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Manolo Escobar a toda pantalla

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Un buen hombre y gran profesional, y sobre todo un amigo
(José Manuel Soto)


El pasado 24 de octubre la canción española se nos quedaba muy tristemente muda. Manolo Escobar, uno de sus más queridos representantes, nos dejaba a sus 82 años de edad.


Naciste en El Ejido (Almería) el 19 de octubre de 1931 como Manuel García Escobar, hijo de Antonio y María del Carmen, y eras el quinto de diez hermanos. Ya de pequeño aprendías a tocar la guitarra llegando a actuar, junto a alguno de tus hermanos, en diversas fiestas bajo el nombre artístico de “Los niños de Antonio García”.



Más adelante, cinco de los hermanos García formábais el grupo musical “Manolo Escobar y sus guitarras”.


En 1961, Manolo, debutabas en Córdoba con tu propio espectáculo, “Canta Manolo Escobar”. Y en 1963 lo hacías como actor cinematográfico. Porque sí, en una pequeña parcela de su historia el séptimo arte ha sentido también tu pérdida ya que, a lo largo de tu extensa carrera artística, llegaste a protagonizar un total de 19 películas para la gran pantalla…


Fuiste José Manuel en “Los guerrilleros” (1963) dirigido por Pedro Luis Ramírez…


Manolo de Lorca / Curro Lucena en “Mi canción es para ti” (1965) dirigido por Ramón Torrado…


Manolo en “Un beso en el puerto” (1966) dirigido por Ramón Torrado…


… el padre Manolo Ramírez en “El padre Manolo” (1966) dirigido por Ramón Torrado…


Antonio Torres en “Pero… ¿en qué país vivimos?” (1967) dirigido por José Luis Sáenz de Heredia…


Pepe de Jaén en “Relaciones casi públicas” (1968) dirigido por José Luis Sáenz de Heredia…


Manuel Fernández Miranda en “Juicio de faldas”(1969) dirigido por José Luis Sáenz de Heredia…

Manolo era como sus canciones: hablaba de su madre, de su carro, de su España, con una voz clara y directa. Era un hombre sencillo, del pueblo, y un fenómeno social en cuanto a la respuesta que recibía del público
(José Sacristán)
                                    
Eras, además, un gran amante de la pintura, tu otra gran pasión artística…

“En los 70 empecé a comprar pintura del siglo XIX y del XX, a visitar museos y galerías… Tengo unos 200 cuadros bien guardados, no en casa”

Y en los 70 también continuabas con tu carrera cinematográfica…


… fuiste Juan en “En un lugar de La Manga” (1970) dirigido por Mariano Ozores…


Manolo en “Me debes un muerto” (1971) dirigido por José Luis Sáenz de Heredia…


Después de hacer cinco películas con él, se convirtió en mi mejor amigo.
Nos deja huérfanos de cariño a todos
(Concha Velasco)


Gabriel Rivera en “Entre dos amores” (1972) dirigido por Luis Lucia…


 Manolo en “Me has hecho perder el juicio” (1973) dirigido por Juan de Orduña…


Manolo Moreno en “Cuando los niños vienen de Marsella” (1974) dirigido por José Luis Sáenz de Heredia… 


Manolo Durán en “Eva, ¿qué hace ese hombre en tu cama?” (1975) dirigido por Tulio Demicheli…


Manolo en “La mujer es un buen negocio” (1977) dirigido por Valerio Lazarov…


Manolo en “Prestámela esta noche” (1978) dirigido por Tulio Demicheli…

Era un hombre de bien, un hombre bueno y un cantante muy popular.
Era un hombre que había llegado a todos los rincones
(Álvaro de Luna)


Manolo en “Donde hay patrón…” (1978) dirigido por Mariano Ozores…


Manolo Sandoval en “Alejandra, mon amour” (1979) dirigido por Julio Saraceni…


Manolo Andújar en “¿Dónde estará mi niño?” (1981) dirigido por Luis María Delgado…


… y Manolo Ortega en “Todo es posible en Granada” (1982) dirigido por Rafael Romero Marchent en tu última interpretación para la gran pantalla.

Larga trayectoria cinematográfica la tuya, Manolo Escobar, en la que compartiste además cartel con ilustres nombres de nuestro cine como Manolo Gómez Bur, Gracita Morales, María Isbert, Rafaela Aparicio, José Orjas, Manuel Alexandre, Pedro Porcel, Erasmo Pascual, Julia Caba Alba, Alfredo Landa, Concha Velasco, José Sacristán, Venancio Muro, Álvaro de Luna, José Sazatornil, Antonio Ozores, José Luis López Vázquez, Antonio Garisa, Agustín González, Maria Luisa Ponte, Isabel Garcés, Alfredo Mayo, Rafael Alonso, Luis Barbero…

España ha perdido a uno de los más grandes.
Manolo, siempre estarás en nuestros corazones
(Julio Iglesias)

Porompompero




Recibiste, Manolo, la Medalla de Oro de la ciudad de Almería y el nombramiento como hijo adoptivo de la misma. Y fuiste el protagonista de un homenaje que tuvo lugar en el Palacio de los Deportes de Barcelona.

Durante tu larga trayectoria artística obtuviste más de cuarenta Discos de Oro y en 2011 te fue otorgada la Medalla del Mérito al Trabajo.




“En mi carrera , como en todas, ha habido buenos y malos momentos, pero lo positivo es lo que importa y lo que hace olvidar los tropezones. Tengo que seguir trabando, y no para comer. Sí para sentirme vivo. Es obvio que me podría permitir vivir sin trabajar, pero mis pasiones son la familia y el trabajo. Si me quitan alguna, me quitan media vida”


Gracias de todo corazón, Manolo. Por tu voz, por tu música, por tus preciosas canciones, por tu alegría, por tu saber estar, por tu saber hacer... Por tu naturalidad, por tu simpatía, por tu arte, por ser tan buena gente…


… y por cantarle a España. Pues eso, que viva Manolo Escobar.                

“Cuando termine la próxima, me retiro, pero con lo grande que es España, la gira lo mismo dura un año que dos”
(Manolo Escobar en septiembre de 2012)

Lo que queda del día

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En 1990, durante el rodaje de “Esperando a Mr. Bridge”, el actor norteamericano Remak Ramsay le mostraba al californiano James Ivory, director de la película, el libro que estaba leyendo, pensando que le interesaría tanto por su temática como por su ambiente.

“¿Qué habría pasado si Remak no hubiese estado leyendo el libro en aquel momento, o si lo hubiera guardado sin habérmelo enseñado? Acertó al pensar que me interesaría, y supe desde las primeras páginas que quería llevarlo al cine”


El libro en cuestión era, por supuesto, “The remains of the day” (Los restos del día), novela escrita en 1989 por el escritor británico Kazuo Ishiguro que fue galardonada con el también británico Premio Booker.

“Las vidas del mayordomo Stevens, su anciano padre y Miss Kenton se leían con agrado, y pensé que también serían agradables de ver. Por desgracia resultó que ‘Lo que queda del día’ ya había sido adquirida por Columbia Pictures para que la dirigiera Mike Nichols. Así que pensé que la historia había terminado...

Pasó el tiempo y yo rodé ‘Regreso a Howards End’. Después oí que Mike Nichols había decidido de repente no hacer ‘Lo que queda del día’. A través de mi agente en Hollywood hice saber a Columbia que Ismail Merchant y yo estábamos interesados en ella. Quizá debido al éxito de ‘Regreso a Howards End’, que acababa de estrenarse, Columbia y Mike Nichols decidieron confiarnos su película”


“Querido Sr. Stevens… Le sorprenderá tener noticias mías después de tanto tiempo. Le he tenido en mi pensamiento desde que oí que Lord Darlington había muerto. Leimos que sus herederos pusieron Darlington Hall a la venta porque ya no desean conservarla…”


Lo que queda del día” era finalmente dirigida, y de manera magistral, por James Ivory, exquisito director que se había estrenado tras las cámaras en 1963 con “The householder”, título al que siguieron otros como “Savages”, “Los europeos”, “Oriente y Occidente”, “Las bostonianas”, “Una habitación con vistas”, “Maurice”, “Esperando a Mr. Bridge”, “Regreso a Howards End”… Una más que elegante filmografía la de Ivory.


La guionista alemana Ruth Prawer Jhabvala, quien había firmado ya anteriores guiones dirigidos por Ivory, nos regalaba una extraordinaria adaptación cinematográfica de la novela de Ishiguro.

“…Además estaba la ambientación: no tanto la ambientación física de una gran mansión inglesa, con sus lujosas habitaciones y sus enormes jardines (y un laberinto de austeros cuartos donde los criados pasaban su vida ‘de servicio’), sino el trasfondo político de la Inglaterra de entreguerras y los intentos velados y casi desastrosos de ciertos miembros del ‘establishment’ británico para conseguir una vergonzosa alianza con los nazis...”


El británico Tony Pierce-Roberts nos deleitaba con las hipnóticas, elegantes, majestuosas imágenes de la película. Procedente del mundo televisivo, Tony había debutado a toda pantalla en 1982 con “Trabajo clandestino”, título al que siguieron después otros como “Una habitación con vistas”, “Esperando a Mr. Bridge” y “Regreso a Howards End”, los tres bajo las órdenes de James Ivory, así como “Colmillo Blanco” y “La mitad oscura”. Tras “Lo que queda del día”, Tony volvería a trabajar con Ivory en “Sobrevivir a Picasso” y “La copa dorada”.


La exquisita dirección artística de “Lo que queda del día” corría a cargo de John Ralph, quien ya había colaborado con Ivory anteriormente en “Regreso a Howards End”. Y el muy adecuado montaje venía firmado por Andrew Marcus, que también había trabajado ya con Ivory en “Esperando a Mr. Bridge” y “Regreso a Howards End” y, después de “Lo que queda del día”, volvería a hacerlo en “Jefferson en Paris” y “Sobrevivir a Picasso”.


Y la envolvente banda sonora nos era ofrecida por el también exquisito compositor norteamericano Richard Robbins, quien hizo su debut en el cine en 1979 con “Los europeos” y a las órdenes de James Ivory, con el que también trabajó posteriormente en otros títulos como “Oriente y Occidente”, “Las bostonianas”, “Una habitación con vistas”, “Maurice”, “Esperando a Mr. Bridge” o “Regreso a Howards End” antes de “Lo que queda del día” y, después, en “Jefferson en París”, “Sobrevivir a Picasso”, “La copa dorada” y “La condesa rusa”.
  
“Nichols se había entrevistado ya con varios actores británicos que conocían el proyecto de ‘Lo que queda del día’ y querían participar en él. El primero de ellos fue Anthony Hopkins, que después de leer el libro pidió a su agente que le pusiera en contacto con Nichols”


Extraordinario actor galés que debutaba en el cine en 1968 con “El león en invierno”, Anthony Hopkins había sido visto también ya a toda pantalla en  otros títulos como “El joven Winston”, “Casa de muñecas”, “Las dos vidas de Audrey Rose”, “Un puente lejano”, “Magic”, “El hombre elefante”, “Motín a bordo”, “La carta final”, “Adorable seductor”, “El silencio de los corderos”, “Regreso a Howards End” (dirigido por Ivory), “Drácula de Bram Stoker” o “Chaplin”.


Hopkins nos seguiría maravillando tras “Lo que queda del día” con otros títulos como “Tierras de penumbra”, “Leyendas de pasión”, “Sobrevivir a Picasso” (de nuevo bajo las órdenes de James Ivory), “¿Conoces a Joe Black?”, “Corazones en Atlántida”, “La mancha humana”, “La verdad oculta”…


Qué decir a estas alturas de este sensacional, camaleónico, magnético actor… yo me quedo sin palabras. Que sí, Anthony, que sí…

“No sé si se comprende lo que hace falta para ser un gran mayordomo… Dignidad, exacto, dignidad…”




Hopkins nos atrapaba en ”Lo que queda del día” con su exquisita composición del Sr. Stevens, el más que correcto mayordomo de Darlington Hall. Sencillamente magistral en su actuación, mi interpretación favorita de su filmografía, mi personaje favorito de su inigualable galería… Grande, grandioso Anthony Hopkins.

“Fue una suerte que la novela tuviera tanto éxito y que la leyeran tantas de las personas adecuadas. Otra de esas personas fue Emma Thompson, y tanto ella como su marido Kenneth Branagh hicieron pruebas para Miss Kenton y Stevens ante Nichols y su socio John Calley. Cuando nos incorporamos al proyecto, todos esos nombres, junto al de Jeremy Irons, formaban parte de nuestras primeras conversaciones. Todo el mundo estaba de acuerdo en contratar sólo a actores británicos”


Tras aparecer en un buen número de series televisivas, Emma Thompson debutaba a toda pantalla en 1989 con “Un tipo de altura”, título al que siguieron otros como “Enrique V”, “Regreso a Howards End” (dirigida por James Ivory), “Los amigos de Peter” o “Mucho ruido y pocas nueces” antes de “Lo que queda del día”.



“Recuerdo muy bien su llegada a Darlington Hall. Vino de una forma inesperada,
podría decirse que impulsiva…”



Emma nos brindaba también una magnífica creación de Miss Kenton, la peculiar ama de llaves de esta historia.




“Aunque el personaje protagonista, Stevens, no es un hombre especialmente interesante (más bien todo lo contrario), su relación con su señor, Lord Darlington, y con el ama de llaves, Miss Kenton, sí lo era: formaban un complejo triángulo psicológico y dramático que me enganchó desde el principio”



James Fox daba muy correctamente vida a Lord Darlington, dueño y señor de la majestuosa Darlington Hall.


Fox debutó a los once años a toda pantalla en “La historia de los Miniver” (1950), interviniendo después en otros dos títulos cinematográficos más antes de iniciar su carrera como actor de series en la pequeña pantalla. Más adelante aparecía, de nuevo en el cine, en “La soledad del corredor sin fondo”, consiguiendo al año siguiente una gran popularidad gracias a su espléndida interpretación de Tony en “El sirviente” (difícil lo tenía ante un insuperable Dirk Bogarde).


Después llegarían para James otros títulos cinematográficos como “Aquellos chalados en sus locos cacharros”, “La jauría humana”, “Millie, una chica moderna”, “Isadora”, “Greystoke”, “Pasaje a la India”, “Principiantes”, “La sombra del delator”, “La casa Rusia” o “Juego de patriotas”. Tras “Lo que queda del día”, Fox se ponía de nuevo a las órdenes de James Ivory en “La copa dorada”.

JACK LEWIS: “¿Cuándo vio el mundo por última vez, Stevens?”
STEVENS: “¿Señor? Bueno, en el pasado el mundo venía a esta casa, por así decirlo, si me permite la expresión, señor…”


Jack Lewis, el segundo señor de Darlington Hall, nos llegaba a través de Christopher Reeve, neoyorkino actor que debutaba en el cine en “Alerta roja: Neptuno hundido” y en 1978, mismo año en el que conseguía fama mundial con su personaje de Superman / Clark Kent en “Superman”…


… título ya mítico de la historia del cine al que siguieron otros en la filmografía del actor como “Superman II”, “La trampa de la muerte”, “Monseñor”, “Superman III”, “Las bostonianas” (bajo la dirección de Ivory), “El reportero de la calle 42”, “Superman IV”, “Interferencias” o “¡Qué ruina de función!” antes de su correcta intervención en “Lo que queda del día”.


El británico Peter Vaughan  nos regalaba una extraordinaria composición del Sr. Stevens, padre.


Vaughan debutaba en el cine en 1959, apareciendo después en la pequeña pantalla en infinidad de series y telefilmes y también en otros títulos cinematográficos como “El pueblo de los malditos”, “Perros de paja”, “El hombre de Mackintosh”, “Amanecer Zulú”, “Los héroes del tiempo”, “La mujer del teniente francés”, “Brazil”, “Las montañas de la luna”…


Tras “Lo que queda del día”, vimos también a Peter como “Pops” en “La leyenda del pianista en el océano”, como Tío Alfie en “Un funeral de muerte” y como Maestre Aemon en la serie televisiva “Juego de tronos”.


Reginald Cardinal, ahijado de Lord Darlington, venía interpretado por un adecuado Hugh Grant.


Hugh había debutado a toda pantalla en 1982 y, tras aparecer en diversas series televisivas, había sido ya también visto en títulos cinematográficos como “Pasiones en Kenia”, “Maurice” (dirigido por Ivory), “Remando al viento”, “Lunas de hiel” o “Sirenas”.


Charlie, el lacayo principal, nos llegaba de la mano de Ben Chaplin, actor londinense que debutó con este título en el cine. Tras “Lo que queda del día”, le vimos también en otras películas como “La verdad sobre perros y gatos”, “Washington Square”, “La delgada línea roja” o “El retrato de Dorian Gray”.


Tim Pigott-Smith daba vida a Thomas Benn. Procedente del mundo televisivo, Tim había debutado a toda pantalla en 1976 en “Ases del cielo”, título al que siguieron otros como “Furia de titanes” o “Evasión o victoria” antes de su también correcta intervención en “Lo que queda del día”.


Y también aparecía en este film Abigail Hopkins, la mismísima hija de Anthony, que aquí interpretaba a una de las criadas. A la tierna edad de siete años, Abigail comenzaba a tocar la guitarra clásica convirtiéndose, más adelante, en cantautora, actriz y directora de teatro. Ese mismo año de 1993, Abigail compartía también cartel con su padre en “Tierras de penumbra”.

Completaban el exquisito reparto Patrick Godfrey, Peter Cellier, Peter Halliday, Paula Jacobs, Caroline Hunt, John Haycraft, Steve Dibben, Michael Londsdale, Brigitte Kahn, Peter Eyre…


Y, por supuesto, Darlington Hall, un majestuoso, elegante e importantísimo personaje en esta historia.

“Luciana Arrighi, diseñadora de producción de ‘Regreso a Howards End’, emprendió la ardua tarea de encontrar la casa adecuada. No es que no haya cientos de mansiones inglesas con habitaciones espectaculares en las plantas nobles: lo difícil era encontrar una que tuviera intactas las habitaciones del servicio, las dependencias del mayordomo y el ama de llaves en las plantas bajas”




Espléndida interpretación de Anthony Hopkins… Exquisita dirección…
Lujoso y emotivo drama costumbrista
(Fernando Morales, El País)


Producción de John Calley, Ismail Merchant y Mike Nichols para Columbia Pictures, “Lo que queda del día” (The remains of the day) era estrenada en Canadá y USA el 5 de noviembre de 1993, hace hoy ya 20 años.

Entre otros muchos premios y nominaciones, fue candidata al Oscar a mejor película, director, actor (Anthony Hopkins), actriz (Emma Thompson), guión adaptado, dirección artística, diseño de vestuario y banda sonora.


También fue candidata a los Globos de Oro en las categorías de mejor película, director, actor (Anthony Hopkins), actriz (Emma Thompson) y guión. Asimismo, fue nominada en los británicos Premios Bafta a mejor película, actor (Anthony Hopkins), actriz (Emma Thompson), guión adaptado y fotografía. Y candidata a mejor film europeo en los Premios Goya.


Y Anthony Hopkins obtuvo el David di Donatello al mejor actor extranjero por su extraordinaria interpretación.

“Ninguno de nosotros sabía nada acerca del trabajo de un mayordomo, incluyendo a Ishiguro, que le contó a Ruth Prawer Jhabvala cuando se conocieron que lo había mirado en un libro, o simplemente se lo había inventado: el plan del servicio, la preocupación de Stevens por la ‘dignidad’ y por servir a un señor íntegro y con servicios, los detalles de llevar una casa de esas características, etc. Anthony Hopkins se sentía especialmente perdido, así que decidimos contratar a un mayordomo de verdad durante el rodaje, y apareció un candidato inmejorable: Cyril Dykman, camarero del Palacio de Buckingham con quince años de servicio a sus espaldas…

… Además de instruir al ‘personal’ de Darlington Hall (lo que supuso hacer que los lacayos se mantuvieran bien erguidos cuando los enfocaba la cámara, que caminaran con porte militar, etc), aportó algunas de las imágenes más ingeniosas de la película…


¿Quién de nosotros habría podido imaginar la escena en la que Stevens mide con una regla la distancia entre la copa y el plato? También fue idea de Dykman algo que tiene aún más valor: los orígenes de Stevens en una familia obrera, que se manifiestan en el acento y los modales del enfermo padre de Stevens, que muere durante el banquete de reconciliación sin tener al lado a su hijo, muy ocupado con la celebración de un banquete; un hijo que ha trabajado su acento y sus modales de modo que estén a la altura del señor al que ha dedicado toda su vida”


“Según mi filosofía, señor Benn, un hombre no puede considerarse satisfecho hasta que ha hecho cuanto puede para ser de utilidad a su señor, por supuesto dando por hecho que tu patrón es una persona superior, no sólo en clase o riqueza, sino en talla moral”
(Sr. Stevens en “Lo que queda del día”)

Robin Hood

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En 1937, a poco de finalizar “Blancanieves y los siete enanitos”, Ken Anderson y otros animadores de los Estudios Disney intentaban encontrar la mejor manera de adaptar al cine de animación “Reynard, the fox”, una célebre leyenda medieval del siglo XII. Fueron escritos desde entonces numerosos tratamientos de la historia y algún que otro storyboard, pero poco a poco todos fueron desestimando el proyecto...


¿Todos? No. El bueno de Ken continuaba acariciando esta idea. En 1956 elaboraba un pequeño storyboard, en 1960 preparaba otro pequeño manuscrito basado libremente en la citada leyenda...

Y, finalmente, en 1973…



“Hace muchos, muchos años, el Rey Ricardo de Inglaterra partió hacia Tierra Santa en una guerra de cruzadas.

Durante su ausencia, su malvado hermano
el Príncipe Juan usurpó el trono…

El pueblo depositó su única esperanza en Robin Hood, quien robaba a los ricos para ayudar a los pobres.
Ha habido muchas leyendas y cuentos acerca de Robin Hood y todas diferentes. Bien, nosotros, los del reino animal, tenemos nuestra propia versión y es la historia de lo que en realidad sucedió en Sherwood…”




Alan-a-Dale, un juglar, un cantante de aquella remota época, nos hacía también de narrador de esta historia.  A través, claro está, de la voz de Roger Miller, cantante estadounidense de música country que tras prestarle su voz a este simpático personaje de “Robin Hood”, habló también a través del mismísimo Jolly Jumper de la película y posterior serie televisiva “Lucky Luke”.

Nosotros escuchábamos a Alan-a-Dale con la voz de Julio Salazar.




LITTLE JOHN: “Mira, Robin, lo que sí me preocupa es si somos gente buena o gente mala por eso de andar robando a los ricos para ayudar a los pobres…”
ROBIN HOOD: “¿Robando? Esa palabra es muy fea, nunca robamos, sólo… pedimos prestado lo necesario”
LITTLE JOHN: “¿Prestado?
Pues ya debemos bastante…”

Para la voz de Robin Hood fueron candidatos Terry Jones, miembro de la Monty Phyton, y el actor y cantante Tommy Steele.


Finalmente fue elegido Brian Bedford, actor británico que comenzó su carrera en el cine en 1957 para centrarse luego principalmente en películas y series de la pequeña pantalla.

A Robin Hood le oíamos en la versión latina a través de Rafael del Río.


Phil Harris era escogido como la voz de Little John. Phil debutaba a toda pantalla en 1933 y ya había sido también la voz de otros dos entrañables personajes de la factoría Disney: el oso Baloo y el gato arrabalero O’Malley.

En la versión latina, Germán Valdés, más conocido como “Tin Tan”, iba a ser el encargado de la voz de Little Johh al ser el equivalente de voz de Phil Harris. Tristemente, el actor mexicano fallecía ese mismo año de 1973 con lo que a Little John le prestó finalmente su voz Flavio.



SIR HISS: “Recordad que somos socios en este turbio complot y también que fue idea vuestra que hipnotizara a Ricardo y…”
PRÍNCIPE JUAN: “Ah, sí, lo recuerdo, y lo enviaron a esa descabellada guerra de cruzadas…”


SIR HISS: “Y contra los deseos de vuestra madre…”
PRÍNCIPE JUAN: “Sí… mami… mami siempre quiso a Ricardo más que a mí…”


El gran Peter Ustinov se encargaba de las voces del Rey Ricardo y del Príncipe Juan. Poca presentación precisa este extraordinario actor londinense que iniciaba su carrera como actor cinematográfico en 1942 y que ya había deleitado al público americano en clásicos como “Quo Vadis”, “Sinuhé, el egipcio”, “Un ángel pasó por Brooklyn”, “Espartaco”, “Topkapi”, “Los comediantes”… Muy grande. Ustinov se encargó también de doblar al Príncipe Juan en la versión alemana de “Robin Hood”.

Carlos Riquelme fue para nosotros el Príncipe Juan y oímos al Rey Ricardo a través de la voz de Francisco Colmenero.


Y otro grande, en este caso de la comedia, le prestaba su voz a la bífida Sir Hiss. Excelente comediante londinense, Terry-Thomas debutaba como extra en el cine en “La vida privada de Enrique VIII” (1933), título al que siguieron otros en su filmografía como “El fantasma va al Oeste”, “El maravilloso mundo de los hermanos Grimm”, “El mundo está loco, loco, loco” o “Aquellos chalados en sus locos cacharros”. La popular brecha en los dientes del actor inspiraba la misma característica en el diseño del personaje al que prestaba su voz… y facilitaba su siseante hablar.

Para nosotros Sir Hiss fue José Manuel Rosano.



LADY MARIAN: “Oh, estoy segura de que él sabe que aún lo amo…”
LADY KLUCK: “Por supuesto, querida, créeme, algún día tu tío el Rey Ricardo te obligará a ser la esposa de un bandolero…”
LADY MARIAN: “Querida… pero ¿cuándo, cuándo?”


A Lady Marian la escuchábamos con la voz de Monica Evans, simpática actriz británica que tres años atrás le había prestado su voz a la oca Abigail de “Los aristogatos”… Nancy Adams era la voz de la Lady Marian cantarina.


A Lady Kluck la oíamos con la voz de Carole Shelley, otra simpática actriz británica que, tres años atrás, le había prestado su voz a la oca Amelia de “Los aristogatos”…


Monica Evans y Carole Shelley ya nos habían sido presentadas, en 1968, como Cecily y Gwendolyn Pigeon, las divertidas hermanas vecinas de Jack Lemmon y Walter Matthau en “La extraña pareja”.


Lady Marian y Lady Kluck nos hablaban en la versión latina a través de Diana Santos (y Ximena en las canciones) y María Santander, respectivamente.



Pat Buttram nos hablaba a través del malvado Sheriff de Nottingham. Buttram debutaba a toda pantalla en 1944 y había aparecido ya en multitud de títulos cinematográficos y series de la pequeña pantalla. También había sido ya oída su voz a través del personaje de Napoleón en “Los aristogatos”. Tras “Robin Hood”, Buttram hablaría también a través de Luke en “Los rescatadores” y de Jefe en ”Tod y Toby”.

Francisco Colmenero le ponía la voz al Sheriff de Nottingham latino.


Al entrañable Fraile Tuck le prestaba su voz todo un clásico del cine llamado Andy Devine. A toda pantalla desde 1928, Devine ya se había ganado con creces su enorme popularidad gracias a un buen puñado de míticos títulos de la historia del cine. “Ha nacido una estrella”, “Chicago”, “La diligencia”, “La vuelta al mundo en ochenta días”, “Dos cabalgan juntos”, “El hombre que mató a Liberty Valance”, “La conquista del Oeste”, “El mundo está loco, loco, loco”… Qué maravilla.

Para nosotros el Fraile Tuck fue Pedro de Aguillón.


J. Pat O’Malley nos hablaba a través del herrero Otto. O’Malley, otro rostro clásico de la historia del cine que llevaba ya a sus espaldas títulos como “La cadena invisible”, “Testigo de cargo”, “El largo y cálido verano”, “Hello, Dolly”, “El club social de Cheyenne”… y ya había también prestado su voz en otros clásicos Disney como “La leyenda de Sleepy Hollow”, “Alicia en el País de las Maravillas”, “101 dálmatas”, “Mary Poppins”, “El libro de la selva”… Qué lujo.

Esteban Siller era Otto en la versión latina.

Completaban el sensacional reparto de personajes y voces…


Mamá Conejo (Barbara Luddy Genoveva Pérez para nosotros)…


Skippy (Billy Whitaker y Edmundo Santos, Jr. para nosotros)…


Sis (Dana Laurita y Rocío Brambila para nosotros)…


Tagalong (Dori Whitaker y Tony Assael para nosotros)…


 Tiro Listo (George Lindsey y Luis Bayardo para nosotros)…


Lelo (Ken Curtis y Arturo Mercado para nosotros)…


Capitán Cocodrilo (Candy Candido y Francisco Colmenero para nosotros)…


Ratón Sacristán (John Fiedler y Luis Bayardo para nosotros)…


Ratoncita(Barbara Luddy y Cristina Camargo para nosotros)...


… y la Tortuga Toby (Richie Sanders y Gloria Martha Obregón para nosotros).


La preciosa banda sonora de “Robin Hood” venía firmada por George Bruns, excelente compositor norteamericano y otro buen nombre de la factoría Disney que ya nos había dejado otras maravillas musicales en titulos como “101 dálmatas”, “Merlin, el encantador“, “El libro de la selva” o “Los aristogatos”.

La banda sonora de “Robin Hood” recibía una nominación al Oscar en la categoría de mejor canción original (“Love”) y otra nominación a la banda sonora en su conjunto a un Premio Grammy como mejor grabación para niños.


Robin Hood” era fabulosamente dirigida por Wolfgang Reitherman, animador estadounidense de origen alemán que llegaba a los Estudios Disney en 1933 y en 1934 ya participaba en “Funny little bunnies” y otras tantas Silly Shimponies. Reitherman fue el responsable de la animación del Espejo Mágico de “Blancanieves y los siete enanitos”, formando también parte importante del equipo de animadores de cortos y mediometrajes tan clásicos como “El dragón chiflado”, “Saludos, amigos”, “Mickey y las judías mágicas”, “Las aventuras de Bongo”, “La leyenda de Sleepy Hollow”, “Franklin y yo”… y de extraordinarios largometrajes como “Pinocho”, “Fantasía”, “Dumbo”, “La Cenicienta”, “Alicia en el País de las Maravillas”, “Peter Pan” o “La dama y el vagabundo”.


Además de “Robin Hood”, Reitherman nos dejaba también como director otras tantas joyas Disney: “101 dálmatas”, “Merlín el encantador”, “El libro de la selva”, “Los aristogatos”, “Los rescatadores” o los cortos de Winnie Pooh.

Mágico, mágico, mágico Wolfgang Reitherman. Maravilloso.


Producida por el propio Wolfgang Reitherman para Walt Disney Productions, “Robin Hood” se estrenaba en Nueva York, hace hoy ya 40 años, el 8 de noviembre de 1973.




Otra maravilla Disney que no me canso de ver.

A Ken Anderson.
Por convertir tu sueño en nuestra ilusión.

Abuelos a toda pantalla

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En 1949, Mervyn LeRoy dirigía la hoy ya clásica versión de “Mujercitas” (Little women), donde conocíamos a Mr. Laurence a través de un elegantísimo (y cuándo no) C. Aubrey Smith, un abuelo finalmente entrañable. Y si no que se lo pregunten a Beth


Bajo la magistral dirección de Luis García Berlanga y partiendo de una no menos genial historia de Rafael Azcona, Pepe Isbert era en “El verdugo” (1963) Amadeo, abuelo, padre, suegro… Y verdugo. 


En “El abuelo está loco” (The Gnome-Mobile), producción de Walt Disney dirigida en 1967 por Robert Stevenson, nos encontrábamos a Walter Brennan como D. J. Mulrooney, el más que atareado abuelo de Elizabeth y Rodney quienes, por una serie de mágicas circunstancias, llegaban a conocer al gnomo Jasper, que a su vez les presentaba a su genuino abuelo Knobby… al que también daba vida Walter Brennan.


Un mágico y maravilloso Francisco Rabal interpretaba de manera magistral en ”Pajarico” al abuelo de una más que particular familia en esta historia escrita y dirigida en 1997 por Carlos Saura.


La jovencilla pero muy resuelta Griff conocía finalmente a Einar, su abuelo, un atípico pero muy correcto Robert Redford, en “Una vida por delante” (An unfinished life), preciosa historia dirigida por el director sueco Lasse Hallström.


En 1937 Allan Dwan dirigía a Shirley Temple en la ya clásica versión de “Heidi” (Heidi) en la que un entrañable Jean Hersholt daba vida a Adolph Kramer, el abuelo de esta maravillosa e inmortal historia. 


Inolvidable también Feodor Chaliapin Jr. como el muy genuino abuelo de Loretta en “Hechizo de luna” (Moonstruck), una historia mágica, y cómo no con la luna por medio, dirigida en 1987 por Norman Jewison.


Bajo una magistral dirección de Marco Ferreri y partiendo de un no menos genial guión de Rafael Azcona basado en su propia novela, Pepe Isbert era en “El cochecito” (1960) Anselmo Proharán, padre de Don Carlos, abuelo de Yolanda… y dueño de un cochecito.


En 2006, Jonathan Dayton y Valerie Faris dirigían una pequeña obra maestra llamada “Pequeña Miss Sunshine” (Little Miss Sunshine), una singular película que nos presentaba a una singular familia compuesta por la pequeña y singular Olive, su singular padre, su singular madre, su singular tío, su singular hermano y… sí, su singular abuelo Edwin, encarnado por un extraordinario Alan Arkin.


Dirigido en 1938 por un más que inspirado Frank Capra, Lionel Barrymore nos regalaba en “Vive como quieras” (You can’t take it with you) a Martin Vanderhoff, el abuelo más auténtico y coherente de la historia del cine, un gran sabio de la vida… y del buen uso de la armónica.


Dirigido en 1998 por José Luis Garci, Fernando Fernán-Gómez nos obsequiaba con una más de sus magistrales interpretaciones en “El abuelo” dando vida a Don Rodrigo de Arista Potestad, Conde de Albrit, Señor de Jerusa y de Polán… y abuelo de Nelly y Dolly.


Un año después de casar a su hija Kay, Stanley Banks, un sensacional Spencer Tracy, recibía con tremenda ilusión a su primer nieto en “El padre es abuelo” (Father’s little dividend) (1951). Sencillo argumento con el que Vincente Minnelli nos presentaba una comedia clásica en toda regla.


Dirigido en 1987 por un magistral Ettore Scola, Vittorio Gassman nos maravillaba en “La familia” (La famiglia) a través de Carlo, su personaje en esta preciosa historia que comenzaba presentándonoslo como nieto para convertirlo más adelante en padre y, finalmente, en un elegantísimo abuelo.  


Bajo una magistral dirección… de niños a cargo de Fernando Palacios y Rafael J. Salvia, y partiendo de un correcto guión basado en una historia de Antonio Vich y del propio Salvia, Pepe Isbert era en “La gran familia” (1962) el abuelo de semejante prole… Ni una sola Navidad sin buscar a Chencho.


En 1936, John Cronwell dirigía la hoy ya clásica versión de “El pequeño Lord” (Little Lord Fauntleroy), donde conocíamos al Conde de Dorincourt a través de un elegantísimo (y cuándo no) C. Aubrey Smith, un abuelo finalmente entrañable. Y si no que se lo pregunten a Ceddie


A los abuelos, nuestros maravillosos aliados.

Peter Pan

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“Lo que aquí se cuenta ya ha sucedido antes
y volverá a suceder,
como esta vez ha ocurrido en Londres…”


El 5 de febrero de 1953, hace ya 60 estrellas, perdón… años, Walt Disney nos maravillaba con su “Peter Pan” (Peter Pan), una de las más fascinantes, mágicas y extraordinarias películas de animación de la historia del séptimo arte.

Tom Conway, actor británico que intervino en un buen número de clásicos cinematográficos y series de la pequeña pantalla, hacía las veces de narrador en el original. A nosotros nos lo contaba Carlos David Ortigosa.




“Ésta es la señora Darling…


… La señora Darling creía que Peter Pan era el símbolo de la niñez…”


La actriz británica Heather Angel le prestaba su voz a la distinguida Mary Darling. Heather llevaba en el cine desde 1931 y había aparecido ya en clásicos como “El delator”, “Más fuerte que el orgullo”, “Lady Hamilton”, “Sospecha”, “Naúfragos”… Y justo antes de “Peter Pan” había prestado su voz a la hermana de Alicia en “Alicia en el País de las Maravillas”.

Mary Darling habló para nosotros a través de Carmen Donna-Dío.

“… pero el señor Darling… Bueno, el señor Darling era un hombre práctico”


El norteamericano Hans Conried  nos hablaba a través de George Darling. Hans había debutado a toda pantalla en 1938 y llevaba tras de sí una larga lista de títulos cinematográficos entre los que se encontraban “El gran dictador”, “Sabotaje”, “Vuelve a mí”, “Un día en Nueva York” o “El mundo en sus manos”.

Salvador Carrasco le prestaba su voz a George Darling en la versión latina.


“Sin embargo, los niños Juan y Miguel creían que Peter Pan efectivamente existía y lo habían hecho el héroe de todos los juegos…”


A Juan le oíamos con la voz de Paul Collins, actor cinematográfico desde 1946 que tan sólo había aparecido hasta entonces en otros cuatro títulos de la gran pantalla.

Miguel Ángel Erros era para nosotros Juan.


Y Tommy Luske hablaba a través de  Miguel en su único trabajo como actor.

Arturo David y Ortigosa era nuestro Miguel latino. Hijo de Carlos David Ortigosa, voz latina del narrador de esta historia y también co director de su doblaje en español, Arturo David contaba tan sólo tres años de edad, así que su padre le tocaba en el hombro cada vez que al niño le tocaba hablar. Cuando le llegó el turno a la frase  “Ay, una luciérnaga”, Arturo David dijo “luciérgana”. Se repitieron varias tomas pero no hubo manera… Y así aparece en la película.

“… Wendy era la hija mayor y no sólo creía en Peter Pan sino que se consideraba toda una autoridad en sus maravillosas aventuras”


Kathryn Beaumont  le prestó su voz a Wendy. Kathryn llevaba en el cine desde 1944 y había aparecido ya en títulos como “The secret garden” o “El desafío de Lassie”. También había sido ya la voz de Alicia en “Alicia en el País de las Maravillas”.

Además de propocionarle su voz a Wendy, Kathryn fue también su modelo de acción, teniendo incluso que elevar los brazos simulando volar cuando le era requerido.

Teresita Escobar, a quien también habíamos escuchado ya nosotros como Alicia, fue la voz latina de Wendy.

“Como la nana era una distinguida perra, tenía la virtud de ser muy discreta y contemplaba el panorama con envidiable tolerancia…”


En un principio fue planteada la posibilidad de narrar esta historia desde el punto de vista de Nana. Ya hemos oído que era una perra muy distinguida…

WENDY: “Mamá, no cierres la ventana… puede volver”
SEÑORA DARLING: “¿Quién?”
WENDY: “Él… Peter Pan. ¿Sabes?
Encontré algo que… se le había perdido…”


SEÑORA DARLING: “Ah, ¿y qué era?”
WENDY: “Su sombra”
SEÑORA DARLING: “¿Su sombra?”


WENDY: “Nana la tenía pero… yo se la quité…”

Walt Disney había interpretado a Peter Pan en una función escolar. En los años 40 comenzaba a trabajar en esta película pretendiendo que fuera su segundo, tercer o cuarto largometraje tras “Blancanieves y los siete enanitos”…


No pudo ser entonces. El estallido de la Segunda Guerra Mundial obligó a retrasar el proyecto de “Peter Pan” y antes que este título fueron estrenadas a toda pantalla por los estudios Disney otras joyas, eso sí, como “Fantasía”, “Pinocho”, “Dumbo”, “Bambi”, “La Cenicienta” o “Alicia en el País de las Maravillas”.





Para la voz de Peter Pan fue elegido un actor que era ya todo un veterano en los estudios Disney…


Bobby Driscoll contaba con 16 años de edad cuando le prestó su voz a Peter Pan. En el cine desde sus seis años, llevaba ya más de quince títulos cinematográficos, entre los que se encontraban otros clásicos Disney como “Canción del Sur”, “Tiempo de melodía”, “Cerca de mi corazón” o “La isla del tesoro”, en la que interpretaba nada menos que a Jim Hawkins.


El norteamericano Roland Dupree fue el modelo de referencia de Peter Pan en las escenas de vuelo y acción. Roland ya había sido visto como pequeño bailarín en “Vive como quieras”, su debut a toda pantalla, y llevaba ya a sus espaldas más de una veintena de títulos cinematográficos.

Nosotros oímos a Peter Pan a través de la voz de Nicky Tavares.


El personaje de Peter Pan tenía su origen en “Peter Pan, or the boy who wouldn’t grow up”, la mundialmente conocida obra fantástica que el mágico novelista y dramaturgo escocés J. M. Barriecompletaba en 1904, ya que dos años atrás había ya aparecido este precioso personaje en su libro de cuentos “Little white bird”. En 1906, Peter Pan volvería a aparecer en el libro infantil “Peter Pan in Kensington Gardens” y en 1911 se publicaba la obra teatral de 1904, pero ya en forma de novela, con el nombre de “Peter Pan and Wendy”.


WENDY: “¿Pero cómo pudo Nana atrapar tu sombra?”
PETER PAN: “Se me echó encima la otra noche en la ventana…”
WENDY: “¿Y qué hacías ahí?”
PETER PAN: “Vine a oir tus cuentos”
WENDY: “¿Mis cuentos? Pero si todos hablan de ti…”


PETER PAN: “Ya lo sé, por eso me gustan… Se los cuento a los niños perdidos”
WENDY: “¿Niños perdidos? Ah, sí, ya recuerdo, son tus amigos…”
PETER PAN: “Ajá…”
WENDY: “Qué bueno que hayas vuelto esta noche porque si no ya no me hubieras encontrado…”
PETER PAN: “¿Por qué?”
WENDY: “Porque mañana voy a crecer…”
PETER PAN: “¿Crecer?”
WENDY: “Ésta es mi última noche con los niños…”


PETER PAN: “Pero entonces… ¿ya no habrá cuentos? No, no lo permitiré, vámonos…”
WENDY: “¿Pero a dónde?”
PETER PAN: “Al País de Nunca Jamás”
WENDY: “¿Nunca Jamás?”
PETER PAN: “Ahí nunca crecerás…”
WENDY: “Ah, Peter, ha de ser maravilloso…”




MICHAEL: “¿Qué está haciendo el duende?”
PETER PAN: “Hablando”
WENDY: “¿Y qué dice?”
PETER PAN: “Dice que eres una niña… ¡muy fea!”


WENDY: “Oh, pues yo creo que ella es muy bonita…”




Margaret Kerry, de entonces 24 años, fue el modelo de acción de Campanilla. Margaret había debutado como actriz a los seis años de edad, aunque aparecía como Peggy Lynch, en un cortometraje de “La pandilla” de Hal Roach, e intervenía después también, y con el mismo nombre, en el clásico “Las aventuras de Tom Sawyer”. Otros tres títulos cinematográficos completaban su filmografía anterior a este “Peter Pan” en el que Margaret también le prestaba su voz a una de las sirenas de la isla.


Ésta era la segunda producción a toda pantalla en la que Campanilla tenía forma. La primera fue en la maravillosa versión muda de 1924. En los escenarios teatrales, Campanilla siempre había sido representada con una luz brillante a la que acompañaba el sonido de una campana cuando hablaba.

Clyde Geronimi, Wilfred Jackson, Hamilton Luske y Jack Kinney dirigían magistralmente este “Peter Pan” de Disney.

Ted SearsErdman Penner, Bill Peet, Winston Hibler, Joe Rinaldi, Milt Banta, Ralph Wright y William Cottrel confeccionaban la maravillosa historia cinematográfica que llegaba a nuestras pantallas.

WENDY: “Pero Peter, ¿cómo llegaré a Nunca Jamás?”
PETER PAN: “Volando, Wendy…”



“Ahí es,  Wendy, la segunda estrella a la derecha…”

La preciosa melodía “The second star to the right” fue originalmente escrita para “Alicia en el País de las Maravillas” para una canción que se iba a haber llamado “Beyond the laughing sky”.


SMEE: “¡Buen día, compañeros!”
PIRATA: “¿Qué tiene de bueno, Sr. Smee?


Bill Thompson le prestaba su voz a Smee y a sus compañeros piratas. En el cine desde 1936, la voz de Thompson había ya aparecido a toda pantalla en un buen número de cortometrajes animados. Había sido ya también la voz del Conejo Blanco y del Dodo (mira que me gusta a mí este bicho) en “Alicia en el País de las Maravillas” y, tras “Peter Pan”, hablaría también a través de los perros Jock y Bull de “La dama y el vagabundo”, del rey Hubert de “La bella durmiente” y del tío Waldo de “Los aristogatos”. Ah, y también fue la voz del Oso Yogi en la clásica serie de televisión. Pero qué suerte tienen algunos...

José Ángel Espinosa era para nosotros Smee.

CAPITÁN GARFIO: “Si yo pudiera encontrar su escondite le echaría el guante pero ¿dónde está?”


Hans Conried, sí, la misma voz del señor Darling de esta historia, le prestaba también su voz al temible Capitán Garfio.


Y el actor alemán Henry Brandon, que ya había sido visto en títulos cinematográficos como “El signo de la cruz”, “El jardín de Alá”, “Lobos del Norte”, “Beau Geste” o “La princesa de Samarkanda”, era el modelo de acción de este genial y malvado personaje.

Dagoberto de Cervantes era el Capitán Garfio en la versión latina.


El animador Frank Thomas, responsable de la animación del Capitán Garfio, tuvo inicialmente dificultad en diseñar este personaje. Thomas se debatía entre dos posibles Hook: un dandy vanidoso como Erdman Penner, guionista de la Disney en títulos como “Pinocho”, “Fantasía”, “La Cenicienta” o “Alicia en el País de las Maravillas”; o un pesado gruñón como Clyde Geronimi, uno de los directores de “Peter Pan” y también de otros clásicos Disney. Walt entonces le aseguró que iba bien, que siguiera en esa dirección.  

CAPITÁN GARFIO: “A esa insaciable bestia le gustó tanto mi sabor que ya no quiere comer otra cosa y me sigue a todas partes con la esperanza de acabar conmigo…”
SMEE: “Y ya lo hubiera logrado, capitán, si no es que se trague ese despertador… pero cuando se acerca siempre lo pone sobre aviso con el tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac…”



La insaciable bestia a la que hacía referencia el Capitán Garfio no era otro que un simpatiquísimo cocodrilo extraordinariamente animado por Wolfgang Reitherman que tenía su propio tema musical. El cocodrilo, no el bueno de Wolfgang.

“Tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac…”



“…tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac…”



“…tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac…”



Genial este personaje del cocodrilo, sin duda mi favorito no sólo de esta película sino de toda la factoría Disney. Y mirad que tengo yo muchos favoritos entre los personajes Disney…


… pero es que este cocodrilo...

CAPITÁN GARFIO: “Por mis bigotes… si es Pan… y viene hacia acá con otra partida de rapaces…


… Esta vez no se escapará, Sr. Smee…”
SMEE: “Sí, capitán…”
CAPITÁN GARFIO: “Cuántos años de espera…”
SMEE: “Y eso sin contar los días de fiesta…”



Las sirenasa las que visitaban Peter y Wendy hablaban en el original a través de las voces de June Foray, Connie Hilton y Margaret Kerry.

WENDY: “Campanilla… no tan deprisa, espera, Campanilla,  por favor, espéranos, Campanilla, ven…”




Los Niños Perdidos hablaban en el original con las voces de Tony Butala, Robert Ellis, Johnny McGovern, Jeffrey Silver y Stuffy Singer.

PETER PAN: “Compañeros, capturen a unos cuantos indios… Juan, tú irás de jefe…”





“¿Dónde tú esconder Princesa Tigrilla?”



Al Jefe Indio le prestaba su voz en el original Candy Candido y para nosotros era Ciro Calderón. Y la mujer india, de gran carácter, hablaba a través de June Foray, para nosotros Carmen Donna-Dío.


CAPITÁN GARFIO: “Ah, mi querida princesa, he aquí lo que te propongo… Tú me dices dónde está el escondite de Peter Pan y yo te devuelvo tu libertad…”


… Y también estaba Tigrilla, la hija del Jefe.



MIGUEL: “¿Por qué siempre dices ‘au’?”
JEFE INDIO: “¿Por qué siempre decir ‘au’?”




WENDY: “Está bien, está bien, a mamá le encantará tenerlos… digo, si Peter no se opone…”
PETER PAN: “Váyanse, váyanse y crezcan… Pero se los advierto, cuando sean mayores ya no podrán volver… ¡Nunca!”







La preciosa banda sonora de “Peter Pan” era firmada por Sammy Cahn y Sammy Fain


… dos auténticos genios de inolvidables melodías que unían aquí su arte para regalarnos pura magia musical.


SEÑOR DARLING: “Tengo idea de haber visto ese barco alguna vez, hace mucho tiempo, cuando era niño…”






A pesar de estar inspirada en el libro de Barrie, este “Peter Pan” es la adaptación que menos utiliza los diálogos de la obra original.

En la obra original, además, el Capitán Garfio perdía su mano derecha, pero los artistas de  Disney sintieron que le limitaría mucho las acciones así que lo cambiaron a la  mano izquierda.

Eso sí, en la película, conforme a la tradición teatral, el mismo actor que interpretaba al Señor Darling daba vida también al Capitán GarfioNana y el cocodrilo eran también interpretados en el escenario por la misma persona, dándole los animadores Disney al cocodrilo caninas cualidades.


La producción original de Peter Pan se estrenó en los escenarios del londinense Duke of York’s Theatre el 27 de diciembre de 1904. Obtuvo un éxito rotundo llegando a las 223 representaciones.

Desde 1935 andaba Walt Disney tras los derechos de adaptación de esta obra de J. M. Barrie. Se retrasaron las negociaciones porque el escritor había cedido en 1929 la obra al hospital infantil Great Ormond Street Hospital. Finalmente, en 1939,  se llegaba a un acuerdo.


Al comienzo de la película, tras el título, Walt Disney Productions agradecía su colaboración al citado hospital.


Gracias, Walt Disney. Y mil gracias, J. M. Barrie.


A un mágico y maravilloso amigo que,
sabiendo volar, siempre regresa.

El sirviente

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En 1948, el novelista y dramaturgo británico Robin Maugham


… conseguía fama y notoriedad con su primera novela, “The servant ” (El sirviente).

En 1961, el director británico Michael Anderson encargaba al dramaturgo londinense Harold Pinter el guión cinematográfico de la citada novela. Finalmente, Anderson se retiraba del proyecto, asumiendo el norteamericano Joseph Losey la dirección de esta adaptación cinematográfica no sin antes insistir en que Pinter reescribiera la mayor parte del guión. Esto llevó a lo que Losey definiría más adelante como su única discusión en más de veinte años de amistad… Pero Pinter llevó a cabo las pertinentes correcciones.


Junto a ‘Rey y patria’,
la cima de un director siempre atento y comprometido
(Miguel Ángel Palomo, Diario El País)


Joseph Losey estudió filosofía pero siempre estuvo interesado por el teatro, llegando incluso a trabajar junto a Bertolt Brecht. Tras las cámaras cinematográficas desde 1939, el público ya había visto a toda pantalla películas suyas como “El muchacho de los cabellos verdes”, “El merodeador” o “El tigre dormido”. Tras “El sirviente” se sumarían a la filmografía de Losey como director otros títulos como “Rey y patria”, “Modesty Blaise”, “Accidente”, “El mensajero”, “Chantaje a una esposa”, “Una inglesa romántica” o “Los baños turcos”.


Harold Pinter inició en 1960 su andadura como guionista en series y telefilmes de la pequeña pantalla. En 1963 debutaba en el cine con “The caretaker”, título al que seguiría de inmediato “El sirviente”. Posteriormente, volvería a trabajar con Losey en “Accidente”, “Modesty Blaise” y “El mensajero”.

Con otros directores, Harold también nos dejaba después los guiones de “Conspiración en Berlín”, “El último magnate”, “La mujer del teniente francés” o, ya en 2007, el remake de “La huella”.


El londinense Douglas Slocombe firmaba la extraordinaria fotografía de “El sirviente”. En el cine desde 1941, el público ya había disfrutado a toda pantalla con sus imágenes en títulos como “Ocho sentencias de muerte”, “Oro en barras”…


… “El hombre vestido de blanco”, “Mandy” o “Freud, pasión secreta”. Tras “El sirviente”, Slocombe nos dejaba también su arte en otros títulos como “Viento en las velas”, “El baile de los vampiros”, “El león en invierno”, “Jesucristo Superstar”, “El gran Gatsby”, “Rollerball”, “Julia”, “Nijinsky”… Y “En busca del arca perdida”, “Indiana Jones y el templo maldito” e “Indiana Jones y la última cruzada”. Total nada.


Y la banda sonora de “El sirviente” nos era ofrecida por el compositor de jazz, saxofonista y clarinetista inglés John Dankworth, en el cine desde 1960 y moviéndose también por el medio televisivo. Tras “El sirviente”, Dankworth volvía a colaborar con Losey en “Modesty Blaise” y “Accidente”.


A lo largo de la película, escuchábamos en varias ocasiones “All gone”, un tema compuesto por el propio John Dankworth con letra de Harold Pinter


… e interpretado por Cleo Laine, actriz y cantante de jazz… y mujer de John Darkworth.

“He servido durante trece años, señor. Últimamente he trabajado como ayuda de cámara de varios miembros de la nobleza…”


Dirk Bogarde nos regalaba una más que extraordinaria composición de Barrett, su sensacional personaje en esta película.


Tras su debut cinematográfico como extra en 1939, Dirk había sido visto ya también en otros títulos como “El farol azul”, “Extraño suceso”, “Un médico en la familia”, "El tigre dormido" (primero de sus títulos con Joseph Losey), “El jardinero español”, “Historia de dos ciudades”, “El ángel vestido de rojo”, “Víctima”, “Motín en el Defiant” o “El extraño caso del doctor Longman”.






Tras su impecable interpretación en “El sirviente”, Bogarde volvería a trabajar con Joseph Losey en “Rey y patria”, “Modesty Blaise” y “Accidente”.


Dirk también nos dejaría su inconfundible sello en “Justine”, “La caída de los dioses”, “Muerte en Venecia”, “Portero de noche”, “Providence”, “Daddy nostalgie”…


Magistral Dirk Bogarde, sublime actor y un grandísimo maestro de la expresión. De mis favoritos, favoritos, favoritos… ¿verdad, Dirk?

Procedente de una auténtica familia artística, su padre agente teatral, su madre actriz, su hermano Edward actor, su hermano Robert productor…


James Fox debutaba a los once años de edad como actor, y como William Fox (su verdadero nombre), en “La historia de los Miniver” (1950), título cinematográfico al que siguieron otros dos antes de meterse de lleno en el mundo de las series televisivas.


Hasta 1962, año en el que volvía al cine con “La soledad del corredor de fondo” y otras dos películas más antes de “El sirviente”. Después llegarían “Aquellos chalados en sus locos cacharros”, “La jauría humana”, “Isadora”, “Greystoke”, “Pasaje a la India”, “La casa Rusia”, “Juego de patriotas”… y “Lo que queda del día”, donde James volvía a interpretar el papel del señor de la casa, ésta, eso sí, un poco más grande…

“Me mudaré aquí dentro de dos o tres semanas y de momento estaré solo, así que necesitaré un sirviente…”




James nos ofrecía en “El sirviente” una espléndida recreación de Tony, su personaje…




… manteniendo en todo momento un asombroso duelo interpretativo con ese monstruo de la actuación llamado Dirk Bogarde. Magnífico también James Fox.

Para dar vida a Susan, la novia de Tony, fue elegida en un primer momento Vanessa Redgrave. La actriz tuvo que rechazar lo que hubiera sido su debut cinematográfico por encontrarse embarazada de la también futura actriz Natasha Richardson…




… y el papel de Susan le fue otorgado finalmente a la actriz inglesa Wendy Craig, quien había aparecido ya a toda pantalla en títulos como “Un lugar en la cumbre” o “El extraño caso del doctor Longman” (también junto a Dirk Bogarde). Tras su espléndida actuación en “El sirviente”, Susan se centraría más en la pequeña pantalla.




Una también magnífica Sarah Miles interpretaba a Vera. Antes de “El sirviente”, Sarah había aparecido tan sólo en su debut cinematográfico el año anterior en “Escándalo en las aulas”. Tras “El sirviente”, la conocimos también como Rosy en “La hija de Ryan”, Catherine en “El hombre que mató a Cat Dancing”, Alice en “Pasiones en Kenia” o como Grace en “Esperanza y gloria”.


El actor irlandés Patrick Magee aparecía brevemente en el papel del obispo. Magee debutaba como actor en 1959 y había intervenido ya en multitud de títulos cinematográficos y series televisivas. Tras “El sirviente” también le vimos en “Zulú”, “Cromwell”, “La naranja mecánica”, “Barry Lyndon” o “Carros de fuego”.

Completaban este magnífico reparto Catherine Lacey, Richard Vernon, Ann Firbank, Doris Knox, Jill Melford, Derek Tansley… Y, en dos brevísimas apariciones…


John Dankworth, el mismísimo compositor de la banda sonora de la película que nos ocupa…


… y Harold Pinter, el mismísimo guionista de la misma.

Y también cobraban gran importancia en “El sirviente”…







… las escaleras






… y el espejo.

Dos objetos inanimados... o no del todo. Por las primeras circulaba nueva información, tanto hacia arriba como hacia abajo, tanto para los personajes de esta historia como para nosotros como espectadores. Respecto al segundo, éramos nosotros, los espectadores, los que simultáneamente veíamos también lo que ocurría al otro lado... a través del espejo.

Elegante, espeluznante y fascinante
(Time)


Producción de Joseph Losey y Norman Priggen para Springbok Production, “El sirviente” (The servant) era estrenada en Reino Unido el 25 de noviembre de 1963, hace hoy ya 50 años, habiendo sido anteriormente presentada en el Festival de Cine de Venecia.




Entre otros muchos premios y nominaciones, “El sirviente” recibió el británico Premio Bafta a mejor película, actor (Dirk Bogarde), actriz (Sarah Miles), actor promesa (James Fox) y fotografía. También fue nominada en las categorías de guión y actriz promesa (Wendy Craig).




Premio al mejor guión dramático en los Writers’ Guild of Great Britain, la película fue asimismo candidata al León de Oro en el Festival de Venecia.

Durante el rodaje de “El sirviente”, Joseph Losey tuvo que ser hospitalizado durante dos semanas…




… período de tiempo en el que Dirk Bogarde continuó con la filmación de la película recibiendo diarias instrucciones por teléfono del propio director desde su cama del hospital.

Cuando Losey se reincorporó al rodaje, no rehizo nada de lo rodado en esas dos semanas.


SUSAN: “¿Qué es lo que quiere de esta casa?”
BARRETT: “¿Qué quiero?”
SUSAN: “Sí, ¿qué quiere?”
BARRETT: “… Soy el sirviente”

Un mismo nombre para dos estrellas

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El pasado 25 de octubre nos dejaba, a sus 80 años de edad, Amparo Soler Leal, una de las más grandes actrices de nuestra escena.

“Mis padres no querían por nada del mundo que me dedicara a las tablas y casi nunca iba al teatro”

Hija de los también actores Salvador Soler Marí y Milagros Leal, Amparo Soler Leal nacía el 23 de agosto de 1933 en Madrid, debutando en los escenarios con tan sólo quince años de edad con la obra de Alfonso Paso “No me mientas tanto”.


Más adelante, Amparo se incorporaba a la compañía del Teatro María Guerrero, bajo la dirección de Luis Escobar

“Maravilloso y muy didáctico. Encantador con todos los torpes,
entre los que me encontraba yo”

… y, tras pasar por otras compañías teatrales, formaba la suya propia interpretando con ella obras de Pirandello, Chejov o Sartre. Con el tiempo, formó también el grupo Teatro Realista.


En 1975, tras protagonizar en los escenarios “La señorita Julia”…

“Una obra muy difícil y ácida que exigía un gran esfuerzo día tras día, aunque me dio muchas satisfacciones”

… se apartó durante una larga temporada de los escenarios para centrarse en su ya consolidada carrera cinematográfica. Más tarde volvería al teatro, dejándonos sus interpretaciones en obras como “Vestir al desnudo”, “La zapatera prodigiosa”, “Las buenas personas”, “La gaviota”, “Ondina”, “¡Ay, infeliz de la que nace hermosa!”… Y también “Amanda”, “El zoo de cristal”, “La Celestina”, “Don Juan Tenorio”, “Las mariposas son libres” o “Al menos no es Navidad”.

Siempre despertó en mí gran simpatía,
y la he admirado mucho como actriz
(Vicky Peña)

A toda pantalla debutaba Amparo Soler Leal en 1953, y a las órdenes de Antonio del Amo, en “Puebla de las mujeres”, película basada en la obra homónima de los hermanos Álvarez Quintero. Ese mismo año era Pitita en la preciosa “Así es Madrid”…


… y más adelante, Margarita en “Usted puede ser un asesino”, bajo la dirección de José María Forqué sobre la divertida obra de Alfonso Paso.

“Todos los actores tenían un gran sentido del humor que, unido al guión, hizo de ese rodaje algo especial”


Tras su genuina Marilú de “Plácido”, Amparo aparecía también en “Vamos a contar mentiras”, en “El grano de mostaza” y, como Mercedes, en “Vuelve San Valentín”.


Otra Mercedes, ésta inolvidable, era Amparo también en “La gran familia”…

“Fernando Palacios llevaba un orden y una organización muy estrictos, aunque no lo parezca. Lo que llevé peor es que yo era muy joven y una de mis hijas era mayor que yo. ¡Y a la segunda la debí de parir con tres años! Era algo irreal…”

Una gran actriz, tan divertida, tan ocurrente, tan inteligente, tan sexy
(Concha Velasco)


Fue también una simpatiquísima Francisca en “Las que tienen que servir”, junto a una no menos simpática Concha Velasco y unos geniales Alfredo Landa y Manolo Gómez Bur.

Y Leonela en “Un diablo bajo la almohada” y Clara en “Estudio amueblado 2.P”.


También Pacucha en “El bosque del lobo”, junto a José Luis López Vázquez. Y Amparo Soler-Leal en “El discreto encanto de la burguesía”, Gerarda en “Marianela”, Amparo en “El amor del capitán Brando”, Directrice en “Tamaño natural”, Sagrario en “Los nuevos españoles” y Alicia en “Jó, papá”.


Y Adela en “Retrato de familia”, Doña Nati en “Vuelve, querida Nati” y Aurora en “Mi hija Hildegart”.

“En el rodaje Berlanga era muy simpático, no se le veía mucho y a los actores nos dejaba hacer lo que quisiéramos. Hay que tener en cuenta que él casi siempre trabajaba con los mismos… En parte éramos como una gran familia”


Y Chus, otro de sus más reconocidos personajes, en “La escopeta nacional”, “Patrimonio Nacional” y “Nacional III”…

“Berlanga era un genio, y yo siempre me he sentido chica Berlanga: rodé siete películas a sus órdenes”

Una mujer muy clave, muy divertida, muy inteligente y con muchísimo sentido del humor, además de una gran actriz
(María José Alfonso)


Amparo Soler Leal también fue Varona en “El crimen de Cuenca”…

“Fue duro por muchas razones. Rodamos en Mota del Cuervo, que era triste. La historia era triste, mi papel era triste… Trabajar con un pañuelo en la cabeza todo el día fue triste e incómodo. Y Pilar Miró me perseguía todo el día para ver si llevaba suficientes ojeras”

Fernanda en “Los fieles sirvientes”, Amparo en “El divorcio que viene”…


Carmen en “Gary Cooper, que estás en los cielos”, Celia en “127 millones libres de impuestos”, la profesora Castañeta en “Las aventuras de Enrique y Ana” y María Rosa en “Hablamos esta noche”.

“Yo soy una actriz de tripas, no de métodos. Lo llamo así porque me sale, porque soy muy espontánea. No soy de las que necesita correr para luego parecer que está muy emocionada o acordarme de mis muertos para ponerme a llorar”


Amparo nos maravilló también con su Doña María Antonia de “Bearn o la sala de las muñecas”…


… y su Dolores de “Las bicicletas son para el verano”.

Y fue también Patricia en “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”, Encarna en “La vaquilla”, Ana en “Hay que deshacer la casa” y Acacia en “Cara de acelga”. Y Elvira en “Todos a la cárcel”, Doña Obdulia en “El ángel de la guarda” y Encarna en “París, Tombuctú”.

Amparo también se asomó a nuestra pequeña pantalla a través de series como “Tres eran tres”, “El olivar de Atocha”, “Querido maestro”, “Paco y Veva” o “Un paso adelante”.


A lo largo de su extensa y fructífera carrera, Amparo Soler Leal recibió, entre otros muchos galardones, el Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos por “La gran familia”, por “Jó, papá” y por “Bearn o la sala de las muñecas”; el Premio ACE de Nueva York por “El crimen de Cuenca”, el Premio Pepe Isbert, la Medalla de Oro al Mérito de las Artes y el Premio Miguel Mihura.


“Uno necesita que le digan que ha estado bien, cierto estímulo. Estar como siempre también puede significar estar mal, como siempre”
(Amparo Soler Leal)



El pasado 7 de noviembre se nos iba también, a sus 88 años, Amparo Rivelles, otra grandísima actriz de nuestro cine, de nuestro teatro, de nuestra televisión.

“Mi madre quería que estudiara, y yo al principio también. Quería ser abogado, pero no me gustaba mucho estudiar y  me dediqué al teatro porque había que estudiar menos y, ya ve, en esta profesión hay que estudiar muchos guiones…”

Hija de los también actores Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, Virgen de los Desamparados Rivelles Ladrón de Guevara nacía el 11 de febrero de 1925 en Madrid, debutando en los escenarios con tan sólo trece años de edad con la obra de Adolfo Torrado “La madre guapa”.

“De mi madre aprendí todo lo que soy, a moverme en el escenario, a hablar… Ella siempre me decía: ‘tú haz lo que yo te diga pero hazlo siempre con tu temperamento, con tu personalidad’”


Con el tiempo, Amparo aparecería en otras obras teatrales como “El abanico de Lady Windermere”, “La loca de Chaillot”, “Rosas de otoño”, “Los árboles mueren de pie”, “Los padres terribles”, “La brisa de la vida”…

Una gran señora, una gran persona y una mujer adelantada a su época. Era también una gran compañera y tenía una gran calidad como persona. Fue también muy moderna en su interpretación y en la vida social
(Juanjo Seoane, empresario teatral con el que Amparo hizo sus últimas obras)

“La duda” fue la obra con la que quiso despedirse de los escenarios por ser la última que había hecho su padre.


“Es muy curioso que habiendo sido mi madre mi maestra, la gente diga que trabajando me parezco a mi padre… deben de ser los genes… no puede ser otra cosa”

Una de las grandes damas de la escena, una mujer extraordinaria con una personalidad arrolladora; una gran actriz que hizo todo y todo lo hizo bien
(Carlos Hipólito)


Amparo Rivelles fue también la gran estrella del cine español contratada en exclusiva por Cifesa y formando pareja de manera frecuente con Alfredo Mayo, Rafael Durán o Jorge Mistral.

“El cine me convirtió en una estrella pero el teatro me ha dado otra categoría profesional, el teatro es el contacto directo con el público, la respuesta inmediata de la gente. Me siento mucho más a gusto en el teatro”

Y también lució su estrella en México, donde se trasladó a finales de los años cincuenta, permaneciendo ahí durante más de veinte años y obteniendo un gran éxito en su cine, teatro y televisión, en todos los campos “menos en el circo”, como decía ella.

Estará siempre en la historia del cine, el teatro y la televisión de este país, de México y de otros muchos. Una persona de una generosidad extraordinaria, con un sentido del humor increíble hasta el último momento. La echaremos mucho de menos
(Maribel Verdú)


A toda pantalla debutaba Amparo Rivelles en 1940, y a las órdenes de Armando Vidal, en “Mari Juana”.


Fue después Eloísa en “Alma de Dios” y apareció también en “Los ladrones somos gente honrada”, según la obra de Enrique Jardiel Poncela.

Malvaloca en “Malvaloca”, María Espinosa en “Deliciosamente tontos”, Mariana en “Eloísa está debajo de un almendro”, de nuevo Jardiel Poncela…

Una grandísima actriz que además era muy inteligente y muy divertida. Siempre veía el lado bueno de las cosas, incluso en los momentos más trágicos
(Concha Velasco)


También fue Blanca en “El clavo”.

Después sería Eugenia de Montijo en “Eugenia de Montijo”, Laurencia en “Fuenteovejuna”, Marta Osuna en “La fe” y Pilar en “La calle sin sol”.


Y, dirigida por Luis Lucia, “La duquesa de Benamejí”. Y bajo las órdenes de Juan de Orduña, María de Pacheco en “La leona de Castilla”.


Amparo fue la reina Isabel la Católica en “Alba de América”. Y también se llamó Isabel en “La herida luminosa”. Y Magdalena en “El batallón de las sombras”, María Díaz en “Los hijos del divorcio”… Y Mrs. Morales en “El esqueleto de la señora Morales”.


Fue Claudia Montesinos en “Cuando los hijos se van”, Mercedes en “La madrasta”, Rufina en “Presagio” y  Micaela en “La coquito”.

Y Bernarda Alba en “La casa de Bernarda Alba”, y Doña Mercedes en “Soldados de plomo”…

Estaba dotada de un talento descomunal y era una profesional impecable. Era una maestra, generosa, con un conocimiento descomunal de, por ejemplo, saber contar historias con su cuerpo. No encontrarás a nadie que hable mal de ella, porque era una gozada trabajar con ella
(José Luis García Sánchez, director de “Hay que deshacer la casa”)


Fue también Laura en “Hay que deshacer la casa”, sí, junto a Amparo Soler Leal…


Isabel de Farnesio en “Esquilache”, María Teresa Murillo en “El día que nací yo” y Retamar en “Mar de luna”.

“Me gustaría que me recordaran como una buena persona, porque creo que sí lo soy”

Una mujer con una extraordinaria inteligencia y un agudo sentido del humor
(Fernando Méndez Leite)

Amparo también se nos hizo un rostro familiar en la pequeña pantalla a través de series como “Sor Juana Inés de la Cruz”, “Cristina Guzmán”, “La Regenta”, “Una de dos”...


Y por supuesto, a través de su elegantísima Doña Mariana de “Los gozos y las sombras”.


A lo largo de su extensa y fructífera carrera, Amparo Rivelles recibió, entre otros muchos galardones, el Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos por “La fe” y por “Fuenteovejuna”, el Premio ACE de Nueva York por “La coquito”, el Premio Goya por “Hay que deshacer la casa”, el Premio Nacional de Teatro, el Premio Pepe Isbert y la Medalla de Honor del Círculo de Escritores.


“Si volviese a nacer, elegiría de nuevo esta profesión, porque la interpretación te permite vivir diferentes vidas. Dejas de ser tú para convertirte en el personaje. Eso es muy duro en un drama, pero muy divertido cuando se trata de una comedia. En cualquier caso, es algo apasionante”
(Amparo Rivelles)


Estas navidades, cuando nos encontremos con “La gran familia”, Mercedes nos emocionará de especial manera. Claro que si nos encontramos con “Los gozos y las sombras” también nos emocionaremos de manera especial con Doña Mariana

Gracias a las dos, y de todo corazón. Por vuestro arte interpretativo, por saber hacernos reír, por saber hacernos llorar, por sabernos transmitir un sinfín de emociones. Por vuestro sentido del humor, por vuestra simpatía, por vuestra calidad humana. … Y por haceros tan nuestras, tan entrañables, tan cercanas.

Amparo Soler Leal, Amparo Rivelles… Un mismo nombre para dos estrellas.

Gracias y hasta siempre

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A los 80 años nos decía adiós el director japonés Nagisa Oshima. Aquí nos dejaba su legado cinematográfico compuesto por títulos como “Historias crueles de juventud”, “Diario de un ladrón de Shinjuku”, “El muchacho”, “Murió después de la guerra”, “Max, mon amour” y, por supuesto, “El imperio de los sentidos”, “El imperio de la pasión” y “Feliz Navidad, Mr. Lawrence”.


Fernando Guillén se nos iba también a sus 80 años de edad. Tras él dejaba sus interpretaciones en títulos cinematográficos como “Búsqueme a esa chica”, “Asalto al Banco Central”, “Memorias del general Escobar”, “La ley del deseo”, “La estanquera de Vallecas”, “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, “Don Juan en los infiernos”, “El amante bilingüe”, “Tres palabras”, “La herida luminosa”, “El abuelo” o “Todo sobre mi madre” y su participación en series de la pequeña pantalla como “Habitación 508”, “Novela”, “La saga de los Rius”, “La huella del crimen”, “El mundo de Juan Lobón”, “Brigada Central”, “Los jinetes del alba”, “Una gloria nacional”, “Hospital Central”... Y teatro, mucho teatro.


A sus 87 años nos dejaba María Asquerino, madrileña actriz de las de toda la vida con títulos cinematográficos a sus espaldas como “Don Quijote de La Mancha”, “Pequeñeces”, “Agustina de Aragón”, “Surcos”, “La otra vida del capitán Contreras”, “La vida en un bloc”, “La tonta del bote”, “Venta por pisos”, “Ese oscuro objeto del deseo”, “Mambrú se fue a la guerra”, “El mar y el tiempo”, “Tres palabras”, “La comunidad”, “Tiovivo c.1950” o “Pagafantas” y apariciones en series televisivas como “Sonatas”, “Anillos de oro” y “Página de sucesos”.


José Sancho nos decía también adiós a sus 68 años. Actor de maravillosa voz  al que siempre recordaremos por títulos de la gran pantalla como “Suena el clarín”, “Los siete de Pancho Villa”, “La vida sigue igual”, “La boda del señor cura”, “… Y al tercer año, resucitó”, “¡Biba la banda!”, “El Dorado”, “Montoyas y Tarantos”, “¡Ay, Carmela!”, “La Lola se va a los puertos”, “Todos a la cárcel”, “Libertarias”, “Carne trémula”, “Kasbah” o “Hable con ella” y por series de televisión como “Ficciones”, “Novela”, “Turno de oficio” o “Cuéntame cómo pasó”. Y por supuesto por ser, a través de “Curro Jiménez", el estudiante más guapo y famoso de la pequeña pantalla.


El guionista y director italiano Damiano Damiani nos dejaba a sus 90 años. También nos dejaba su firma como director de títulos cinematográficos como “El sicario”, “Las diabólicas del amor”, “Yo soy la revolución”, “El genio”, “Agente doble”… y la serie televisiva “La piovra”.


A los 82 años nos decía adiós Jesús Franco, madrileño director de títulos como “Gritos en la noche”, “Necronomicón”, “El castillo de Fu-Manchú”, “El muerto hace las maletas”, “El conde Drácula”, “El diablo que vino de Akasawa”, “La hija de Drácula”, “El doctor Mabuse”, “Diario íntimo de una ninfómana”, “Un capitán de quince años”, “La noche de los asesinos”, “Sexo caníbal”, “Aberraciones sexuales de una mujer casada”, “Las orgías inconfesables de Emmanuelle”, “La tumba de los muertos vivientes”, “Killer Barbys contra Drácula”, “La cripta de las mujeres malditas”… Una interminable lista de películas en su filmografía.


A sus 70 años de edad se nos iba el estadounidense Roger Ebert, periodista, guionista de títulos cinematográficos como “El valle de los placeres”, “Megavixens” y “Más allá del valle de las Ultra-Vixens”, y un más que reconocido crítico cinematográfico que recibió el Premio Pulitzer en 1975 y en 2005 una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Gracias, Roger.


Bigas Luna nos dejaba a los 67 años. También nos dejaba una filmografía como director con títulos como “Tatuaje”, “Bilbao”, “Lola”, “Las edades de Lulú”, “Jamón, jamón”, “Huevos de oro”, “La teta y la luna”, “Bámbola”, “La camarera del Titanic”, “Volavérunt”, “Son de mar” o “Yo soy la Juani”.


A sus 85 años de edad nos decía adiós Sara Montiel, no sin dejarnos títulos a toda pantalla como “Mariona Rebull”, “Alhucemas”, “Locura de amor”, “Pequeñeces”, “Veracruz”, “El último cuplé”, “Yuma”, “La violetera”, “Carmen la de Ronda”, “Mi último tango”, “La dama de Beirut”, “Esa mujer”, “Varietés”…


Ángel Álcazar se nos iba a los 57 años dejando tras de sí títulos cinematográficos como “Laberinto de pasiones”, “Truhanes”, “Últimas tardes con Teresa”, “Futuro imperfecto”, “Supernova”, “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”, “Boca a boca”, “Amor de hombre”, “Incautos” o “Malamuerte” y su intervención en diversas series televisivas como “Anillos de oro”, “Clase media”, “Brigada Central”, “Calle nueva”, “Al salir de clase”, “El comisario”, “Un paso adelante”, “Hospital central”, “Círculo rojo” o “Cuéntame como pasó”.


A los 91 nos dejaba la actriz y cantante canadiense Deanna Durbin, muy popular en el cine de los años 30 y 40  a través de títulos como “Loca por la música”, “Mentirosilla”, “Princesita”, “Mujercita”, “Lazos eternos”, “Luz en el alma”, “Feliz y enamorada”, “Seré tuya”… Debutó en el cine en un corto de la Metro Goldwyn Mayer en el que compartía cartel con la entonces también debutante Judy Garland. Deanna fue más adelante candidata para el personaje de Dorothy en “El mago de Oz”.


Steve Forrest se nos iba a sus 87 años de edad, pero nos dejaba títulos cinematográficos como “Cautivos del mal”, “Los últimos comanches”, “Melodías de Broadway”, “El fantasma de la calle Morgue”, “¡Viva Las Vegas!”, “El pistolero de Cheyenne”, “El día más largo” o “Queridísima mamá” y su participación en diversas series de televisión como “El virginiano”, “El barón”, “Bonanza”, “La ley del revólver”, “Los Manion de América”, “Dallas”… y, por supuesto, a su maravilloso Teniente Hondo Harrelson de la serie televisiva “Los hombres de Harrelson”. Según cuentan, Steve fue muy bien recibido por su hermano Dana Andrews que le esperaba ahí arriba desde 1992.


A los 69 nos dejaba también el compositor y arreglista madrileño Alfonso Santisteban. Suyas eran las sintonías de “Aplauso”, “Palmarés”, “Señoras y señores”, “Bla, bla, bla” o “Música y estrellas” y también las bandas sonoras de una buena lista de títulos cinematográficos entre los que se encontraban “Enseñar a un sinvergüenza”, “La casa de los Martínez”, “No es bueno que el hombre esté solo”, “Cómo matar a papá… sin hacerle daño”, “Juego de amor prohibido” o “Esclava te doy” y las series de “La barraca”, “Cañas y barro” y “Sonatas”. Todo un clásico musical.


La californiana Esther Williams nos decía adiós a los 91 años de edad. Entre los títulos que nos dejó para la gran pantalla esta maravillosa especialista en natación sincronizada se encontraban “Escuela de sirenas”, Ziegfeld Follies”, “Hasta que las nubes pasen”, “En una isla contigo”, “La hija de Neptuno”, “La primera sirena” o “La amada de Júpiter”. La verdad es que daba gusto verla en esos auténticos espectáculos acuáticos de sus películas.


A los 78 años nos dejaba Elías Querejeta, uno de nuestros más reconocidos productores cinematográficos. En su haber un buen número de títulos a toda pantalla entre los que destacan “La caza”, “El próximo otoño”, “De cuerpo presente”, “Peppermint Frappé”, “El jardín de las delicias”, “Ana y los lobos”, “El espíritu de la colmena”, “La prima Angélica”, “Cría cuervos”, “Pascual Duarte”, “Mamá cumple cien años”, “Deprisa, deprisa”, ”El sur”, “Tasio”, “27 horas”, “Historias del Kronen”, “Familia”, “Barrio”, “Los lunes al sol”… Historia del cine español.


James Gandolfini se nos iba a los 51 años. Nos dejaba, eso sí, títulos cinematográficos como “El último Boy Scout”, “Amor a quemarropa”, “Angie”, “Marea roja”, “Coacción a un jurado”, “Perdita Durango”, “Medianoche en el jardín del bien y del mal”, “Fallen”, “Acción civil”, “Asesinato en 8 mm”, “La última fortaleza”, “Asalto al tren Pelham 1 2 3” o “Mátalos suavemente”, su voz a través de Carol en “Donde viven los monstruos” y, por supuesto, su personaje de Tony Soprano en “Los Soprano”.


A los 84 años nos dejaba Miguel Narros, madrileño director teatral de obras como Fedra, La señorita Julia, El rey Lear, El sí de las niñas, Seis personajes en busca de autor, El concierto de San Ovidio, Tio Vania, Doña Rosita la soltera, El burlador de Sevilla… También director del Teatro Español, Narros nos dejaba además su trabajo como actor en títulos cinematográficos como “La ironía del dinero”, “Zampo y yo”, “¿Quién puede matar a un niño?”, “La muerte del escorpión”, “Gusanos de seda” o “Los paraísos perdidos” y en series televisivas como “Cuentos y leyendas” o “La señora García se confiesa”.


A los 87 se nos iba Richard Matheson, escritor y guionista estadounidense de títulos cinematográficos como “El increíble hombre menguante” (basado en su novela “The shrinking man”), “La caída de la casa Usher”, “El péndulo de la muerte”, “El cuervo”, “La comedia de los horrores”, “El último hombre vivo” (basado en su novela “I am legend“), “La leyenda de la mansión del infierno” (basado en su novela “Hell house”) o “Más allá de los sueños” (basado en su novela “What dreams may come”). Matheson escribió también el guión de varios episodios de la serie televisiva “Dimensión desconocida” y de tres de las historias de los también televisivos “Cuentos asombrosos” de Steven Spielberg. Y también fue el creador y guionista de la extraordinaria historia que nos contaba “El diablo sobre ruedas”. Muy grande Matheson.


Eileen Brennan nos dejaba a los 80 años de edad, con nosotros quedan sus maravillosas interpretaciones en títulos cinematográficos como “La última película”, “El golpe”, “Un cadáver a los postres”, “La recluta Benjamín”, “El juego de la sospecha (Cluedo)” o “Pasión sin barreras” y numerosas apariciones en series de la pequeña pantalla. Gracias, Eileen.


A los 74 nos decía adiós Karen Black, extraordinaria actriz californiana de títulos cinematográficos como “Easy rider. Buscando mi destino”, “Mi vida es mi vida”, “El gran Gatsby”, “Aeropuerto 75”, “Como plaga de langosta”, “Nashville”, “La trama”, “Capricornio Uno”…


Gilbert Taylor nos dejaba a los 99 años de edad. Excelente director de fotografía británico, Taylor nos deja también sus maravillosas imágenes en títulos como “¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú”, “¡Qué noche la de aquel día!”, “Repulsión”, “Frenesí”, “La profecía”, “Flash Gordon”… Y, por supuesto, “La guerra de las galaxias”.  Otro genio.


A los 87 se nos iba Julie Harris, sensacional actriz estadounidense que ya en su debut cinematográfico nos regalaba a Abra, su precioso personaje en “Al Este del Edén”, maravillosa interpretación la suya a la que se sumaron después otras en otros títulos como “Soy una cámara”, “Hamlet”, “Harper, investigador privado”, “Reflejos en un ojo dorado”, Gorilas en la niebla”, “La mitad oscura”… e infinidad de papeles para la pequeña pantalla.


A los 81 años nos decía adiós Julia Trujillo, espléndida actriz principalmente de los escenarios, donde representó obras como “Tres sombreros de copa”, “Las tres hermanas”, “El perro del hortelano”, “Medea” o “La Orestiada”. A Julia también la veíamos en películas como “Las viudas”, “La casa grande” o “Más fina que las gallinas” y en series de televisión como “Novelas”, “Los gozos y las sombras”, “Menos lobos”, “El comisario” … Y en el maravilloso “Estudio 1”.


El italiano Giuliano Gemma nos dejaba a los 75 años de edad. En su filmografía, títulos cinematográficos como “Ben-Hur”, “Bocaccio ’70”, “El gatopardo”, “Scherezade”, “Una pistola para Ringo”, “Erik, el vikingo”, “Vivos o preferiblemente muertos”, “El arquero de Sherwood”, “También los ángeles comen judías”, “El desierto de los tártaros”…


sus 74 años se nos iba el neoyorkino Ed Lauter, extraordinario actor de títulos cinematográficos como “El desafío de los siete magníficos”, “Los nuevos centuriones”, “Acción ejecutiva”, “Rompehuesos”, “La trama”, “King Kong”, “Magic”, “Caza salvaje”, “Cujo”, “El justiciero de la noche”, “Nacido el cuatro de julio”, “Rocketeer”, “Amor a quemarropa”, “Leaving Las Vegas” y, más recientemente, “The artist”. Magnífico Ed Lauter.


En este año que ahora termina se nos iban también otras inolvidables figuras cinematográficas que ya recordamos en esta gran pantalla…


Un ilusionista de lujo, Ray Harryhausen...


Un actor todoterreno, Alfredo Landa


Una voz maravillosa, Constantino Romero


Otra maravillosa voz, Manolo Escobar


dos de nuestras más grandes estrellas, Amparo Soler Leal y Amparo Rivelles

Gracias a todos, de todo corazón… Y hasta siempre.


Aniversarios a toda pantalla 2013

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El 13 de febrero de este año que ahora se nos termina celebrábamos el 80 aniversario de Kim Novak, guapísima actriz a la que hemos visto, y admirado, en títulos de la gran pantalla como “Picnic”, “El hombre del brazo de oro”, “Pal Joey”, “Vértigo”, “Me enamoré de una bruja” o “Una vez a la semana“.


Nacida en Chicago, Marilyn Pauline Novak decidía probar suerte en Los Ángeles tras ganar una beca en una escuela de modelos. Felices 80, Kim.

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La versión más clásica de “King Kong”, dirigida por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, conmemoraba también su 80 aniversario el 7 de marzo.


Este mítico título llevaba al estrellato a su protagonista femenina Fay Wray, en la última de sus tres colaboraciones con Cooper y Schoedsack tras “Las cuatro plumas” y “El malvado Zaroff”.

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Pauline en la playa”, delicioso relato cinematográfico magistralmente narrado por Erich Rohmer,  celebraba su 30 aniversario el 23 de marzo.


A la Pauline de esta historia la conocíamos a través de una debutante y encantadora Amanda Langlet, quien volvería a trabajar con Rohmer posteriormente en “Cuento de verano” y “Triple agente”.

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El 9 de abril conmemorábamos el 80 aniversario del nacimiento de Gian María Volonté


… guapísimo actor italiano que, tristemente, nos dejaba en 1994 no sin antes regalarnos su extraordinaria profesionalidad en títulos cinematográficos como “La chica con la maleta”, “Por un puñado de dólares”, “La muerte tenía un precio”, “La armada Brancaleone”, “Yo soy la revolución”, “Cara a cara”, “Sacco y Vanzetti”, “Crónica de una muerte anunciada” o “Tirano Banderas”. Grande Volonté.

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Título ya clásico de la historia del cine dirigido por Nicholas Ray, “55 días en Pekín” celebraba el 6 de mayo su 50 aniversario.


Elizabeth Sellars, David Niven, Robert Helpmann, Charlton Heston y Ava Gardner, entre muchos otros, formaban el reparto de lujo de esta mítica pelicula.

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El 15 de junio conmemorábamos el 75 aniversario de “Vivir para gozar”, uno de los más deliciosos títulos cinematográficos dirigidos por ese maestro entre maestros que fue George Cukor.


Esta preciosa historia reunía por tercera vez a Katharine Hepburn y Cary Grant tras “La gran aventura de Sylvia” y “La fiera de mi niña”. Y aún nos quedaba disfrutar de esta maravillosa y elegantísima pareja en “Historias de Filadelfia”.

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Con Greg Kinnear celebrábamos el 17 de junio su 50 aniversario.


Aunque había aparecido antes en diversas series y telefilmes de la pequeña pantalla, empezamos a fijarnos en Greg tras encarnar a David Larrabee en el remake a cargo de Sydney Pollack de “Sabrina” y le seguimos viendo después en otros personajes cinematográficos como Danny en “Una sonrisa como la tuya”, Simon en “Mejor… imposible”, Frank en “Tienes un e-mail”…y, cómo no, su genuino Richard Hoover en “Pequeña Miss Sunshine”. Muy felices 50, Greg, y gracias por esa sonrisa.

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El 20 de julio conmemorábamos el 75 aniversario del nacimiento de Natalie Wood, uno de los más bellos rostros de la gran pantalla…


… que ya nos maravillaba de niña en títulos como “El fantasma y la señora Muir” o “De ilusión también se vive”…


… y lo seguía haciendo después en otras películas como “La estrella”, “Rebelde sin causa”, “Centauros del desierto”, “Esplendor en la hierba”… Y, por supuesto, “West Side Story”. Preciosa Natalie Wood.

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El verdugo” cumplía en este año en el que estamos su 50 aniversario. Presentada entre el 24 de agosto y el 7 de septiembre en el Festival de Venecia, llegaba a nuestras pantallas españolas un año más tarde, en febrero de 1964.


Magistralmente dirigida por Luis García Berlanga, “El verdugo” contaba con un impecable guión de Rafael Azcona y del propio Berlanga basado en una historia de ambos. En el reparto principal, unos extraordinarios Pepe Isbert, Nino Manfredi y Emma Penella. Sin duda, uno de los más imprescindibles títulos de nuestro cine.

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El 21 de septiembre celebrábamos con Joseph Mazzello su 30 aniversario.


Joseph debutaba como actor a los siete años de edad en el telefilm“Abuso a un menor”, apareciendo ese mismo año también a toda pantalla en “Presunto inocente”. Después, llegarían para él otros títulos cinematográficos como “La fuerza de la ilusión”…


… una interpretación maravillosa de Joseph y de Elijah Wood, su también magnífico compañero de reparto; “Parque Jurásico”, “Tierras de penumbra”, otra extraordinario interpretación de Mazzello; “Río salvaje” o “El inolvidable Simon Birch”. Más recientemente le hemos visto también en la serie televisiva “The Pacific”.


Felices 30, Joseph, y gracias por llegarnos al corazón.

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El 23 de septiembre conmemorábamos el 75 aniversario del nacimiento de Romy Schneider, otra de las más bellas actrices de la historia del cine.


Nacida como Rosemarie Magdelena Albach-Retty, debutaba a toda pantalla a los quince años de edad junto a su madre Magda.


Después llegarían para Romy títulos cinematográficos como “A pleno sol”, “Bocaccio ’70”,  “El proceso”, “¿Qué tal, Pussycat?”, “La piscina”, “Lo importante es amar”, “La muerte en directo”, “Testimonio de mujer”… Y, por supuesto, “Sissi”. Maravillosa Romy Schneider.

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Pesadilla antes de Navidad” celebraba el 9 de octubre su 20 aniversario.


Dirección de Henry Selick sobre una idea y personajes creados por Tim Burton y con el compositor Danny Elfman como la voz cantarina de Jack Skellington, el singular protagonista de esta historia… Pues una película tremendamente mágica, y como no. Y eso sin haber mencionado aún su fabulosa, fantástica animación.

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El 16 de octubre conmemorábamos el 40 aniversario de “Tal como éramos”, otro más que reconocido clásico de la gran pantalla.


Dirigida por un Sydney Pollack de lo más romántico y con una maravillosa banda sonora firmada por Marvin Hamlisch, esta ya mítica película nos contaba una muy romántica historia protagonizada por Barbra Streisand…


… y un Robert Redford tremendamente romántico y, madre mía, tremendamente guapo, sí, lo tengo que añadir, está en mi carácter. Ay, rubio…

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La zona muerta” celebraba su 30 aniversario el 21 de octubre. David Cronenberg dirigía más que correctamente esta historia basada en la novela homónima de Stephen King…


… y Christopher Walken nos maravillaba, una vez más, a través de su personaje. Durante la película, el personaje que interpreta Christopher aconseja leer la novela de Washington Irving “La leyenda de Sleepy Hollow”. Curiosamente, en 1999, Walken daría vida al Jinete sin Cabeza en  el “Sleepy Hollow” de Tim Burton.

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El 5 de noviembre se conmemoraba el centenario del nacimiento de Vivien Leigh, otra inolvidable leyenda cinematográfica.


Tras debutar en 1935, Vivien nos dejaba maravillosos personajes  a toda pantalla como su Cynthia de “Fuego sobre Inglaterra”, su Scarlett de “Lo que el viento se llevó”…


… su Myra de “El puente de Waterloo”, su Emma de “Lady Hamilton”, su Ana de “Ana Karenina”, su Blanche de “Un tranvía llamado deseo”, su Karen de “La primavera romana de la señora Stone”… Y su espectacular belleza.

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Las cuatro hermanitas”, primera adaptación cinematográfica de las “Mujercitas” de Louisa May Alcott celebraba el 16 de noviembre su 80 aniversario.


Dirigida por George Cukor, todo un maestro en la materia, esta clásica versión nos presentaba a Amy, Beth, Jo y Meg, las cuatro hermanas March, a través de Joan Bennett, Jean Parker, Katharine Hepburn y Frances Dee, respectivamente.

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El 17 de noviembreSopa de ganso” celebraba también su 80 aniversario.


Dirigida por Leo McCarey, esta película hacía la número cinco en la filmografía de Groucho, Chico y Harpo. El público americano había ya disfrutado con estos tres disparatados hermanos en “Los cuatro cocos”, “El conflicto de los Marx”, “Pistoleros de agua dulce” y “Plumas de caballo”.

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El pasado 28 de noviembre se conmemoraba el 90 aniversario del nacimiento de Gloria Grahame


… otra maravillosa actriz a toda pantalla que nos dejaba para la historia del cine sus impecables interpretaciones en títulos como “¡Qué bello es vivir!”, “Encrucijada de odios”, “Un secreto de mujer”, “En un lugar solitario”, “El mayor espectáculo del mundo”, “Cautivos del mal”, “Los sobornados”, “Deseos humanos”, “Oklahoma!”… Otra leyenda del séptimo arte.

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La lista de Schindler” cumplía 20 años el pasado 30 de noviembre.


Steven Spielberg dirigía con maestría esta historia adaptada para la pantalla del libro de Thomas Keneally e interpretada en sus principales papeles por Liam Neeson, Ben Kingsley y Ralph Fiennes. Película de calidad redondeada con la magistral banda sonora de un soberbio John Williams.

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Y ayer, 13 de diciembre, celebrábamos el 40 aniversario de la genuina “Amarcord”.


Federico Fellini, no podía ser otro, firmaba la dirección de esta inolvidable joya del cine que contaba con un más que magistral reparto actoral, del primero al último de sus intérpretes. Únicos estos recuerdos de Fellini.


Y con tan extraordinario cineasta ponemos punto y final a este conmemorativo recorrido cinematográfico.

Un caballero y tres damas

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El pasado sábado nos dejaba a sus 81 años Peter O’Toole, uno de los más grandes actores de la gran pantalla y de los escenarios teatrales.

Nacido el 2 de agosto de 1932 en Connemara, County Galway (Irlanda), Peter Seamus O’Toole abandonaba tempranamente los estudios para trabajar brevemente como aprendiz en “The Yorkshire Evening Post” antes de descubrir a los 17 años su verdadera vocación como actor.


Tras asistir a la Royal Academy of Dramatic Arts, donde tuvo como compañeros a Alan Bates, Albert Finney y Richard Harris, O’Toole actuaba en escenarios teatrales como el Bristol Old Vic o el londinense Royal Court Theatre.

Y en 1956 debutaba como actor de la pequeña pantalla, en el papel de un soldado, en la serie televisiva “The Scarlet Pimpernel”.


Tras aparecer en otros dos telefilmes, Peter interpretaba  su primer papel cinematográfico en 1960 en “Kidnapped”, una producción de Walt Disney…


… a la que seguirían “Los dientes del diablo”, dirigida por Nicholas Ray y basada en la novela El país de las sombras largas del escritor suizo Hans Ruesch, una maravillosa historia en la que O’Toole compartía cartel con un extraordinario Anthony Quinn…


… y “El robo al banco de Inglaterra”, esta vez bajo la dirección de John Guillermin y sobre una novela de John Brophy.

En 1962 le llegaba a Peter O’Toole la oportunidad de protagonizar una película que habían anteriormente rechazado Marlon Brando y Albert Finney.


Nos referimos, claro está, a “Lawrence de Arabia”, sin duda alguna el personaje más característico en la carrera de O’Toole. Para dar vida a T. E. Lawrence, Peter se implicaría hasta el punto de vivir durante algún tiempo como un beduino en los desiertos de Jordania y Marruecos.


Un extraordinario David Lean dirigía magistralmente en esta historia a un Peter O’Toole soberbio, sublime en su papel.


Dos años después, O’Toole volvía a maravillarnos con su interpretación de Enrique II en “Becket”, esta vez dirigido por Peter Glenville y esta vez acompañado en el reparto por un también sensacional Richard Burton.


En 1965 nos regalaba otro de sus más clásicos personajes en “Lord Jim”, bonita historia dirigida por Richard Brooks y basada en la novela homónima del escritor polaco Joseph Conrad.

Después llegarían para Peter otros títulos como “¿Qué tal, Pussycat?”, “Cómo robar un millón y…” o “La Biblia”.


Y en 1967 daba vida al General Tanz en la magnífica “La noche de los generales”, basada en la novela de Hans Hellmut Kirst bajo la dirección de Anatole Litvak.

Tras intervenir en “Casino Royale”, junto a Peter Sellers, Ursula Andress, David Niven, Orson Welles, Woody Allen y un larguísimo etcétera…


… O’Toole volvía a encarnar a Enrique II en “El león en invierno”, dirigido esta vez por Anthony Harvey y muy bien acompañado en el reparto por Katharine Hepburn, Anthony Hopkins y John Castle.


Y en 1969, bajo las órdenes de Herbert Ross, Peter nos regalaba su personaje más entrañable, Arthur Chipping, en “Adiós, Mr. Chips”, preciosa historia basada en la novela homónima del británico James Hilton.

Llegarían después “No todo amor es hermoso”, “La guerra de Murphy”, “Bajo el bosque lácteo”, “La clase dirigente”….


… y “El hombre de La Mancha”, versión cinematográfica de la obra musical de Dale Wasserman en la que O’Toole se nos presentaba como Don Quijote y Miguel de Cervantes.

“Rosebud”, “Yo, Viernes”, “Foxtrot”, “Asalto al poder”…


… y en 1979 llegaban “Amanecer Zulú”, bajo la dirección de Douglas Hickox y compartiendo cartel con Burt Lancaster, Simon Ward, Denholm Elliott, Bob Hoskins y Nigel Davenport entre otros muchos…


… y “Calígula” donde, dirigido por Tinto Brass y a través de un guión escrito por Gore Vidal, O’Toole daba vida a Tiberio.

A la carrera cinematográfica de Peter O’Toole se unían después otros títulos como “Profesión: el especialista”, “Mi año favorito”, “Supergirl”, “Creator” o “Club Paraíso”…


… y en 1987 era elegido por Bernardo Bertolucci para interpretar a Reginald “R.J.” Johnston en “El último emperador”, una espectacular historia escrita por Mark People y el propio Bertolucci que se basaba en la autobiografía del Emperador Pu Yi.

Peter fue también Plunkett en “El hotel de los fantasmas”, el Emperador de Lilliput en “Los viajes de Gulliver”, Sir Arthur Conan Doyle en “Cuento de hadas”, Flyte en “Phantoms”, Williamson en “Molokai: The story of Father Damien”…


… y, en 2004 y dirigido por Wolfgang Petersen, el rey Príamo en “Troya”.





El Duque de Rudling en “Lassie”, Maurice en “Venus”, el rey de Stormhold en “Stardust” o el Padre Chistopher en “Cristiada” han sido algunos de sus más recientes papeles cinematográficos…

“El cine me ha proporcionado todo el apoyo emocional posible por parte del público. También me ha permitido conocer gente maravillosa y compañeros de profesión inolvidables”


… y aún nos deja una última interpretación, su Cayo Cornelio Galo en “Katherine of Alexandria”, que será estrenada en 2014.

Peter O’Toole fue candidato al Oscar, en nada menos que ocho ocasiones, por “Lawrence de Arabia”, “Becket”, “El león en invierno”, “Adiós, Mr. Chips”, “La clase dirigente”, “Profesión: el especialista”, “Mi año favorito” y, ya en 2007,  por “Venus”.


En 2003 se le otorgaba el Oscar Honorífico, distinción ésta que se resistía a aceptar por considerar que aún no había terminado su carrera interpretativa.

También en la pequeña pantallapudimos disfrutar del buen hacer de Peter O’Toole a través de personajes de telefilmes como su Anton Bosnyak en “Svengali”, su Henry Higgins en “Pygmalion”…


…su Lama  en “Kim”, su John Sidney Howard en “La pequeña evasión”, su Obispo Cauchon en “Juana de Arco”, su César Augusto en “Augustus, el primer emperador”…





… o de series como su Jim Larkin en “Strumpet City”, su General Cornelio Flavio Silva en “Masada”, su viejoCasanova en “Casanova”, su Papa Pablo III en “Los Tudor”…

Pudimos disfrutar además de su maravillosa voz en el mundo de laanimación a través de…


Sherlock Holmes en el telefilm “Sherlock Holmes and the Baskerville Curse”…


Pantaloon en “El Príncipe Cascanueces”…


…y Anton Ego en “Ratatouille”.

Y entre las obras teatrales que representó en los escenarios a lo largo de su extensa y fructífera carrera…


Hamlet”, bajo la dirección del mismísimo Laurence Olivier, “Macbeth” y “El mercader de Venecia”, tres grandes obras de William Shakespeare; “Major Barbara” y “Pygmalion”, ambas de George Bernard Shaw; “Esperando a Godot”, de Samuel Beckett; “Baal” de Bertolt Brecht…


Un gran actor de los escenarios, un gran actor de la pequeña y gran pantalla… Un actor de voz maravillosa y enorme personalidad.


También durante la pasada semana nos dejaban tres damas del cine clásico: Eleanor Parker, Audrey Totter y Joan Fontaine.


Eleanor Jean Parker se nos iba el 9 de diciembre a sus 91 años de edad. Nacida en Cedarville, Ohio, el 26 de junio de 1922, debutaba en la gran pantalla en 1941 y a las órdenes de Raoul Walsh en “Murieron con las botas puestas". Más adelante compartía cartel con John Garfield y Paul Henreid en el drama “Entre dos mundos”.


Nos maravilló a través de su Marie Allen en “Sin remisión” y también la vimos junto a Kirk Douglas en “Brigada 21”. Fue también Lenore en “Scaramouche” y compartió cartel con William Holden y John Forsythe en “Fort Bravo”.


Nos fue presentada como Joanna en “Cuando ruge la marabunta”, esta vez junto a Charlton Heston, y fue también Mary Stuart en “La novia salvaje”.


Nos volvió a maravillar a través de Zosch Machine en “El hombre del brazo de oro”, bajo la dirección de Otto Preminger. Y fue después Sabina en “Un rey para cuatro reinas”, Eloise en “Millonario de ilusiones” y Hanna en “Con él llegó el escándalo”.


Y, por supuesto, la elegantísima Baronesa Schraeder en “Sonrisas y lágrimas”.



Audrey Mary Totter nos decía adiós el 12 de diciembre a sus 94 años de edad. Nacida en Joliet, Illinois, el 20 de diciembre de 1918, debutaba en la gran pantalla en 1945 y a las órdenes de Edward L. Cahn en “Main street after dark”. Más adelante aparecía en “The hidden eye” y en “The sailor takes a wife”, como Ethel en “Aventura”…


… y como Madge en “El cartero siempre llama dos veces”, bajo la dirección de Tay Garnett y compartiendo cartel con Lana Turner y John Garfield.


Fue también Elaine en “La dama del lago”, junto a Robert Montgomery, y Althea en “The unsuspected”…


… Ann en “Muro de tinieblas” y Alma en “Sed de dominio”, de nuevo junto a Robert Montgomery.

Apareció más adelante en “Tensión”, “No estoy sola” y “Destino: Budapest”, junto a Dana Andrews y George Sanders.


Y fue Peg en “El hombre en las tinieblas”, Joyce en “El regreso del gángster” y Marilyn en “Harlow”.



Joan de Beauvoir de Havilland nos dejaba el 15 de diciembre a sus 96 años de edad. Nacida en Tokyo, Japón, el 22 de octubre de 1917, debutaba en la gran pantalla en 1935 y a las órdenes de George Cukor en “No más mujeres”. Más adelante, aparecía en “Olivia” y “Señorita en desgracia”, como Emmy en “Gunga Din”…


… y como Peggy en “Mujeres”, de nuevo bajo la maestra dirección de George Cukor y compartiendo cartel con Norma Shearer, Joan Crawford, Rosalind Russell, Paulette Goddard, Virginia Weidler…


Fue una perfecta señora De Winter en “Rebeca”…


Lina en “Sospecha”, ambas firmadas por Alfred Hitchcock...


Jane Eyre en “Alma rebelde”, esta vez bajo las órdenes de Robert Stevenson…


… y nos regaló una maravillosa creación de Lisa, su personaje en “Carta de una desconocida”, dirigida por Max Ophüls y junto a un elegantísimo Louis Jourdan.

Apareció más adelante en “El vals del emperador” y “Nacida para el mal”…


… y fue también Rowena en “Ivanhoe”, Kendall en “Dos pasiones y un amor”, Susan en “Más allá de la duda” y Anne en “Mujeres culpables”.

Gracias, caballero O’Toole, dama Parker, dama Totter, dama Fontaine…

Vaya un año que llevamos en lo referente a la gran pantalla y a los escenarios teatrales. A ver, Clementine, si consigues cerrarlo con una sonrisa. O dos.

Abuelos a toda pantalla

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En 1949, Mervyn LeRoy dirigía la hoy ya clásica versión de “Mujercitas” (Little women), donde conocíamos a Mr. Laurence a través de un elegantísimo (y cuándo no) C. Aubrey Smith, un abuelo finalmente entrañable. Y si no que se lo pregunten a Beth


Bajo la magistral dirección de Luis García Berlanga y partiendo de una no menos genial historia de Rafael Azcona, Pepe Isbert era en “El verdugo” (1963) Amadeo, abuelo, padre, suegro… Y verdugo. 


En “El abuelo está loco” (The Gnome-Mobile), producción de Walt Disney dirigida en 1967 por Robert Stevenson, nos encontrábamos a Walter Brennan como D. J. Mulrooney, el más que atareado abuelo de Elizabeth y Rodney quienes, por una serie de mágicas circunstancias, llegaban a conocer al gnomo Jasper, que a su vez les presentaba a su genuino abuelo Knobby… al que también daba vida Walter Brennan.


Un mágico y maravilloso Francisco Rabal interpretaba de manera magistral en ”Pajarico” al abuelo de una más que particular familia en esta historia escrita y dirigida en 1997 por Carlos Saura.


La jovencilla pero muy resuelta Griff conocía finalmente a Einar, su abuelo, un atípico pero muy correcto Robert Redford, en “Una vida por delante” (An unfinished life), preciosa historia dirigida por el director sueco Lasse Hallström.


En 1937 Allan Dwan dirigía a Shirley Temple en la ya clásica versión de “Heidi” (Heidi) en la que un entrañable Jean Hersholt daba vida a Adolph Kramer, el abuelo de esta maravillosa e inmortal historia. 


Inolvidable también Feodor Chaliapin Jr. como el muy genuino abuelo de Loretta en “Hechizo de luna” (Moonstruck), una historia mágica, y cómo no con la luna por medio, dirigida en 1987 por Norman Jewison.


Bajo una magistral dirección de Marco Ferreri y partiendo de un no menos genial guión de Rafael Azcona basado en su propia novela, Pepe Isbert era en “El cochecito” (1960) Anselmo Proharán, padre de Don Carlos, abuelo de Yolanda… y dueño de un cochecito.


En 2006, Jonathan Dayton y Valerie Faris dirigían una pequeña obra maestra llamada “Pequeña Miss Sunshine” (Little Miss Sunshine), una singular película que nos presentaba a una singular familia compuesta por la pequeña y singular Olive, su singular padre, su singular madre, su singular tío, su singular hermano y… sí, su singular abuelo Edwin, encarnado por un extraordinario Alan Arkin.


Dirigido en 1938 por un más que inspirado Frank Capra, Lionel Barrymore nos regalaba en “Vive como quieras” (You can’t take it with you) a Martin Vanderhoff, el abuelo más auténtico y coherente de la historia del cine, un gran sabio de la vida… y del buen uso de la armónica.


Dirigido en 1998 por José Luis Garci, Fernando Fernán-Gómez nos obsequiaba con una más de sus magistrales interpretaciones en “El abuelo” dando vida a Don Rodrigo de Arista Potestad, Conde de Albrit, Señor de Jerusa y de Polán… y abuelo de Nelly y Dolly.


Un año después de casar a su hija Kay, Stanley Banks, un sensacional Spencer Tracy, recibía con tremenda ilusión a su primer nieto en “El padre es abuelo” (Father’s little dividend) (1951). Sencillo argumento con el que Vincente Minnelli nos presentaba una comedia clásica en toda regla.


Dirigido en 1987 por un magistral Ettore Scola, Vittorio Gassman nos maravillaba en “La familia” (La famiglia) a través de Carlo, su personaje en esta preciosa historia que comenzaba presentándonoslo como nieto para convertirlo más adelante en padre y, finalmente, en un elegantísimo abuelo.  


Bajo una magistral dirección… de niños a cargo de Fernando Palacios y Rafael J. Salvia, y partiendo de un correcto guión basado en una historia de Antonio Vich y del propio Salvia, Pepe Isbert era en “La gran familia” (1962) el abuelo de semejante prole… Ni una sola Navidad sin buscar a Chencho.


En 1936, John Cronwell dirigía la hoy ya clásica versión de “El pequeño Lord” (Little Lord Fauntleroy), donde conocíamos al Conde de Dorincourt a través de un elegantísimo (y cuándo no) C. Aubrey Smith, un abuelo finalmente entrañable. Y si no que se lo pregunten a Ceddie


A los abuelos, nuestros maravillosos aliados.

El golpe

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Mientras trabajaba en el guión de la película “Material americano”, el reconocido guionista estadounidense David S. Ward comenzaba a darle vueltas a otro argumento que compartía enseguida con Tony Bill, Michael Phillips y Julia Phillips, los productores de “Material americano”, quienes, entusiasmados, no dudaban en producir también este nuevo guión de Ward que se basaba en parte en “The big con”, libro escrito en 1940 por el autor americano David Warren Maurer.


David S. Ward debutaba como guionista en 1973 con “Material americano”, título cinematográfico al que seguiría de inmediato “El golpe”. Mucho más adelante, en 1988, Ward nos regalaría también el impecable guión de esa mágica historia que nos contaba “Un lugar llamado Milagro”.


Ward escribía el guión de “El golpe” con Robert Redford en mente pero Robert, que acababa de estrenar “Tal como éramos”, rechazaba en un principio este nuevo proyecto de Ward.


Por su parte, el director George Roy Hill, que había debutado tras las cámaras en 1962 y llevaba ya tras de sí títulos como “El irresistible Henry Orient”, “Millie, una chica moderna”… y “Dos hombres y un destino”, se encontraba de forma casual con el guión de “El golpe” y pedía dirigirlo. Después, se lo mostraba a Paul Newman, quien aceptaba encantado.


Muy, muy, muy afortunadamente para la historia del cine (y sobre todo para mí, podéis creerme), Redford decidía entrar finalmente en este proyecto. Se juntaban así de nuevo, tras “Dos hombres y un destino”, George Roy Hill, Paul Newman y Robert Redford, sin duda alguna uno de los tríos más interesantes de la historia del séptimo arte.







Paul Newmaniniciaba su carrera como actor en 1949 en diversas series de la pequeña pantalla, debutando en el cine en 1954 con “El cáliz de plata”.


También había sido visto ya en otros títulos cinematográficos como “Marcado por el odio”, “El largo y cálido verano”,  “El zurdo”, “La gata sobre el tejado de zinc”, “Éxodo”, “El buscavidas”, “Dulce pájaro de juventud”, “El premio”, “Cortina rasgada”, “La leyenda del indomable”, “Quinientas millas”… y “Dos hombres y un destino”, donde compartía por vez primera protagonismo con Robert  Redford.




Como cabía esperar, Paul nos ofrecía en “El golpe” una maravillosa creación de Henry Gondorff, su guapísimo y astuto personaje en esta singular historia. Tras “El golpe”, Newman volvería a ser dirigido por George Roy Hill en “El castañazo”.

Robert Redford iniciaba su carrera como actor en 1960 y en la pequeña pantalla, debutando en el cine en ese mismo año con “Me casaré contigo”.


También había sido visto ya en otros títulos cinematográficos como “La rebelde”, “La jauría humana”, “Propiedad condenada”, “Descalzos por el parque”, “Dos hombres y un destino”, “El candidato”, “Las aventuras de Jeremiah Johnson” o “Tal como éramos”.




Robert nos ofrecía también una espléndida interpretación en “El golpe” de su también guapísimo pero más ingenuo Johnny Hooker. Redford volvería a trabajar a las órdenes de George Roy Hill en “El carnaval de las águilas”.


El británico Robert Shaw debutaba en la gran pantalla en 1951 en “Oro y barras”, título al que siguieron otros como “Desde Rusia con amor”, “La batalla de las Ardenas”, “Un hombre para la eternidad”, “La batalla de Inglaterra”, “Caza humana” o “El viaje fantástico de Simbad”.


Shaw nos regalaba en “El golpe” una magnífica composición de Doyle Lonnegan. Tras esta sensacional película, le veríamos también en “Pelham 1.2.3.”, “Tiburón” o “Abismo”.


Extraordinario actor neoyorkino, Charles Durning debutaba a toda pantalla en 1962 y ya había sido también visto en “Hola, mamá”, “Yo vigilo el camino” o “Hermanas”, así como en diversas series de televisión.


Durning nos presentaba en “El golpe” a un impecable Teniente Snyder. Magistral.


Un no menos extraordinario Ray Walston daba vida a J. J. Singleton. Walston llevaba en el cine desde 1957 y tras de sí títulos como “Al sur del Pacífico”, “El apartamento”, “Lío en los grandes almacenes”, “Bésame, tonto” o “La leyenda de la ciudad sin nombre”, así como multitud de apariciones en series televisivas.


Eileen Brennan nos acercaba maravillosamente a Billie. Eileen se iniciaba en el cine en 1967 y ya había sido vista en títulos como “El novio de mi mujer”, “La última película” o “El espantapájaros” y en diversas series de televisión.


Harold Gould daba magistralmente vida al simpático Kid Twist. Harold llevaba tras de sí un buen número de intervenciones en series de la pequeña pantalla como “Los intocables”, “Dimensión desconocida”, “Perry Mason”, “El virginiano”, “Superagente 86”, “Mi bella genio”, “La chica de la tele”… y de títulos cinematográficos como “La rebelde”, “Harper, investigador privado” o “El compromiso”. Mucho más adelante, Harold se nos haría muy familiar en la pequeña pantalla como el paciente novio de Rose en “Las chicas de oro”.


Dana Elcar era para nosotros un excelente Agente del FBI. Dana había ya aparecido en títulos cinematográficos como “Punto límite”, “El estrangulador de Boston, “Péndulo” o “Soldado azul” y era también ya un rostro conocido de la pequeña pantalla por series como “Los defensores”, “Los invasores”, “Hawai 5-0”, “Ironside” o “El F.B.I.” Mucho más adelante, Elcar se nos haría tremendamente familiar como el jefe de “MacGyver”.


Y Robert Earl Jones nos presentaba al entrañable Luther. Padre en la vida real de James Earl Jones, Robert debutaba en el cine en 1939 en “Lying lips” y había sido visto ya en otros títulos cinematográficos como “Río salvaje”, “Víctima de la ley” o “Mississippi Summer”. Tras “El golpe”, le veríamos también en otras películas como “Entre pillos anda el juego”, “Cotton Club” o “Único testigo”.

Completaban este sensacional reparto John Heffernan (Eddie Niles), Jack Kehoe (Erie Kid), Dimitra Arliss (Loretta), James Sloyan (Mottola), Sally Kirkland (Crystal), Paulen Myers (Alva Coleman)…

“’El golpe’ es, indudablemente, una de las películas
con más estilo de la época
(Roger Ebert, Chicago Sun-Times)


Las extraordinarias imágenes de “El golpe” venían firmadas por el norteamericano Robert Surtees, quien había debutado a toda pantalla en 1943 y nos había ya deleitado a través de títulos como “Treinta segundos sobre Tokyo”, “Las minas del rey Salomón”, “Quo Vadis”, “Cautivos del mal”, “Mogambo”, “Oklahoma!”, “El cisne”, “El árbol de la vida”, “Ben-Hur”, “Rebelión a bordo”, “El graduado”,  “Dos mulas y una mujer”, “El otro”… Qué maravilla. Tras “El golpe”, Surtees volvería a trabajar con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas”.


El no menos extraordinario montaje era obra de William Reynolds, que ya nos había demostrado su buen hacer en otros títulos como “Sitiados”, “Situación desesperada”, “Ultimátum a la Tierra”, “Desirée”, “Papá, piernas largas”, “Taras Bulba”, “Sonrisas y lágrimas”, “El Yang-Tsé en llamas” o “El padrino”. Qué lujo. Tras “El golpe”, Reynolds volvería a trabajar con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas” y “Un pequeño romance”.


La magistral dirección artística corría a cargo del californiano Henry Bumstead, quien ya llevaba tras de sí títulos como “¡Vaya par de marinos!”, “Vuelve, pequeña Sheba”, “Un gramo de locura”, “Los puentes de Toko-Ri”, “El hombre que sabía demasiado”, “Vértigo”, “El botones”, “Matar a un ruiseñor”, “El valle del fugitivo”, “Joe Kidd” o “Infierno de cobardes”. Tras dejarnos realmente maravillados con su trabajo en “El golpe”, Bumstead coincidía de nuevo con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas” y “El castañazo”.


El diseño de vestuario lo firmaba nada menos que Edith Head, excepcional modista de Hollywood que llevaba ya tras de sí una larguísima y exquisita carrera cinematográfica con títulos como “Alas”, “Beau Geste”, “Siguiendo mi camino”, “El crepúsculo de los dioses”, “Un lugar en el sol”, “Cuando ruge la marabunta”, “La ventana indiscreta”, “Una cara con ángel”, “El ceniciento”, “El hombre que mató a Liberty Valance”, “El profesor chiflado”, “La taberna del irlandés”, “Los cuatro hijos de Katie Elder”, “Descalzos por el parque”, “Dos hombres y un destino”, “El juez de la horca”… Y por citar algunos, ni os imagináis todo lo que me dejo. Tras su magistral trabajo en “El golpe”, Edith coincidiría de nuevo con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas”.



Los maravillosos decorados de “El golpe” nos llegaban de la mano de James W. Payne, cuyo trabajo llevábamos admirando desde 1940 y en títulos como “Un espía en Hollywood”, “Samantha”, “Lío en los grandes almacenes” o “Los trotamundos”. Payne coincidiría después con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas” y “El castañazo”.


Y mención especial merece Jerry ‘Jaroslav’ Gebr, ilustrador, pintor de retratos y artista escénico que nos deleitaba en “El golpe” con las ilustraciones que acompañaban a los títulos de crédito…







… y las que encabezaban cada una de las distintas partes de la historia de la película. Qué maravilla.


Todo ello venía redondeado por una banda sonora repleta de exquisitos temas musicales compuestos entre 1901 y 1909 por el extraordinario “rey del RagtimeScott Joplin


… que el no menos extraordinario compositor neoyorkino Marvin Hamlisch recogía y adaptaba en esta excepcional banda sonora…


Solace, The entertainer, Easy winners, Pinne apple rag, Gladiolus Rag… Un auténtico regalo para los oídos.

Magnífica, una película sin fecha de caducidad,
será extraordinaria siempre
(Will Laurence, Empire)

Gran parte del argumento de “El golpe” estaba inspirado en “Horse Play”, uno de los episodios del programa de radio de 1951 “La vida de Harry Lime” del mismísimo Orson Welles.

Los personajes de Henry Gondorff, Kid Twist, Eddie Niles y J. J. Singleton estaban basados en estafadores reales que actuaron en Chicago en la década de los 30.


Producción de Tony Bill, Julia Phillips y Michael Phillips para Universal Pictures, “El golpe” (The sting) era estrenada el 25 de diciembre de 1973, hace hoy ya 40 años, en Los Ángeles y Nueva York.

Un lujo decididamente imprescindible, gran éxito de taquilla
(Luis Martínez, Diario El País)




El golpe” obtuvo muy merecidamente el Oscar a mejor película, director, guión original, montaje, dirección artística, diseño de vestuario y banda sonora…



… siendo también nominada en estos galardones a mejor actor (Robert Redford), fotografía y sonido.




Asimismo, Robert Redford obtuvo el David di Donatello como mejor actor extranjero compartiendo este premio, eso sí, con Al Pacino por “Serpico”.

Y dos curiosidades más, que sé que os gustan tanto como a mí…



Como el que algunos de los personajes de la película aparecieran bebiendo cerveza de la marca Schlitz, mayor empresa cervecera durante la década de los años 30.

O que el logo de apertura de la Universal Pictures en “El golpe” fuera al estilo de los años 30 y no, como le correspondería realmente, en su versión de la década de los 70. Genial.


¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!

¡¡¡ FELIZ 2014 !!!

John Wayne en imágenes

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“Nadie debería hacer cine si no puede servir de ejemplo y de aliento
a través de sus películas”


La gran jornada” (1930) nos presentaba a John Wayne en su primer papel protagonista… y ya como John Wayne.


En esta casa de Winterset, ciudad ubicada en Madison County (Iowa)…


… llegaba al mundo Marion Mitchell Morrison el 26 de mayo de 1907.


El niño fue llamado al nacer Marion Robert. En 1911 llegaba su hermano y sus padres decidían llamarle Robert, así que el nombre de nuestro protagonista pasaba a ser Marion Mitchell.


Marion con sus padres, su hermano y su perro Duke, fiel compañero en su infancia…


… y, más adelante, con su caballo Duke, fiel compañero en su serie de cortometrajes cinematográficos.



A mediados de los años 20, Marion Morrison era un reconocido jugador de fútbol americano en la Glendale High School y en la University of Southern California, respectivamente.






Junto a Howard Hawks en el set de rodaje de “Río Rojo” (1948). Wayne rodaría también con Hawks otros títulos como “Río Bravo”, “¡Hatari!”, “El Dorado” y “Río Lobo”.


En “Río Rojo”, John Wayne y Walter Brennan formaban una simpática pareja…


… y en “Río Bravo”, once años más tarde.


Y entre medias aún tenían tiempo para entonar alguna que otra canción. Wayne y Brennan coincidían por vez primera a principios de los 30 en “El ciclón tejano” y “La huella delatora” y, más adelante, en “Dakota”. Después llegarían ya “Río Rojo”, “Río Bravo”… y “La conquista del Oeste” aunque aquí aparecían en episodios diferentes, Brennan dirigido por Henry Hathaway y Wayne por John Ford.


Como Hondo Laneen “Hondo”(1953)…


… y el sombrero que lucía Wayne en este western.


Con Jean Arthur en el set de rodaje de “La chica y el vaquero” (1943).


Recibiendo la visita de Gary Cooper durante el rodaje de “La flota silenciosa” (1951).


John Wayne y Gary Cooper, de vacaciones, en una maravillosa imagen tomada por el reconocido fotógrafo norteamericano Phil Stern.


Como el joven Matt en “El pastor de las colinas” (1941).


John Wayne y su hijo Patrick compartiendo cartel en “Río Grande”. Patrick era el tercero de los hijos de Wayne y Josephine, su primera mujer, con la que también tuvo el actor a Michael, Toni y Melinda. Patrick también aparecía con su padre en “El hombre tranquilo”, “El conquistador de Mongolia”…


… “Centauros del desierto”, “El Álamo”…


… “Los comancheros”, “La taberna del irlandés”…


… “El gran MacLintock”, “Boinas verdes” y “El gran Jack”.



Patrick y su hermano mayor, Michael. Entre ellos su famoso padre.

Michael aparecía como actor, junto a John, en “El hombre tranquilo” y “El conquistador de Mongolia”. Más adelante, ya como productor, Michael firmaba títulos protagonizados por su padre como “El Álamo”, “El gran MacLintock”, “Boinas verdes”…


… “Chisum”, “El gran Jack”, “Ladrones de trenes”, “La soga de la horca”, “McQ” o “Brannigan”.


Toni, nacida Mary Antonia, llegaba a este mundo antes que Patrick y aparecía como actriz junto a su padre en “El hombre tranquilo” y “El Álamo”.


Y Melinda, la pequeña de estos cuatro hermanos, actuaba también en “El hombre tranquilo”. Aquí la vemos junto a su padre y sus hermanos mayores en el set de esta película.


John Wayne y Katharine Hepburn, compañeros de rodaje en “El rifle y la Biblia” (1975).


Entre Maureen O’Hara e Yvonne De Carlo, sus compañeras de reparto en “El gran MacLintock” (1963).


En esta película veíamos al personaje que encarnaba Wayne jugando una partida de ajedrez con el personaje que encarnaba Jack Kruschen.

Wayne, en la vida real, era un apasionado del ajedrez, tal y como nos demuestran estas fotografías…


… en el set de rodaje de “Forja de corazones” (1942), jugando con Marlene Dietrich


… en el set de rodaje de “Los comancheros” (1961)…


… en el set de rodaje de “Primera victoria” (1965), jugando con Kirk Douglas


…en el set de rodaje de  “Hondo”…


… o en 1969 con el fotógrafo Dave Sutton, quien coincidió con Wayne en los rodajes de “Chisum”, “El gran Jack”, “John Wayne y los cowboys”, “Ladrones de trenes”, “La soga de la horca”, “El rifle y la Biblia” y “El último pistolero”. Se calcula que pudieron jugar juntos alrededor de 5.000 partidas de ajedrez.


En “El día más largo” (1962), John Wayne formaba parte de un espectacular reparto: Eddie Albert, Richard Burton, Sean Connery, Henry Fonda, Gert Fröbe, Jeffrey Hunter, Roddy McDowall, Robert Mitchum, Rod Steiger…


Visitando a su hijo Patrick y a Tyrone Power en el set de “Cuna de héroes”, clásico del cine dirigido por John Ford.





John Wayne y su hija Aissa, fruto del matrimonio del actor con la actriz Pilar Pallete, su tercera mujer, con la que también tuvo a Ethan y a Marisa.


La pequeña Aissa actuó junto a su padre en “El Álamo”…


… “Los comancheros”…


… “La taberna del irlandés” (preciosa foto ésta)…


… y “El gran MacLintock”.


Por su parte, el pequeño Ethan aparecía con su padre en “Río Lobo”…


… y un año después en “El gran Jack”, en esta ocasión como nieto del personaje que encarnaba el actor.


Marisa no apareció en ningún título junto a su padre pero sí estuvo con él en el set de rodaje de “El último pistolero”…


… y en el set de rodaje de “Valor de ley”. Más adelante, ya como madre, Marisa le ponía a su segundo hijo el nombre de Duke Morrison.


Parche utilizado por John Wayne en “Valor de ley” (1969).


En el set de “Valor de ley” también estuvo Ethan…con John y Marisa. 

El pequeño Ethan acompañó a su famoso padre también en los rodajes de “Río Bravo”, “Los cuatro hijos de Katie Elder”…


… “Ataque al carro blindado”…


… “Boinas verdes”, “John Wayne y los cowboys”…


… y “Ladrones de trenes”.


Ethan Wayne aparecería mucho después en títulos cinematográficos como “Scream”, “Cacería de hombre” o “Comanche” y en diversas series televisivas como “El coche fantástico”, “De repente, Susan” o “Belleza y poder”.

Según cuentan, Ethan recibía este nombre por el personaje de Wayne en “Centauros del desierto”…


… el inolvidable Ethan Edwards.


Esta ya mítica imagen pertenece a una ya clásica escena de “Centauros del desierto”. John Wayne adoptaba en ella una postura que era característica de otro maravilloso clásico del cine…


…el actor Harry Carey, para Wayne “el más grande actor de western de todos los tiempos”.

Carey fallecía en 1948 y John le rendía en “Centauros del desierto” este precioso homenaje ante la presencia de la mujer de Carey y de su hijo, quienes también intervenían en el film. Qué grande Wayne, qué grande.




En el set de rodaje de “Centauros del desierto” (1956)…


…y el sombrero utilizado por Wayne en este maravilloso western.





John (John Wayne), Tom (Dean Martin), Bud (Michael Anderson Jr.) y Matt (Earl Holliman) serán siempre “Los cuatro hijos de Katie Elder”.


A caballo…


Al piano…


… leyendo en su casa…


.. firmando fotos…


… anunciando Chocolates Whitman


… y en una foto publicitaria de “La gran jornada”.


John Wayne, Henry Fonda, John Agar y Shirley Temple en el set de rodaje de “Fort Apache” (1948).


Junto a Peter y Henry Fonda, en 1978, durante el programa “American Film Institute salute to Henry Fonda”. Fonda y Wayne coincidían en 1948 en “Fort Apache” y en 1962 en el reparto de “El día más largo” y “La conquista del Oeste”.


Con su nieto Brendan, hijo de Toni.


A Brendan, también actor, le hemos visto en títulos cinematográficos como “S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson”, “Regreso al infierno” o “Cowboys & Aliens”.


Curiosamente, Brendan participaba en 2009 en un remake para la televisión del clásico de John Wayne “El ángel y el pistolero” (Angel and the bad man), aunque el nieto no interpretaba el mismo personaje que su abuelo.





En 1969 Wayne aparecía de esta guisa en uno de los catorce episodios en los que, interpretándose a sí mismo, intervenía en el programa de TV “Laugh-In” presentado por Dan Rowan y Dick Martin.


En el set de rodaje de “¡Hatari!” (1962) junto a Elsa Martinelli


… bailando con una jirafa…


… y cambiando impresiones con un compañero de rodaje la mar de chulo.


Como Olsen en “Hombres intrépidos” (1940).


Con Spencer Tracy


… con Gary Cooper


… con Michael Landon…  


… en bicicleta y en moto.


Junto a Lauren Bacall en un descanso de rodaje de “El último pistolero” (1976), también último título cinematográfico rodado por el actor.

John Wayne comenzaba su andadura con John Ford allá por 1928. “¡Madre mía”, “Cuatro hijos”, “Legado trágico”, “Shari, la hechicera”, “El triunfo de la audacia”, “Tragedia submarina” o “El intrépido” eran títulos en los que John hacía de extra o pequeños papeles…


Dirigido también por Ford veríamos después a Wayne en “La diligencia”, “Hombres intrépidos”, “No eran imprescindibles”, “Fort Apache”, “Tres padrinos”, “La legión invencible”, “Río Grande”, “El hombre tranquilo”, “Centauros del desierto”, “Escrito bajo el sol”, “Misión de audaces”…




… “Los comancheros”, “El hombre que mató a Liberty Valance” y “La taberna del irlandés”, títulos estos en los que John Wayne compartía protagonismo con Lee Marvin.


El sombrero utilizado por Wayne en “Los comancheros” (1961).




John Wayne y John Ford, más de una veintena de películas juntos. Menudo lujo.



John Wayne compartiendo con John Ford, Henry Fonda y Ward Bond una partida de cartas y un día de pesca.


En “Río Grande” (1950) como el Teniente Coronel Kirby Yorke.




En el set de rodaje de “El hombre tranquilo” (1952). Menudo equipo.


En el set de rodaje de “Los indestructibles” (1969).


Con el director Burt Kennedy en el set de “Ataque al carro blindado” (1967).


Como Genghis Khan en “El conquistador de Mongolia” (1956).


Con John Ford en el set de rodaje de “Tres padrinos” (1948)…



.. clásico cinematográfico en el que Wayne compartía protagonismo con el niño (que en realidad era una niña) y con Harry Carey Jr. y Pedro Armendáriz.


Junto a William Holden y Constance Towers en el set de “Misión de audaces”.


Y el sombrero utilizado por Wayne en este clásico cinematográfico.

“Estoy orgulloso de haber puesto en imágenes y para el mundo esta historia. Confío en que las nuevas generaciones recuerden lo caro que a veces resulta mantener la libertad”


En 1960, John Wayne dirigía y protagonizaba “El Álamo”…


… y recibía la visita en el set del mismísimo John Ford.


En 1968, Wayne protagonizaba “Boinas verdes”, título que, además, codirigía con Ray Kellogg y Mervyn LeRoy…



… y recibía la visita en el set de rodaje del mismísimo John Ford.


Entre toma y toma de “Él y su enemiga” (1944).


John Wayne en una fotografía de Raymond Depardon.


Junto a John Ford y Ben Johnson en el set de rodaje de “La legión invencible” (1949)…


… precioso clásico de la gran pantalla en el que John interpretaba al Capitán Nathan Cutting Britttles.


Junto a Irene Dunne, Rosalind Russell y James Stewart en el estreno de “La conquista del Oeste” (1962)…


… película en la que, dirigido por John Ford, Wayne daba vida al General Sherman.


En 1972, John Wayne protagonizaba “John Wayne y los cowboys”…


… y John Ford les hacía una visita en el seta Wayne y a Mark Rydell, el director de esta película.



James Stewart, John Ford y John Wayne, trío de lujo para “El hombre que mató a Liberty Valance” (1962).


Durante el rodaje de una ya mítica escena de la película…


... el equipo actoral al completo… junto a Ford...


... y el sombrero que llevaba Wayne en “El hombre que mató a Liberty Valance”.


La familia de John Wayne al completo.


John en el set de rodaje de “Río Bravo” (1959)…


… recibiendo la visita de su hijo Patrick y compartiendo cartel con Walter Brennan...



Angie Dickinson, Dean Martin y Ricky Nelson… bajo la sabia dirección de Howard Hawks.


En 1975 John Wayne le hacía entrega a Howard Hawks de su Oscar Honorífico.


John recibía su propio Oscar al mejor actor por “Valor de ley” (1969).



Y aquí nos quedamos, con John Wayne y su nieto Michael Ian en el set de rodaje de “El gran Jack”. Qué personaje tan entrañable este Wayne.

“El mañana es la cosa más importante en la vida. Llega a nosotros muy claro a medianoche. Es perfecto cuando llega y se pone en nuestras manos. Espera que hayamos aprendido algo del ayer”
(John Wayne)

La diligencia

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En 1931, el western“Cimarrón” obtenía el Oscar a la mejor película, siendo la primera en este género que se hacía con el citado galardón. Desde entonces fueron llevados a la gran pantalla una gran cantidad de títulos ambientados en el lejano Oeste, todos ellos, sin embargo, de bajo presupuesto y con poco más que un simplista argumento.


En 1937, el director estadounidense John Ford leía en el Collier’s MagazineStage to Lordsburg”, un relato breve del autor americano Ernest Haycox. Ford quedaba entusiasmado con la galería de personajes que aparecía en esta historia, concibiéndola para la gran pantalla no como un western más sino como un retrato de la naturaleza humana a través de varios personajes.


Desde 1917 tras las cámaras cinematográficas, John Ford había firmado ya títulos hoy tan clásicos como “Hombres marcados”, “El caballo de hierro”, “Shari, la hechicera”, “La patrulla perdida”, “El juez Priest“, “Pasaporte a la fama”, “El delator”, “María Estuardo”, “La osa mayor y las estrellas”, “La mascota del regimiento” o “Huracán sobre la isla”.

En 1939 llevaba ya trece años sin dirigir un western, el último, aún en la era muda, había sido “Three bad men”. Con los derechos de adaptación de “Stage to Lordsburg” ya en sus manos, Ford se dispuso a llevar esta historia a la gran pantalla. Ningún estudio, sin embargo, quiso hacerse cargo por tratarse de un western, género que no gozaba en esos momentos de buen cartel.


Muy, muy, muy afortunadamente para la historia del cine, en el camino de John Ford se cruzaba Walter Wanger, productor estadounidense que terminaba para entonces su contrato con la United Artists pero aún debía producir una película más. Y Wanger elegía este proyecto de Ford.


Ben Hecht y Dudley Nichols, sin duda dos de las más grandes figuras de la historia del cine, firmaban el maravilloso guión de “La diligencia”…


…basándose en el anteriormente citado relato “Stage to Lordsburg” de Ernest Haycox quien, a su vez…


… se inspiraba en “Boule de suif”, otra historia corta firmada por el escritor francés Guy de Maupassant.


Las extraordinarias imágenes de “La diligencia” corrían a cargo de Bert Glennon, magnífico director de fotografía que debutaba a toda pantalla en 1916 y llevaba ya tras de sí clásicos como “Los diez mandamientos” (en su versión muda de 1923), “La Venus rubia”, “Gloria de un día”, “Alicia en el País de las Maravillas” (en su versión de 1933), “Capricho Imperial” o “Huracán sobre la isla”. Tras “La diligencia”, Glennon volvería a trabajar con Ford en otros títulos como “El joven Lincoln”, “Corazones indomables”, “Caravana de paz”, “Río Grande” o “El sargento negro”.


Alexander Toluboff era el responsable de la espléndida dirección artística de “La diligencia”. Toluboff ya había sido anteriormente admirado por otros títulos como “Rasputín y la zarina”, “La reina Cristina de Suecia”, “Sólo se vive una vez” o, en ese mismo glorioso año de 1939, “Cumbres Borrascosas”. Otro genio, sin ninguna duda.


Y la música de “La diligencia” nos llegaba a través de la maestría del neoyorquino Gerard Carbonara, excelente compositor, también violinista y director de ópera, que ya había firmado más de cuarenta títulos de la gran pantalla entre los que se encontraban “El patriota”, “El canto del lobo”, “El camino del pino solitario”, “Milicias de paz” o “La ley del revólver”.


John Ford ha barrido diez años de artificio y ha rodado una película que interpreta una canción de cámara… Mr. Ford no rodea de sombras a sus personajes; o hacen las cosas de forma directa o no las hacen…
Ésta es una diligencia con la fuerza de un Ford
(Frank S. Nugent, futuro guionista de John Ford, en el New York Times, 1939)

La joven esposa de un oficial de caballería, un viajante de whisky, el cochero, el comisario, una prostituta, un médico borrachín, un jugador y ex oficial sudista, un banquero no muy legal, un prófugo en busca de venganza... Y una diligencia.

Una perfecta mezcla de humanidad y suspense…
absolutamente de primera clase
(Film Weekly)

El productor Walter Wanger quería para los papeles protagonistas de “La diligencia” a Gary Cooper y a Marlene Dietrich, quienes ya habían sido vistos como pareja cinematográfica nueve años atrás en “Marruecos”. 

Sin embargo, tanto Cooper como Dietrich eran ya celebradas estrellas del celuloide. Ante la imposibilidad de contratarlos debido a sus honorarios, John Ford dirigió su mirada hacia un joven actor que él ya había dirigido anteriormente, que hacía westerns“de cinco días” y que tan sólo llevaba tras de sí un título de más peso, “La gran jornada”, que ni siquiera había funcionado bien en taquilla.

"La esencia más pura del Far West late en esta obra (…) da carta de naturaleza al mito icónico de John Wayne, cuyo personaje se mueve entre un inolvidable plantel de secundarios
(Miguel Ángel Palomo. Diario El País)

“Mis amigos me llaman Ringo, el apodo que tenía cuando era niño. Mi nombre es Henry…”


Un maravilloso John Wayne daba vida a un más que entrañable Ringo Kid. En el cine desde 1926, Wayne había ya trabajado a las órdenes de John Ford en películas como “¡Madre mía!”, “Cuatro hijos”, “Legado trágico”, “Shari, la hechicera”, “El triunfo de la audacia”, “Tragedia submarina” o “El intrépido”.


Tras “La diligencia” vendrían para él otros títulos como “Hombres intrépidos”, “No eran imprescibles”, “Fort Apache”, “Tres padrinos”, “La legión invencible”, “Río Grande”, “El hombre tranquilo”, “Centauros del desierto”, “Escrito bajo el sol”, “Misión de audaces”, “Los comancheros”, “El hombre que mató a Liberty Valance”, “La taberna del irlandés”… Qué lujo de filmografía.

“Doc, ¿no tengo derecho a vivir? ¿Qué he hecho yo?”


Claire Trevor era la encantadora Dallas. A toda pantalla desde 1933, Trevor ya había sido vista en cerca de treinta títulos cinematográficos entre los que se encontraban “Compañeros de viaje”, “Calle sin salida” o “El sorprendente Dr. Clitterhouse”.


Tras “La diligencia” veríamos también a Claire en otros clásicos como “Historia de un detective”, “Cayo Largo”, “El mejor de los malvados” o “Dos semanas en otra ciudad”.

“Tú no lo entenderías, vaquero, nunca has visto un ángel, ni una noble dama, ni una gran señora…”


El intrigante Hatfield era magistralmente interpretado por un elegantísimo John Carradine, extraordinario actor que debutaba en el cine en 1930 y que el público americano había disfrutado ya en clásicos como “El signo de la cruz”, “Gloria de un día”, “El hombre invisible”, “Satanás”, “La novia de Frankenstein”, “María Estuardo”, “Capitanes intrépidos” o “Tierra de audaces”.


Carradine trabajaría tras “La diligencia” de nuevo con Ford en otros títulos como “Corazones indomables”, “Las uvas de la ira”, “El último hurra”, “El hombre que mató a Liberty Valance” o “El gran combate”. Muy grande Carradine, muy grande.

“Lo que necesita el país es más cogorzas… cogorzas”


Thomas Mitchell era un más que sensacional Josiah Boone. En el cine desde 1923, Mitchell ya había aparecido en otros doce títulos entre los que se encontraban “Los pecados de Teodora”, “Horizontes perdidos” o “Huracán sobre la isla”.


Tras su maravilloso Doc Boone de “La diligencia”, Mitchell nos dejaría en la gran pantalla otros entrañables personajes como su Gerald O’Hara en “Lo que el viento se llevó” o su tío Billy en “¡Qué bello es vivir!”. Extraordinario también Thomas Mitchell.

“Kansas City, Kansas, hermano…”


Donald Meek era un espléndido Samuel Peacock. En la gran pantalla desde 1923, este excelente actor escocés llevaba ya tras de sí títulos como “La viuda alegre”, “Pasaporte a la fama”, “La marca del vampiro”, “El delator”, “Mares de China”, “Sueño de amor eterno”, “El capitán Blood”, “Las aventuras de Tom Sawyer”, “Vive como quieras” (inolvidable su Sr. Poppins) o “Tierra de audaces”. 


Tras “La diligencia” pudimos ver también a Meek en otros clásicos como “El joven Lincoln”, “La venganza de Frank James”, “Un rostro de mujer”, “La llama sagrada” o “Escuela de sirenas”. Importante filmografía también la de Donald Meek.

“Bueno, si hay algo que no me gusta es conducir una diligencia en territorio apache…”


El genuino Buck era magníficamente interpretado por el no menos genuino Andy Devine. A toda pantalla desde 1928, Andy había sido visto ya en más de 70 títulos entre los que se encontraban “Contrastes”, “Ha nacido una estrella” o “Chicago”.


Tras “La diligencia”, Devine trabajaba de nuevo con Ford en otros clásicos del western como “Dos cabalgan juntos” o “El hombre que mató a Liberty Valance”.


Completaban el espléndido reparto de “La diligencia” Louise Platt (Lucy Mallory), George Bancroft (Curley) o Berton Churchill (banquero Gatewood). Y Chief John Big Tree, Tim Holt, Tom Tyler, Ed Brady, William Hopper…


…y, en pequeñas apariciones, Hank Worden y Woody Strode. Worden coincidiría más adelante con John Ford en otros títulos como “Fort Apache”, “Tres padrinos”, “Caravana de paz”, “Centauros del desierto” (dando vida al mágico Mose Harper), “Misión de audaces” o “El sargento negro”. Por su parte, a Strode le veíamos tras “La diligencia” (su debut cinematográfico) en otros míticos títulos de John Ford como “El sargento negro”, “Dos cabalgan juntos”, “El hombre que mató a Liberty Valance” (maravilloso Pompey) o “Siete mujeres”. Inolvidables Hank Worden y Woody Strode. E imprescindibles en el cine de John Ford.

Durante la producción de “La diligencia” todos los actores debían asistir al plató, tuvieran que trabajar ese día o no, creándose pronto por ello un ambiente más que familiar. Y a esto contribuía la costumbre de Ford de contratar como extras para sus películas a viejos amigos de la época muda del cine. Bryan Washburn, Helen Gibson, Buddy Roosevelt, Bill Cody, Franklyn Farnum, Verter Pegg, Duke Lee o Frank Baker fueron, entre otros muchos, los elegidos para “La diligencia”.

Primero fueron filmadas las escenas de exteriores, para lo cual John Ford eligió un incomparable paraje que era conocido con el nombre de…




… eso, Monument Valley, una meseta realmente extraordinaria situada entre los estados de Utah y Arizona. 

La diligencia” fue la primera película de John Ford rodada en el Monument Valley y después vinieron otras: “Pasión de los fuertes”, “Fort Apache”, “La legión invencible”, “Caravana de paz”, “Río Grande”, “Centauros del desierto”, “El sargento negro” y su último western, “El gran combate”.


Rodados en estudio, los interiores de "La diligencia" tenían techo, una práctica aún poco usual para la época. Con ello se trataba de crear un efecto de claustrofobia que contrastara claramente con la abierta expansión del Monument Valley.

Una rara obra maestra de la pantalla
(Newsweek)


Producción de Walter Wanger para United Artists, “La diligencia” (Stagecoach) se estrenaba en Los Ángeles (California) el 15 de febrero de 1939, hace hoy ya 75 años.

Si bien no llegaron a entusiasmar sus primeras proyecciones privadas, en las que se reprochaba entre otras el extender demasiado la escena del ataque indio o el no haber sido rodada en color, su estreno al gran público sí fue un rotundo éxito.

Junto a “Union Pacific” y “Tierra de audaces”, “La diligencia” de John Ford supuso el renacimiento del western como género, y de qué manera. Hoy está considerada como uno de los más grandes clásicos de la historia del cine.




Los Oscar de la Academia la dintinguían galardonándola en las categorías de mejor película, mejor director, mejor actor secundario (Thomas Mitchell) y mejor banda sonora, nominándola también en lo referente al montaje, la fotografía y la dirección artística.

Por su parte, John Ford recibía el Premio de la Crítica Cinematográfica de Nueva York al mejor director.

Ésta es una gran película del tipo de las que van a parar a los libros de historia del cine
( A. Jimpson Harman. Evening News)

Y ahora, unas curiosidades…


Como el que el sombrero utilizado por John Wayne en “La diligencia” fuera suyo. Wayne lo usaría después durante dos décadas más hasta “Río Bravo”. Desde entonces, el ya mítico sombrero fue exhibido en una vitrina de su casa.


O el que los indios apaches de la historia fueran interpretados, en realidad, por indios navajos del lugar. O que Orson Welles visionara cerca de cuarenta veces “La diligencia” antes de crear su “Ciudadano Kane”. Pues mil gracias, John Ford.

Y como broche de lujo, una bonita anécdota. En 1970, El American Film Institute (AFI) comenzaba a interesarse activamente por la restauración y preservación de películas clásicas. Pero todas las copias existentes en 35 mm. de “La diligencia” habían sufrido daños irreparables. ¿Todas? No. El mismísimo protagonista de esta película guardaba en su garaje una copia en perfectas condiciones y se prestaba a donarla con todos los honores a tan loable iniciativa.


El ejemplo ideal de la madurez de un estilo llevado a la perfección clásica. John Ford encuentra el equilibrio ideal entre el mito social, la reconstrucción histórica, la verdad psicológica y el tema tradicional de la puesta en escena del western. Ninguno de estos elementos domina por encima del otro. ‘La diligencia’ es como una rueda, está concebida con tanta perfección que permanece en equilibrio sobre su eje en cualquier posición
(André Bazin, crítico francés)

MAXIMILIAN SCHELL

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Uno de los actores más importantes de todos los tiempos
(Lawrence David Foldes, miembro de la Academy of Motion Pictures Arts and Sciences de Los Ángeles)


El pasado 1 de febrero, la cultura cinematográfica se entristecía una vez más. Maximilian Schell, una de sus más grandes figuras, nos dejaba a sus 83 años de edad.

Hijo del poeta Hermann Ferdinand Schell y de la actriz Margarete Schell Noé, llegabas a este mundo, Maximilian, el 8 de diciembre de 1930 en Viena…

“Yo crecí en una atmósfera teatral que daba por sentada. Recuerdo el teatro, como niño, de la misma manera que los demás recuerdan la cocina de su madre. La actuación era todo lo que me rodeaba, y también lo era la poesía. Hice mi debut en el teatro a la edad de tres años, en Viena”

En 1938 emigrabas a Zurich, junto a tus padres y tus tres hermanos, huyendo del nazismo, recibiendo allí, en Suiza, tu educación. Con apenas doce años aparecías en los escenarios interpretando al hijo de Guillermo Tell y también a esa edad escribías una obra que era producida por tu propia escuela. 


En 1955 debutabas en la gran pantalla en “Kinder, Mütter und ein General”, producción alemana a la que siguieron otras seis de esta misma nacionalidad…


… antes de ser elegido para dar vida al Capitán Hardenberg en “El baile de los malditos”, clásico dirigido por Edward Dmytryk en el que compartiste cartel con Marlon Brando, Montgomery Clift, Dean Martin y Hope Lange.


Tu perfecto conocimiento del alemán y del inglés te fueron de muchísima utilidad a la hora de conseguir papeles bélicos relacionados con el nazismo. En palabras del historiador de cine Robert C. Reimer, tu especialidad fue la de dar vida a jóvenes oficiales desilusionados con la deriva del régimen nazi.

Tras otra serie de producciones alemanas para el cine y la televisión, entre las que se encontraba, Maximilian, tu televisivo Hans Rolfe de “Judgment at Nuremberg” en 1959 y, al año siguiente, tu también televisivo Hamlet




… conseguías un más que rotundo éxito de nuevo con tu Hans Rolfe pero esta vez a toda pantalla en “Vencedores o vencidos” (1961), excepcional clásico cinematográfico dirigido con maestría por Stanley Kramer donde formaste parte de un extraordinario elenco con nombres de la talla de Spencer Tracy, Montgomery Clift, Richard Widmark, Burt Lancaster, Marlene Dietrich, Judy Garland… Menudo plantel de lujo.




Después vendrían otros títulos como “Ejercicio para cinco dedos”, “Los condenados de Altona” o “El hombre que no quería ser santo”…




Y en 1964, dirigido por Jules Dassin y con Melina Mercouri y Peter Ustinov como compañeros de reparto, “Topkapi”, un entretenido y hoy ya clásico cinematográfico. 

Ese mismo año, Maximilian, colaborabas en el guión y protagonizabas el cortometraje “Letters of Mozart - Briefe Mozarts”. Y después, tras participar en la miniserie “Der seidene Schuh” dando vida a Don Rodrigo



… eras dirigido por J. Lee Thompson en “Una llamada a las doce” y por Sidney Lumet en “Llamada para un muerto”…



… títulos a los que siguieron otros como “Más allá de las montañas” o “Una tumba al amanecer”.


En 1968 aparecías en el telefilm “Heidi”, dando vida a un elegante Richard Sesseman, dirigido por Delbert Mann y junto a Michael Redgrave en el papel del abuelo y Jean Simmons como Fräulein Rottenmeier.



Y un año después en otro clásico de la gran pantalla, “Al Este de Java”, interpretando al Capitán Hanson y compartiendo cartel con Diane Baker, Sal Mineo, Brian Keith, Rossano Brazzi… y el Krakatoa.


Ese mismo año de 1969, y bajo la dirección de Alessandro Blasetti, protagonizabas “Simón Bolívar” sobre una historia y guión de nuestro José Luis Dibildos y compartiendo cartel con nuestros Francisco Rabal, Sancho Gracia, Fernando Sancho, Julio Peña, Conrado San Martín…


Y en 1970 dirigías y escribías el guión, sobre una historia de Ivan Turgenev, de “Erste Liebe” (Primer amor), título cinematográfico, en el que también te reservabas un papel, que fue nominado al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.


En 1974 llegaba tu magnífico Eduard Roschmann de “Odessa”, otro clásico esta vez dirigido por Ronald Neame que basaba su historia en la novela homónima de Frederick Forsyth y en el que compartías cartel con Jon Voight, Derek Jacobi y María Schell, tu hermana en la vida real.


Y después, “El puente sobre Estambul”, otro título escrito y dirigido por ti que estaba protagonizado por Jon Voight, Jacqueline Bisset y Robert Shaw.


En 1977 otro gran clásico del cine, “La cruz de hierro”, título dirigido por Sam Peckinpah en el que, junto a James Coburn, James Mason, David Warner y Senta Berger, dabas vida al Capitán Stransky.


Aparecías también en ese mismo año, y en el papel del Teniente General Bittich, en “Un puente lejano”, bajo la dirección de Richard Attemborough y compartiendo cartel de lujo con nombres como Dirk Bogarde, Sean Connery, Gene Hackman, Edward Fox, Michael Caine, Anthony Hopkins, James Caan, Liv Ullman, Laurence Olivier, Robert Redford… y el propio Richard Attemborough. 


Y en “Julia”, maravilloso título en la filmografía de Fred Zinnemann basado en una historia de Lillian Hellman donde, interpretando a Johan aparecías junto a Jane Fonda, Vanessa Redgrave, Jason Robards y Meryl Streep.

En 1979, otros títulos cinematográficos como “Pasiones en juego”, “El tren de los espías”, “Amo non amo”…


Y “El abismo negro”, una producción Disney que contaba con tu magnífico Dr. Reinhardt y con Anthony Perkins, Ernest Borgnine y Roddy McDowall completando el reparto.

Llegarían después para ti dos telefilmes más, “El diario de Anna Frank” y “El fantasma de la ópera”…


Y “Los clandestinos de Asís”,  película para la gran pantalla donde dabas vida al Coronel Müller y compartías cartel con Ben Cross, James Mason e Irene Papas.


En 1986 protagonizabas la magnífica serie “Pedro el Grande” junto a otros nombres como Vanessa Redgrave, Omar Sharif, Trevor Howard, Laurence Olivier, Elke Sommer, Helmut Griem, Ursula Andress, Mel Ferrer… y Jan Niklas como tu personaje en su juventud.

Y después llegarían otros títulos cinematográficos como “Juicio a un desconocido”, “El novato”, “Un lugar muy lejano”, “Little Odessa”, “Idolos, mentiras y rock & roll”, “Corazones enfrentados”, “Deep impact”, “Festival in Cannes” o “Flores negras”.

Participaste también en otros telefilmes como “Stalin” (donde interpretabas a Lenin), “En busca de su libertad”, “Abraham” o “El pájaro espino: Los años perdidos” (donde dabas vida al Cardenal Vittorio), “Juana de Arco”, “Coast to coast”, “Por el amor de un sacerdote” (como el Padre Christopher) o “Esencia de amor”. Y en otras series de televisión como “Wiseguy”, donde dabas vida a Amadeo Guzman o “Giganteen”, donde interpretabas al mismísimo Albert Einstein.

También nos dejas tu último trabajo para la gran pantalla, tu Mr. Escher de “Les brigands”, título ahora en posproducción...


Extensa y fructífera carrera cinematográfica la tuya, Maximilian, que fue merecidamente reconocida con un buen número de premios y nominaciones.

Por tu maravillosa interpretación en “Vencedores o vencidos” te fue otorgado el Oscar al mejor actor. 


Éste es un honor no sólo para mí, sino para todo el reparto y para ese gran hombre ya anciano que con ésta ha sido nominado ya ocho veces: Spencer Tracy
(Maximilian Schell al recoger su Oscar)

También recibiste el Globo de Oro por esta magnífica interpretación tuya que preparaste leyéndote las actas completas del juicio de Nuremberg. Y fuiste asimismo nominado al Oscar y al Globo de Oro por dos títulos cinematográficos posteriores: “The man in the glass booth” y “Julia”.

Y entre otros muchos premios y nominaciones también te fue otorgado el Premio Honorífico en los Bavarian Film Awards

Escribiste también el guión de dos documentales aclamados por la crítica…


Marlene”, una larga entrevista a Marlene Dietrich con la que tú reconstruiste su biografia…


… y “Meine Schwester Maria” (Mi hermana Maria), con tu hermana Maria Schell como principal protagonista, donde mostrabas los efectos de la fama sobre la gente del cine. 


También brillaste con luz propia en los escenarios. Representando con gran éxito “Ricardo III” o “Hamlet” (eras un gran amante de Shakespeare), y apareciendo en Broadway en 2001 en “Judgment at Nuremberg”, esta vez como Ernst Janning, el papel que hizo Burt Lancaster en la gran pantalla. 

En 1997 escribías la novela “Der rebel” (El rebelde). Y en 2012 tu autobiografía.

“Yo tocaba el piano. He aprendido mucho acerca de la música”

Cierto, también eras pianista. Y llegaste a interpretar conciertos con Claudio Abbado y la Filarmónica de Berlín y la Sinfónica de Viena


… y con Leonard Bernstein. Y dirigiste “Lohengrim” de Richard Wagner para Los Ángeles Opera en Septiembre y Octubre de 2001. Y durante cinco temporadas fuiste director teatral en el prestigioso Festival de Salzsburgo, dirigiendo “Cuentos de los Bosques de Viena” y “Una corneta en la Ópera alemana”, estrenadas en Londres y Berlín, respectivamente. 

Y aún querrás que no te admire… Profundamente.


Gracias, Maximilian, de todo corazón. Por tu maestría, por tu elegancia, por tu magnética personalidad, por tu apostura, por tu buen hacer, por tu presencia, por tu talento, por tu grandeza…

Y, sobre todo, por ser Maximilian Schell.

Creo que hay un poeta que escribió en cierta ocasión que una tragedia de Shakespeare, una sinfonía de Beethoven y una tempestad se basaban en los mismos elementos. Es una bonita idea
(MAXIMILIAN SCHELL)

Una preciosa muñeca llamada Shirley Temple

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Nacida en Santa Mónica (California), el 23 de abril de 1928, Shirley Jane Temple debutaba a toda pantalla en 1932, a sus cuatro años de edad y en los cortometrajes “Runt page”…


… y “War babies”, títulos estos a los que siguieron muchos otros como “Red haired Alibi”…


…“The pie-covered wagon”, “Kid’s last stand”, “Glad rags to riches”, ”Kid in Hollywood”, “Out all night”, “Kid’s last fight”…


... “Polly Tix in Washington”, “Dora’s dunking doughnuts”, “To the last man”, “Kid’in’Africa”, “Merrily yours”, “What’s to do?”, “New deal rhythm”, “Pardon my pups”, “Carolina”, “As the earth turns” o “Managed money”.




Después llegarían otras películas en las que Shirley fue ya adquiriendo un mayor protagonismo…


… Stand up and cheer!”, “Change of heart”…


… “Dejada en prenda”, “Now I’ll tell”…


… “Baby take a bow”…


… “Ahora y siempre”…


… “Bright eyes”…





…“La pequeña coronela”…


… “Out little girl”…


… “La simpática huerfanita”…


… “Rebelde”...


… “Captain January”…





... “Pobre niña rica”…


…“Dimples”…


… “Stowaway”…





…“La mascota del regimiento”…


… "Heidi"…






... “Rebecca of Sunnybrook Farm”…


… “Little Miss Broadway”…


… “Just around the corner”…


... “La pequeña princesa”…


… “Susannah of the mounties”…


… “El pájaro azul”…


… “Young people”…


… “Kathleen”…


… “Quiero ser mujer”…






… “Desde que te fuiste”…


… “Te volveré a ver”...


… “Kiss and tell”…


… “Honeymoon”…






… “El solterón y la menor”…


… “That hagen girl”…


… “Fort Apache”…


… “Mr. Belvedere estudiante”…


… “Adventure in Baltimore”…


… “A rienda suelta”…


... y “A kiss for Corliss”, su último título para la gran pantalla, donde volvía a interpretar a Corliss Archer tras “Kiss and tell”, compartiendo en esta ocasión cartel con David Niven.


De 1958 a 1961 Shirley se asomaba a la pequeña pantalla en "Shirley Temple’s Storybook", una serie en la que daba vida a diversos personajes en los distintos episodios. 



Y en 1963 aparecía en "The Red Skelton Show" donde, además, llegaba a celebrar su 35 aniversario en ese mismo plató televisivo.



En 1935, con tan sólo seis años de edad, Shirley Temple fue la primera figura cinematográfica que recibía un Oscar juvenil de la Academia, "en agradecido reconocimiento por su contribución a las pantallas cinematográficas durante el año 1934".


En esa misma ceremonia, la pequeña le entregaba a Claudette Colbert su estatuilla a la mejor actriz por “Sucedió una noche”.


Más adelante, en 1939, también le hacía entrega a Walt Disney de un Oscar Honorífico por “Blancanieves y los siete enanitos”… Un Oscar  y otras siete pequeñas estatuillas.


Finalmente, ya en 2006, Shirley era galardonada con un más que merecido premio a toda su carrera por los Screen Actors Guild Awards.



El 14 de marzo de 1935 dejaba sus huellas en el exterior del Grauman’s Chinese Theatre…


…. y el 8 de febrero de 1960 le era concedida una Estrella en el Hollywood Walk of Fame.



Seguro que queréis saber más cosas sobre Shirley Temple. Pues vamos allá…

Al comienzo de su carrera cinematográfica llegó a hacer dos pruebas para la serie "Our Gang / The little rascals", para nosotros "La pandilla". No fue elegida en la primera de las pruebas…



… y le hicieron la segunda tras aparecer con otros niños en la serie “Baby Burlesque”.


Su madre Gertrude la peinaba para cada película y le hacía, exactamente, 56 rizos.

Fue una firme  candidata a protagonizar "El mago de Oz", pero la 20th Century Fox no la quiso ceder a la MGM, así que fue elegida en su lugar Judy Garland.


Curiosamente, el perro Terry, Totó en “El Mago de Oz”, ya había aparecido con Shirley allá por 1934 en "Bright eyes", si bien aquí respondía al nombre de Rags.


Lo creáis o no, existe un cocktail llamado Shirley Temple, por supuesto, sin alcohol. Lo creó el barman de un local de Beverly Hills y lo hizo especialmente para la niña que entonces ni siquiera contaba diez años. Este cocktail consistía en soda de lima limón (7up o Sprite), zumo de granadina, zumo de naranja y adorno de guindas y piel de naranja. 

Ah, y  Shirley aparece en la cubierta del álbum de los Beatles “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”. Os pongo primero la foto que sirvió de modelo para que la encontréis después más fácilmente.





A lo largo de su extensa carrera cinematográfica, Shirley Temple nos cantó un buen número de preciosas canciones… 


... “A bird in a gilged cage”, “Baby take a bow”, “The world owes me a living”, “On the good ship lollipop”, “My old Kentucky home”…


…“Lullaby to a doll”, “Animal crackers in my soup”, “Polly Wolly Doodle”, “Asleep in the deep”, “Oh my Godness”…


…“The Gospel train”, “That’s what I want to Christmas”, “In our little wooden shoes”, “Silent night”, “This is a happy little ditty”, “I’ll teach you to Waltz”…

El extraordinario bailarín Bill "Bojangles" Robinson era el ídolo de Shirley de pequeña y con él trabajó en cuatro películas...



... "La pequeña coronela", "Rebelde"...



... "Rebecca of Sunnibrook Farm" y "Just around the corner".

Shirley también hizo muy buena amistad con otro espléndido bailarín, Buddy Ebsen...




... con el que nos deleitó en “Captain January”...


... y con el que se reencontraba mucho más adelante, en 1983, y en la pequeña pantalla.


Y una última y preciosa anécdota. Cuando Gary Cooper y Shirley se encontraron por vez primera en el rodaje de "Ahora y siempre", Gary le pidió un autógrafo…Pues no era para menos.

El pasado 10 de febrero, a sus 85 años de edad, Shirley Temple se nos trasladaba a ese enorme firmamento de estrellas adonde sólo van los más grandes, los más auténticos, los mejores.


Gracias, Shirley. Sencillamente por ser como eras.

A mi madre,
que quedaba con sus amigas para ir al cine a ver a Shirley Temple.

En el set con Shirley Temple

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En 1934, Shirley Temple compartía cartel con Gary Cooper y Carole Lombard en “Ahora y siempre”…



… y recibía en ese mismo rodaje la visita de la actriz norteamericana Toby Wing.


Shirley en el set de rodaje de “Bright eyes”…


… título de ese mismo 1934 que protagonizó con James Dunn.




En 1936, Shirley daba vida a la preciosa Star en “Captain January”…


... junto a un más que entrañable Guy Kibbee en el personaje que daba nombre a la película.


Desde que te fuiste” le daba en 1944 a Shirley la oportunidad de trabajar junto a nombres de la talla de Jennifer Jones, Claudette Colbert, Joseph Cotten, Monty Woolley, Robert Walker y Lionel Barrymore. Menudo plantel.


Shirley en el set de rodaje de “Dimples” (1936)…


… junto a Robert Kent, uno de sus compañeros de reparto…


… y junto a William A. Seiter, el director de esta película.


En 1942, Shirley Temple visitaba el set de rodaje de “Bailando nace el amor”, musical protagonizado por Fred Astaire y Rita Hayworth y dirigido por… William A. Seiter.


En “Fort Apache” (1948) veíamos a Shirley en el papel de Philadelphia Thursday, la hija de un elegantísimo Henry Fonda.


John Wayne y John Agar completaban el reparto principal de este clásico de John Ford.


Shirley ya había sido dirigida por John Ford en “La mascota del regimiento” (1937)…


… clásico de la gran pantalla en el que la pequeña actriz daba vida a una encantadora Priscilla Williams


… y compartía cartel, entre otros, con un entrañable Victor McLaglen.


En “Heidi”, también de 1937, Shirley interpretaba a la niña protagonista junto a Helen Westley en el papel de Anna, la abuela de Peter…


…y junto a Jean Hersholt como el Abuelo.


En “Just around the corner” (1938), Shirley Temple daba vida a Penny


… en “Little Miss Marker” (1934) compartía cartel con Adolphe Menjou…


… y en “Out little girl” (1935) con Joel McCrea.


El pájaro azul” (1940) le daba a Shirley la oportunidad de actuar junto a Eddie Collins y Gale Sondergaard…


… en “La pequeña coronela” (1935) se codeaba con el mismísimo Lionel Barrymore…


…dando vida a la pequeña Lloyd Sherman


… y en “La pequeña princesa”…


… compartía cartel, entre otros, con Richard Greene.


Dando vida a Barbara Barry en “Pobre niña rica” (1936)…


…junto a Jack Haley y Alice Faye…


… y a Rebecca Winstead en “Rebecca of Sunnybrook farm”…


… donde actuaba junto a Gloria Stuart.


En el set de rodaje de “Rebelde” (1935)…


… clásico en el que Shirley interpretaba a la pequeña Virgie Cary


… y como Elizabeth Blair en el set de rodaje de “La simpática huerfanita”, en ese mismo 1935…


… y compartiendo también cartel con John Boles.



En 1947, Shirley Temple coincidía con un guapísimo Cary Grant en otro clásico, “El solterón y la menor”.


Mucho antes, en 1936, actuaba junto a Robert Young en “Stowaway”.


Shirley a sus seis años en el set de “Stand up and cheer!”, musical de 1934 en el que daba vida a la pequeña Shirley Dugan


… y en ese mismo año de 1934, junto a Janet Gaynor en el set de rodaje de “Change of heart”.


Susannah of the mounties” (1939) nos presentaba a Shirley en el papel de Susannah Sheldon


… en “Te volveré a ver” (1944) la veíamos junto a Joseph Cotten y Ginger Rogers…


… en “Young people” (1940) junto a Jack Oakie y Charlotte Greenwood…




… y junto a su maravilloso compañero de baile Bill “Bojangles” Robinson ensayando en el set de “La pequeña coronela” y “Rebelde”, los dos títulos que hicieron juntos en 1935.

Shirley Temple también compartió set con actores que no salían en sus películas…



… como Bette Davis, Joan Crawford…


… o el mismísimo Harpo Marx, aquí en el set de “Sopa de ganso”.


Ah, y Gary Cooper no sólo le pidió un autógrafo al comienzo del rodaje de “Ahora y siempre” sino que en los descansos, además, le enseñó a dibujar. Hollywood les crea…

El golpe

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Mientras trabajaba en el guión de la película “Material americano”, el reconocido guionista estadounidense David S. Ward comenzaba a darle vueltas a otro argumento que compartía enseguida con Tony Bill, Michael Phillips y Julia Phillips, los productores de “Material americano”, quienes, entusiasmados, no dudaban en producir también este nuevo guión de Ward que se basaba en parte en “The big con”, libro escrito en 1940 por el autor americano David Warren Maurer.


David S. Ward debutaba como guionista en 1973 con “Material americano”, título cinematográfico al que seguiría de inmediato “El golpe”. Mucho más adelante, en 1988, Ward nos regalaría también el impecable guión de esa mágica historia que nos contaba “Un lugar llamado Milagro”.


Ward escribía el guión de “El golpe” con Robert Redford en mente pero Robert, que acababa de estrenar “Tal como éramos”, rechazaba en un principio este nuevo proyecto de Ward.


Por su parte, el director George Roy Hill, que había debutado tras las cámaras en 1962 y llevaba ya tras de sí títulos como “El irresistible Henry Orient”, “Millie, una chica moderna”… y “Dos hombres y un destino”, se encontraba de forma casual con el guión de “El golpe” y pedía dirigirlo. Después, se lo mostraba a Paul Newman, quien aceptaba encantado.


Muy, muy, muy afortunadamente para la historia del cine (y sobre todo para mí, podéis creerme), Redford decidía entrar finalmente en este proyecto. Se juntaban así de nuevo, tras “Dos hombres y un destino”, George Roy Hill, Paul Newman y Robert Redford, sin duda alguna uno de los tríos más interesantes de la historia del séptimo arte.







Paul Newmaniniciaba su carrera como actor en 1949 en diversas series de la pequeña pantalla, debutando en el cine en 1954 con “El cáliz de plata”.


También había sido visto ya en otros títulos cinematográficos como “Marcado por el odio”, “El largo y cálido verano”,  “El zurdo”, “La gata sobre el tejado de zinc”, “Éxodo”, “El buscavidas”, “Dulce pájaro de juventud”, “El premio”, “Cortina rasgada”, “La leyenda del indomable”, “Quinientas millas”… y “Dos hombres y un destino”, donde compartía por vez primera protagonismo con Robert  Redford.




Como cabía esperar, Paul nos ofrecía en “El golpe” una maravillosa creación de Henry Gondorff, su guapísimo y astuto personaje en esta singular historia. Tras “El golpe”, Newman volvería a ser dirigido por George Roy Hill en “El castañazo”.

Robert Redford iniciaba su carrera como actor en 1960 y en la pequeña pantalla, debutando en el cine en ese mismo año con “Me casaré contigo”.


También había sido visto ya en otros títulos cinematográficos como “La rebelde”, “La jauría humana”, “Propiedad condenada”, “Descalzos por el parque”, “Dos hombres y un destino”, “El candidato”, “Las aventuras de Jeremiah Johnson” o “Tal como éramos”.




Robert nos ofrecía también una espléndida interpretación en “El golpe” de su también guapísimo pero más ingenuo Johnny Hooker. Redford volvería a trabajar a las órdenes de George Roy Hill en “El carnaval de las águilas”.


El británico Robert Shaw debutaba en la gran pantalla en 1951 en “Oro y barras”, título al que siguieron otros como “Desde Rusia con amor”, “La batalla de las Ardenas”, “Un hombre para la eternidad”, “La batalla de Inglaterra”, “Caza humana” o “El viaje fantástico de Simbad”.


Shaw nos regalaba en “El golpe” una magnífica composición de Doyle Lonnegan. Tras esta sensacional película, le veríamos también en “Pelham 1.2.3.”, “Tiburón” o “Abismo”.


Extraordinario actor neoyorkino, Charles Durning debutaba a toda pantalla en 1962 y ya había sido también visto en “Hola, mamá”, “Yo vigilo el camino” o “Hermanas”, así como en diversas series de televisión.


Durning nos presentaba en “El golpe” a un impecable Teniente Snyder. Magistral.


Un no menos extraordinario Ray Walston daba vida a J. J. Singleton. Walston llevaba en el cine desde 1957 y tras de sí títulos como “Al sur del Pacífico”, “El apartamento”, “Lío en los grandes almacenes”, “Bésame, tonto” o “La leyenda de la ciudad sin nombre”, así como multitud de apariciones en series televisivas.


Eileen Brennan nos acercaba maravillosamente a Billie. Eileen se iniciaba en el cine en 1967 y ya había sido vista en títulos como “El novio de mi mujer”, “La última película” o “El espantapájaros” y en diversas series de televisión.


Harold Gould daba magistralmente vida al simpático Kid Twist. Harold llevaba tras de sí un buen número de intervenciones en series de la pequeña pantalla como “Los intocables”, “Dimensión desconocida”, “Perry Mason”, “El virginiano”, “Superagente 86”, “Mi bella genio”, “La chica de la tele”… y de títulos cinematográficos como “La rebelde”, “Harper, investigador privado” o “El compromiso”. Mucho más adelante, Harold se nos haría muy familiar en la pequeña pantalla como el paciente novio de Rose en “Las chicas de oro”.


Dana Elcar era para nosotros un excelente Agente del FBI. Dana había ya aparecido en títulos cinematográficos como “Punto límite”, “El estrangulador de Boston, “Péndulo” o “Soldado azul” y era también ya un rostro conocido de la pequeña pantalla por series como “Los defensores”, “Los invasores”, “Hawai 5-0”, “Ironside” o “El F.B.I.” Mucho más adelante, Elcar se nos haría tremendamente familiar como el jefe de “MacGyver”.


Y Robert Earl Jones nos presentaba al entrañable Luther. Padre en la vida real de James Earl Jones, Robert debutaba en el cine en 1939 en “Lying lips” y había sido visto ya en otros títulos cinematográficos como “Río salvaje”, “Víctima de la ley” o “Mississippi Summer”. Tras “El golpe”, le veríamos también en otras películas como “Entre pillos anda el juego”, “Cotton Club” o “Único testigo”.

Completaban este sensacional reparto John Heffernan (Eddie Niles), Jack Kehoe (Erie Kid), Dimitra Arliss (Loretta), James Sloyan (Mottola), Sally Kirkland (Crystal), Paulen Myers (Alva Coleman)…

“’El golpe’ es, indudablemente, una de las películas
con más estilo de la época
(Roger Ebert, Chicago Sun-Times)


Las extraordinarias imágenes de “El golpe” venían firmadas por el norteamericano Robert Surtees, quien había debutado a toda pantalla en 1943 y nos había ya deleitado a través de títulos como “Treinta segundos sobre Tokyo”, “Las minas del rey Salomón”, “Quo Vadis”, “Cautivos del mal”, “Mogambo”, “Oklahoma!”, “El cisne”, “El árbol de la vida”, “Ben-Hur”, “Rebelión a bordo”, “El graduado”,  “Dos mulas y una mujer”, “El otro”… Qué maravilla. Tras “El golpe”, Surtees volvería a trabajar con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas”.


El no menos extraordinario montaje era obra de William Reynolds, que ya nos había demostrado su buen hacer en otros títulos como “Sitiados”, “Situación desesperada”, “Ultimátum a la Tierra”, “Desirée”, “Papá, piernas largas”, “Taras Bulba”, “Sonrisas y lágrimas”, “El Yang-Tsé en llamas” o “El padrino”. Qué lujo. Tras “El golpe”, Reynolds volvería a trabajar con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas” y “Un pequeño romance”.


La magistral dirección artística corría a cargo del californiano Henry Bumstead, quien ya llevaba tras de sí títulos como “¡Vaya par de marinos!”, “Vuelve, pequeña Sheba”, “Un gramo de locura”, “Los puentes de Toko-Ri”, “El hombre que sabía demasiado”, “Vértigo”, “El botones”, “Matar a un ruiseñor”, “El valle del fugitivo”, “Joe Kidd” o “Infierno de cobardes”. Tras dejarnos realmente maravillados con su trabajo en “El golpe”, Bumstead coincidía de nuevo con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas” y “El castañazo”.


El diseño de vestuario lo firmaba nada menos que Edith Head, excepcional modista de Hollywood que llevaba ya tras de sí una larguísima y exquisita carrera cinematográfica con títulos como “Alas”, “Beau Geste”, “Siguiendo mi camino”, “El crepúsculo de los dioses”, “Un lugar en el sol”, “Cuando ruge la marabunta”, “La ventana indiscreta”, “Una cara con ángel”, “El ceniciento”, “El hombre que mató a Liberty Valance”, “El profesor chiflado”, “La taberna del irlandés”, “Los cuatro hijos de Katie Elder”, “Descalzos por el parque”, “Dos hombres y un destino”, “El juez de la horca”… Y por citar algunos, ni os imagináis todo lo que me dejo. Tras su magistral trabajo en “El golpe”, Edith coincidiría de nuevo con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas”.



Los maravillosos decorados de “El golpe” nos llegaban de la mano de James W. Payne, cuyo trabajo llevábamos admirando desde 1940 y en títulos como “Un espía en Hollywood”, “Samantha”, “Lío en los grandes almacenes” o “Los trotamundos”. Payne coincidiría después con George Roy Hill en “El carnaval de las águilas” y “El castañazo”.


Y mención especial merece Jerry ‘Jaroslav’ Gebr, ilustrador, pintor de retratos y artista escénico que nos deleitaba en “El golpe” con las ilustraciones que acompañaban a los títulos de crédito…







… y las que encabezaban cada una de las distintas partes de la historia de la película. Qué maravilla.


Todo ello venía redondeado por una banda sonora repleta de exquisitos temas musicales compuestos entre 1901 y 1909 por el extraordinario “rey del RagtimeScott Joplin


… que el no menos extraordinario compositor neoyorkino Marvin Hamlisch recogía y adaptaba en esta excepcional banda sonora…


Solace, The entertainer, Easy winners, Pinne apple rag, Gladiolus Rag… Un auténtico regalo para los oídos.

Magnífica, una película sin fecha de caducidad,
será extraordinaria siempre
(Will Laurence, Empire)

Gran parte del argumento de “El golpe” estaba inspirado en “Horse Play”, uno de los episodios del programa de radio de 1951 “La vida de Harry Lime” del mismísimo Orson Welles.

Los personajes de Henry Gondorff, Kid Twist, Eddie Niles y J. J. Singleton estaban basados en estafadores reales que actuaron en Chicago en la década de los 30.


Producción de Tony Bill, Julia Phillips y Michael Phillips para Universal Pictures, “El golpe” (The sting) era estrenada el 25 de diciembre de 1973, hace hoy ya 40 años, en Los Ángeles y Nueva York.

Un lujo decididamente imprescindible, gran éxito de taquilla
(Luis Martínez, Diario El País)




El golpe” obtuvo muy merecidamente el Oscar a mejor película, director, guión original, montaje, dirección artística, diseño de vestuario y banda sonora…



… siendo también nominada en estos galardones a mejor actor (Robert Redford), fotografía y sonido.




Asimismo, Robert Redford obtuvo el David di Donatello como mejor actor extranjero compartiendo este premio, eso sí, con Al Pacino por “Serpico”.

Y dos curiosidades más, que sé que os gustan tanto como a mí…



Como el que algunos de los personajes de la película aparecieran bebiendo cerveza de la marca Schlitz, mayor empresa cervecera durante la década de los años 30.

O que el logo de apertura de la Universal Pictures en “El golpe” fuera al estilo de los años 30 y no, como le correspondería realmente, en su versión de la década de los 70. Genial.


¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!

Provocando sonrisas

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Shirley Temple haciendo de las suyas en un descanso de rodaje de
“La mascota del regimiento” (1937).


Estamos ahora en los años 50. Y con Jerry Lewis y Dean Martin intentando poner la misma cara que Harpo Marx. Como si eso fuera posible.


Kenny Baker como R2-D2 y Anthony Daniels como C-3PO


George Lucas y Richard Marquand, director de “El retorno del Jedi” (1983), en un descanso de rodaje…


… y Peter Mayhew junto a Mark Hamill. O Chebwacca y Luke Skywalker.


Donald O’Connor, Stanley Donen y Gene Kelly preparándose para el rodaje de “Cantando bajo la lluvia” (1952).


Danny Kaye visitaba a Grace Kelly en el set de “La ventana indiscreta” (1954). Difícil tomar el té con Danny. 


Clark Gable, Cary Grant, Bob Hope y David Niven durante un descanso en los ensayos de la ceremonia de los Premios Oscar de 1958.


George Lucas y Steven Spielberg en un descanso de
“En busca del arca perdida” (1981). Se iniciaba aquí una de las más exitosas sagas de la gran pantalla.


Clint Eastwood… y su cerveza. Corrían los años 60.


Geena Davis y Susan Sarandon… O “Thelma y Louise” (1991).


John Wayne en un descanso de “El Álamo” (1960)…


… y junto a Laurence Harvey, Happy Shanan y Richard Widmark en otro momento de relax de este mítico rodaje cinematográfico.


No se vayan todavía… aún hay más.



Steven Spielberg en el set de “Tiburón” (1975). Pues no lo pasaron tan mal durante el rodaje de esta película.


Una reunión poco esperada. José Iturbi, Lucille Ball, Harpo Marx y Fred Astaire ensayando para una actuación para las tropas
durante la Segunda Guerra Mundial...


… y la mejor pareja de Astaire, su hijo Fred Astaire Jr.


Johnny Weissmuller, Buster Keaton… y Elmer, el perro de Keaton.


Peter Mayhew (o Chebwacca) publicaba en su twitter esta fotografía de rodaje de “La guerra de las galaxias” (1977).


Walter Matthau y Jack Lemmon en 1983. Difícil jugar al golf con Walter.


Aún no he logrado averiguar de qué se ríen. Ni siquiera sé dónde están. Pero no podía dejar de añadir esta fotografía de Dirk Bogarde y Judy Garland. Por simpática, por contagiosa, por espontánea, por natural…

Y con esta pareja cerramos esta sonriente galería. ¡Feliz Primavera a todos!
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