico de Robert Duvall, hasta entonces tan sólo actor televisivo El guionista Horton Foote conocía a Duvall por su trabajo en la pequeña pantalla. Su elección no pudo ser más acertada.


Sin emitir una sola palabra, Robert conseguía transmitirnos toda la magia de Boo Radley, su maravilloso personaje. Un personaje y una actuación para la historia del cine.

La dirección, los diálogos y la interpretación venían acompañados por una de las más emotivas bandas sonoras de la gran pantalla…


… un conjunto de preciosas y envolventes notas musicales firmadas por el extraordinario compositor neoyorkino Elmer Bernstein, a toda pantalla desde 1951. Bernstein unía su sensibilidad a todas y cada una de las que participaban en la película.


Una de las mejores adaptaciones de un libro jamás hecha
(Harper Lee)

RICHARD ATTENBOROUGH

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Un apasionado de todo lo que le rodeaba,
ya fuera trabajo, amigos o familia
(Steven Spielberg)

Como Richard Samuel Attenborough nacías en Cambridge (Cambridgeshire, Inglaterra) el 29 de agosto de 1923.

John, David y Richard Attenborough

Eras el mayor de los tres hijos de Frederick Attenborough, rector del University College de Leicester, y Mary Clegg.

A los doce años te iniciabas en la interpretación, consiguiendo a los 17 una beca Leverhulme que te permitía asistir a la Royal Academy of Dramatic Art de Londres. Y con 18 años debutabas profesionalmente junto a tu hermano David.


Te asomabas por vez primera a la gran pantalla en 1942, bajo la dirección de David Lean y Noel Coward (también autor del guión) en “Sangre, sudor y lágrimas”, donde dabas vida a un joven fogonero.

Venían después otros tantos títulos entre los que se encontraban “A vida o muerte” o “Dancing with crime”…


… y llegaba así tu primer personaje relevante, Pinkie Brown, el protagonista de “Brighton Rock”, hoy ya clásico del cine que estaba basado en la novela homónima de Graham Greene.


Tras servir en la Real Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial, en 1945 contraías matrimonio con Sheila Sim, actriz inglesa con la que…


… unos años después, en 1952, formarías el reparto original de “La ratonera”, obra estrenada en Londres y basada en “The mousetrap”, de Agatha Christie.


 


Sheila y tú, tú y Sheila compartiríais también vuestra vida futura. Qué maravilla.

Volvemos a tu carrera cinematográfica, Richard. Otros muchos títulos, entre los que se encontraban “Salida al amanecer”, “Brothers in law” o “Comando de la muerte”…



… te llevaban a 1960 y a tu primera producción cinematográfica, “Amargo silencio”, título en el que también aparecías como actor en el papel principal de Tom Curtis. Y a tu Lexy, junto a Jack Hawkins y Nigel Patrick y bajo la dirección de Basil Dearden, de “Objetivo: banco de Inglaterra”.

Aparecías después en un pequeño papel en “Cuando el viento silba”, tu segunda producción para la gran pantalla…



… en “Juego para dos”, junto a Peter Sellers, y en “Noche de pesadilla”, de nuevo dirigido por Basil Dearden.

En 1962 comenzabas a acariciar el proyecto de producir y dirigir una película sobre la vida de Mahatma Gandhi….

Y en 1963, bajo la maestra dirección de John Sturges, debutabas en el cine americano muy bien acompañado en el reparto por figuras de la talla de Steve McQueen, James Coburn, James Garner, Donald Pleasence, Charles Bronson y un larguísimo y extraordinario etcétera…


… dando maravillosamente vida a Barlett ‘Big X’, tu inolvidable personaje de “La gran evasión”. Un personaje y una actuación para la historia del cine.




Luego llegaban para ti otros clásicos como “Plan siniestro”, “El vuelo del Fénix” o “El Yang-Tsé en llamas”.

Y otros títulos como “El extravagante doctor Dolittle”, “El código de los inmorales”, “Los pecados de la señora Blossom”, “La última explosión”, “El botín”, “El estrangulador de Rillington Place”…


Y llegabas así a tu Juez Arthur Cannon en la versión dirigida en 1974 por Peter Collinson de “Diez negritos”, por supuesto, de Agatha Christie, donde compartías cartel con figuras de la talla de Orson Welles, Oliver Reed o Gert Fröbe …


… a tu Comandante Swann de “Brannigan”, junto a John Wayne y Mel Ferrer…


… y a tu Mayor Lionel E. Roach de “Culpable sin rostro”, clásico de 1975 dirigido por Michael Anderson donde coincidías con Michael York, Christopher Plummer, Trevor Howard o Stacy Keach.

Para entonces, Richard, te habías puesto ya detrás de las cámaras para dirigir “¡Oh, qué guerra tan bonita!” y “El joven Winston”…


… y en 1977 nos regalabas tu tercer título como director: “Un puente lejano”, un gran clásico del género bélico en el que brillaban actores de la talla de Dirk Bogarde, Sean Connery, Gene Hackman, Edward Fox, Michael Caine, Anthony Hopkins, James Caan, Maximiliam Schell, Liv Ullman, Laurence Olivier o Robert Redford. Y donde te reservabas un pequeño papel como actor.


Al año siguiente dirigías a un extraordinario Anthony Hopkins en “Magic”, historia basada en una novela de William Goldman, también autor del guión…


… y en 1979, bajo las órdenes de Otto Preminger, dabas vida en “El factor humano” al Coronel John Daintry, compartiendo cartel con John Gielgud, Derek Jacobi y Robert Morley.

En este mismo año de 1979 decidías apartarte de tu faceta como actor para centrarte en la producción y dirección de películas.

Y el primer título que nos regalabas era… Sí, ese maravilloso proyecto que comenzabas a acariciar allá por 1962…


Gandhi” se estrenaba el 30 de noviembre de 1982 en Nueva Delhi (India). Una gran producción que contó, además, con un reparto de auténtico lujo: Edward Fox, Candice Bergen, John Gielgud, Trevor Howard, John Mills, Martin Sheen, Ian Charleson, Nigel Hawthorne…


… y, por supuesto, un magistral Ben Kingsley en el papel de Mahatma Gandhi. Sencillamente maravilloso.


Tres años después, en 1985, nos sorprendías y muy gratamente con esa pequeña delicia llamada “A chorus line”, una más que correcta adaptación cinematografica de la obra musical de mismo nombre estrenada en Broadway en 1975. Música de Marvin Hamlisch y letras de Edward Kleban, libreto de James Kirwood, Jr. y Nicholas Dante… Pura magia que tú supiste trasladar al celuloide y transmitírnosla, a su vez, a través de la gran pantalla.

“Apuesto por los sentimientos. El público está harto de tanto sexo sin sentido y de tanta violencia gratuita… Quiero un cine que genere debate, antagonismo, ira, o lo que sea, pero siempre relacionado con la decencia y las historias humanas”


Dos años más tarde, en 1987, nos ofrecías otro buen título: “Grita libertad”, historia protagonizada por unos magníficos Kevin Kline y Denzel Washington y basada en los libros “Biko” y “Asking for trouble” de Donald Woods.


En 1992 nos regalabas una maravilla ya con nombre de clásico: “Chaplin”, donde nos era contada la vida de una de las más grandes leyendas de la historia del cine, Charles Chaplin…


… al que daba vida en tu película un sublime Robert Downey, Jr. La extraordinaria banda sonora firmada por John Barry redondeaba este precioso título cinematográfico.



Un año después, en 1993, nos asomábamos de tu mano a “Tierras de penumbra”, otra maravillosa historia esta vez a través de unos espléndidos Joseph Mazzello, Debra Winger y Anthony Hopkins.


Y en este mismo año de 1993 volvías a la gran pantalla como actor a través de tu recordado John Hammond de “Parque Jurásico”, compartiendo cartel con Laura Dern y Sam Neil…


… y siendo dirigido por Steven Spielberg quien, antes de confiarle la postproducción de esta película a George Lucas para poder él centrarse ese mismo año en la dirección de “La lista de Schindler”, te solicitó la posibilidad de servirle como asistente de dirección de esta última, si bien finalmente no fue necesario.

Tras tu John Hammond, que volverías a interpretar cuatro años más tarde en “El mundo perdido”…


… nos regalabas en 1994 otro personaje tremendamente mágico: tu Kris Kringle de “Milagro en la ciudad”, remake del clásico de 1947 “De ilusión también se vive”.

En 1996 dirigías a Sandra Bullock y a Chris O’Donnell en la bélica “En el amor y en la guerra”. También en este año aparecías como actor en “E=mc2” y en “Hamlet de Kenneth Branagh”…


… y como Sir William Cecil en “Elizabeth”, junto a Cate Blanchett, Geoffrey Rush y Joseph Fiennes. 

En 1999 dirigías a Pierce Brosnan y a Graham Greene (sí, claro, el actor) en “Búho gris”. Y ya en los años 2000, participabas como actor en telefilmes como “Los niños del tren” o “Jack y las judías mágicas: la historia real” y en la película “Puckoon”. También le prestabas tu voz a la narración en el original del documental de 2004 “Tres en el camino”.


Y en 2007 producías y dirigías tu último título para la gran pantalla: “Cerrando el círculo”, que contaba con Shirley MacLaine y Christopher Plummer como principales protagonistas.


A lo largo de tu extensa y fructífera carrera cinematográfica, Richard, recibiste un buen número de premios y nominaciones…


Fuiste galardonado en los Premios Oscar como mejor director por “Gandhi”, que se llevó además la estatuilla a mejor película, bajo tu producción.

También obtuviste 3 Globos de Oro: como mejor actor secundario por “El Yang-Tsé en llamas” y “Doctor Dolittle”, y como mejor director por “Gandhi”, siendo además nominado en estos galardones como mejor director por “Grita libertad” y “A chorus line”.

Dedicaste tu vida a las artes y a promover la educación. Fuiste patrón de diversas organizaciones solidarias y, a un tiempo, presidente de numerosas instituciones en el Reino Unido, entre otras, la Real Academia de Arte Dramático, donde estudiaste, o el Chelsea Football Club, del que fuiste aficionado toda tu vida.

En 1976 recibías el título de Caballero del Imperio Británico, con tratamiento de “sir”. Y en 1993 accedías a la Cámara de los Lores con el título de barón Attenborough de Richmond-upon-Thames, el barrio donde viviste en Londres.


También fuiste nombrado Embajador de Buena Voluntad el 27 de octubre de 1987, beneficiando a la UNICEF con la recaudación de fondos de sesiones especiales de “Gandhi” y “Grita libertad”.

Fuiste elegido para el cargo de rector de la Universidad de Sussex el 20 de marzo de 1998, reemplazando al duque de Richmond y Gordon. Y el 13 de julio de 2006 tú y tu hermano David fuisteis destacados con los títulos de Distingued Honorary Fellows of the University of Leicester en reconocimiento a vuestra continuidad al servicio de la Universidad. También apareces como miembro honorario de la Universidad de Bangor por tus continuos esfuerzos en el mundo del cine.

Muy, muy, muy tristemente, Richard, te nos ibas el pasado 24 de agosto a la edad de 90 años. Gracias por todo lo que nos has dejado aquí. Gracias por tu saber hacer, delante y detrás de las cámaras. Gracias por tu humanidad, por tu cercanía, por tu simpatía, por tu profesionalidad…


Mil gracias, Richard, por tu inmensa grandeza. Como actor, como productor, como director… Y como ser humano.

Cuando me dio el papel de Gandhi, lo hizo con mucha elegancia y alegría. Me trasladó una confianza absoluta y, como contrapartida, deposité en él una confianza absoluta hasta empezar a quererle. Yo, junto con millones a los que alcanzó gracias a su vida y trabajo, lo echaremos de menos profundamente
(Ben Kingsley)

Amigos más allá de la gran pantalla

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Walter Brennan y Gary Cooper se vieron por vez primera en 1926, cuando ambos trabajaban como extras en el cine mudo. Más adelante compartieron cartel en “Noche nupcial”, “El vaquero y la dama” y “El forastero”, estrechando ya una amistad que se consolidaría aún más al volver a coincidir posteriormente en “Juan Nadie”, “El sargento York”, “El orgullo de los Yankees” y “Puente de mando”. Sobre su química en la pantalla… no es necesario añadir más, ¿verdad?


Se conocieron en los años 50 como estudiantes en el Old Vic Theatre de Londres. En la gran pantalla coincidieron en “Una habitación con vistas”, “Té con Mussolini”, “La última primavera”, “El exótico Hotel Marigold” y “El nuevo exótico Hotel Marigold”. Judi Dench y Maggie Smith han sido amigas durante 60 años y quienes las conocen dicen que verlas juntas es un auténtico regalo… Nos lo creemos. 


James Garner y Steve McQueen iniciaban su amistad en “La gran evasión” al compartir, entre otras cosas, una misma pasión por los coches de carreras. Garner rodaba después “Gran Prix” y McQueen “Las 24 horas de Le Mans”.


Bette Davis y Olivia De Havilland trabajaron juntas por última vez en 1964 en “Canción de cuna para un cadáver”. Para entonces ya eran buenas amigas, de hecho fue Bette quien propuso a Olivia para esta película. Ya antes habían compartido cartel en títulos como “Es amor lo que busco”, “La vida privada de Elizabeth y Essex” y “Como ella sola”.


Durante el rodaje de “El hombre que pudo reinar” (1975), Sean Connery y Michael Caine entablaban una amistad que se fue afianzando con los años. En 1977 ambos formaban parte del sensacional reparto de “Un puente lejano” y en 1989 entregaban el Oscar al mejor actor secundario (Kevin Kline) a través de una de las presentaciones más simpáticas (Bond, James Bond) de los Premios de la Academia. 


“Un lugar en el sol” supuso la primera interpretación dramática de Elizabeth Taylor así como su primer título cinematográfico junto a Montgomery Clift, al que ella admiraba por su seriedad como actor y por haberse leído la novela en la que se basaba dicha película. Monty ayudó a Liz en la composición de su papel, se hicieron amigos para toda la vida y, más adelante, compartieron de nuevo cartel en “El árbol de la vida” y “De repente, el último verano”.


“Sin perdón” (1992) supuso el inicio del trabajo conjunto de Morgan Freeman y Clint Eastwood, que se completaba después con “Million Dollar Baby” e “Invictus” a un tiempo que se estrechaba su amistad y se agudizaba su maravillosa compenetración. 


David Niven y Laurence Olivier coincidieron en 1939 en “Cumbres Borrascosas” y, a pesar de enamorarse ambos de la misma mujer, en la ficción se entiende, iniciaron entonces una amistad que perduraría a lo largo de los años.


En 1932, Henry Fonda y James Stewart compartían en Manhattan un apartamento. Después, en Hollywood, una casa alquilada en la que pasaban noches enteras intercambiando monosílabos y enfrascados en su actividad favorita: hacer maquetas de aviones. Más adelante rodaron cuatro títulos juntos: “Una encuesta llamada milagro”, “La conquista del Oeste”, “Los malvados de Firecreek” y “El club social de Cheyenne”. Su larga amistad, como su química en la pantalla, fue pura magia. 


La amistad entre Ian McKellen y Patrick Stewart surgió tras filmar “X-Men”, McKellen como Magneto y como Xavier, Stewart. A la pregunta de por qué se llevan tan bien, contesta Ian: “Somos la misma persona. En realidad, somos el mismo actor. Hemos tenido la misma carrera, en serio. Así que somos compañeros, iguales; no rivales”… Pues eso. 


Cary Grant y Katharine Hepburn coincidían por vez primera en la gran pantalla en “La gran aventura de Sylvia” (1935). Después llegarían “La fiera de mi niña”, “Vivir para gozar” e “Historias de Filadelfia”. Él era acróbata y ella también hacía sus acrobacias, nunca quiso un doble.


Vivien Leigh y Maureen O’Sullivan se conocieron en el colegio londinense al que fue enviada Vivien a los seis años de edad. Maureen era dos años mayor y pronto se hicieron buenas amigas. En 1931 Vivien veía actuar a Maureen y decidía hacerse actriz. Y en 1938 coincidían en el reparto de “Un yanqui en Oxford”.


Trabajando de acomodadora con el fin de pagarse los estudios, Lauren Bacall conocía a Gregory Peck, iniciándose pronto entre ellos una amistad que se fue haciendo cada vez más estrecha. En 1957 protagonizaban juntos “Mi desconfiada esposa”, primer título de Bacall tras la muerte de Boggie. 


En 1968 se conocían Paul Newman y Robert Redford al ser presentados en Nueva York por George Roy Hill. El estudio no quería a Redford como Sundance para “Dos hombres y un destino” pero Paul intercedía firmemente por él. Juntos saltaron por un precipicio, robaron bancos, asaltaron trenes en marcha, dieron algún que otro golpe… Y, claro, se hicieron amigos. Ay.


Mary Pickford y Lillian Gish eran amigas desde su más tierna infancia. Cuando Pickford empezó a despuntar como intérprete cinematográfica, presentó a Lillian y a Dorothy (la otra hermana Gish) a David Wark Griffith. El resto es ya historia del cine.

Seis cinematográficas almas para un literario corazón

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Esta preciosa imagen de “Matar a un ruiseñor” me ha dado la idea de la entrada que os disponéis a leer ahora. Justo es, pues, que inicie con ella la misma que, todo hay que decirlo, estoy escribiendo de manera absolutamente improvisada. Sí, mis queridos espectadores, os encontráis ante una cien por cien espontánea entrada Clementine.

“Los ruiseñores no hacen otra cosa que música para nuestro disfrute. No se comen las cosechas, no anidan en nuestros graneros, no hacen otra cosa que cantar con el corazón para nosotros. Por eso es un pecado matar a un ruiseñor”


En 1960, la escritora estadounidense Harper Lee brindaba a la historia de la literatura la publicación de una maravillosa novela llamada “To kill a mockingbird” (Matar a un ruiseñor). Novela que, convertida rápidamente en best seller (vendió en su lanzamiento 30 millones de copias), otorgó al año siguiente a su autora el Premio Pulitzer


Dos años después, esta novela era adaptada al cine bajo la impecable dirección del también estadounidense Robert Mulligan, quien ya llevaba tras las cámaras desde 1957. Mulligan le imprimía a la película la misma sensiblidad que se desprendía de la novela. Fue nominado al Oscar por su trabajo.

Harper Lee accedía a llevar su novela a la gran pantalla pero no así a adaptar el guión cinematográfico…


… del que se hacía cargo el dramaturgo y guionista estadounidense Horton Foote, quien a punto estuvo de no aceptar por miedo a no hacerle justicia a la novela. Foote nos regalaba uno de los más mágicos guiones de cine y era premiado con un Oscar.

“No había nadie capaz de explicar las cosas con tanta claridad como Atticus. Y aunque esa cualidad suya no nos sirviera para despertar la admiración de nuestros amigos, Jem y yo teníamos que admitir que en eso era un maestro”

Harper ponía como condición principal para esta adaptación cinematográfica que fuera el actor Gregory Peck, y no otro, el que diera vida a Atticus Finch. Así que a él le fue enviado el guión…

“Sobre todo sentí que era un personaje con el que me podía identificar, que sería capaz de ponerme en su lugar y de andar con sus zapatos”


El personaje de Atticus estaba basado en el padre de Harper, un abogado de Monroeville (Alabama). Gregory fue muy merecidamente galardonado con un Oscar por su maravillosa interpretación.

“Atticus, Jem dice que algún día este reloj le pertenecerá… Y a mí, ¿qué me vas a dar?”

Hollywood buscaba a una niña sureña que pudiera dar vida a Jean Louis “Scout” Finch, la protagonista de “Matar a un ruiseñor”. Y en Birmingham, Alabama, encontraban a Mary Badham, una niña de diez años sin ninguna experiencia anterior como actriz.

“Yo debía hacer una película con un hombre llamado Gregory Peck,
que sería mi padre durante un tiempo”


Mary fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria y obtuvo el Golden Laurel a la mejor actriz en los Laurel Award por su extraordinaria composición de Scout.

Matar a un ruiseñor” significaba también el debut cinematográfico de Robert Duvall, hasta entonces tan sólo actor televisivo El guionista Horton Foote conocía a Duvall por su trabajo en la pequeña pantalla. Su elección no pudo ser más acertada.


Sin emitir una sola palabra, Robert conseguía transmitirnos toda la magia de Boo Radley, su maravilloso personaje. Un personaje y una actuación para la historia del cine.

La dirección, los diálogos y la interpretación venían acompañados por una de las más emotivas bandas sonoras de la gran pantalla…


… un conjunto de preciosas y envolventes notas musicales firmadas por el extraordinario compositor neoyorkino Elmer Bernstein, a toda pantalla desde 1951. Bernstein unía su sensibilidad a todas y cada una de las que participaban en la película.


Una de las mejores adaptaciones de un libro jamás hecha
(Harper Lee)

RICHARD ATTENBOROUGH

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Un apasionado de todo lo que le rodeaba,
ya fuera trabajo, amigos o familia
(Steven Spielberg)

Como Richard Samuel Attenborough nacías en Cambridge (Cambridgeshire, Inglaterra) el 29 de agosto de 1923.

John, David y Richard Attenborough

Eras el mayor de los tres hijos de Frederick Attenborough, rector del University College de Leicester, y Mary Clegg.

A los doce años te iniciabas en la interpretación, consiguiendo a los 17 una beca Leverhulme que te permitía asistir a la Royal Academy of Dramatic Art de Londres. Y con 18 años debutabas profesionalmente junto a tu hermano David.


Te asomabas por vez primera a la gran pantalla en 1942, bajo la dirección de David Lean y Noel Coward (también autor del guión) en “Sangre, sudor y lágrimas”, donde dabas vida a un joven fogonero.

Venían después otros tantos títulos entre los que se encontraban “A vida o muerte” o “Dancing with crime”…


… y llegaba así tu primer personaje relevante, Pinkie Brown, el protagonista de “Brighton Rock”, hoy ya clásico del cine que estaba basado en la novela homónima de Graham Greene.


Tras servir en la Real Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial, en 1945 contraías matrimonio con Sheila Sim, actriz inglesa con la que…


… unos años después, en 1952, formarías el reparto original de “La ratonera”, obra estrenada en Londres y basada en “The mousetrap”, de Agatha Christie.


 


Sheila y tú, tú y Sheila compartiríais también vuestra vida futura. Qué maravilla.

Volvemos a tu carrera cinematográfica, Richard. Otros muchos títulos, entre los que se encontraban “Salida al amanecer”, “Brothers in law” o “Comando de la muerte”…



… te llevaban a 1960 y a tu primera producción cinematográfica, “Amargo silencio”, título en el que también aparecías como actor en el papel principal de Tom Curtis. Y a tu Lexy, junto a Jack Hawkins y Nigel Patrick y bajo la dirección de Basil Dearden, de “Objetivo: banco de Inglaterra”.

Aparecías después en un pequeño papel en “Cuando el viento silba”, tu segunda producción para la gran pantalla…



… en “Juego para dos”, junto a Peter Sellers, y en “Noche de pesadilla”, de nuevo dirigido por Basil Dearden.

En 1962 comenzabas a acariciar el proyecto de producir y dirigir una película sobre la vida de Mahatma Gandhi….

Y en 1963, bajo la maestra dirección de John Sturges, debutabas en el cine americano muy bien acompañado en el reparto por figuras de la talla de Steve McQueen, James Coburn, James Garner, Donald Pleasence, Charles Bronson y un larguísimo y extraordinario etcétera…


… dando maravillosamente vida a Barlett ‘Big X’, tu inolvidable personaje de “La gran evasión”. Un personaje y una actuación para la historia del cine.




Luego llegaban para ti otros clásicos como “Plan siniestro”, “El vuelo del Fénix” o “El Yang-Tsé en llamas”.

Y otros títulos como “El extravagante doctor Dolittle”, “El código de los inmorales”, “Los pecados de la señora Blossom”, “La última explosión”, “El botín”, “El estrangulador de Rillington Place”…


Y llegabas así a tu Juez Arthur Cannon en la versión dirigida en 1974 por Peter Collinson de “Diez negritos”, por supuesto, de Agatha Christie, donde compartías cartel con figuras de la talla de Orson Welles, Oliver Reed o Gert Fröbe …


… a tu Comandante Swann de “Brannigan”, junto a John Wayne y Mel Ferrer…


… y a tu Mayor Lionel E. Roach de “Culpable sin rostro”, clásico de 1975 dirigido por Michael Anderson donde coincidías con Michael York, Christopher Plummer, Trevor Howard o Stacy Keach.

Para entonces, Richard, te habías puesto ya detrás de las cámaras para dirigir “¡Oh, qué guerra tan bonita!” y “El joven Winston”…


… y en 1977 nos regalabas tu tercer título como director: “Un puente lejano”, un gran clásico del género bélico en el que brillaban actores de la talla de Dirk Bogarde, Sean Connery, Gene Hackman, Edward Fox, Michael Caine, Anthony Hopkins, James Caan, Maximiliam Schell, Liv Ullman, Laurence Olivier o Robert Redford. Y donde te reservabas un pequeño papel como actor.


Al año siguiente dirigías a un extraordinario Anthony Hopkins en “Magic”, historia basada en una novela de William Goldman, también autor del guión…


… y en 1979, bajo las órdenes de Otto Preminger, dabas vida en “El factor humano” al Coronel John Daintry, compartiendo cartel con John Gielgud, Derek Jacobi y Robert Morley.

En este mismo año de 1979 decidías apartarte de tu faceta como actor para centrarte en la producción y dirección de películas.

Y el primer título que nos regalabas era… Sí, ese maravilloso proyecto que comenzabas a acariciar allá por 1962…


Gandhi” se estrenaba el 30 de noviembre de 1982 en Nueva Delhi (India). Una gran producción que contó, además, con un reparto de auténtico lujo: Edward Fox, Candice Bergen, John Gielgud, Trevor Howard, John Mills, Martin Sheen, Ian Charleson, Nigel Hawthorne…


… y, por supuesto, un magistral Ben Kingsley en el papel de Mahatma Gandhi. Sencillamente maravilloso.


Tres años después, en 1985, nos sorprendías y muy gratamente con esa pequeña delicia llamada “A chorus line”, una más que correcta adaptación cinematografica de la obra musical de mismo nombre estrenada en Broadway en 1975. Música de Marvin Hamlisch y letras de Edward Kleban, libreto de James Kirwood, Jr. y Nicholas Dante… Pura magia que tú supiste trasladar al celuloide y transmitírnosla, a su vez, a través de la gran pantalla.

“Apuesto por los sentimientos. El público está harto de tanto sexo sin sentido y de tanta violencia gratuita… Quiero un cine que genere debate, antagonismo, ira, o lo que sea, pero siempre relacionado con la decencia y las historias humanas”


Dos años más tarde, en 1987, nos ofrecías otro buen título: “Grita libertad”, historia protagonizada por unos magníficos Kevin Kline y Denzel Washington y basada en los libros “Biko” y “Asking for trouble” de Donald Woods.


En 1992 nos regalabas una maravilla ya con nombre de clásico: “Chaplin”, donde nos era contada la vida de una de las más grandes leyendas de la historia del cine, Charles Chaplin…


… al que daba vida en tu película un sublime Robert Downey, Jr. La extraordinaria banda sonora firmada por John Barry redondeaba este precioso título cinematográfico.



Un año después, en 1993, nos asomábamos de tu mano a “Tierras de penumbra”, otra maravillosa historia esta vez a través de unos espléndidos Joseph Mazzello, Debra Winger y Anthony Hopkins.


Y en este mismo año de 1993 volvías a la gran pantalla como actor a través de tu recordado John Hammond de “Parque Jurásico”, compartiendo cartel con Laura Dern y Sam Neil…


… y siendo dirigido por Steven Spielberg quien, antes de confiarle la postproducción de esta película a George Lucas para poder él centrarse ese mismo año en la dirección de “La lista de Schindler”, te solicitó la posibilidad de servirle como asistente de dirección de esta última, si bien finalmente no fue necesario.

Tras tu John Hammond, que volverías a interpretar cuatro años más tarde en “El mundo perdido”…


… nos regalabas en 1994 otro personaje tremendamente mágico: tu Kris Kringle de “Milagro en la ciudad”, remake del clásico de 1947 “De ilusión también se vive”.

En 1996 dirigías a Sandra Bullock y a Chris O’Donnell en la bélica “En el amor y en la guerra”. También en este año aparecías como actor en “E=mc2” y en “Hamlet de Kenneth Branagh”…


… y como Sir William Cecil en “Elizabeth”, junto a Cate Blanchett, Geoffrey Rush y Joseph Fiennes. 

En 1999 dirigías a Pierce Brosnan y a Graham Greene (sí, claro, el actor) en “Búho gris”. Y ya en los años 2000, participabas como actor en telefilmes como “Los niños del tren” o “Jack y las judías mágicas: la historia real” y en la película “Puckoon”. También le prestabas tu voz a la narración en el original del documental de 2004 “Tres en el camino”.


Y en 2007 producías y dirigías tu último título para la gran pantalla: “Cerrando el círculo”, que contaba con Shirley MacLaine y Christopher Plummer como principales protagonistas.


A lo largo de tu extensa y fructífera carrera cinematográfica, Richard, recibiste un buen número de premios y nominaciones…


Fuiste galardonado en los Premios Oscar como mejor director por “Gandhi”, que se llevó además la estatuilla a mejor película, bajo tu producción.

También obtuviste 3 Globos de Oro: como mejor actor secundario por “El Yang-Tsé en llamas” y “Doctor Dolittle”, y como mejor director por “Gandhi”, siendo además nominado en estos galardones como mejor director por “Grita libertad” y “A chorus line”.

Dedicaste tu vida a las artes y a promover la educación. Fuiste patrón de diversas organizaciones solidarias y, a un tiempo, presidente de numerosas instituciones en el Reino Unido, entre otras, la Real Academia de Arte Dramático, donde estudiaste, o el Chelsea Football Club, del que fuiste aficionado toda tu vida.

En 1976 recibías el título de Caballero del Imperio Británico, con tratamiento de “sir”. Y en 1993 accedías a la Cámara de los Lores con el título de barón Attenborough de Richmond-upon-Thames, el barrio donde viviste en Londres.


También fuiste nombrado Embajador de Buena Voluntad el 27 de octubre de 1987, beneficiando a la UNICEF con la recaudación de fondos de sesiones especiales de “Gandhi” y “Grita libertad”.

Fuiste elegido para el cargo de rector de la Universidad de Sussex el 20 de marzo de 1998, reemplazando al duque de Richmond y Gordon. Y el 13 de julio de 2006 tú y tu hermano David fuisteis destacados con los títulos de Distingued Honorary Fellows of the University of Leicester en reconocimiento a vuestra continuidad al servicio de la Universidad. También apareces como miembro honorario de la Universidad de Bangor por tus continuos esfuerzos en el mundo del cine.

Muy, muy, muy tristemente, Richard, te nos ibas el pasado 24 de agosto a la edad de 90 años. Gracias por todo lo que nos has dejado aquí. Gracias por tu saber hacer, delante y detrás de las cámaras. Gracias por tu humanidad, por tu cercanía, por tu simpatía, por tu profesionalidad…


Mil gracias, Richard, por tu inmensa grandeza. Como actor, como productor, como director… Y como ser humano.

Cuando me dio el papel de Gandhi, lo hizo con mucha elegancia y alegría. Me trasladó una confianza absoluta y, como contrapartida, deposité en él una confianza absoluta hasta empezar a quererle. Yo, junto con millones a los que alcanzó gracias a su vida y trabajo, lo echaremos de menos profundamente
(Ben Kingsley)

Sonrisas Miyazaki

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Mi vecino Totoro
(Tonari no Totoro. Hayao Miyazaki. 1988)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Mei, Satsuki, Totoro, Gatobús, Tatsuo, Yasuko, Kanta, Michiko, Nanny,
Chû-Totoro, Chibi-Totoro, duendes del polvo…

El castillo en el cielo
(Tenkû no shiro Rapyuta. Hayao Miyazaki. 1986)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Sheeta, Pazu, Dola, Muska, General Shogun Mouro, Louis,
Shalulu, Anli, Borgne, Motro…

Porco Rosso
(Kurenai no buta. Hayao Miyazaki. 1992)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Porco Rosso, Madame Gina, Maestro Piccolo, Fio Piccolo, Donald Curtis… 

Ponyo en el acantilado
(Gake no ue no Ponyo. Hayao Miyazaki. 2008)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Ponyo, Sosuke, Lisa, Fujimoto, Yoshie, Toki, Grandmammare,
Noriko, 
Koichi, Kanyo, Kumiko… 

El viento se levanta
(Kaze tachinu. Hayao Miyazaki. 2013)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Jiro Horikoshi, Naoko Satomi, Kiro Honjo, Caproni, Sr. Kurokawa,
Castorp, Sr. Satomi, Sr. Hattori, Kayo Horikoshi…





La princesa Mononoke
(Mononoke-hime. Hayao Miyazaki. 1997)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
San, Ashitaka, Moro, Lady Eboshi, Jigo, Toki, Okkoto, Gonza, Kouroku,
Kaya, Espíritu del Bosque, Kodamas…

El castillo ambulante
(Hauru no ugoku shiro. Hayao Miyazaki. 2004)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Sophie, Howl, Bruja del Páramo, Marco, Calcifer, Navet,
Madame Sulimann, Heen…

Nicky, la aprendiz de bruja
(Majo no takkyûbin. Hayao Miyazaki. 1989)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Nicky, Jiji, Tombo, Osono, Kokiri, Okino, Nazuru, Sumire, Sari, Natsume…

Nausicaä del Valle del Viento
(Kaze no tani no Naushika. Hayao Miyazaki. 1984)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Nausicaä, Maestro Yupa, Gikkuri, Goru, Asbel, Mito, Muzu,
Kurotowa, Rey Jihl, Obaba…

El viaje de Chihiro
(Sen to Chihiro no Kamikakushi. Hayao Miyazaki. 2001)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Joe Hisaishi
Chihiro, Haku, Yubaba, Zeniba, Kamaji, Lin, Sin Cara, Boh…





El castillo de Cagliostro
(Rupan sansei: Kariosutoro no shiro. Hayao Miyazaki. 1979)
Guión de Hayao Miyazaki y Haruya Yamazaki. Música de Yûji Ohno
Arséne Lupin III, Fujiko Mine, Daisuke Jigen, Goemon Ishikawa XIII, Inspector Zenigata, Conde Cagliostro, Lady Clarisse de Cagliostro,
Jodo, Gustav…

Arriety y el mundo de los diminutos
(Kari-gurashi no Arietti. Hiromasa Yonebayashi. 2010)
Guión de Hayao Miyazaki y Keiko Niwa. Música de Cécile Corbel
Arriety, Sho, Homily, Pod, Spiller, Sadako Maki, Haru…

Pompoko
(Heisei tanuki gassen ponpoko. Isao Takahata. 1994)
Idea de Hayao Miyazaki e Isao Takahata
Sokichi, Oroku, Ponkichi, Seizaemon, Tamasaburo, Sasuke,
Gonta, Bunta, Otama, Koharu… 

Cuentos de Terramar
(Gedo senki. Goro Miyazaki. 2006)
Concepto de Hayao Miyazaki. Guión de Goro Miyazaki y Keiko Niwa.
Música de Tamiya Terashima
Gavilán, Príncipe Arren, Theru, Tenar, Lord Cob, Hare,
Rey y Reina de Enlad, Mago Root…

La colina de las amapolas
(Kokuriko-zaka kara. Goro Miyazaki. 2011)
Guión de Hayao Miyazaki y Keiko Niwa. Música de Satoshi Takebe
Umi Matsuzaki, Shun Kazama, Shiro Mizunuma, Sora, Hana,
Yuichiro Sawamura, Ryoko, Riku, Miki Hokuto, Yoshio, Akio, Nobuko… 

Haru en el reino de los gatos
(Neko no ongaeshi. Hiroyuki Morita. 2002)
Productor ejecutivo: Hayao Miyazaki. Guión de Reiko Yoshida.
Música de Yuji Nomi
Haru, Baron Humbert von Gikkingen, Muta, Toto, Rey de los Gatos,
Príncipe Lune, 
Natori, Natoru, Yuki…

Recuerdos del ayer
(Omohide poro poro. Isao Takahata. 1991)
Productor ejecutivo: Hayao Miyazaki. Guión de Isao Takahata.
Música de Katsu Hoshi
Taeko, Toshio, Naoko, Nanako, Yaeko, Kazuo, Suzuki, Aiko…

Susurros del corazón
(Mimi wo sumaseba. Yoshifumi Kondô. 1995)
Guión de Hayao Miyazaki. Música de Yuji Nomi
Shizuku, Seiji, Seiya, Asako, Barón, Yuko Harada, Shiro Nishi,
Shiho, 
Sugimura, Profesora Kosada…



Pueblos de cine

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Maycomb (Alabama)
Matar a un ruiseñor (To kill a mockingbird) 1962. Robert Mulligan
Maycomb es el nombre ficticio del pueblo de esta historia. El rodaje tuvo lugar en Monroeville, Alabama, lugar de nacimiento de Harper Lee, autora de la maravillosa novela en la que se basa esta película. 

Un pueblo en el noroeste de Wyoming
Una vida por delante (An unfinished life) 2005. Lasse Hallström
Para que el rancho, el pueblo e incluso el zoo reflejaran el carácter de la historia, se tomaron como base fotografías en blanco y negro de diversos ranchos de Wyoming. Aunque las localizaciones de la película fueron en Canadá, en pueblos como Ashcroft o Burdett y ciudades como Kamloops o Vancouver.

Villar del Río
Bienvenido Mr. Marshall. 1953. Luis García Berlanga
Villar del Río es el nombre ficticio del pueblo de esta historia. Pueblo que era, en realidad, el madrileño Guadalix de la Sierra.

Sainte-Séverè (Francia)
Día de fiesta (Jour de fête) 1949. Jacques Tati
La película fue realmente rodada en Sainte-Sévère-sur-Indre
(Indre, Francia)

El pueblo que dijo Pepe
Amanece que no es poco. 1989. José Luis Cuerda
La historia de este singular pueblo fue rodada en tres localidades albaceteñas: Ayna, Liétor y Molinicos.

Punxsutawney, Pensilvania
Atrapado en el tiempo (Groundhog Day) 1993. Harold Ramis
Punxsutawney existe en la realidad, pero la película fue rodada en Algonquin, Rockford y Cary, diferentes localidades de Illinois.

Giancaldo
Cinema Paradiso (Nuovo Cinema Paradiso) 1988. Giuseppe Tornatore
Giancaldo era el nombre ficticio de este mágico pueblo cinematográfico. Cefalú, Bagheria, Chiusa Sclafani, Castelbuono, Lascari o Santa Flavia, todas ellas localidades de Palermo (Sicilia), fueron el escenario real de esta preciosa historia. 

Calabuch
Calabuch. 1956. Luis García Berlanga
Calabuch era el nombre ficticio del pueblo de esta historia. La película fue rodada en Peñíscola (Castellón).

Brescello
Don Camilo (Don Camilo) 1952. Julien Duvivier
La película fue realmente rodada en Brescello, pueblo de la provincia de Reggio Emilia, en la región Emilia-Romaña (Italia). Y en otros cercanos como Boretto, Gualtieri o Lentigione.

Aldea de los newlyn
Willow. 1988. Ron Howard
Este mágico y maravilloso pueblo inventado por George Lucas tuvo su escenario real en distintas localizaciones de Inglaterra, California y Nueva Zelanda.

Fontecilla
Los jueves, milagro. 1957. Luis García Berlanga
El ficticio y singular pueblo de Fontecilla era en realidad Alhama de Aragón (Zaragoza).

Dörfli
Heidi. 1937. Allan Dwan
El pueblo de Dörfli existe en la realidad, pero la película fue rodada en San Bernardino National Forest (California).

Milagro
Un lugar llamado Milagro (The Milagro beanfield war)
1988. Robert Redford
El ficticio pueblo de Milagro era, en realidad, Truchas, en Nuevo México.

Hobbiton
Trilogía El Señor de los Anillos (2001-2003)
y Trilogía El Hobbit (2012-2014) Peter Jackson
Este maravilloso pueblo creado por J. R. R. Tolkien tuvo su escenario de rodaje en Hinuera Valley, Matamata y Waikato (Nueva Zelanda).

Un pequeño pueblo de Missoula, Montana.
El río de la vida (A rivers runs through it) 1992. Robert Redford
La película fue rodada en otras dos ciudades de Montana: Bozeman y Livingston. Y el río Blackfoot de la historia era, en realidad, una combinación de otros dos: el Gallatin y el Yellowstone.

De rodaje con Jerry

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“Cuando dirijo, hago de padre; cuando escribo, hago de hombre;
cuando actúo, hago el idiota”


Hola, Jerry. Fiel a tu cita, como todos los años. Sí, celebramos hoy el sexto aniversario de La Gran Pantalla. Y tengo entendido que esta vez nos llevas de rodaje. Pues… cinco y acción. 


Empezamos bien... Ese hombre que tienes ahí atado no es otro que George Marshall, el director de “Mi amiga Irma”, tu debut cinematográfico allá por 1949 junto a Dean Martin y Marie Wilson en el papel de Irma… ¿Qué pretendías, Jerry?


Durante el rodaje de “Mi amiga Irma” te acercaste de visita al de otra película: “El caso de Thelma Jordon”, dirigida por Robert Siodmak, con el que apareces en esta foto. 

Y es que, entre toma y toma de tus películas con Dean Martin, te pasabas a otros platós para aprender sobre los distintos departamentos del cine…

“Quería enterarme de cómo funcionaban las cosas. Una tarde me encontraron curioseando en una pasarela, por encima del estudio de sonido. Quería saber si las pasarelas se construían provisionalmente. ¿Quién las montaba? ¿Los carpinteros?
¿Los albañiles? ¿Quién?
Al día siguiente estábamos convocados a las nueve de la mañana. A las ocho ya estaba yo en el departamento de miniaturas, mirando unos submarinos de cuarenta centímetros que estaban fotografiando para una película de Cary Grant… Luego subí para observar los decorados. 
Me pasé varias semanas en el departamento de producción. Y mientras nadie sabía dónde encontrarme, yo estaba en el estudio de sonido, o junto a la cámara, siempre preguntando. 
Así pues, entre toma y toma estaba empezando a conocer el mundo del cine, del mismo modo que aprendí las cosas del burlesque rodando por entre bambalinas”



En el set de “¡Vaya par de marinos!” (1952), también con Dean Martin, donde os visitaban Jack Benny, Alan Ladd…


… y tu hijo Gary quien, con el tiempo, lideraría su propio grupo musical: Gary Lewis & the Playboys.


Y aquí durante el rodaje de “Locos del aire” (1952). Dean y tú os hacíais estas fotos junto a Hal Wallis, productor de esta película…


… y junto a William Holden, que se atrevió y todo a haceros una visita. Holden estrenaría ese mismo año “Un hombre acusa”, también de la Paramount.


Aquí estás junto a Bob Hope en los alrededores de la Paramount. Y es que aparecías con él, y con Bing Crosby, en “Camino a Bali” (1952).


Con el director Norman Taurog durante el rodaje de “El cantante loco” (1952)… ¿Qué hacías ahí, Jerry? ¿Te llegó a ver? Porque la película la terminaste, ¿verdad?


Con tu hijo Ronnie en el set de “Una herencia de miedo” (1953)…


… junto a Dean, y Elsa Lanchester como mujer barbuda, durante el rodaje de “3 Ring Circus” (1953)…


… y con Shirley MacLaine, vuestra compañera de reparto en “Artistas y modelos” (1955).



Dos momentos en el set de “Juntos ante el peligro” (1956), otra de tus películas con Dean Martin…


… y junto a Anita Ekberg en un descanso de “Loco por Anita” (1956)… ¿Y quién no lo iba a estar?

1957 marcaba ya el inicio de tu carrera cinematográfica en solitario…


En el set de “El recluta” (1957), junto a Peter Lorre, tu mujer Patti y tu hijo Scotty…


… y con tus hijos Gary, Scotty y Ronnie.


Durante el rodaje de “Tú, Kimi y yo” (1958), junto a un adorable Robert Hirano como Mitsuo Watanabe


… y con tu gran amigo Sammy Davis, Jr., de visita en el set.

Y después llegaba para ti una película muy, muy especial. Y mi favorita entre las tuyas.

Era un buen día de enero de 1960…

“Aquella noche volé de Los Ángeles a Miami, pues estaba comprometido para la inauguración del Fontainbleu Hotel el 17 de enero. Durante el viaje se me ocurrió una idea. Era la visión de un botones, interpretando su papel en clave de pantomima; el personaje era un símbolo de protesta contra las personas que miran a los botones, a los ascensoristas y a otros trabajadores uniformados como maniquís sin cara.
Inmediatamente después de mi llegada a Florida acudí a Ben Novak, propietario del Fontainbleu Hotel, y acordé con él el rodaje de la película en su establecimiento. Durante los días de mi contrato, que expiraba el 30 de enero, escribí el guión; estuve ocho días y ocho noches sin dormir. No tuve ni un instante de sueño. Escribí 165 páginas como si estuviera enfermo o drogado, escribiendo y alucinando alternativamente escena tras escena. En mi condición de director de mí mismo, tenía además el trabajo de contratar a otros actores…


… El 8 de febrero empezamos a rodar. Un mes más tarde el rodaje de la película estaba acabado. Luego, durante un trabajo en el Sands Hotel, entre el 10 de marzo y mediados de abril, hice el montaje, de modo que en mayo entregaba a la Paramount la película para su distribución. Aunque sé que parece exagerado, lo cierto es que así fueron las cosas. Y lo que es más, para mi gran satisfacción, The bellboy (El botones) salió a tiempo y produjo diez millones de dólares… ¡Y todo ello sin socios!”

Ingeniosísima película, Jerry, de principio a fin. Y apareciendo tú en ella en un doble papel: como el botones Stanley y como el mismísimo Jerry Lewis. Y rodeado de un genial plantel de actores…


… entre los que se encontraba Stan Laurel… ¿o era Bill Richmond?

Ese mismo año de 1960 nos regalabas, Jerry, otro divertidísimo personaje en “El Ceniciento”.



Aquí en el set con tu Hado Padrino en esta historia, un genial Ed Wynn…


… y con el gran Count Basie. Eso, y con su extraordinaria orquesta. 

“El Ceniciento” era dirigida por Frank Tashlin, quien ya te había dirigido anteriormente en otros cuatro títulos y volvería a hacerlo después en otros tres…

“Tashlin era un tipo enorme que desplazaba lentamente la masa de su cuerpo de un lado a otro, mientras que su cerebro se movía a una velocidad vertiginosa. Su conocimiento del género cómico sobrepasaba con mucho el de cualquier director con el que yo hubiera trabajado. Lo que aprendí de él no tiene precio, pues no existe en el mundo universidad en que se enseñe a tener ocurrencias divertidas”


En el set de “El terror de las chicas” (1961) frente a Mel Brooks, que participaba en el guión contigo…


… y junto a George Raft, que actuaba junto a ti en esta historia haciendo de… George Raft.


Aquí estás con Norman Taurog y con Frank Tashlin durante el rodaje de “Qué me importa el dinero” (1962)…


… dirigida por el propio Tashlin, sí, el otro elemento de esta singular fotografía tomada en el set de la citada película. 

“Mi cuarta película como director y guionista surgió de mi deseo de hacer una versión cómica de la famosa novela de terror ‘El doctor Jekyll y mister Hyde’. Yo tenía toda la película en la cabeza, pero en cuanto al profesor en sí mismo, Julius Kelp, me costó mucho meterme en el personaje. Sobre todo porque no lograba dar con su voz.
A principios de 1962, yendo en tren de Los Ángeles a Nueva York, mientras estaba sentado en el vagón restaurante tomando una copa con Jack Keller, apareció un hombrecillo con unas gafas tan gruesas que sus ojos parecían los de una rana. Aclarándose la voz, dijo: 
‘Ah, ejem, ejem… ¿Es usted el tipo ese del mundo del espectáculo?’
(…)
Estuve tomando unas copas con él durante dos horas y en ningún momento le quité los ojos de encima. 
Luego me dirigí a mi compartimento y me enfrenté directamente al espejo: 
‘¿Cómo está usted? Yo… ah… ejem… ejem… Me parece que usted es… Ah… estupendo. Sí, eso es, en realidad. Bueno…’
¡Ya lo tenía!”


Pues sí, ya lo tenías. “El profesor chiflado” (1963), otro personaje legendario en la historia del cine al que otorgaste frases antológicas y dirigiste de manera magistral para nuestro deleite como espectadores. 


En el set de “Lío en los grandes almacenes” (1963), de nuevo dirigido por Frank Tashlin (memorable tu escena de la máquina de escribir)… 


…y en ese mismo rodaje junto a tu asistente Carol Saracino.


En “Jerry Calamidad” (1964) hacías también las funciones de director y guionista…


… y recibías la visita en el set de rodaje del mismísimo Maurice Chevalier. 


Junto a una encantadora Donna Butterworth durante el rodaje de “Las joyas de la familia” (1965), otra película escrita y dirigida por ti en la que interpretabas nada menos que a siete personajes distintos.



En el set de “Tres en un sofá” (1966), dirigiendo y compartiendo plano con Janet Leigh, buena amiga…


... y, en otro tiempo, mujer de Tony Curtis, uno de tus mejores amigos, con el habías coincidido el año anterior en “Boeing, boeing”.



En 1970 dirigías a otros dos amigos, Peter Lawford y Sammy Davis, Jr., en “One more time”, película en la que también aparecían Peter Cushing como el Dr. Frankenstein y Christopher Lee como Drácula… Tú sí que sabes, Jerry. 




Maquillándote y en el set de rodaje de “The day the clown cried” (1972), tu película más comprometida, en la que hacías, una vez más, las funciones de actor, guionista y director. 



Y dirigiendo y como protagonista en el set de “Dale fuerte, Jerry” (1980), donde volvías a ser un payaso. 




En 1982 eras dirigido por Martin Scorsese en “El rey de la comedia”, película en la que compartías protagonismo con Robert De Niro.

“Rodamos la película en diversos puntos de Manhattan y filmamos unas secuencias en Long Island Sound. Una vez rodado mi papel volé a Las Vegas, especialmente satisfecho tanto por haber hecho un papel dramático como por haber trabajado con Bobby y Marty. Nos llevamos bien desde el primer día. Y, lo que es importante, no me trataron como a una celebridad de Hollywood ni como a un chico imbécil; mostraron un notable respeto por mi talento como actor y como director de cine. Y como ellos eran unos brillantes profesionales, fue una delicia trabajar juntos y conocernos”

Qué bien, Jerry.


Diez años después compartías cartel con Johnny Depp en “El sueño de Arizona”, bajo la dirección de Emir Kusturica…


… y aquí apareces, Jerry, junto a Fred Willard, uno de tus compañeros de reparto en “Max Rose”, producción de hace apenas dos años dirigida por Daniel Noah en la que también compartiste cartel con Dean Stockwell y Claire Bloom. 

Qué gran colección de imágenes y cuánta profesionalidad y buenos recuerdos. Y ahora… tres fotos de propina, así, un poco más sorprendentes…


Con Dean en el set de rodaje de… bueno, de una de vuestras películas, eso seguro.


Con la encantadora Audrey Hepburn, y con Dean, en los camerinos de la Paramount.


Y… vaya, con el mismísimo Alfred Hitchcock en el set de rodaje de “Atrapa a un ladrón” (1955). No te dejabas a ningún maestro por visitar, ¿eh, Jerry?




Mil gracias, Jerry. Como siempre, un auténtico placer… Hasta la próxima, genio. 

Citas de Jerry extraídas de
Jerry Lewis por Jerry Lewis. Memorias. Parsifal Ediciones. 1983

¡Qué bello es vivir!

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Hola a todos. Mi nombre es Clarence y soy un ángel. Sí, claro, del cielo. Estoy aquí para contaros una maravillosa historia...


... La historia de una preciosa película en forma de fábula. Todo empezó allá por 1946…



… y de la mano de Frank Capra, uno de los más grandes fabulistas de la historia del cine. Nacido en Sicilia, Frank llevaba tras las cámaras como director desde el aún silente 1922, y ya nos había dejado títulos hoy tan clásicos como “El hombre cañón”, “La jaula de oro”, “La locura del dólar”, “Dama por un día”, “Sucedió una noche”, “El secreto de vivir”, “Horizontes perdidos”, “Vive como quieras”, “Caballero sin espada”, “Juan Nadie”, “Arsénico por compasión”… Qué maravilla, ¿verdad? 


¡Qué bello es vivir!” se inspiraba en “The greatest gift”, cuento escrito en 1943 por el autor americano Philip Van Doren Stern, a partir del cual Frances Goodrich, Albert Hackett y el propio Frank Capra escribían el guión. También participaron en el mismo Jo Swerling y Michael Wilson, así como Dalton Trumbo, Dorothy Parker, Marc Connelly y Clifford Odets. Menudo plantel de guionistas.

La película venía redondeada con la fotografía de Joseph F. Biroc, Joseph Walker y Victor Milner, la dirección artística de Jack Okey, el montaje de William Hornbeck… 


… y una banda sonora firmada por Dimitri Tiomkin, mágico compositor ruso que ya había trabajado con Frank Capra en títulos como “Horizontes perdidos”, “Vive como quieras”, “Caballero sin espada” o “Juan Nadie” y nos había dejado también otros como “Lobos del norte”, “Sólo los ángeles tienen alas”, “El forastero” o “La sombra de una duda”.


George Bailey… el hombre más rico de la Tierra, os lo puedo asegurar. El bueno de George venía interpretado en la pantalla por otro pedazo de pan llamado James Stewart, aunque no fue este actor la primera opción para interpretarlo.

El papel de George Bailey fue originalmente pensado para Cary Grant, pero cuando Frank Capra heredó el proyecto reescribió el personaje adaptándolo a James Stewart. Ah, y su gran amigo Henry Fonda fue también considerado anteriormente para este papel.


Un año de cine: 1972

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Paul Sand, Ron Leibman, Robert Redford y George Segal formaban un grupo de lo más singular en “Un diamante al rojo vivo” (The hot rock), divertida película de la 20th Century Fox, bajo la dirección de un más que correcto Peter Yates, que contaba además con un brillante guión firmado por William Goldman y basado en la novela “The hot rock” del escritor americano Donald E. WestlakeEl compositor Quincy Jones quedó tan impresionado con la interpretación de sus músicos en la banda sonora, que pidió a la 20th Century Fox que incluyera sus nombres en los títulos de crédito finales. Bien hecho, Quincy.


First Artists nos presentaba “Los indeseables” (Pocket money), título dirigido por Stuart Rosenberg y basado en la novela “Jim Kane” de J.P.S. Brown. Paul Newman, Lee Marvin, Strother Martin, Wayne Rogers, Hector Elizondo y Richard Farnsworth, entre otros, hacían el resto. En un principio, el título de la película fue “Jim Kane”, pero se cambió con el fin de poner más enfásis en la relación entre los dos protagonistas. 


Diversas historias del escritor británico Christopher Isherwood, “I’m a camera” (adaptación teatral del comediógrafo John van Drutten sobre los textos de Isherwood) y “Cabaret” (posterior adaptación musical de esta obra en los escenarios de la mano de Joe Masteroff, John Kander y Fred Ebb) servían como base a “Cabaret”, uno de los más grandes musicales de la historia del cine que nos presentaba la ABC Pictures Corporation bajo la soberbia dirección de un genio llamado Bob Fosse y a través de unos intérpretes de auténtico lujo: Liza Minnelli, Michael York, Helmut Griem, Joel Grey, Marisa Berenson… Como dato curioso, el que en la obra original de Broadway el escritor fuera americano e inglesa la cantante y, en la película, inglés el escritor y la cantante americana.


En una historia de Jaime de Armiñán y José Luis Borau se basaba “Mi querida señorita”, título de El Imán/Incine dirigido por el propio Armiñán e interpretado por un magistral José Luis López Vázquez al que acompañaban en el reparto Julieta Serrano, Antonio Ferrandis, Chus Lampreave y Mónica Randall. Primera película de este 1972 protagonizada por López Vázquez, que era dirigido antes por Mariano Ozores en “La graduada” y después por José María Forqué en “La cera virgen”.


Paramount Pictures nos traía “Hermano Sol, Hermana Luna” (Fratello sole, sorella luna), poético título a tener en cuenta bajo la dirección de Franco Zeffirelli y a través de las interpretaciones de Graham Faulkner, Judi Bowker, Leigh Lawson, Kenneth Cranham, Lee Montague, Valentina Cortese y Alec Guinness. Se les pidió a Los Beatles aparecer en la película en papeles principales pero no pudieron por problemas de programación. También fue considerado Al Pacino para el personaje principal. Muy curioso todo, ¿que no?


El padrino” (The Godfather)… Paramount Pictures, Francis Ford Coppola en la dirección, Mario Puzo firmando la novela en la que está basada… Y dando (magistral) vida a los distintos personajes: Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Sterling Hayden, Diane Keaton, John Cazale… Los abuelos maternos de Pacino emigraron a América desde Corleone, Sicilia. Igual que Vito.


A través de Ultra Film/Les Productions Artistes Associés, Federico Fellini (no podía ser otro) nos regalaba la dirección de “Roma”, singular título de su filmografía que nos contaba una historia escrita por el propio Federico Fellini y por Bernardino Zapponi. En el fabuloso reparto nombres como Peter Gonzales Falcon, Fiona Florence, Britta Barnes, Pia De Doses, Renato Giovannoli… Y Anna Magnani, Gore Vidal y el propio Fellini interpretándose a sí mismos. 


Bruce Lee, Nora Miao, James Tien, Maria Yi y Robert Baker, entre otros, protagonizaban “Furia oriental” (Jing wu men), película dirigida por Wei Lo para National General Pictures. Según fuentes históricas, el real Chen Zhen, personaje al que interpreta Bruce Lee, escapó de Shangai con éxito. Que lo sepáis. 


Herbert Ross se hacía cargo de la dirección de “Sueños de un seductor” (Play it again, Sam), genial título de la Paramount Pictures protagonizado por Woody Allen, Diane Keaton, Tony Roberts, Susan Anspach… y Jerry Lacy, que contaba con un brillante guión (y cuándo no) de Woody Allen que estaba basado en su homónima obra teatral. La obra original de Broadway se estrenó el 12 de febrero de 1969 y se mantuvo en cartel durante 453 representaciones.


Uta Hagen, Chris y Martin Udvarnoky, Victor French, Diana Muldaur y John Ritter nos presentaban “El otro” (The other), inquietante y sensacional título dirigido para la 20th Century Fox por un extraordinario Robert Mulligan. Como era necesario que fuera verano, el pueblo de Murphys, California, fue en realidad localizado en Connecticut.

1972


Universal Pictures nos presentaba “Frenesí” (Frenzy), penúltimo título en la carrera de Alfred Hitchcock como director. Basada en la novela “Goodbye Piccadilly, farewell Leicester Square” del británico Arthur La Bern, esta película fue interpretada por Jon Finch, Alec McCowen, Barry Foster, Billie Whitelaw, Vivien Merchant y Jean Marsh, entre otros. Patricia Hitchcock encontró tan perturbadora esta historia de su padre que no se la permitió ver a sus hijos en muchos años.


El candidato” (The candidate) nos llegaba a través de Warner Bros. Pictures y la dirección de Michael Ritchie. Robert Redford, Peter Boyle, Karen Carlson, Melvyn Douglas… y Natalie Wood (haciendo de ella misma) configuraban el reparto de esta historia cinematográfica. Redford, también aquí como productor ejecutivo, fue el que originó este proyecto, contratando personalmente a Michael Ritchie para la dirección por haber éste trabajado anteriormente como asesor técnico en diversas campañas políticas. 


Clint Eastwood, Robert Duvall, John Saxon y Don Stroud bajo la siempre sabia dirección de John Sturges nos presentaban “Joe Kid”, título de Universal Pictures/Malpaso Company. El guionista Elmore Leonard ciertamente sabía sobre armas de fuego clásicas, teniendo especial cuidado en que todas ellas pertenecieran a la época de la historia que se contaba en la película. 


Columbia Pictures nos traía “Fat City”, película dirigida por John Huston y basada en la novela homónima del norteamericano Leonard Gardner. Stacy Keach, Jeff Bridges, Susan Tyrrell, Candy Clark y Nicholas Colasanto, entre otros, configuraban el reparto. Huston quería en un principio a Marlon Brando, pero como Brando no se decidía a aceptar, el director eligió a Keach. También quería Huston a Beau Bridges para el otro papel, pero Beau se veía demasiado mayor para este personaje y recomendó a su hermano Jeff.


Junior Bonner” nos acercaba a un encantador Steve McQueen muy bien secundado por nombres de la talla de Ida Lupino, Robert Preston o Ben Johnson. Sam Peckinpah dirigía esta bonita película para la ABC Pictures Corp. McQueen pudo acercarse a uno de los toros, al más manso, pero no le fue permitido acercarse a otro que era mucho más temido.


Les Productions Artistes Associés/Produzioni Europee Associati nos presentaban “Los cuentos de Canterbury” (I racconti di Canterbury), película interpretada por Hugh Griffith, Laura Betti, Ninetto Davoli, Franco Citti y Josephine Chaplin, dirigida por Pier Paolo Pasolini y basada en “The Canterbury tales”, del autor inglés Geoffrey Chaucer. Segundo de los títulos de la “Trilogy of life” del director, la película seguía a “El Decamerón” y continuaba en “Las mil y una noches”.


Robert Redford protagonizaba, junto a Will Geer, Delle Bolton, Josh Albee, Charles Tyner y Matt Clark, “Las aventuras de Jeremiah Johnson” (Jeremiah Johnson), maravilloso título de la Warner Bros. que era dirigido por un magistral Sydney Pollack. El guión tomaba como base la novela “Mountain man” del americano Vardis Fisher y “Crow killer”, una historia escrita por Raymond W. Thorp y Robert Bunker. Y Jeremiah Johnson estaba basado en un personaje real, John Johnston, que habitó en las montañas de Utah. 


Greenwich Film Productions nos traía “El discreto encanto de la burguesía” (Le charme discret de la bourgeoisie), título interpretado por Fernando Rey, Paul Frankeur, Delphine Seyrig, Bulle Ogier, Stéphanie Audran, Jean-Pierre Cassel y Michel Piccoli bajo la dirección de Luis Buñuel. En su autobiografía, Buñuel comentaba que tuvo dificultades en encontrar el título de la película. El día que se terminó de escribir el guión, alguien sugirió “Le charme de la bourgeoisie”. El adjetivo “discret” fue añadido después. 


Robert Aldrich dirigía, entre otros, a Burt Lancaster, Bruce Davison, Richard Jaeckel, Joaquín Martínez y Richard Farnsworth en “La venganza de Ulzana” (Ulzana’s raid), título de la Universal Pictures. Más adelante, Aldrich admitiría no quedar del todo satisfecho con el resultado final del film.


La novela homónima de Robert Louis Stevenson servía de base a esta versión de “La isla del tesoro” (Treasure island) de la National General Pictures que firmaba como director Andrea Bianchi. El reparto estaba compuesto por Orson Welles, Kim Burfield, Lionel Stander, Walter Slezak, Ángel del Pozo y Aldo Sanbrell. A Welles ya le había sido ofrecido el papel de John Silver para un proyecto de 1964 que no llegó a buen puerto. Finalmente lo pudo interpretar en la versión que nos ocupa.

1972


Laurence Olivier y Michael Caine nos regalaban “La huella” (Sleuth), obra maestra de la 20th Century Fox basada en la homónima del británico Anthony Shaffer que era dirigida para la gran pantalla por un soberbio Joseph Leo Mankiewicz. Trabajar con Olivier suponía tal orgullo para Caine que, al conocerse, éste le preguntó de qué manera debía dirigirse a él. Olivier le dijo entonces: “Bien, yo soy Lord Olivier y tú eres Mr. Caine. Por supuesto sólo la primera vez que te dirijas a mí. Después, yo seré Larry y tú serás Mike”.


United Artists nos presentaba “El hombre de La Mancha” (Man of La Mancha) bajo la dirección de Arthur Hiller. Película basado en “El Quijote” de Cervantes y en la obra “I, Don Quixote” del dramaturgo americano Dale Wasserman, contaba en su reparto con Peter O’Toole, Sophia Loren, James Coco, Harry Andrews, Ian Richardson y John Castle. Uno de los actores que interpretaron a Don Quijote en los escenarios fue José Ferrer, actor al que O'Toole admiraba desde que coincidiera con él, diez años atrás, en “Lawrence de Arabia”.


Ronald Neame dirigía a Gene Hackman, Ernest Borgnine, Red Buttons, Roddy McDowall y Shelley Winters, entre otros muchos, en “La aventura del Poseidón” (The Poseidon adventure), clásico título de la 20th Century Foxque basaba su historia en la novela homónima escrita por Paul Gallico, novela que encontraba su inspiración en un viaje que realizó el propio Gallico en el Queen Mary.


Steve McQueen, Ali McGraw, Ben Johnson y Slim Pickens formaban el reparto de “La huida” (The getaway), producción de First Artists bajo la dirección de Sam Peckinpah y basada en la novela de mismo nombre del estadounidense Jim Thompson. Peckinpah quería a Jack Palance para uno de los papeles secundarios, pero no se pusieron de acuerdo en lo referente al salario. 


El libro “Roy Bean: Law West of the Pecos” de C.L. Sonnichsen servía como base a “El juez de la horca” (The life and times of Judge Roy Bean), título de la First Artists en el que John Huston dirigía a un sensacional Paul Newman al que acompañaban en el reparto Victoria Principal, Ned Beatty, Stacy Keach, Ava Gardner, Roddy McDowall o el mismísimo John Huston. El oso que aparece en esta película tuvo como amistoso compañero de viaje a un león macho africano. Ambos tenían su propia habitación en el motel. 


United Artists nos presentaba “El último tango en París” (Ultimo tango a Parigi), título dirigido por Bernardo Bertolucci e interpretado por Marlon Brando, María Schneider, María Michi, Luce Marquand, Catherine Breillat y Jean-Pierre Léaud. Alain Delon y Jean-Paul Belmondo rechazaron el papel de Paul, para el que fue también considerado Jean-Louis Trintignant. Para el de Jeanne se pensó en un principio en Dominique Sanda. 


George Cukor dirigía magistralmente a Maggie Smith, Alec McCowen, Louis Gossett, Jr. y a nuestros José Luis López Vázquez, Javier Escrivá, Julio Peña y Aldo Sanbrell en “Viajes con mi tía” (Travels with my aunt), título de la Metro-Goldwyn-Mayer que basaba su historia en la novela homónima de Graham Greene. Katharine Hepburn estuvo muy cerca de protagonizar esta película. Hoy no podríamos imaginarla sin Maggie. 


El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas” (The effect of gamma rays on man-in-the-moon marigolds), título de la 20th Century Fox bajo la dirección de Paul Newman, estaba basado en la obra de mismo nombre del dramaturgo americano Paul Zindel. Joanne Woodward protagonizaba esta película junto a Nell Potts y Roberta Wallach, que interpretaban a sus hijas en esta historia. Roberta, la mayor, era hija de Eli Wallach. Nell, la pequeña, de Joanne y Paul. Eli y Paul habían coincidido diez años atrás en “Cuando se tienen veinte años”.


Svenska Filminstitutet y Cinematograph AB nos traían “Gritos y susurros” (Viskningar och rop), título dirigido por Ingmar Bergman e interpretado por Harriet Andersson, Kari Sylwan, Ingrid Thulin, Liv Ullman y Anders Ek. En esta película aparecían también Ingrid Bergman, mujer de Ingmar, y Lena, hija del director. 


Helmut Berger, Trevor Howard, Silvana Mangano, Gert Fröbe, Helmut Griem y Romy Schneider como la emperatriz Elizabeth, conformaban el reparto de “Luis II de Baviera, el rey loco” (Ludwig II), producción de Mega Film/Cinétel/Dieter Geissler Filmproduktion/Divina-Film, bajo la artística dirección de Luchino Visconti, que basaba su guión en una historia del propio Luchino y de Enrico Medioli, con la colaboración de Suso Cecchi D’Amico. Tras haber dado vida a Sissi en tres películas de los años cincuenta, Romy tenía muy claro que no quería interpretar más a la emperatriz. Tan sólo aceptó hacerlo aquí por su gran amistad con Visconti. 


A ese buen y gran amigo
que de cine sabe (casi) más que yo…

¡Muy feliz día!


¡Qué bello es vivir!

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Hola a todos. Mi nombre es Clarence y soy un ángel. Sí, claro, del cielo. Estoy aquí para contaros una maravillosa historia...


... La historia de una preciosa película en forma de fábula. Todo empezó allá por 1946…



… y de la mano de Frank Capra, uno de los más grandes fabulistas de la historia del cine. Nacido en Sicilia, Frank llevaba tras las cámaras como director desde el aún silente 1922, y ya nos había dejado títulos hoy tan clásicos como “El hombre cañón”, “La jaula de oro”, “La locura del dólar”, “Dama por un día”, “Sucedió una noche”, “El secreto de vivir”, “Horizontes perdidos”, “Vive como quieras”, “Caballero sin espada”, “Juan Nadie”, “Arsénico por compasión”… Qué maravilla, ¿verdad? 


¡Qué bello es vivir!” se inspiraba en “The greatest gift”, cuento escrito en 1943 por el autor americano Philip Van Doren Stern, a partir del cual Frances Goodrich, Albert Hackett y el propio Frank Capra escribían el guión. También participaron en el mismo Jo Swerling y Michael Wilson, así como Dalton Trumbo, Dorothy Parker, Marc Connelly y Clifford Odets. Menudo plantel de guionistas.

La película venía redondeada con la fotografía de Joseph F. Biroc, Joseph Walker y Victor Milner, la dirección artística de Jack Okey, el montaje de William Hornbeck… 


… y una banda sonora firmada por Dimitri Tiomkin, mágico compositor ruso que ya había trabajado con Frank Capra en títulos como “Horizontes perdidos”, “Vive como quieras”, “Caballero sin espada” o “Juan Nadie” y nos había dejado también otros como “Lobos del norte”, “Sólo los ángeles tienen alas”, “El forastero” o “La sombra de una duda”.


George Bailey… el hombre más rico de la Tierra, os lo puedo asegurar. El bueno de George venía interpretado en la pantalla por otro pedazo de pan llamado James Stewart, aunque no fue este actor la primera opción para interpretarlo.

El papel de George Bailey fue originalmente pensado para Cary Grant, pero cuando Frank Capra heredó el proyecto reescribió el personaje adaptándolo a James Stewart. Ah, y su gran amigo Henry Fonda fue también considerado anteriormente para este papel.


AMPARO BARÓ

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“Ser actor es una vocación, si uno no puede
involucrarse y emocionarse no sirve para nada”


Amparo Baró… Una de las actrices más grandes de nuestra escena. 


Como Amparo Baró San Martín venías al mundo el 21 de septiembre de 1937 en Barcelona, asistiendo en esta misma ciudad al colegio La Divina Pastora. Y contabas que tu afición por los libros procedía de tu abuelo, quien te leía los “Cuentos de las Mil y una Noches”.

Más adelante, comenzabas a estudiar Filosofía y Letras…


… descubriendo después tu verdadera vocación al ingresar en el Teatro Español Universitario

Debutabas en las tablas dirigida por Ángel Carmona en 1955 con “El burlador de Sevilla”, de Tirso de Molina. Pero tu gran oportunidad como actriz llegaba un año después al sustituir a Amparo Soler Leal en la obra “Harvey”, de Mary Chase, bajo la dirección de Adolfo Marsillach. Obra a la que siguieron más adelante otras como “Alejandro Magno”, de Terence Rattigan; “Ondina”, de Jean Giraudoux o “Bobosse”, de André Roussin. También fuiste una de las protagonistas de “Calumnia”, de Lillian Hellman. 


Y en 1965 formabas tu propia compañía teatral con compañeros de la profesión como Luis Prendes, Elvira Quintillá y Manuel Galiana. Venían después otras obras como “La tetera”, de Miguel Mihura; “Los buenos días perdidos”, de Antonio Gala; “El décimo hombre”, de Paddy Chayefski… 


… o “La venganza de Don Mendo”, de Pedro Muñoz Seca, donde compartías cartel con un también divertídisimo (y cuándo no) Manolo Gómez Bur. 

Ya en los años 80, “Casa de muñecas”, de Henrik Ibsen, para muchos tu mejor interpretación en los escenarios. Y “Un marido de ida y vuelta”, de Enrique Jardiel Poncela, “Materia reservada”, de Hugh Whitemore, “El poder de la mandrágora”, de Peter Shaffer… 

La década de los 90 traía para ti obras como “Hazme de la noche un cuento”, de Jorge Márquez; “Leticia”, de Peter Shaffer... Y “Siempre en otoño”, de Santiago Moncada, junto a tus dos grandes amigas, Irene y Julia Gutiérrez Caba.

Siempre hemos conservado un nexo muy fuerte desde esa etapa. Tuve la inmensa suerte de trabajar con dos grandes actrices… Amparo fue una gran actriz de una calidad incalculable. Era una espléndida actriz y una gran cómica que abarcaba todo
(Julia Gutiérrez Caba

Los que la hemos conocido sabemos de lo que hablamos, y muchos de vosotros también, porque uno demuestra cómo es delante de la cámara y Amparo era, claramente, la pura verdad
(Carmen Machi)

Era una mujer que amaba el teatro y la interpretación, 
una lección para todos los actores
(Alicia Borrachero)


Junto a Carmen Machi y Alicia Borrachero compartías en 2011 tu última representación en los escenarios, “Agosto”, de Tracy Letts, bajo la dirección de Gerardo Vera.

Fue un placer dirigirla y ver cómo abarrotaba el teatro día a día dando por última vez una muestra histórica de lo que una actriz puede hacer en un escenario

En la gran pantalla, Amparo, debutabas como actriz en 1956 en “Carta a Sara”, coproducción italo-española basada en una historia de Juan Antonio Bardem. Y, tras títulos como “Rapsodia de sangre”, “Llama un tal Esteban”, “Trío de damas” o “Adiós, Mimí Pompón”… 


… llegaba en 1961 tu intervención en “Margarita se llama mi amor”, título en el que compartías cartel, y aula, con nombres de nuestro cine como Manuel Zarzo, Ángel del Pozo, Goyo Lebrero, Pepe Isbert, Margot Cottens, José Luis Ozores… Y, sí, claro, qué remedio, también con Margarita, encarnada aquí por Mercedes Alonso. 


Junto a José Luis López Vázquez, Manolo Gómez Bur y Tony Leblanc rodabas ese mismo año “Tres de la Cruz Roja”, divertido clásico de nuestro cine. Qué bien lo debisteis pasar durante este rodaje. 

Y después, otros títulos cinematográficos como “Sendas cruzadas”, “Tierra de todos”, “Operación: Embajada”, “La chica del trébol” o “Tengo 17 años”, tras los cuales orientabas tu camino casi exclusivamente a la pequeña pantalla, medio en el que ya habías aparecido anteriormente. Pero a partir de 1964 lo harías con mucha más frecuencia en series y espacios televisivos como “Primera fila”, “Confidencias”, “El tercer rombo”, “Tiempo y hora”, “Autores invitados”, “Telecomedia de humor”, “La pequeña comedia”…

Y el memorable “Estudio 1”, apareciendo entre 1966 y 1984 en un total de 13 obras de teatro entre las que se encontraban “El barón”, “Los extremeños se tocan”, “Diálogos de carmelitas”, “Las aleluyas del señor Esteve” o “Tres sombreros de copa”.


“Empecé en la tele con Jaime de Armiñán, Adolfo Marsillach, Pilar Miró, Josefina Molina…, con personas muy serias que me han ayudado siempre”

Después, también para la pequeña pantalla, llegaban “Fábulas”, “Hora once”, “Del dicho al hecho”, “Sospecha”, “Las doce caras de Eva”, “Historias de Juan Español”, “Si yo fuera rico”, “Silencio, estrenamos”, “El quinto jinete”, “El teatro”, “Novela” o “Teatro estudio”, con alguna incursión cinematográfica como “La banda del Pecas” o “Carola de día, Carola de noche”.


Alternabas ya con mayor frecuencia la pequeña pantalla con el cine, apareciendo en películas como “Al servicio de la mujer española”, “El divorcio que viene”, “El nido”, “Apaga… y vámonos”…


… “127 millones libres de impuestos” o “En septiembre”. Y más televisión a través de “Historias para no dormir” o “Cuentos imposibles”.

A toda pantalla llegaba luego para ti “Stico” (1985), curiosísimo título de nuestro cine en el que eras dirigida por Jaime de Armiñán y compartías cartel de lujo con Fernando Fernán Gómez, Agustín González, Carmen Elías, Manuel Galiana, Mercedes Lezcano y Manuel Zarzo, sí, tu marido en esta historia. 

Y después interviniste en “El elegido”, “Cara de acelga” o “Mi general”, otros títulos cinematográficos…


… que compaginaste con la serie televisiva “Recordar, peligro de muerte”  y el espacio “Tarde de teatro”. 

Era una actriz de teatro de las de toda la vida. Formaba parte de ese conjunto de actores que nació en el teatro y han dado la vida por él. Ellos eran los personajes, no interpretaban ni opinaban sobre lo que hacían, sino que lo hacían directamente y magistralmente. No tenían que ser altos, guapos y fuertes. Eran excelentes actores y eso era más que suficiente
(José Luis Cuerda)


En 1987 nos maravillabas a través de tu Amelia de “El bosque animado”, formando además pareja con una también sensacional Alicia Hermida y siendo ambas acompañadas en el reparto por Alfredo Landa, Tito Valverde, Alejandra Grepi, Fernando Rey, Encarna Paso, Luis Ciges, Miguel Rellán, María Isbert y Manuel Alexandre bajo la dirección de un soberbio y mágico José Luis Cuerda. 

Llegarían luego más intervenciones televisivas en series como “Recuerda cuándo”, “Lorca, muerte de un poeta”, “Farmacia de guardia” o “Una gloria nacional”, entre las que participaste también en otros títulos cinematográficos como “Soldadito español” o “Las cosas del querer”…



… y en “Primera función”, espacio televisivo en el que te pudimos ver en obras como “El cianuro… ¿solo o con leche?”, divertidísima genialidad teatral escrita por Juan José Alonso Millán y adaptada y dirigida por Mara Recatero, en la que compartías maestría interpretativa con Aurora Redondo y Mari Carmen Prendes. Tres grandes cómicas de nuestra escena, sin duda alguna. 

“Es muy sano reírse, aunque también me acusan de irónica, cosa que no me gusta. Es cierto que a veces utilizo la ironía, pero no es excesivamente buena”

Después eras dirigida a toda pantalla por Jaime de Armiñán en “Al otro lado del túnel” y en “El palomo cojo”. Y por Manuel Gómez Pereira en “Boca a boca”. Y te seguías asomando a la televisión a través de series como “Juntas pero no revueltas”, “En plena forma” o “Tío Willy”. 

Espero que siga repartiendo collejas allá donde esté, sin distinguir
(Toni Cantó)


En 1999 llegaba tu personaje Sole de la serie de televisión “Siete vidas”, papel que interpretaste en la pequeña pantalla a lo largo de siete años…

“La considero una maestra, una mujer de la que aprendí mucho, honesta, sincera, que no se andaba con medias tintas, y eso se agradecía… Nunca fallaba, siempre se lo sabía todo… Llegó al gran público con Sole de ‘7 vidas’, pero era una gran dama del cine, del teatro y de la televisión”
(Anabel Alonso)

… años durante los cuales compartirse plató con Toni Cantó, Anabel Alonso, Javier Cámara, Gonzalo de Castro… 

Uno tenía la sensación de no saber hacer nada cuando Amparo Baró estaba delante… Maestra fantástica y profesional desde el primer día hasta el último
(Javier Cámara)

Amparo ha sido una actriz extraordinaria, una mujer que ha encontrado en la escena y en la pantalla un lugar insustituible. Era buena compañera, buena amiga, tierna, pequeña, menuda
(Gonzalo de Castro)

… y con Blanca Portillo, Carmen Machi, Eva Santolaria, Santi Rodríguez, Paz Vega, Guillermo Toledo, María Pujalte o Florentino Fernández.

“No he vuelto a dar una colleja desde que dejé la serie ‘7 vidas’”

Y también coincidiste en el plató de esta serie con actores tan clásicos como tú: Agustín González, María Isbert, Manuel Alexandre, Luis Barbero, Alicia Hermida, Amparo Soler Leal… A través de tu peculiar y genial Sole adquiriste gran popularidad entre las generaciones más jóvenes de telespectadores. 

En 2003, bajo la dirección de Achero Mañas, interpretabas en cine a Helena en “Noviembre”…


… en 2005 le prestabas tu voz a la abuelita de “La increíble pero cierta historia de Caperucita Roja”. Glenn Close lo hacía en su versión original. 


Y en 2007 dabas vida a Emilia en “Siete mesas de billar francés”. Este mismo año de nuevo adquirías gran popularidad en la pequeña pantalla…


… a través de Jacinta García, tu personaje en otra serie televisiva de éxito: “El internado”.


En 2011, tu último título para la gran pantalla, “Maktub”, bajo la dirección de Paco Arango y con Aitana Sánchez-Gijón, Goya Toledo, Rosa María Sardá, Enrique Villén, Mariví Bilbao o Jorge García como compañeros de reparto. 

“Ahora me levanto a las seis y media de la mañana, la misma hora a la que me acostaba durante muchos años… Me lo pasaba estupendamente con compañeros y amigos. Creo que era una forma ideal de descargar adrenalina”


Y en ese mismo 2011, Amparo, participaste con tus monólogos en “El club de la comedia”. Sobra decir que también fue una auténtica delicia verte aquí.

Entre los numerosos y merecidísimos premios que recibiste a lo largo de tu extensa carrera interpretativa, Amparo, se encuentran la Antena de Oro de televisión en 1963, el premio Miguel Mihura de Teatro por su interpretación en “Isabelita la miracielos”, el Premio Goya a la mejor actriz de reparto por “Siete mesas de billar francés”, 4 premios de la Unión de Actores (uno por la película “Maktub” y tres por la serie “7 vidas”)…


… el Premio Ceres a la mejor actriz en el Festival de Mérida, por la obra teatral “Agosto”, que te entregaba Gonzalo de Castro…


… la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes


… y el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert concedido por la Asociación de Amigos de los Teatros de España, de la mano de Tony Isbert y Manuel Galiana.

Y ahora, Amparo, permíteme añadir otras obras de teatro no citadas anteriormente que han tenido también el honor de contar contigo como una de sus más distinguidas intérpretes… 


El pan de todos”, de Alfonso Sastre; “Cándida”, de George Bernard Shaw; “Mi adorado Juan”, de Miguel Mihura; “Los ángeles no deben aterrizar”, de Enrique Suárez de Deza; “George & Margaret”, de Gerald Savory; “Petición de mano”, de Anton Chekhov; “Las preciosas ridículas”, de Molière; “César y Cleopatra”, de George Bernard Shaw; “El comprador de horas”, de Jacques Deval; “Tengo un millón”, de Victor Ruiz Iriarte; “Rapto”, de Edgar Neville; “Asesinato en el Nilo”, de Agatha Christie…

“Nunca olvido que el teatro es de una fuerza inimaginable, es un espejo que te plantan delante para que te avergüences y te remueva la conciencia, el teatro conmueve y conciencia, pero es imposible trasladarlo a la televisión porque siempre es un milagro de complicidad con el público, que sabe que aquello nunca más a suceder”

… “Una cigüeña bromista”, de André Roussin; “Veraneando”, de Alfonso Paso; “La pareja”, de Jaime de Armiñán; “Juegos de invierno”, de Jaime Salom; “El increíble señor Pennypacker”, de Liam O’Brien; “Carmelo”, de Juan José Alonso Millán; “Ángela María”, de Carlos Arniches y Joaquín Abati; “La casa de las chivas”, de Jaime Salom; “Pedro de Urdemalas”, de Pedro Calderón de la Barca, “El décimo hombre”, de Paddy Chayefsky…


… “Salsa picante”, de Joyce Rayburn; “Los peces rojos”, de Jean Anouilh; “Vamos a contar mentiras”, de Alfonso Paso; “Herminia”, de Claude Magnier; “Los habitantes de la casa deshabitada”, de Enrique Jardiel Poncela; “Borkman”, de Henrik Ibsen; “El sombrero de copa”, de Vital Azal; “El Barón”, de Leandro Fernández de Moratín; “Las mujeres sabias”, de Molière; “Destino: Broadway”, de Neil Simon; “La opinión de Amy”, de David Hare…

El pasado 29 de enero, a los 77 años de edad, te nos ibas, Amparo, muy, muy, muy tristemente. Sabes que nunca te olvidaremos, porque con nosotros dejas tu profesionalidad, tu simpatía, tu tremendo sentido del humor, tu inconfundible voz, tu arrebatadora personalidad, tu gracia, tu grandísima altura, tu saber hacer… 


Gracias, Amparo, de todo corazón. Sin ti, sin tu extraordinario arte, sin tu impecable trabajo, la escena española no habría sido ni la mitad de grande. 

“Cuando miro hacia atrás, pienso: ‘Qué suerte has tenido, Amparo’. He trabajado en lo que me gustaba, he podido elegir y nunca he tenido baches… Y sigo siendo una mujer absolutamente vocacional, con la misma pasión por ser actriz”
(AMPARO BARÓ)

A través de los ojos de Scout

The way they were (II)

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Voló, en alas de la danza, hacia Río de Janeiro con sombrero de copa y a un ritmo… loco. Bailando nació el amor y fue elegante pareja de la alegre divorciada, de Amanda, de Irene Castle, de una cara con ángel, de la bella de Nueva York… y de la bella de Moscú. El límite era el cielo. O el valle del arco iris… Let’s dance.


Fue Slim, Vivien Rutledge, Irene Jansen, Nora Temple… en el más puro cine negro. También en su vida, un trompetista, un rey del tabaco y un asesinato en el Orient Express. Nos mostró cómo casarse con un millonario y fue desconfiada esposa y pícara soltera. Tener y no tener… Y ella lo tenía. 


De bote en bote, y siempre haciendo de las suyas, fueron héroes de tachuela, dos pares de mellizos, pescadores pescados, estudiantes en Oxford, marinos a la fuerza, compañeros de juerga, locos del aire... y una entrañable e inolvidable pareja cinematográfica. 


Fue una joven Wendy Darling, fue también Patty Jefferson y Tracy. Fue mujer bajo la luna y vivió dos vidas en un instante y una relación mortal. Fue también la Emma de Jane Austen, la Estella de Dickens y la musa de Shakespeare.


Nos presentó a su amiga Irma, y a Kimi, vivió su vida y estuvo loco por Anita. Fue recluta, marino, golfista, artista y modelo, botones… Dijo adiós a su luna de miel y fue también un marciano en California y un chalado en órbita. Y el ceniciento, un espía en Hollywood, un chiflado profesor… Y el rey de la comedia. 


Dio la vuelta al mundo en ochenta días (eso sí, como extra) y después fue Castrillo, monaguillo, Manolo en La verbena de la Paloma, Antonio Parrondo y Carnicero (ahí queda eso) y Jenaro el de los 14. También fue guardiamarina, cateto a babor y el novio de la niña de luto, conoció a Ninette (la del señor de Murcia) y a las que tienen que servir. Y a los que tocan el piano. Estuvo a 40 grados a la sombra y en una de las cuatro noches de boda. Y en las verdes praderas. Y fue también Germán Areta, el Bartolomé de la marrana, el temido Bandido Fendetesta y un extraordinario Paco, el Bajo. 


Fue Blake de Londres y O’Leary de Chicago, el Conde Axel de Fersen y Ferdinand de Lesseps. Fue también Benjamin Blake, el Capitán de Castilla, el Capitán King y El Zorro. Y el mítico Jesse James.


Anita Hoffman, Ilsa Lund, Juana de Arco, María, Anastasia… y Golda en la pequeña pantalla. Conoció el albergue de la sexta felicidad, a los cuatro hijos de Adán, al Dr. Jekyll (y a Mr. Hyde) y ayudó a recordar a John. Fue indiscreta y atormentada, viajó en el Orient Express y en una sonata de otoño. 


Fue Steve Biko, Demetrius Williams y Nick Styles, además de esclavo fugitivo, Malcolm X y, por tres veces, teniente. A través suyo conocimos al coleccionista de huesos y el informe pelícano. Fue también Huracán Carter, Ezekiel Rawlings y el Don Pedro de Shakespeare.


Fue Ann en la calle 42 antes de volar hacia Río de Janeiro donde, en alas de la danza, siguió a la perfección el ritmo loco de un sombrero de copa. Fue también dama del teatro, mamá a la fuerza, la menor del mayor, una mujer en la penumbra… y con ella nos sentimos rejuvenecer. 


De manos de este niño y al rítmico son de su batuta nos llegaban Los lirios del valle, El planeta de los simios, Patton, La balada de Cable Hogue, Río Lobo, El otro, Papillon, Chinatown, El viento y el león, La profecía, Alien, Poltergeist, Gremlins, El chip prodigioso, Desafío total, Los últimos días del Edén, L.A. Confidential, Mulan, La momia, La guarida… y los televisivos Cuentos asombrosos. Mágica banda sonora la de este genio musical.


En el mundo de Dickens fue Erbert Pocket, William Dorrit y un extraordinario Fagin. También fue el hombre vestido de blanco y oro en barras… de muchos quilates. Y el Padre Brown, El Cardenal, dos veces capitán, dos veces príncipe... Y una vez rey y otra vez Papa. También fue Marco Aurelio y Julio César. Y nada menos que ocho personajes en ocho sentencias de muerte. Y el profesor Marcus. Y Yevgraf para el Doctor Zhivago. Fue también un genio que andaba suelto. Y el mítico Coronel Nicholson. Y Sigmund Freud. Y un mayordomo de lo más singular. Y, por supuesto, nuestro Obi-Wan Kenobi. 


Conoció la sombra del hombre delgado y estuvo en la cabaña y en la casa encantada. Y en Pekín. Fue Kitty Collins, Venus, Pandora, la condesa descalza, Julie LaVerne, Lilly Langtry y Sarah en la biblia… Y el animal más bello del mundo.


Fue lancero bengalí, músico de trombón, Wild Bill Hickok y profesor de lengua. También Marco Polo, el forastero, Beau Geste, Alvin C. York, Robert Jordan, Juan Nadie, Howard Roark, el orgullo de los Yankees, policía montada del canadá… Estuvo en duda su honor, conoció a Ariane, se quedó solo ante el peligro, a nada de ser ahorcado y bajo la sombra de la sospecha. 


Fue la Princesa Victoria, Constanze Hübner y Niddy Hoevelmann. Y una maravillosa Sissi. La vimos después a pleno sol y en la piscina, en las cosas de la vida y como una mujer singular. 


Rocky Sullivan, Eddie Bartlett, un sublime Cody Jarrett y un extraordinario George M. Cohan. Fue también Bottom en el sueño de una noche de verano. Y enemigo público, propietario de una palmera, el mismísimo Lon Chaney, el chico de Oklahoma y, en la pequeña pantalla, el terrible Joe Moran. 


Fue caballero y ladrón. Y el padre de Cecile. Fue también obispo con mujer… y ángel, y James Bond. Coincidió con el prisionero de Zenda, y con Lady L, y con la pantera rosa. Fue cuatro veces capitán y otras cuatro coronel, cinco mayor, dos teniente y una general. Fue también un maravilloso Phileas Fogg y la Pimpinela Escarlata. Y un correctísimo Edgar Linton.


Amy Kane, Linda Nordley, Margot Wendice, Lisa Fremont…. Y Nancy, Georgie, Catherine, Frances, Tracy… Y la princesa Alexandra. Y a todas ellas les imprimió su espectacular belleza y su extraordinaria elegancia. 


Estuvo en el club de los chalados y en el pelotón chiflado. Y en la tienda de los horrores. Fue amigo de Tootsie, y de Ed Wood, y de los ángeles de Charlie. Fue también cazafantasmas. Y Phil… sí, como la marmota. 


Nos fue presentada como una espectacular y bellísima Sherezade, y después fue la Beatriz de Cristobal Colón y la Elena del Zorro. Una trampa y una guarida y aparecía ante nosotros como Velma Kelly de Chicago, otra mujer espectacular. 


Protagonizó la historia de dos ciudades y un extraño suceso. Fue portero de noche, médico en la marina, jardinero español, ángel vestido de rojo… Asistió a la caída de los dioses, tuvo como objetivo un puente lejano y vivió un motín en el Defiant. Y fue Frank Liszt, el Dr. Longman, Gustav von Aschenbach, Charlie Hook y Barrett, el sirviente. Y un maravilloso Roald Dahl en la pequeña pantalla. 


“El que no cree en la magia nunca la encontrará.”
(Roald Dahl)

Personaje de libro

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En 1962, Gregory Peck nos maravillaba con su impecable composición de Atticus Finch, el inolvidable padre de “Matar a un ruiseñor”. Atticus era en origen un personaje de “To kill a mockingbird”, novela que, con gran éxito, publicaba en 1960 Harper Lee, accediendo a llevarla a la gran pantalla siempre y cuando fuera Peck, y no otro actor, el encargado de dar vida al extraordinario padre de esta historia. 

Empecé a leer el guión que me enviaron y no pude dejarlo en toda la noche. Supuse que querían que interpretara a Atticus y les llamé a las ocho de la mañana para preguntarles que cuándo empezábamos. La novela me pareció espectacular. Pero sobre todo sentí que era un personaje con el que me podía identificar, que sería capaz de ponerme en su lugar 
y de andar con sus zapatos

Gregory Peck, el Atticus de Scout, el Atticus de Harper... Nuestro Atticus. 


Joanne Woodward encarnaba en 1960 a Mary St. John, la protagonista de la película “Desde la terraza”, basada en la novela “From the terrace” escrita en 1958 por el estadounidense John O’Hara. Para cuando publicó este título, O’Hara era ya un exitoso escritor de novelas y relatos breves, ejerciendo también el oficio de periodista y corresponsal así como el de guionista en Hollywood. 


Ernest Hemingway publicaba en 1929 “A farewell to arms”, novela cuyo protagonista, el Teniente Frederick Henry, era interpretado en 1932 en la gran pantalla por Gary Cooper en “Adiós a las armas”. A Hemingway no le gustaba esta interpretación de su novela al encontrarla demasiado romántica, pero esto no impidió que él y Cooper entablaran una estrecha amistad y que fuera el propio Hemingway quien insistiera en que Gary protagonizara también la adaptación cinematográfica de “Por quién doblan las campanas”, otra de las novelas del escritor. ¿Y a que hoy no podemos imaginarnos a otro Robert Jordan cinematográfico?


Robert E. Lee Prewitt, el personaje encarnado por Montgomery Clift en “De aquí a la eternidad” (1953), provenía de “From here to eternity”, novela publicada en 1951 por el autor estadounidense James Jones, quien no estaba demasiado conforme con esta adaptación de su novela porque consideraba que había sido demasiado esterilizada. Aún así, Jones vendió un extra de dos millones de ejemplares tras el éxito de la película y él mismo aparecía en una escena junto a unas azafatas y otros soldados mientras Fatso tocaba el piano en el New Congress Club.


En 1958, bajo la dirección de Terence Fisher, Christopher Lee se convertía por vez primera en el Conde Drácula en “Drácula”. La novela en la que se basaba la película, publicada allá por 1897, venía firmada por el irlandés Bram Stoker. Entre 1966 y 1976, Christopher volvería a este personaje en “Drácula, príncipe de las tinieblas”, Drácula vuelve de la tumba”, El conde Drácula, “El poder de la sangre de Drácula”, “Las cicatrices de Drácula”, “Drácula 73”, “Los ritos satánicos de Drácula”, “Drácula padre e hijo”… Sí, Conde por derecho propio. 


Viggo Mortensen nos maravillaba en la trilogía cinematográfica de “El Señor de los Anillos” (2001 a 2003) bajo la apariencia del mágico Aragorn. El británico John Ronald Reuel Tolkien publicaba, entre 1954 y 1955, los tres volúmenes que conformaban “The Lord of the Rings”. Cuando Viggo se incorporó al rodaje de esta trilogía no conocía al director Peter Jackson ni se había leído los libros de Tolkien. Fue su hijo de once años quien le convenció para que aceptara este papel.


Ensign Pulver… Personaje de “Escala en Hawai” (1955) que le valió a Jack Lemmon el Oscar al mejor actor secundario. Personaje perteneciente, en origen, a “Mr. Roberts”, novela escrita en 1946 por el autor americano Thomas Heggen, novela que dos años después daba un exitoso salto a los escenarios protagonizada por Henry Fonda, en forma de obra teatral que, tras una gira por todo el país, se mantuvo durante tres años en Broadway con más de mil representaciones, todas ellas de gran éxito. 


El estadounidense Lyman Frank Baum publicaba “The wonderful Wizard of Oz” en 1900. Judy Garland era Dorothyen "El mago de Oz", clásico cinematográfico de 1939. La fantástica edición original del libro contaba con preciosas ilustraciones, estaba encuadernada en formato de lujo (no habitual en un libro para niños) y obtuvo un éxito sin precedentes. Baum escribió trece libros más recreados en Oz.


En 1962, la película “Agente 007 contra el doctor No” nos presentaba por vez primera, y a través de un impresionante Sean Connery, al mítico Bond, James Bond. Connery volvería después a este mismo personaje en “Desde Rusia con amor”, “James Bond contra Goldfinger”, “Operación Trueno”, “Sólo se vive dos veces”, “Diamantes para la eternidad” y “Nunca digas nunca jamás”. 

El autor británico Ian Fleming, que escribió un total de doce novelas y nueve cuentos con el personaje del Agente 007, tenía en mente a Cary Grant como el Bond cinematográfico, pero Cary rechazó la oferta por considerarse demasiado mayor para el papel. También fueron considerados David Niven (llegó a encarnarlo en “Casino Royale”), Trevor Howard, Rex Harrison… y Roger Moore (entonces descartado por ser demasiado joven). Para mí, James Bond siempre será Connery, Sean Connery. 


El estadounidense David Goodis publicaba con éxito en 1946 “Dark passage”, libro que aparecía primero por capítulos en la revista "The Saturday Evening Post". Pronto se pensaba en su adaptación cinematográfica, "La senda tenebrosa", con Humphrey Bogart como Vincent Parry y formando pareja, por tercera vez, con Lauren Bacall… Eso, historia del cine.


Mark Twain escribía en 1876 “Las aventuras de Tom Sawyer” y Tommy Kelly, en el papel de Tom Sawyer, debutaba con doce años, y de manera extraordinaria, en el clásico cinematográfico de mismo nombre de 1938. “Huck Finn ha existido, Tom Sawyer también, si bien no se trata de un solo individuo, es una combinación de las características de tres chiquillos amigos”, nos aclaraba el propio Twain.


La publicación en 1936 de “Gone with the wind”, novela escrita por la estadounidense Margaret Mitchell, alcanzaba un éxito indiscutible. David O. Selznick consideraba para el papel de Rhett Butler en "Lo que el viento se llevó" a Gary Cooper, Errol Flynn, Ronald Colman… y Clark Gable, inclinándose finalmente por este último debido a las innumerables cartas que recibió el propio productor pidiendo que Rhett fuera Gable y no otro. Pero el actor tenía contrato con la Metro Goldwyn Mayer y era preciso llegar a un acuerdo para que fuera cedido... Curiosamente, Clark era el único que no quería ser el Rhett cinematográfico, siempre vio este título como una “película de mujeres”.


Joan Crawford daba vida en 1949 a Lane Bellamy en “Flamingo Road”, título de la gran pantalla que basaba su historia en "Flamingo Road", novela escrita en 1942 por el norteamericano Robert Wilder quien la adaptó dos años después como obra de teatro para luego, en 1949, escribir él mismo la adaptación cinematográfica. En los 80 veíamos esta misma historia como serie televisiva. 


En 1963, Steve McQueen era Hilts en “La gran evasión”. En 1950, el escritor australiano Paul Brickhill había publicado The great escape”, pero no, en esta novela no aparecía el personaje de McQueen, fue añadido a la película por sugerencia de William Riley Burnett, uno de sus guionistas, por la necesidad de incorporar personajes americanos a la historia. ¿Realmente os podéis imaginar esta gran evasión sin el rey de la nevera?


Y al fin llegamos a mí. Sí, yo también nací entre las páginas de un libro, concretamente de éste que tengo aquí: “Historias de Winny the Pooh”, Winnie-the-Pooh en el original, escrito en 1926 (con ilustraciones a todo color de Ernest Shepard) por el británico Alan Alexander Milne, autor de cuentos infantiles que un buen día decidió contar las andanzas del oso de trapo de su hijo Christopher Robin (¿os suena este nombre?), naciendo así yo,  Winnie the Pooh. Después me adoptaría Walt Disney, a mí y a todos mis amigos… Pero ésa es otra historia. 
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